La Poesía Española de Posguerra: De la División a la Renovación


La Guerra Civil y sus Consecuencias en la Poesía

La Guerra Civil supuso un corte decisivo en todos los aspectos de la vida intelectual y artística de España. Las consecuencias del conflicto y de la posterior implantación de la dictadura supusieron no solo la muerte de algunos escritores, sino el exilio y, sobre todo, la división de la poesía en dos corrientes diferenciadas: la de los vencedores y la de los vencidos.

Sin embargo, todos, independientemente de su ética y estética, tienen un aspecto común, pues todos continúan la línea rehumanizadora planteada por los escritores de los años 30. El puente de unión entre ellos es el poeta Miguel Hernández.

Miguel Hernández: Puente entre Dos Épocas

Miguel Hernández fue un poeta de escasa formación que suplió con la lectura personalizada de los textos de los clásicos del Siglo de Oro. Conoce a los principales poetas del 27, con los que tiene amistad. La amistad con el poeta chileno afincado en España, Pablo Neruda, será fundamental. Se afilia al PC y, al estallar la Guerra, apoya al bando republicano. Al terminar la contienda, es encarcelado, donde fallece a causa de una tuberculosis en 1941.

La poesía de Hernández se puede dividir en dos grandes etapas:

  • Etapa Inicial: Marcada por su imitación al estilo de Góngora, con empleo de un lenguaje muy culto, hipérbaton y con abundantes poemas de tono religioso. Los temas fundamentales son el amor, la pena y la muerte. Obras destacadas: Perito en lunas, El rayo que no cesa.
  • Segunda Etapa: Poesía mucho más comprometida política y socialmente. Predomina el verso corto, la brevedad. Sus últimos poemas, escritos en la cárcel, destacan por su gran intimismo. Obras destacadas: Viento del pueblo, El hombre acecha, Cancionero y romancero de ausencias.

La Poesía en la Posguerra

Poesía Arraigada: El Grupo Escorial

Apenas terminada la Guerra, la poesía parece encaminarse por vías aparentemente diversas pero convergentes. Desde el régimen se intentará crear una poesía artificiosa y heroica, denominada arraigada, donde predominan los poemas de tema religioso y amoroso. Este grupo de poetas recibe el nombre de Grupo Escorial o Garcilaso. Tienen como modelo al poeta renacentista, son cercanos al concepto de “el arte por el arte”.

Los poetas más destacados de este grupo son:

  • Luis Rosales
  • Luis Felipe Vivanco
  • Leopoldo Panero
  • Dionisio Ridruejo
  • García Nieto

Poesía Desarraigada: La Búsqueda del Sentido

En 1944, Dámaso Alonso publica Hijos de la ira, que pretende ser una reacción ante el garcilasismo. Es un grito de protesta ante la evasión, buscando el sentido de la existencia humana con un importante tono dramático.

Continúan esta línea poética denominada desarraigada:

  • Vicente Aleixandre (Sombra del Paraíso)
  • Victoriano Crémer
  • José Luis Hidalgo
  • Eugenio G. de Nora
  • Blas de Otero

Poesía Social: Compromiso y Testimonio

La poesía desarraigada de finales de los años 40 poco a poco va derivando hacia la poesía social o comprometida. Pretende unir la poesía de los años 30 con la del momento y dar testimonio de los grandes problemas de España y de contribuir a solucionarlos. Los temas más destacados son la búsqueda de la paz definitiva, la injusticia social o el compromiso con los desfavorecidos. El tono es pesimista, pero siempre con una puerta abierta a la esperanza.

Entre los poetas de este signo encontramos a:

  • Gabriel Celaya (Cantos íberos)
  • Blas de Otero (Pido la paz y la palabra, Que trata de España)
  • José Hierro (Quinta del 42, Cuánto sé de mí…)

La Promoción del 60: Hacia lo Personal

A finales de los años 50 aparece un grupo de poetas que, sin dejar de lado los temas sociales, buscaba una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo colectivo a lo personal. Para ellos, el poema es un instrumento que permite al ser humano –y, por tanto, al poeta– conocer el mundo, conocerse a sí mismo. Son los poetas conocidos como Promoción del 60:

  • Ángel González
  • Jaime Gil de Biedma
  • José Ángel Valente
  • Francisco Brines
  • Claudio Rodríguez

Se puede establecer una temática común a todos ellos:

  • La reflexión sobre el paso del tiempo (el tiempo pasa y destruye, solo la infancia y la adolescencia se verán como un paraíso perdido).
  • El amor como cauce del erotismo y la amistad.
  • La reflexión sobre la creación poética.

El estilo es muy alejado de la poesía social, al que califican de pedestre. Algunos siguen fieles al tono conversacional, pero sin olvidar la depuración y concentración de la palabra. Cada poeta propondrá la búsqueda de un lenguaje cada vez más personal, nuevo, más sólido, más irónico, pero alejados de los conceptos de vanguardia.

Los Novísimos: Ruptura y Experimentación

Los poetas que han nacido después de la Guerra y que empiezan a publicar en los años 70:

Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Perro Guinferrer. Vicente Molina-Foix, Leopoldo María Panero, Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca,… Plantean una poesía totalmente novedosa, los novísimos,  que se ha llamado de ruptura: con el realismo típico de la literatura de posguerra. Su poesía está marcada por  su intensa formación cultural,  la influencia de los “Mas-media”. Aceptan el gusto Camp ya que da lugar a la democratización de la poesía, a través de las nuevas mitologías creadas por el cine, la música o la tv: Marilyn Monroe, Che Guevara,… se despreocupan y olvidan de las formas tradicionales, emplean la escritura automática y las técnicas elípticas, el collage, la experimentalización con el lenguaje, recursos musicales y rítmicos,…

A partir de aquí, la proliferación de premios literarios (Hiperión, Visor, Adonais,…), las abundantes revistas y publicaciones poéticas dan lugar a multitud de tendencias, muchas de ellas efímeras cuya clasificación es aun hoy difícil y de los que solo citaremos algunos nombres: Luis García Montero, Roger Wolfe, Ana Rossetti, Luis Antonio de Villena,…

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