La Poesía Española desde la Posguerra hasta la Actualidad


HASTA NUESTROS DÍAS

DÉCADA DE LOS 70

Con la promoción del 60 termina la poesía de posguerra, y se da a conocer un nuevo grupo de poetas bien diferenciados de sus predecesores, jóvenes que han nacido pasada la Guerra Civil y que irrumpen en el mundo literario con una nueva sensibilidad y una poesía tan novedosa que se ha llegado a hablar de “ruptura”. Coinciden en prestar más atención a lo “onírico y fantasioso” que a la realidad y se declaran comprometidos, pero pronto lo olvidan. Las revueltas juveniles que acontecen en torno a 1968, no solo en Europa sino también en USA, afectan a la juventud española y en concreto a los jóvenes escritores del momento.

Fue Jaime Siles quien definió por primera vez a esta generación como “generación del lenguaje” para subrayar la ética lingüística característica de este grupo de poetas. Y será Luis Alberto de Cuenca quien lo precisará como “los nacidos en España entre 1945 y 1955” y que conciben la actividad poética con una voluntad retórica (habilidad que se ocupa de construir artísticamente un discurso). El llamarlos “novísimos” o “venecianismo” incluye una noción de unidad estética invariable a lo largo del tiempo. La denominación “Generación del 68” adquiere un carácter más general que evita referencias a estilos, etapas o características concretas.

En 1970, J. Mª Castellet publica una polémica antología Nueve novísimos poetas españoles. Sus nombres eran: Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José Mª Álvarez, Félix de Azúa, Pedro Gimferrer, Vicente Molina-Foix, Guillermo Carnero, Ana Mª Moix y Leopoldo Mª Panero.

Los rasgos que los caracterizan son:

  • Ruptura con el realismo típico de la posguerra.
  • Propugnan la autonomía del arte. La poesía es antes un signo que un material literario transmisor de ideas o sentimientos.
  • Preferencia por una cultura de masas unida al gusto camp que combina las manifestaciones del arte popular como el rock con el artificio del esteticismo.
  • Tienen una formación literaria extranjera.
  • Cultura urbana en los poemas (medios de comunicación, publicidad, deporte, cómic, cine o mitos como Marilyn Monroe).
  • Despreocupación hacia las formas tradicionales. Utilización de la escritura automática, etc.
  • Culturalismo y esteticismo.

Entre el 73 y el 75 se producirá un giro por el que los poetas novísimos o venecianos buscan sendas más personales que conducen a una depuración estética y al reencuentro por cada poeta de una tradición propia. Ahora encontraremos una poesía de la experiencia, coloquialismo expresivo, acercamiento a los 60. Aparecen otros poetas alejados de la estética novísima por lo que será más apropiado hablar de “generación del 68”: Juan Luis Panero, Antonio Carvajal, Luis Alberto de Cuenca…

En 1975, con la muerte de Franco, terminaba una larga etapa de la vida política española. Hacia 1975, la poesía entraba por cauces de normalidad en la que cada poeta podía conjugar con fortuna tradición e individualidad.

POESÍA DESDE LA DEMOCRACIA

Esta época está condicionada por acontecimientos tan importantes como la aprobación de la Constitución o la integración española en la Comunidad Europea: España pasa de ser una dictadura a convertirse en un país plural y moderno.

La democracia trajo para la poesía novedades:

  • El poeta tiene menos influencia en la sociedad
  • Se acentúa el carácter minoritario de los lectores de poesía.

Sin embargo, se produce una abundancia de nuevos títulos, proliferación de certámenes y premios literarios, y una amplia variedad de tendencias.

Partiendo de la literatura anterior, aparecen obras de Luis Alberto de Cuenca y Antonio Colinas, que mantienen la temática urbana y la vida cotidiana en poemas de tono autobiográfico con retórica equilibrada, el uso de formas métricas clásicas junto al verso libre y temas como el amor, la soledad, el paso del tiempo y la angustia ante la muerte.

Por otra parte, las tendencias se multiplican: se habla de neosurrealismo, neorromanticismo, poesía visual, poesía del silencio o minimalista, poesía esteticista y poesía intimista. Las últimas manifestaciones más relevantes nos llevan a la poesía hermética y sobre todo a la poesía de la experiencia.

La poesía hermética: se define por la reivindicación de las vanguardias, la fragmentación o la interrupción del discurso lírico, la brevedad, los silencios, el verso corto, la eliminación de la anécdota, la abstracción y el barroquismo, huida del lenguaje normalizado o común y la abundancia de símbolos que sugieran más que expresen.

La poesía de la experiencia parece, en la actualidad, la de más repercusión. A ella pertenecen poetas como Luis García Montero, Jon Juaristi y Miguel d’Ors.

Sus rasgos son:

  • Recuperación de los poetas de los años 50 y una poesía más inteligible.
  • Vuelta a la métrica tradicional de carácter estrófico frente al verso libre o a la asimetría.
  • Temática urbana -vida nocturna, bohemia, sexo- en lenguaje coloquial y directo.
  • Abundancia de poemas narrativos. El poema cuenta vivencias del autor.

Otros poetas de generaciones más recientes se abren paso en el panorama de la poesía española actual: son jóvenes nacidos entre los 80 y 90 que buscan nuevos referentes, otras formas de hacer poesía. En su incipiente obra podemos entrever qué caminos seguirá la poesía española de los próximos años, la escrita por quienes nacieron cuando la democracia ya era un hecho; una generación que pretende tomar la libertad como enseña de su escritura.

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