La gran invención griega: La Polis y la Democracia
Como ya hemos dicho anteriormente, las primeras organizaciones sociales partieron de diferencias entre unos y otros; superioridad de unos hombres sobre otros. Pero más tarde, cuando los grupos se hicieron más grandes y las diversas actividades se fueron complicando, los hombres ya no se valoraban por lo que eran, sino también por lo que tenían. En los grupos sociales pequeños más primitivos solía ser la naturaleza lo que determinaba la jerarquía; pero en sociedades más grandes fue la tecnología quien determinaba la jerarquía.
Los griegos sintieron pasión por lo humano, por ello inventaron la polis, la comunidad ciudadana en cuyo espacio reina la libertad de los hombres. Pero el invento griego más revolucionario fue la democracia, y esta democracia era para todos iguales y las leyes eran inventadas por los mismos que debían someterse a ellas. Nadie estaba por encima de la ley. Además, la mayoría de los cargos públicos de la polis eran elegidos por sorteo, pero la democracia nació entre conflictos y en principio sólo sirvió para aumentar los problemas, porque la toma de decisiones entre muchos es muy complicada.
Todos para uno y uno para todos: Reflexiones sobre la Globalización
Esta frase, reconocida porque la dijeron los 3 mosqueteros, a muchas personas les parece el ideal que las personas deberíamos alcanzar, pero no totalmente hablando en todos los sentidos, sino comercialmente; eso es lo que se llama globalización. Este lema es estúpido porque en realidad no puede haber un grupo que se convierta en uno solo, pues cada persona es única y no se puede acoplar a las demás personas.
Lo que nos quiere decir este capítulo es que nosotros tenemos derecho a la diferencia, aunque la constitución diga que todos somos iguales, se debe reconocer que todos los seres humanos somos diferentes. Desde diferencia étnica hasta de pensamiento existe, por esta razón debemos aceptar que somos seres complejos los cuales poseemos la capacidad de aceptar la diferencia de los demás. Actualmente el sistema en que vivimos nos quiere fundir en una sola cosa, en una máquina de consumo la cual solo debe pensar en moda y actores, y no le dan la posibilidad de pensar un poco; esos son los llamados «del montón».
La conclusión para mí de este capítulo es que somos seres diferentes, los cuales no pueden ser uno solo pero se pueden unir en una sola fuerza para hacer muchas cosas buenas.
Las riquezas de este mundo: Consumismo y Desigualdad
Bueno, y hablando de consumismos llegamos al capítulo de las riquezas de este mundo. El cual nos dice que en realidad nosotros los seres humanos somos muy ricos, tomando como punto de referencia todos los animales, sin embargo, tomando como punto de referencia a un estadounidense de clase media, podríamos decir que hay hombres realmente paupérrimos. ¿Pero cuál es la diferencia entre un hombre y un animal? Pues que el animal solo piensa en comer, beber y aparearse, y no más; el animal no se preocupa por tener casa o computadores o grabadoras o tantas cosas que debemos utilizar que son tan complicadas. Esa es la diferencia, que el hombre tiene muchas cosas las cuales lo hacen feliz materialmente. Un ejemplo es cuando el hombre quiere volver al perro otro hombre, pues le hace casa, le pone ropa, le compra comida especial, etc., lo único que le falta al perro es que el perro trabaje.
Todo esto lo he escrito primero porque me parece el colmo que como seres humanos tengamos que humanizar otros animales los cuales no quieren saber nada de ropas o de fotos, ni siquiera les importa si salieron en revistas. Y segundo, porque el hombre se ha deshumanizado y ha pasado a convertirse en la máquina la cual busca satisfacer sus necesidades eternas. Si tengo una cosa me falta otra y así. Es cierto que el hombre es curioso y que gracias a eso hemos logrado grandes cosas, pero también grandes desigualdades. ¿Pero de qué me sirve escribir esto si yo pertenezco a esa gran máquina consumista también? Pues yo creo que al menos me sirve para estar muy contento con todo lo que tengo a diferencia de muchos animales, tanto humanos como no humanos.
Sin embargo, existe un peligro, el hombre se está comiendo al planeta y los más consumistas (los del norte), no se han dado cuenta de eso, ha nosotros los sureños (especialmente África), nos manda las sobras, el mundo sería insostenible si fuéramos tan desarrollados y consumistas como los Estados Unidos.
En conclusión, este capítulo nos dice que el hombre es rico respecto a todos los animales, sin embargo, respecto a su misma especie hay unos más ricos que otros, lo que genera las desigualdades entre unos hombres y otros.
Haciéndole la guerra a la guerra: El Conflicto y el Progreso
Este capítulo es el mejor, pues habla de que el culpable de todo es el hidrógeno y no por la bomba atómica, sino por culpa del nitrógeno es que nosotros peleamos. Sin embargo, el hombre ha hecho todas esas guerras por muchas situaciones, el nitrógeno para mí tal vez es un pretexto. Allí nos hablaron de miles de guerras que han cubierto toda nuestra historia. Todas estas guerras han sido porque los hombres no están de acuerdo entre sí. Entonces, ¿por qué Savater nos decía que la diferencia entre los hombres y los animales es que nosotros somos capaces de hacer tratos sin romperlos, pero yo también agregué que el hombre también es un ser revolucionario y también que somos diferentes? Pues todas estas causas son las que nos llevan a las guerras, por ejemplo, la guerra entre religiones que atraviesa todo el mundo, incluido Europa. Sin embargo, el hombre comete el error de pensar que solo él tiene la verdad y que esa verdad es absoluta.
Sin embargo, la guerra también ha significado progreso, pues toda la tecnología que estoy usando es creada por el ingenio de muchas personas, como es el Internet, pero también hay que contrastarlo con todas las guerras que existen en el mundo y los millardos de personas que ha matado la guerra. Hacerle la guerra a la guerra es una paradoja, sin embargo, lo deja de ser cuando él nos propone una lucha no con armas sino con ideologías válidas, como él lo ha hecho en su país contra el grupo ETA (Euskadi Ta Askatasuna, es decir, Patria Vasca y Libertad).
Libres y felices: El Dilema de la Responsabilidad
Este es el capítulo el cual nos pone a reflexionar y a elegir lo que en realidad queremos ser, no podemos ser felices si somos libres, pues el hombre siempre le ha temido a la libertad, siempre debemos tener alguien que nos mande para poder vivir felices, de lo contrario todo sería un caos. Ser libres o ser felices es una elección muy difícil, pues ser libres significa poder hacer las cosas sin que nos manden, y le tememos porque algunas veces nuestra libertad puede hacernos daño a nosotros mismos. Ser libre significa poder tomar mis decisiones y poderme hacer responsable de esas decisiones que he tomado, pero nosotros preferimos ser felices y esclavos que desgraciados y libres, por una sola razón, pues si yo hago una cosa que me mandaron y algo sale mal yo tengo la posibilidad de echarle la culpa a un tercero.
En conclusión, no podemos ser libres y felices, pues la libertad significa responsabilidad y a eso es a lo que le tememos, y no podemos ser libres y felices pues desde que un tercero (o sea alguien libre), nos mande podemos echarle la culpa porque algo salió mal, así yo me libro de la responsabilidad.
Pone en nosotros todas las esperanzas, nos da la responsabilidad de lo que no ha logrado hacer, él nos dice que nos fundamentemos en el pasado para poder actuar en el presente, pues el futuro no lo es todo, el todo es el presente porque fundamenta mi futuro, yo creo que como vamos los jóvenes parece que el futuro va a ser muy oscuro, pues a mi alrededor parece que solo hay estereotipos de programas de televisión que crea los dirigentes para que las clases que deben mandar sigan mandando, qué pesar que las personas que nos quieren despertar de ese sueño dulce del Colegio Claretiano se tengan que ir porque no soportan su diferencia de ideas. Al fin y al cabo, somos imperfectos.