La Primera Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias


La Primera Guerra Mundial (1914-1918)

Guerra de Posiciones o de Trincheras

Tras el fracaso de las primeras ofensivas, el frente quedó estabilizado y los ejércitos se fortificaron, recurriendo a la movilización masiva y al empleo de nuevas armas. El conflicto pasó a ser una guerra de desgaste de características defensivas donde se vivía en las trincheras bajo duras condiciones de vida.

Frente Occidental

Los intentos fallidos de romper las líneas enemigas produjeron muchas bajas, como en las batallas de Artois (1915 – Ofensiva de la Entente), Verdún (1916 – Ofensiva de los Imperios Centrales) o Somme (1 de julio-21 noviembre 1916 – Ofensiva de la Entente).

Frente Oriental

Entre abril de 1915 y enero de 1916, la Entente atacó el estrecho de Dardanelos y Galípoli, pero fracasaron. Las incursiones rusas en los Cárpatos también fueron frenadas por los alemanes, que ocuparon Rumanía en 1916 y estabilizaron el frente con otro sistema de trincheras.

Guerra Naval

Reino Unido impuso un bloqueo naval a las Potencias Centrales para ahogar su economía, a lo que Alemania respondió con una guerra submarina, que hundió numerosos barcos de países neutrales. La guerra submarina se vio suspendida hasta junio de 1916, pero tras la derrota alemana en la batalla de Jutlandia se reactivó, lo que provocaría descontento en los países afectados, principalmente en Estados Unidos.

El Final de la Guerra: Del Entusiasmo al Desánimo

En un principio, la guerra fue acogida con entusiasmo, pero este entusiasmo acabó tornándose en frustración. La pérdida de vidas, las condiciones en las trincheras y la dureza de la economía de guerra acabaron desembocando en el estallido de protestas tanto en el frente (ejército) como en la retaguardia (ciudades).

Frente

Los mandos militares se volvieron más duros para evitar la indisciplina, recurriendo a acusar de traición e incluso a fusilar a sus propios soldados.

Retaguardia

Las protestas aumentaron y el apoyo a la guerra se desvaneció. El movimiento obrero se dividió en partidarios de seguir la guerra o acabarla.

En 1917 ocurrirían dos hechos que equilibrarían aún más la guerra:

  • La retirada rusa de la guerra: Tras la revolución de 1917, en la que depusieron al Zar Nicolás II, el gobierno provisional siguió con la guerra hasta que en 1918 acceden al poder los comunistas y firman la paz con Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk (1918). Esto provocó que las Potencias Centrales pudieran volcar sus esfuerzos en el frente occidental.
  • Entrada de Estados Unidos en la guerra: En abril de 1917, Estados Unidos declaró la guerra a Alemania. Los principales motivos fueron los intereses económicos y mayor afinidad a la ideología política de los Aliados, pero el detonante fue la guerra submarina abierta de Alemania y el intento de meter a México en la contienda. Con la entrada de Estados Unidos se contrarrestó la ventaja que habían obtenido las Potencias Centrales con la salida de Rusia de la guerra, hasta finalmente decantar la balanza a favor de los Aliados.

La Derrota de las Potencias Centrales

Tras la retirada rusa y la entrada de Estados Unidos en la guerra, las Potencias Centrales trataron de actuar rápido y lanzaron una gran ofensiva en el frente occidental.

A finales de 1917, las tropas austriacas y alemanas atacaron el frente italiano, donde se libró la Batalla de Caporetto. El ejército italiano fue derrotado, pero las defensas resistieron y el frente quedó estabilizado.

Entre marzo y julio de 1918, Alemania lanzó nuevas ofensivas en el frente francés, como la de Somme, Flandes y Champaña, para tener una posición militar ventajosa frente a Estados Unidos.

Entre julio y agosto de ese mismo año, se libró la Segunda Batalla de Marne, en la que Alemania lanzó todas sus reservas militares sin éxito. Mientras los alemanes se habían quedado sin tropas, la llegada de Estados Unidos provocó la ofensiva aliada al mando del general Foch.

En pocos días, el frente alemán cayó y aumentaron las protestas hasta que una nueva ofensiva aliada en septiembre provocó que el Jefe de Estado Mayor alemán, Luddendorf, firmara el armisticio.

En octubre de 1918, el Káiser Guillermo II abdicó y en Alemania se proclamó la República de Weimar. El 11 de noviembre de 1918, el nuevo gobierno alemán firmó la rendición.

La Organización de la Paz

Una vez acabada la guerra, los países combatientes tuvieron que organizar una serie de tratados de paz. En estos tratados hubo posturas enfrentadas:

  • Francia (Georges Clemenceau): Quería acabar con Alemania militarmente y exigirle duras reparaciones de guerra.
  • Reino Unido (Lloyd George): Buscaba mantener un cierto equilibrio, pero acabó cediendo a las pretensiones francesas.
  • Italia (Vittorio Emanuele Orlando): Sus pretensiones eran sobre todo territoriales, principalmente sobre los territorios que bordeaban el Mar Adriático.
  • Estados Unidos (Woodrow Wilson): Su prioridad era impedir otra guerra en Europa y defender la autodeterminación de las diversas nacionalidades del continente; para ello creó el programa de los 14 puntos, que recogía las condiciones de paz.

En torno a estos intereses se diseñó la Paz de París. Las negociaciones se extendieron hasta 1920 y dieron como resultado 5 tratados:

  • Tratado de Versalles: Firmado con Alemania, que al ser considerada única culpable de la guerra tuvo que hacer frente a fuertes indemnizaciones y tuvo numerosas pérdidas territoriales.
  • Tratado de Saint-Germain: Firmado con Austria, estableció su separación de Hungría y la cesión de territorios a Checoslovaquia, Polonia, Italia y Yugoslavia, dejando así a Austria como un pequeño país.
  • Tratado de Trianon: Firmado con Hungría, que perdió territorios a favor de Checoslovaquia, Rumanía, Yugoslavia e Italia.
  • Tratado de Sèvres: Afectó a Turquía, que vio su imperio reducido a solo Asia Menor.
  • Tratado de Neuilly: Se suscribió con Bulgaria, que perdió territorios a favor de Grecia, Rumanía y Yugoslavia.

La Sociedad de Naciones

La Sociedad de Naciones fue un proyecto puesto en marcha por el presidente Wilson. Se acordó crear una asamblea internacional para tener las negociaciones diplomáticas como vía de resolución de conflictos y de fomentar la colaboración entre estados. Aunque, por una serie de problemas, la eficacia de la SDN fue escasa y no pudo evitar numerosos conflictos.

Las Consecuencias de la Guerra

Tras un conflicto de la magnitud de la Primera Guerra Mundial, en el que se usó una cantidad descomunal de humanos y recursos, tuvo enormes consecuencias a todos los niveles.

Consecuencias Demográficas

La guerra tuvo numerosas pérdidas humanas. Se estima que murieron 10 millones de personas. Además, también hubo bajas civiles, algo nuevo en las guerras. Esto, sumado a una epidemia de gripe que trajeron los soldados del frente, provocó un descenso enorme de población.

Consecuencias Económicas

El efecto más visible de la guerra fueron las enormes pérdidas materiales y económicas. Además, el esfuerzo bélico agotó las economías de los combatientes hasta la bancarrota, lo que provocó inflación. La puesta en marcha de economías de guerra supuso un cambio radical en el funcionamiento de la economía, y la intervención del Estado para sostener el esfuerzo bélico puso fin al librecambismo. Europa perdió su tradicional supremacía en los mercados, que fue ocupada por Estados Unidos, y el poder financiero se pasó a Wall Street.

Consecuencias Políticas

Una de las principales motivaciones de la guerra fue la política, de modo que el conflicto provocó profundas transformaciones en ese sentido. Con la caída de los Imperios Centrales, la Revolución Rusa y la caída del Imperio Otomano desaparecieron los últimos imperios de Europa. La desaparición de estos imperios dio lugar a un resurgimiento del nacionalismo debido a la creación de nuevos estados. Uno de los países fue Yugoslavia, cuya formación fue debida a la vocación serbia de agrupar a los eslavos del sur en un único estado, como quedó establecido en la Declaración de Corfú en 1917. Este nacionalismo también se expandió al resto de territorios coloniales, que comenzaron a buscar su independencia.

Consecuencias Sociales

La guerra transformó la sociedad. Uno de los cambios más importantes fue el protagonismo de las mujeres, ya que habían comenzado a ser más valoradas tras su trabajo en la Primera Guerra Mundial mientras los hombres luchaban en el frente. Los partidos y sindicatos obreros tomaron fuerza. El optimismo acabó desembocando en pesimismo y desilusión, y en la crisis de las democracias liberales durante el período de entreguerras.

La Rusia Zarista a Comienzos del Siglo XX

Rusia era un imperio multiétnico que abarcaba desde el Mar Báltico hasta el Océano Pacífico y en el que un zar gobernaba con apoyo de la Iglesia Ortodoxa y el ejército.

Una Sociedad Agraria

La mayoría de la población rusa habitaba en zonas rurales y sobrevivía gracias a las actividades agrícolas. La economía era tradicional y se basaba en una agricultura de subsistencia, con bajos rendimientos y expuesta a que el tiempo arrasase las cosechas y produjera hambrunas. Existían pocos agricultores; la mayoría del campesinado lo constituían jornaleros que vivían para los que tenían dinero y trabajaban en latifundios. Se les permitía ejercer otras profesiones. Había campesinos que eran ricos (kulaks) y tenían a otros campesinos trabajando para ellos.

Inicios de la Industrialización

Desde finales del siglo XIX comenzó un proceso de industrialización acelerada y concentrada alrededor de las grandes zonas urbanas de Moscú y San Petersburgo. Estos inicios fueron promovidos desde el Estado, gracias a las inversiones extranjeras, sobre todo francesas. Lo que activó la industria fue el ferrocarril, especialmente el Transiberiano, que unía Moscú con Vladivostok.

Un Imperio Multiétnico

Rusia abarcaba desde Europa central hasta el extremo oriente a través de la estepa de Siberia. Por eso, aquí había muchos pueblos, lenguas y religiones. Lo que hizo el zar fue imponer una política de centralización administrativa y de rusificación, que consistía en que tenían que aprender la cultura rusa; era obligatorio hablar y escribir la lengua rusa. Esto aumentó el descontento en algunos territorios, como el Cáucaso, donde habían varias nacionalidades, o en Polonia, donde la población era mayoritariamente católica.

La Oposición a la Autocracia

Surgieron varias opciones en la política, provocando la desaparición del régimen zarista:

  • Partido Constitucional Demócrata: Su ideología era liberal, representaba a las minorías burguesas urbanas y eran conocidos como kadetes.
  • Partido Socialista Revolucionario: Su representante fue Kérenski. Estaba formado por campesinos descontentos de su miseria y situación semifeudal. Eran conocidos como eserres.
  • Partido Obrero Socialdemócrata Ruso: Tenía ideologías marxistas, representaba a los obreros industriales y sectores intelectuales. Se produjo en el partido una división entre mencheviques, que eran una minoría que querían implantar un régimen constitucional, y los bolcheviques, que eran más que los mencheviques, estaban liderados por Lenin y eran radicales.

La Revolución Rusa de 1905

Causas

  • Guerra ruso-japonesa: Entre 1904 y 1905, Rusia se enfrenta a Japón para controlar Corea y Manchuria. Rusia fue derrotada.
  • Las aspiraciones reformistas: Se incrementaron las demandas de reformas políticas. La burguesía pretendía la creación de un parlamento (Duma) y la legalización de los partidos políticos, pero los sectores privilegiados se opusieron. Hubo también un conflicto social al intensificarse las protestas que demandaban una mejora de las condiciones de vida.
  • Las reivindicaciones nacionalistas: Los conflictos sociales y la debilidad del gobierno zarista fueron aprovechados por las nacionalidades del imperio para pedir un reconocimiento de sus derechos.

Una Nueva Revolución: El Domingo Sangriento

El zar se tomó las protestas como un desafío, con una postura autoritaria que finalizó en el Domingo Sangriento. En la protesta participaron campesinos, mujeres, niños y trabajadores. La población se dirigió al Palacio de Invierno de San Petersburgo, donde vivía el zar, para protestar por la subida del precio del pan. Nicolás II ordenó disparar contra los manifestantes y muchas personas murieron. Las protestas se extendieron por todo el imperio.

El Estallido de la Revolución

Tras el Domingo Sangriento, las huelgas y las protestas se fueron extendiendo. Los estudiantes del acorazado Potemkin se sublevaron ante las órdenes de bombardear la ciudad de Odesa. Esto sería seguido por otras unidades del Ejército. La protesta se extendió a los centros industriales, donde se organizaron los sóviets, consejos de trabajadores que funcionaban mediante la elección de representantes directos de cada uno de los centros de trabajo incorporados a la protesta. La revolución fue liderada por el Sóviet de Petrogrado, en el que destacó el revolucionario socialista León Trotski.

Las Consecuencias de la Revolución

El zar aceptó las propuestas de su ministro principal, el conde Witte, de calmar el descontento social. Promulgó un decreto, conocido como Manifiesto de Octubre, que reconocía las libertades civiles básicas y la creación de una Duma. Se aprobó una Constitución y se puso en marcha una reforma agraria. Los bolcheviques publicaron el Manifiesto de las Finanzas, en el que denunciaban la estrategia de Nicolás II para acabar con la revolución, así como el catastrófico estado de las arcas públicas y la magnitud de la deuda externa. El zar reaccionó quitando la mayoría de las reformas y muchos bolcheviques fueron encarcelados.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *