EL BARROCO
El barroco es un término peyorativo, recargado, oscuro, poco significativo. Además, no es una ruptura con el renacimiento.
El RENACIMIENTO introduce el mundo nuevo que pasa después al barroco y se produce una continuidad y una evolución aunque en esta última diferentes formas de caracterizar al Barroco.
El DESENGAÑO es una característica fundamental del Barroco, que consiste en tener claro que todo lo que vemos es un engaño, es decir, no hay nada real y sincero. Para ellos la vida es una trampa para el hombre y el mundo está dominado por la muerte, la cual lleva a la descomposición. Frente al vitalismo renacentista que es todo lo contrario.
Este desengaño aparece con otro nombre en el barroco, “engaño a los ojos”, que consiste en que creemos que vemos las cosas como son, pero no es así. Además, todo el mundo engaña de manera consciente.
LOS MODELOS PARA TRIUNFAR EN EL ORDEN SOCIAL: la prudencia, la descripción y el saber ocultarse son las máximas que debe poseer aquel que pretenda triunfar o sobrevivir.
LA ESTÉTICA BARROCA exagera y lleva al límite todo lo renacentista, la cultura, la lengua, el movimiento… y esto LLEVA A DOS ESCUELAS:
CONCEPTISMO, que consiste en exprimir el significado de las palabras para darles un mayor significado así. Es decir, se busca dentro de las palabras el significado más esencial y se une a otras palabras. CULTERANISMO es un término despectivo que procede de la palabra culto y consiste en embellecer y oscurecer el lenguaje
QUEVEDO
SU OBRA EN PROSA
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La prosa didáctica es pura política. Su obra doctrinal está basada en un tema fundamental que es el nacionalismo español. ADEMÁS SUS OBRAS FESTIVAS TUVIERON UNA GRAN DIFUSIÓN, generalmente en forma de manuscritos. La finalidad de estas obras es hacer reír, es decir, se escriben para eso. La obra AGUJA DE NAVEGAR CULTOS nos muestra a Quevedo capaz de jugar con las palabras y el lenguaje. OBRAS MÁS IMPORTANTES EN PROSA son las de carácter satírico- moral:
los sueños (cinco narraciones en las que Satiriza Quevedo diversos tipos y profesiones, pero con una intención moral que desvela su desolado pesimismo. Parece que es muy crítico, pero él se queda a la superficie de las cosas) y la hora de todos (la obra maestra de su prosa didáctica
EL BUSCÓN: la vida de este, llamado don Pablos, se imprimió por primera vez en 1626 teniendo gran éxito. Seguramente no es una novela tal y como la entendemos, sino que Quevedo pone todo su juego del lenguaje y palabras. PABLO cuenta episodios de su vida, pero sin que estos tengan relación entre sí. Es decir, los distintos sucesos no van unidos entre sí, sino que son más bien una serie de escenas o cuadros en los que Quevedo despega todo su ingenio y maestría de escritor.
ESTILO:
algunos de los rasgos enunciados en el análisis del Buscón tienen validez general para la prosa de Quevedo. La agudeza lingüística, su tendencia constante hacia la exageración, la caricatura basada en comparaciones hiperbólicas, etc. Igualmente, muchas de las características conceptistas puestas de relieve en la exposición anterior de Baltasar Gracián son también representantes del estilo de Queveso. Dichas características son el contraste, las paradojas, elipsis, juegos verbales diversos y la presencia de la oralidad.
Además, Quevedo presenta a sus PERSONAJES con una cierta crueldad o indiferencia, sin asomo de composición o ternura.
QUEVEDO POETA:
SU OBRA POÉTICA: un sobrino del escritor publicó otra parte de sus textos poéticos, pero también con alteraciones diversas. Por eso, al no haber sido organizada ni editada por su autor en distintos libros SUELE AGRUPARSE ATENDIENDO A SUS TEMAS:
FILOSÓFICA: es el tema fundamental que tiene que ver con la existencia filosófica, es decir, en pensar en el tiempo que se ve. AMOROSA: en la que el amor aparece como el sentimiento más duro que puede sentir el ser humano. BURLESCA: en la que se burla de todo.
ESTILO: Quevedo domina admirablemente la lengua en sus variados registros, al tiempo que conoce a la perfección los recursos retóricos propios de la lírica renacentista, incluidos los de carácter métrico. LAS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES: INTENSIDAD y encuentra una forma muy apropiada para explicar bien sus sentimientos y para el juego de la lengua: SONETO
LA NOVELA PICARESCA:
se incluyen una serie de obras que, en estela del Lazarillo de Tormes, se publican en el siglo XVII. Cada autor introduce muchas variantes en su obra personal tras haber utilizado el motivo general de contar la vida de un pícaro.
Dichos rasgos serían el uso de la autobiografía para relatar una serie de aventuras expuestas de manera organizada; la estructuración de esa autobiografía mediante el servicio a varios amos; la justificación de toda la narración por el final; los orígenes innobles del protagonista, que siempre hace referencia a su ascendencia vil; la evolución del personaje desde la niñez hasta la madurez, dejando constancia de los cambios que se van produciendo en vida y personalidad; el punto de vista único; la alternancia de fortunas y adversidades en la vida del protagonista; los frecuentes viajes del pícaro, que sitúan la acción en lugares muy diversos. Además, son también características peculiares de las novelas picarescas la inclinación del estilo hacia la oralidad y, sobre todo, la existencia de un lector implícito o destinatario de ficción, tanto externo a la narración como dentro de ella misma.
LOS PÍCAROS: el personaje del pícaro era una figura revolucionaria. Hasta entonces la obra literaria solía considerarse determinada por la dignidad social de sus protagonistas. LOS PERSONAJES DE BAJA CONDICIÓN SOCIAL únicamente eran personajes literarios como motivo de burla. Para ellos se había acotado el dominio de lo cómico. En el LAZARILLO y en el GUZMÁN, sus plebeyos protagonistas son diseñados en profunda simpatía novelista como personajes no estereotipados, sino portadores de una vida real. Sin embargo, la generalidad de sus continuadores retomarán al pícaro bajo conceptos literarios tradicionales. El pícaro volverá a ser confinado al mero papel de personaje cómico o burlado, cosa lógica en la sociedad barroca española, tan arcaica y conservadora.
LA PROSA DIDÁCTICA:
los escritores de carácter didáctico son muy numerosos en el siglo XVII y con ellos alcanza en algunos momentos la prosa barroca, como ocurre con Quevedo y Baltasar. Con él llaga a la principal tendencia estilística del Barroco español, el llamado conceptismo que se basa en las asociaciones ingeniosas de palabras o ideas. Baltasar define así el conceptismo.
Además, se tiende a un lenguaje conciso, lleno de contenido. Para ellos se juega con los significados de las palabras y con sus relaciones más insospechadas. Los recursos formales más utilizados son la antítesis, la paradoja y la sentenciosidad, las hipérboles, los equívocos y disemias, la combinación de diversas acepciones de un mismo vocablo.
Todos los libros de Baltasar están escritos en prosa y tienen una intención didáctica y moral. La prosa de este es muy densa y concentrada y está constituida a partir de oradores breves, en las que dominan la antítesis y el juego de palabras. El pensamiento se condensa en fórmulas epigramáticas, en incisivos aforismos. Las palabras suelen contener diversos significados, tanto en sí mismas como en relación con los otros vocablos de la frase. Es también significativa la abundancia de figuras retóricas relacionadas con la economía lingüista. El pensamiento de BALTASAR es honradamente pesimista y muy barroco. Para él el mundo es engañoso y el hombre es un ser débil, miserables y, a menudo, malicioso
LA POESÍA EN ARTE MENOR:
fueron muy populares en su época y continuaron siéndolo después. No puede decirse que este extenso de composiciones gongorinas esté extenso de artificio y siempre se nota en ellas. Además, es frecuente la presencia de un estribillo, breve estrofa que se va glosando reiteradamente. Aunque a veces tienen un tono serio y tratan de un tema grave, son muy frecuentes los textos de carácter humorístico o satírico, en los que se utilizan chistes, alusiones desvergonzadas, etc.
Pese a los rasgos cómicos e ingeniosos, no se trata de una literatura intrascendente, puesto que en toda esta poesía satírica se encarnecen muchos de los calores establecidos, como son el amor, los sentimientos caballerescos. Además, sus romances son muy notables y con ellos el “Romancero Nuevo” alcanza sus mayores cimas. También en ellos se alterna, e incluso se mezcla, lo serio y lo burlesco. “La fábula de Piramo y Tisbe”
POESÍA DE ARTE MENOR:
sus sonetos siguen normalmente el modelo clásico de cuartetos expositivos y tercetos conclusivos, aunque a veces utiliza fórmulas distintas. Abordó en ellos variados temas, como son los amorosos, satírico-burlescos, morales, mitológicos, de circunstancias, etc. Los sonetos amorosos, más frecuentes al principio, son petrarquistas, muy literarios y estilizados, que carecen de la pasión vital.
Además, incorpora elementos de la poesía popular y no evita el léxico coloquial, e incluso vulgar. Los sonetos de tema moral reflejan la situación vital del poeta y, en tono serio o burlón, expresan sus inquietudes, sobre todo los escritos en su última estancia en Madrid, en los que s manifiesto su desengaño.
La FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA: el arte de Góngora se centra en intensificar la exageración y llevar al límite la hipérbole. Además, el lenguaje es enormemente complejo
TEMAS Y ESTILO:
los temas son el amor con todos los tópicos característicos de la literatura petrarquista, la mitología como fuente inagotable de motivos. Estos temas tan conocidos son reelaborados con el sello personal del poeta, siempre deseoso de dejar constancia de su nota distintiva y original.