La Restauración Borbónica en España: Claves del Sistema Canovista y Crisis del 98


La Restauración Borbónica: Un Nuevo Régimen Tras el Fracaso Republicano

El régimen de la Restauración fue el resultado del fracaso de la experiencia republicana. Alfonso XII fue nombrado rey y Cánovas del Castillo diseñó un sistema político basado en el bipartidismo. Los rasgos esenciales fueron la Constitución de 1876, el papel monárquico y el turno político. Cuando María Cristina fue nombrada regente, garantizó la estabilidad mediante redes clientelares, caciques y patronazgos. La crisis de fin de siglo inició la descomposición del sistema de la Restauración.

El Proyecto Político de Cánovas: Paz, Orden y Monarquía Constitucional

La restauración de la monarquía borbónica en Alfonso XII fue producto del trabajo de Cánovas, quien formó un partido alfonsino cuyo programa se reducía al liberalismo y la fidelidad a Alfonso XII, cuyo lema era “Paz y orden”. Cánovas deseaba asignar un papel subordinado al poder civil y someter sus iniciativas al sistema constitucional. Este contó con el apoyo de Cuba, ya que el lobby esclavista se negó a aplicar las reformas liberadoras del Sexenio. El Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas y firmado por Alfonso XII, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador: un carácter abierto e integrador de la monarquía constitucional, la compatibilidad de la tradición católica con la liberal y la superación de las constituciones de 1845 y 1869.

El proyecto político de Cánovas defendía un sistema en el que la monarquía fuera su base y los partidos un instrumento a su servicio. Así, se crearon dos partidos:

Partido Conservador

  • Se formó sobre los restos del Partido Moderado y sectores de los constitucionales y progresistas.
  • Su líder era Cánovas y su ideología se basaba en defender el orden social y público.
  • Sus bases sociales fueron la burguesía latifundista e industrial, la aristocracia y la jerarquía católica.
  • Estaba compuesto por liberales moderados, unionistas y parte de los progresistas.

Partido Liberal

  • Representaba el sector reformista de la Restauración.
  • Su líder fue Sagasta y su ideología se basaba en abogar por reformas sociales, la educación y un cierto laicismo.
  • Su base social la componían la burguesía industrial y comercial, los profesionales liberales y funcionarios, y las clases medias.
  • Estaba compuesto por parte de los progresistas, demócratas y exrepublicanos moderados.

Bases Ideológicas y Constitución de 1876

Las bases ideológicas se basaban en el pragmatismo en política, en la defensa de la constitución histórica o interna y el pesimismo, basado en la decadencia española. Así, el ejército debía quedar al margen de la política para acabar con la intromisión militar. La Constitución de 1876 ha sido la de mayor vigencia hasta que Primo de Rivera instauró la dictadura. Esta constitución era un texto breve con un carácter intermedio entre la constitución de 1845 y la de 1869, convocada por Cánovas mediando sufragio universal masculino. Los rasgos de esta eran la soberanía compartida Rey-Cortes, el sufragio masculino se dejaba pendiente al no precisar el sistema de votación y la libertad religiosa, aunque la característica básica de esta constitución y del sistema canovista fue la forma en la que se concibió la monarquía y su papel en el sistema. La monarquía era el estado, la expresión de la continuidad histórica y la garantía del orden social. El monarca era la piedra angular del sistema y la corona era moderadora y directora de la vida política. El régimen de la Restauración fue considerado como oligárquico, caciquil, corrupto e incapaz de aplicar las demandas democratizadoras de la sociedad de su época, pero proporcionó estabilidad política y social. Un grupo formado por la burguesía y la aristocracia dominaba el sistema, mientras que la España Real quedaba excluida de las decisiones políticas. La Restauración respondía al modelo de las relaciones de patronazgo, relaciones entre el patrón y el cliente, que recibían favores a cambio de fidelidad. En la vida política se plasmaba a través del clientelismo, cuyos tres ejes eran los altos cargos de Madrid, los gobernadores civiles en las provincias y los caciques, los cuales concebían favores a cambio de votos y apoyo político. El clientelismo y el populismo fueron dos instrumentos de participación política.

El Turnismo y el Bipartidismo

Se impuso un sistema bipartidista dominado por el Partido Conservador y el Liberal, los cuales tenían una considerable indefinición ideológica. Cánovas era más conservador, pero Sagasta estaba más cercano al progresismo. Otros partidos completaban el panorama, pero estaban excluidos en la práctica.

El Auge de los Nacionalismos y el Movimiento Obrero

La derrota militar del carlismo en 1876 cerró una etapa en la historia de este movimiento y se produjo una nueva definición ideológica en la que destacó el catolicismo, que incomodó a la jerarquía eclesiástica.

Destacaron los nacionalismos catalán y vasco. El carácter centralizador de la política liberal chocó con la cultura y la lengua de Cataluña, que dio lugar al movimiento Renaixença. Con la Restauración adquirió nuevos rasgos como reacción a la concepción de la nación española de Cánovas de base uniforme, frente a la cual la política catalana elaboró el republicanismo federal catalán y el carácter conservador y corporativo. Este último impulsó la creación de la Lliga Regionalista. El nacionalismo vasco se basó en el fuerismo, las guerras carlistas que acabaron con la abolición de los fueros y el proceso industrializador que provocó la llegada de inmigrantes. El principal líder fue Sabino Arana, que fundó el PNV siguiendo una ideología tradicionalista, reivindicó la raza, la lengua y las costumbres con carácter xenófobo y racista.

Nuevos Partidos y Movimientos Sociales

Tras la crisis del 98 se formaron nuevos partidos republicanos, que intentaron fusionarse sin éxito:


-El Partido Posibilista, dirigido por Castelar, fue el más moderado.
-El Sector dirigido por Zorrilla y Salmerón apoyó el triunfo republicano mediante un levantamiento militar.
-El Sector institucionista, dirigido por Salmerón, estuvo inspirado en la institución libre de enseñanza.
-El Partido Federal dirigido por Pi i Margal, era el mejor definido de los republicanos.
Pablo Iglesias fundo el PSOE, que defendía los derechos del proletariado, fue legalizado por Sagasta. Más tarde se fundó la UGT. El anarquismo fue la ideología más influyente de la Restauración, fue introducido durante el sexenio por Fanelli. Esta etapa se centró en la captación de seguidores y en la acción terrorista, que intentaban atentar contra el gobierno, el ejército, la burguesía y la iglesia.

El turnismo pacífico fue otro elemento fundamental, su origen estuvo en la exigencia de Sagasta. La cesión del rey a esta petición instauró el relevo pacífico en el poder. Se instauró un acuerdo tácito de que los dos partidos que apoyaban a la monarquía se turnarían en el poder mediante la manipulación del proceso electoral. Para llevar a cabo el sistema del turno debían contar con el apoyo de la corona y con el respaldo de las Cortes.

Su consolidación tuvo lugar cuando Mª Cristina fue nombrada regente. Aprovechando la estructura centralizada del Estado el ministro de la gobernación elaboraba el encasillado, y luego se negociaba en las provincias los candidatos por distrito. Después, los gobernadores civiles se encargaban de controlar que los electores votaban al candidato designado previamente. Para ello daban instrucciones a los alcaldes y controlaban con la ayuda de los caciques. Si este proceso resultaba insuficiente era el Pucherazo, la manipulación directa de los votos. La ley electoral introdujo el sufragio universal masculino con la oposición de los conservadores. El turnismo y el fraude electoral se mantuvieron sin variaciones.

    El reinado de Alfonso XII comenzó con una hegemonía política abrumadora del partido conservador, pero el partido liberal también accedió al gobierno. La presencia de Cánovas fue conocida como “dictadura canovista”. Su objetivo era garantizar la consolidación de la monarquía y construir un sistema político de orden y centralizado. El conflicto carlista se saldó con la derrota de Carlos VII, por lo que se abolían los fueros. Con esto el carlismo entró en una fase de decadencia y reajuste interno, pero la solución canovista dio lugar al fuerismo y al nacionalismo vasco. La guerra cubana adquirió nuevo rumbo con el envió de tropas al mando de Martínez Campos lo que permitió firmar la Paz de Zanjón, que ponía fin al conflicto. Tras la petición al monarca de la necesidad de un cambio en el poder, Alfonso XII optó por la alternancia y de esa forma Sagasta formaba parte del gobierno, lo que supuso la puesta en práctica de derechos y libertades surgidos durante el sexenio. El rey moría en el 85 y Mª cristina ocupó el cargo hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Como la muerte de Alfonso XII puso en peligro el sistema de la restauración, se llego a un acuerdo de turno pacífico por el que Cánovas cedía el gobierno liberal. El largo gobierno de Sagasta fue el que más duró en la restauración. La Ley de asociaciones legalizó los sindicatos obreros,  la Ley de sufragio universal hizo que se mantuviera el fraude electoral y el Código civil y la legislación de procedimiento administrativo mejoraron el funcionamiento administrativo del estado. Sagasta tuvo que abandonar el gobierno a causa de la división interna de su partido. Pero en la etapa final de la década surgieron 3 problemas que desembocaron en la crisis del 98: la situación de las colonias, la cuestión social y el auge de los regionalismos convertidos en nacionalismos.

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