La Restauración en España (1875-1902): El Nuevo Sistema Político y la Pacificación


El Régimen de la Restauración (1875-1902)

1. La Restauración y el Nuevo Sistema Político

1.1. El Nuevo Modelo Político

La restauración de la monarquía borbónica vino facilitada por dos hechos:

  1. La publicación del «Manifiesto de Sandhurst» el 1 de diciembre de 1874, en el que el príncipe Alfonso manifestaba su disposición a regresar para encabezar de nuevo el régimen monárquico.
  2. El pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto el 29 del mismo mes.

Alfonso XII hizo su entrada en Madrid a primeros de 1875, identificado por muchos sectores sociales como la vuelta a una cierta normalidad tras el agitado Sexenio. El verdadero cerebro del sistema era el político —ahora conservador— Antonio Cánovas del Castillo, quien buscaba dotar a la política española de una estabilidad que permitiera acabar con las guerras civiles, con los pronunciamientos, con los giros bruscos y con los sobresaltos en la sucesión entre las dos grandes opciones políticas: los moderados, quienes ahora pasarán a denominarse «liberal-conservadores» o «conservadores», presididos por el mismo Cánovas, y los progresistas, ahora llamados «liberal-fusionistas» o «liberales», liderados por Práxedes Mateo Sagasta.

Un sistema que llegase a funcionar como el sistema británico, donde se alternaban conservadores y liberales; el sistema francés, con la alternancia de republicanos moderados y republicanos radicales; o el modelo estadounidense, con la alternancia entre demócratas y republicanos.

Conservadores y liberales compartían características tales como la aceptación de la monarquía, la alternancia pacífica en el poder, la Constitución, la propiedad privada y la concepción de España como un Estado unitario y centralizado. Ambos eran partidos de las clases medias y de minorías cultas y económicamente acomodadas. Entre las diferencias, los conservadores eran menos partidarios de las reformas, defendían el papel educativo de la Iglesia, el orden social y el voto restringido. Los liberales defendían el reformismo social, el carácter laico del Estado y el voto universal masculino.

1.2. La Constitución de 1876

A finales de 1875 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, por sufragio universal masculino, y el texto de la nueva Constitución de 1876 fue aprobado en mayo de ese año.

Cánovas pretendía que la nueva Constitución pudiese ser aceptada por conservadores y liberales, por eso recoge aspectos moderados de la Constitución de 1845 y aspectos más progresistas, como los derechos individuales extraídos de la de 1869. Así, establecía:

  • La soberanía compartida rey-cortes.
  • Reconocimiento de derechos individuales, aunque limitados.
  • División de poderes: el rey, el ejecutivo; las Cortes, el legislativo; y los tribunales, el judicial.
  • Cortes bicamerales formadas por Senado y Congreso. El Senado, rígido, y un Congreso cuyos diputados serán elegidos en los términos de una nueva ley. Desde 1878 a 1890, el sufragio será restringido; a partir de 1890, universal masculino.
  • Estado confesional, pero con libertad de cultos para otras religiones.

1.3. La Pacificación del País

Una de las bazas importantes del nuevo régimen, y del inicio del reinado de Alfonso XII, fue la finalización de los dos conflictos bélicos iniciados durante el Sexenio Democrático, lo que le valdría el sobrenombre de «el Pacificador».

A) Finalización de la III Guerra Carlista (1872-1876)

El general Martínez Campos intensificó las operaciones militares en la Cataluña rural, donde los carlistas se habían hecho fuertes. La derrota de los carlistas en Olot pondrá Cataluña, Aragón y el Maestrazgo bajo control gubernamental, y permitió trasladar al ejército alfonsino a las zonas navarra y vasca, donde los carlistas fueron derrotados en Estella en 1876. Don Carlos de Borbón y Austria-Este abandonará España definitivamente camino del exilio. Los fueros vascos fueron abolidos y las provincias vascas quedaron obligadas al servicio militar y al pago de impuestos, que en 1878 se transformó en un concierto económico por el que las Diputaciones vascas recaudan los impuestos e ingresan una cantidad pactada al Estado.

B) Finalización de la Guerra Grande de Cuba (1868-1878)

La finalización de la Guerra Carlista facilitó el envío de tropas a la Guerra de Cuba contra los «mambises» o independentistas cubanos, quienes se habían venido beneficiando de la vorágine del Sexenio. El general Martínez Campos dirigirá las operaciones que concluirán con una rendición negociada en la «Paz del Zanjón», firmada por el general Vicente García por parte cubana. Por parte cubana se renunciaba a la independencia y se aceptaba la autoridad española a cambio de una amplia amnistía, de la liberación de los esclavos independentistas y de estudiar la forma en que los cubanos podrían estar representados en las Cortes españolas.

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