La Restauración en España: Fraude Electoral, Oposición y Crisis Colonial


Fraude electoral y caciquismo

El sistema político de la Restauración se basó en el **fraude electoral**, con diferentes métodos para garantizar los resultados deseados:

  • Caciquismo: en zonas rurales, los grandes terratenientes (**caciques**) controlaban el voto de jornaleros y pequeños propietarios.
  • Manipulación de resultados: el gobierno inflaba el censo en áreas afines y reducía la participación opositora.
  • Pucherazo: incluía compra de votos, uso de votos de personas fallecidas, uso de votos falsos, el impedimento de voto a determinados electores o la falsificación de las actas electorales.
  • El “encasillado” era el sistema mediante el cual el gobierno desde Madrid decidía de antemano qué candidatos ganarían en cada provincia. Se aseguraban así mayorías parlamentarias del 60-65%, con los partidos dinásticos controlando el 80% de la Cámara.

Las fuerzas políticas marginadas del sistema

Durante la Restauración, los **partidos dinásticos** (Conservador y Liberal) dominaron el panorama político, dejando fuera a otros grupos como republicanos, carlistas y socialistas. La manipulación electoral les impidió obtener representación significativa en las Cortes.

Los republicanos

Después del fracaso de la Primera República, los republicanos entraron en una fase de desilusión y fueron duramente reprimidos por los monárquicos. Permanecieron divididos en varios partidos:

  • Partido Republicano Posibilista: liderado por Castelar, moderado y partidario de cambios graduales.
  • Partido Republicano Progresista: dirigido por Ruiz Zorrilla, más radical y promotor de intentos de pronunciamiento militar.
  • Partido Republicano Centralista: escisión del anterior, liderada por Salmerón.
  • Partido Republicano Federal: de Pi i Margall, con mayor apoyo popular y defensor de un sistema federal.

El sufragio universal masculino (1890) permitió un ligero crecimiento republicano, pero empezaron a perder apoyo en favor del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado por Pablo Iglesias en 1879.

Los socialistas

El PSOE fue fundado en 1879 por Pablo Iglesias con una ideología marxista y revolucionaria, defendiendo los derechos de los trabajadores contra el capitalismo. En 1888, celebró su primer congreso y creó su sindicato, la Unión General de Trabajadores (UGT). A pesar de que en un principio fue ilegal, su situación mejoró con la Ley de Asociaciones (1887). El sufragio universal masculino le permitió cierto crecimiento, aunque de manera más modesta en comparación con otros países europeos.

Los carlistas

Tras ser derrotado en 1876, el carlismo se reorganizó bajo el liderazgo de Vázquez de Mella, manteniendo su influencia en Navarra, el País Vasco y Cataluña. Ideológicamente, evolucionó aceptando el capitalismo, pero continuó defendiendo al candidato carlista al trono, los fueros y la unidad católica. Sin embargo, en 1888 surgió una escisión: el integrismo, liderado por Ignacio Nocedal, que rechazaba cualquier concesión al liberalismo y defendía la unidad católica absoluta, el rechazo al parlamentarismo y la oposición total al liberalismo.

Otras minorías

A medida que avanzaba la Restauración, dentro de los partidos dinásticos surgieron facciones que no estaban del todo conformes con su rumbo político, aunque estas escisiones no pudieron cuestionar el liderazgo de los dos grandes partidos a la hora de dirigir el país. Durante la Restauración, surgieron pequeñas escisiones dentro de los partidos dinásticos:

  • Unión Católica (1881): Fundada por Alejandro Pidal, que consideraba que los conservadores se habían hecho demasiado liberales y contaba con apoyo de parte de la Iglesia católica.
  • Partido Democrático-Monárquico (1881): Dirigido por Segismundo Moret, era una facción progresista del liberalismo que buscaba más derechos civiles y menor poder de la Iglesia.
  • Izquierda Dinástica (1882): Liderada por Serrano, representaba lo más radical del liberalismo.

El surgimiento de nacionalismos y regionalismos

Durante la Restauración, surgieron movimientos nacionalistas y regionalistas en oposición al centralismo del Estado liberal. Los principales nacionalismos fueron el catalán y el vasco, mientras que en menor medida apareció el gallego. También surgieron regionalismos en Valencia, Aragón y Andalucía.

  1. Nacionalismo catalán: Fue el primero en desarrollarse, impulsado por el crecimiento económico de Cataluña y la defensa de su identidad cultural con la *Reinaxença*. Destacaron:
    • Centre Català (1882): liderado por Valentí Almirall, defendía la autonomía.
    • Unió Catalanista (1891): sector más conservador, con figuras como Torras y Bagés.
    • Bases de Manresa (1892): documento que reclamaba la autonomía catalana.
    • Lliga Regionalista (1901): de Prat de la Riba y Cambó, fue el principal partido catalanista hasta la II República.
  2. Nacionalismo vasco: Surgió por la abolición de los fueros en 1876 y la industrialización de Bilbao, que atrajo inmigrantes de otras regiones. Su principal líder fue Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895, que defendía el tradicionalismo católico y la identidad vasca.
  3. Nacionalismo gallego: En esta etapa tuvo un carácter más cultural que político. Su referente fue Rosalía de Castro, que promovió la lengua gallega en la literatura.
  4. Regionalismos: (movimientos de menor intensidad e influencia)
    • Valencianismo: Pasó de la defensa cultural a la política con Blasco Ibáñez.
    • Aragonesismo: Inspirado en el pasado foral, destacó Joaquín Costa, preocupado por la situación del campesinado.
    • Andalucismo: Vinculado al republicanismo federal, con Blas Infante como su principal referente.

La crisis de Ultramar. Cuba y Filipinas

A finales del siglo XIX, España perdió sus últimas colonias en América y Asia, quedando Cuba, Puerto Rico y Filipinas bajo control de Estados Unidos.

La insurrección cubana: Grito de Baire y Guerra de 1898

Tras la Paz de Zanjón (1878), los cubanos esperaban reformas políticas y económicas que no se cumplieron. Surgieron dos partidos:

  • Partido Autonomista, que buscaba reformas dentro de España.
  • Unión Constitucional, formada por propietarios españoles en la isla.

En 1895, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano y lideró la revuelta con el Grito de Baire. España intentó sofocar la insurrección con el general Weyler, pero la situación se agravó.

La pérdida de Filipinas

El hundimiento del acorazado Maine en la bahía de La Habana (1898) sirvió de excusa para que EE.UU. declarara la guerra a España. La derrota española fue rápida, y en el Tratado de París (1898), España cedió Cuba, Filipinas y Puerto Rico a EEUU.

Consecuencias de la crisis de 1898

  • Fin del imperio español, con la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico.
  • Crisis del sistema de la Restauración, aunque el turno dinástico sobrevivió.
  • Impacto moral y regeneracionismo, con intelectuales como Joaquín Costa y la Generación del 98 (Unamuno, Machado, Pío Baroja) pidiendo reformas educativas y culturales.

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