1. La Proclamación de la República y la Obra Constituyente
1.1 Crisis de la Monarquía
Un movimiento revolucionario, encaminado a derrocar la monarquía, proclamó la República. Viendo que la oposición se generalizaba, Alfonso XIII sustituyó al frente del gobierno al general Berenguer por el almirante Aznar. El nuevo jefe de gobierno recibió el encargo de convocar elecciones municipales, que fueron convocadas para el 12 de abril.
1.2 La Proclamación de la República
Las elecciones del 12 de abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito a favor o en contra del papel real durante la dictadura. Los resultados fueron contradictorios: a nivel estatal fueron elegidos más concejales monárquicos; en cambio, en las grandes ciudades el triunfo republicano fue claro. Esto levantó una ola de euforia y un estado de opinión favorable a un cambio inmediato.
El 14 de abril se proclamó la Segunda República, primero en la localidad vasca de Eibar y después en la ciudad de Barcelona, donde había más oposición a la monarquía. En Barcelona, se creó Esquerra Republicana de Catalunya (marzo de 1931), dirigida por Francesc Macià y Lluís Companys. Macià proclamó la República Catalana dentro de la Federación de Repúblicas Ibéricas desde el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, desatando la euforia popular.
La noticia llegó rápidamente a Madrid. Por la tarde, se empezó a reunir gente en el centro de la ciudad. Finalmente, liberaron al comité revolucionario, que se dirigió a la Puerta del Sol y proclamó la República Española. El rey se marchó discretamente de Madrid en dirección a Cartagena, donde embarcó camino al exilio.
1.3 La Apertura de un Proceso Constituyente
El comité revolucionario se convirtió en el gobierno provisional de la República, bajo la presidencia de Niceto Alcalá Zamora, el cual tenía como misión convocar elecciones generales para formar unas Cortes constituyentes. Las elecciones se celebraron el 28 de junio y el resultado fue favorable a la denominada conjunción republicano-socialista. Se redactó un proyecto de constitución que sería aprobado el 9 de diciembre de 1931 y tocaba apartados como la organización territorial autonómica, derechos individuales y colectivos bastante avanzados, la autonomía de Cataluña y la separación entre la Iglesia y el Estado. Esto puso en contra a los sectores más conservadores.
2. El Bienio Reformista (1931-1933)
2.1 La Difícil Consolidación de la República
Existía una división entre las fuerzas políticas de derechas e izquierdas. El nuevo régimen gozó de un amplio apoyo de las clases trabajadoras y sindicales, incluso de la política CNT. Niceto Alcalá Zamora encargó formar el nuevo gobierno a Manuel Azaña, quien solo pudo contar con el apoyo de los republicanos más de izquierdas y los socialistas.
2.2 La Obra Reformista Republicana
Se llevaron a cabo cuatro reformas principales:
- La Reforma Militar: Las autoridades republicanas pensaban que el peso importante que tenía el Ejército podía hacer peligrar la existencia de la República. Azaña se propuso reformar la institución militar, reduciendo los efectivos, modernizando los estudios que daban acceso a la oficialidad en las academias militares, limitando la autonomía y reduciendo los desproporcionados presupuestos. La reforma militar generó fuertes resistencias, tal como puso de manifiesto el alzamiento dirigido por el general Sanjurjo.
- La Política Religiosa: El establecimiento de la laicidad del Estado y el reconocimiento legal del divorcio y el matrimonio civil, así como el control de la enseñanza religiosa, provocaron la reacción contraria de la jerarquía eclesiástica.
- La Reforma Agraria: Preveía la expropiación sin compensaciones de los latifundios de los grandes de España. Los resultados de esta reforma fueron muy limitados. Las causas del fracaso de esta reforma fueron, por una parte, la lentitud con que se realizaba.
- La Reforma Autonómica: Macià proclamó la República Catalana instaurando con carácter provisional la Generalitat de Catalunya. Las nuevas autoridades catalanas crearon el Estatuto que es conocido como el Estatuto de Núria, que fue aprobado en 1932.
2.3 La Crisis del Bienio de las Izquierdas
Había una creciente crispación de las masas populares por el paro, la crisis económica y el incumplimiento del reformismo republicano. Hubo una radicalización del anarquismo: en la CNT perdieron peso las posiciones más moderadas, imponiéndose los radicales de la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Los socialistas se fueron radicalizando.
La derecha aprovechó estas situaciones para fortalecerse y organizar sus posiciones de gobierno. Se creó el partido de inspiración fascista Falange Española por José Antonio Primo de Rivera, hijo del anterior dictador. Predominaban el Partido Radical de Lerroux y la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por José M.ª Gil Robles.
La tensa situación política provocó la convocatoria de elecciones generales para noviembre de 1933.