1. Gobierno Provisional (1931)
Tras la proclamación de la Segunda República en 1931, en un contexto parlamentario complejo, se formó un Gobierno Provisional con grupos políticos diversos:
- Antiguos monárquicos (Zamora y Maura)
- Republicanos moderados (Barrio y Lerroux)
- Republicanos intelectuales (Azaña)
- Nacionalistas moderados y Socialistas (Prieto y Caballero)
Su principal tarea fue convocar elecciones a Cortes Constituyentes, que en diciembre de 1931 proclamaron la nueva Constitución.
Características de la Constitución de 1931:
- Soberanía popular.
- Prioridad del poder legislativo unicameral (Congreso de los Diputados).
- Poder ejecutivo y Tribunal Supremo sometidos al Congreso.
- Sufragio universal masculino (en 1933 se extendió a las mujeres).
- Presidente de la República designado indirectamente.
- Separación Iglesia-Estado.
- Prohibición de la enseñanza a órdenes religiosas.
- Aceptación del divorcio.
La derecha católica y la Iglesia se opusieron a la Constitución, mostrando su desacuerdo con el anticlericalismo popular.
2. Bienio Reformista (1931-1933)
Con Zamora como Presidente de la República y Azaña como Presidente del Gobierno, se produjeron cambios hacia el centro-izquierda. Destacan las siguientes reformas:
Reforma Agraria:
Buscó redistribuir la propiedad agraria para satisfacer a los jornaleros sin tierras.
Reformas Laborales (Caballero):
Crearon nuevas relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, extendiendo los beneficios de la legislación laboral al campo.
Reformas Militares (Azaña):
Pretendían asegurar la fidelidad de los militares a la República.
Reforma Educativa:
Influenciada por la Libre Enseñanza, buscaba un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito.
Durante este periodo, Azaña enfrentó diversos problemas:
- Intentos de insurrección militar (Sanjurjo en 1932).
- Formación de grupos políticos opositores (fascistas, carlistas, monárquicos alfonsinos y derecha católica).
- Huelgas generales.
Finalmente, Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones en noviembre de 1933.
3. Bienio Derechista (1933-1936)
Las elecciones de 1933 dieron el triunfo al centro-derecha. Este periodo se caracterizó por:
- Dificultad para formar gobiernos estables.
- Freno a las reformas del bienio anterior.
- Paralización del desarrollo autonómico.
- Fracaso de nuevas reformas y de la revisión constitucional.
La entrada de la CEDA en el gobierno provocó la Revolución de 1934. Las consecuencias fueron:
- Dura represión de las organizaciones obreras.
- Despidos masivos.
- Acercamiento entre el centro y la izquierda.
Escándalos de corrupción y división interna debilitaron a los radicales. Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE y UGT firmaron el Pacto del Frente Popular, con un programa que incluía amnistía, restablecimiento de la Constitución de 1931, recuperación de la legislación del primer bienio y aceleración de las reformas agraria y educativa.
4. El Gobierno del Frente Popular (1936)
Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936:
- Se formaron gobiernos republicanos (Azaña y luego Quiroga).
- Los socialistas no participaron en el gobierno.
- El PCE aumentó su influencia.
- Se decretó una amnistía, se readmitió a trabajadores represaliados y se estableció el Estatuto de Cataluña.
- Se restauró el programa del Bienio Reformista.
- Se alejó a los militares del poder, pero la conspiración continuó.
- El movimiento sindical (CNT y UGT) inició una ofensiva.
- Se produjeron numerosas huelgas agrarias y en la construcción.
- Aumentó el terrorismo y la violencia política.
5. El Camino hacia la Guerra Civil (1936)
El asesinato del teniente Castillo y de José Calvo Sotelo agudizó el enfrentamiento. La inacción del gobierno de Casares Quiroga ante las advertencias y el alzamiento del ejército en Marruecos desencadenaron la Guerra Civil.