La Sociedad Franquista y su Política Económica


La Sociedad Franquista

La dictadura devolvió a la oligarquía terrateniente y financiera su hegemonía social y económica. No solo recuperaron sus negocios y propiedades, sino, sobre todo, su dominio de la vida social, con la incorporación ahora de elementos procedentes del Ejército. Fueron los principales beneficiarios de la economía de las primeras décadas del franquismo. El régimen franquista contó con el apoyo de las clases medias rurales, sobre todo en el Norte y en ambas Castillas, así como de grupos urbanos beneficiados directamente por las depuraciones masivas realizadas al término de la contienda entre funcionarios de la administración, maestros, universitarios y militares republicanos.

Apoyo y Resistencia

Su respaldo entre los jornaleros y entre el proletariado industrial era escaso, y en algunas regiones prácticamente nulo. Lo mismo ocurría entre las clases medias urbanas, una buena parte de las cuales había apoyado la República y rechazaba la dictadura franquista. Pero una cosa era la disconformidad y otra muy distinta la oposición o la protesta. La represión sistemática, la miseria generalizada, el hambre y el hundimiento moral de la derrota desarmaron cualquier posibilidad de reacción durante varios años, y solo desde 1946 comenzó una tímida resistencia en las zonas industriales de Barcelona, Bilbao y Madrid.

Después, la propaganda, el aumento del bienestar a partir de los años cincuenta y el relevo generacional hicieron que parte de esos sectores obreros y campesinos adoptaran una actitud de acomodamiento, de aceptación del régimen y de apoliticismo, cuando no de respaldo directo a la dictadura.

La Política Económica de la España Franquista

La destrucción material tras la Guerra Civil y la política económica autárquica e intervencionista practicada por el gobierno fueron los factores que provocaron el estancamiento económico español durante los años cuarenta.

Medidas Autárquicas

Con las medidas autárquicas adoptadas se pretendía alcanzar el mayor grado de autoabastecimiento y autosuficiencia sin depender del exterior, prescindiendo de artículos importados susceptibles de ser producidos en España. Para conseguirlo, se estableció, como hiciera antes el dictador Primo de Rivera, una fuerte intervención del Estado en la economía.

Las actividades productivas pasaron a ser estrechamente controladas por el gobierno, que mediante decretos y leyes tomaba las principales decisiones sobre distribución, consumo, salarios, precios, comercio e inversión. Con esta intervención, el estado franquista favoreció los intereses de aquellos grupos sociales que habían contribuido a la victoria en la guerra: latifundistas, grandes empresarios y alta burguesía.

Repercusiones de la Política Autárquica

  • Descenso de la renta per cápita resultado de un ritmo inferior de crecimiento.
  • Retroceso de la producción industrial, estrangulada por falta de materias primas, capitales, maquinaria y tecnología moderna solo disponible a través de la importación.
  • Elevada inflación.
  • Descenso del nivel de vida, bajos salarios y hambre generalizado.
  • Aparición del “mercado negro”.

Recuperación Económica en los Años 50

A principios de los años 50 comenzó una fase de lenta recuperación económica coincidiendo con la obtención de ayuda financiera norteamericana y con el cambio de orientación de la política económica gubernamental. Las autoridades franquistas, al reconocer el fracaso de la política autárquica, impulsaron la apertura de la economía española al comercio internacional, favorecieron la importación de productos industriales y disminuyeron las intervenciones estatales innecesarias. A mediados de la década, el crecimiento, especialmente en el sector secundario, se aceleró. Sin embargo, en 1957 España se encontraba al borde de la suspensión de pagos al exterior, con las reservas de divisas agotadas y casi en bancarrota.

El Plan de Estabilización

Ese mismo año entran en el gobierno los llamados tecnócratas que ponen en marcha un conjunto de medidas legislativas de reforma económica conocidas con el nombre de “Plan de Estabilización”.

Objetivos del Plan

Sus objetivos eran modernizar, liberalizar, racionalizar y sanear la economía nacional. Las medidas concretas tomadas consistieron en:

  • Devaluación de la peseta para fomentar las exportaciones y eliminar el déficit de la balanza comercial.
  • Limitación del gasto público y congelación salarial para contener el alza de precios.
  • Incremento de impuestos.
  • Concesión de facilidades a la inversión de capital extranjero en España.

El Plan de Estabilización redujo a corto plazo la inflación y salvó la bancarrota. Por el contrario, disminuyó el nivel de consumo de los asalariados e hizo aumentar el desempleo al quebrar empresas anteriormente protegidas. No obstante, en conjunto, el Plan resultó un éxito y puso las bases para el espectacular desarrollo económico de los años 60.

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