La Indiferencia en la Era Postmoderna
La Deserción de las Masas
Nuestra sociedad experimenta una creciente deserción de temas esenciales que antes eran centrales en nuestras conversaciones. Nos hemos convertido en una sociedad que se caracteriza por la desinversión en las instituciones, valores y finalidades que organizaron épocas pasadas. Un «desierto» crece, dejando atrás el saber, el poder, la familia, el trabajo, etc., que ya no funcionan como principios absolutos e intangibles. Nadie parece creer ni invertir en ellos. Sin embargo, el sistema continúa funcionando y las grandes instituciones se reproducen. Como Nietzsche y, en un ejemplo actual, el Papa (máxima autoridad de la Iglesia), algunos aún intentan inyectar sentidos y valores en este desierto.
Apatía New Look
La postmodernidad liquida las ganas de hacer las cosas, la relajación elimina el estilo de vida austero del pasado. Se desconecta de los deseos colectivos y se desmovilizan las energías, el entusiasmo y las indignaciones sociales. El sistema invita al descanso y al desapego emocional. La falta de interés se debe a la abundancia de información y a su rápida rotación. Los acontecimientos se olvidan rápidamente, expulsados por otros más espectaculares. El postmodernismo es una vuelta a lo regional, a lo natural, incluso al pasado. Busca el equilibrio personal y la preservación de los patrimonios naturales y culturales. En esta corriente, todos los gustos y comportamientos pueden coexistir: lo viejo con lo nuevo, la vida simple con la sofisticada, todo en un tiempo desvitalizado, inestable y sin coordenadas.
Indiferencia Operacional
El proceso de deserción no es resultado de un déficit, sino de la atomización programada en el funcionamiento de nuestra sociedad telemática. En un sistema organizado bajo un principio de aislamiento suave, los ideales y valores públicos se pierden. Solo queda la búsqueda del ego y del interés propio, la liberación personal, la obsesión por el cuerpo y el sexo, disminuyendo el espacio público. Cuando el factor social se abandona, el deseo, el placer y la comunicación se convierten en los únicos valores, y los psicólogos en los predicadores de un desierto social.
El Flip
El flip es una expresión de abandono e indiferencia, el proceso de desencanto. La persona ya no vive en un infierno poblado de otros egos, lo relacional se borra. La libertad, como la guerra, ha creado el desierto social, la sensación de extrañeza ante el otro. Cada uno se vuelve activo dentro de ese desierto, modificándolo a su modo, sin influir en el otro.
Posmodernidad: ¿Una Sociedad Transparente?
Se habla tanto de posmodernidad que se ha vuelto casi obligatorio distanciarse de la modernidad. La sociedad se basa en los mass media y la gente se fija en lo que tienen los demás, generando una necesidad de tener más y mejores cosas. La modernidad es la época en la que ser moderno se convierte en un valor determinante. Así, desembocamos en una sociedad transparente. El texto argumenta que en el nacimiento de la sociedad posmoderna, los mass media desempeñan un papel crucial, caracterizándola no como más transparente o consciente, sino como más compleja y caótica. En este caos relativo residen nuestras esperanzas de emancipación.
La Televisión y la Política de Identidad Cultural
El conocimiento no es neutral, sino una cuestión de posicionalidad. Se habla desde un lugar específico, con una persona determinada y con fines concretos. Como teoría política, los estudios culturales buscan organizar grupos de oposición dispares para formar una alianza política y cultural. Se organiza en torno a:
- El poder de nombrar
- El poder de representar el sentido común
- El poder de crear versiones oficiales
- El poder de representar el mundo social legitimado
Las cuestiones de identidad, que son cuestiones de lenguaje, son políticas porque están asociadas al poder. El poder produce el yo y permite la existencia de ciertos conocimientos e identidades. Debemos preguntarnos si somos descritos a causa de los recursos culturales que nos constituyen y la regulación a la que estamos sujetos. La política de identidad cultural plantea cuatro cuestiones:
- Agencia e identidad: si la identidad y la subjetividad son construcciones discursivas y fruto de determinaciones, ¿cómo pueden los sujetos actuar y generar cambios sociales?
- Justificación de la política: si no existe una verdad universal, ¿cómo se justifica la acción política?
- Espacio de la política cultural: ¿dónde opera la política cultural de la identidad? ¿Cuál es el papel de la televisión en la esfera pública?
- Formas de política cultural en la televisión: ¿cómo se buscan espacios institucionales para programas transgresores o alternativos?
Identidad y Agencia
Si bien se acepta que las identidades son construcciones discursivas, esto presenta problemas. Si los sujetos y las identidades son producto de prácticas discursivas, ¿cómo pueden actuar y generar cambios sociales? La agencia se asocia a la libertad y al cambio a través de agentes libres. Debemos diferenciar la noción mística de la libre agencia (donde los agentes son autoconstituyentes) de la agencia socialmente determinada. La idea de agentes libres no es defendible porque asume la creación de algo de la nada y porque los sujetos están determinados por fuerzas sociales. La agencia es la capacidad de realizar la acción X en vez de la Y, porque está social y diferencialmente producida.
Libertad y Determinación
La libertad y la determinación pueden considerarse modos de discurso diferentes y experiencias discursivamente construidas. Los discursos de libertad y determinación son narrativas socialmente producidas sobre los seres humanos, con distintos objetivos y aplicaciones. Por ejemplo, la libertad metafísica no tiene un papel importante en nuestra práctica cotidiana. Los discursos sobre libertad y determinación se producen socialmente para fines específicos.
Innovación y Cambio
La innovación es el conjunto de resultados prácticos de combinaciones únicas de estructuras sociales, discursos y disposiciones psíquicas. No es una cualidad del acto ni una cuestión de intencionalidad, sino un juicio retrospectivo sobre la forma y resultados de los actos. Los actos innovadores son consecuencia de discursos formados en la esfera cultural. La innovación y el cambio son posibles porque somos individuos interdiscursivos y porque los discursos que constituyen la sociedad son contradictorios.
El Cambio Social
El cambio social es posible repensando la articulación de los elementos de la sociedad. Está relacionado con el acto de repensar y redescribir, pero también con las prácticas materiales que dicho acto organiza.
Una Política sin Fundamentos
Rorty formuló una filosofía del lenguaje, del yo y de la acción política que combina una visión antirrepresentacional del lenguaje con una descripción del yo como un tejido sin centro de creencias y actitudes. No necesitamos fundamentos universales para lograr una mejora pragmática. No podemos evitar los valores, pero tampoco podemos fundarlos en la metafísica. Una política basada en valores históricos y culturalmente específicos es una condición inevitable de la existencia humana.
La Verdad como Recomendación Social
La mayoría de las creencias que consideramos verdaderas son hechos verdaderos, aunque la verdad no sea un aserto epistemológico sobre la correspondencia entre lenguaje y realidad, sino un término consensual que se refiere a grados de acuerdo y coordinación de hábitos de acción. La verdad solo se da dentro de determinados juegos de lenguaje, es decir, de tipos específicos de aculturaciones.
Las Consecuencias del Pragmatismo
La deseabilidad del pluralismo cultural y político, y la descripción del yo como un tejido, no son resultado de pretensiones epistemológicas, sino de una evaluación de las consecuencias pragmáticas de adoptar esta postura. Redescribir constantemente nuestro mundo es deseable porque ofrece la posibilidad de ampliar el yo y mejorar la condición humana. Algunas consecuencias de realizar descripciones múltiples son:
- Mayor probabilidad de encontrar una forma útil de configurar nuestro entorno y adaptarnos.
- Aceptar que nuestras mentes se amplían, fortalecen y se vuelven más interesantes con nuevas opciones.
- Escuchar las voces de otros que pueden estar sufriendo.
Lo Privado frente a lo Público
Los proyectos privados son sociales porque la identidad se construye con un lenguaje público. Lo público y lo privado son contingentes. Si es beneficioso mantener esta distinción para fines prácticos, podemos abogar por una cultura global que facilite la vida de las personas. Los proyectos privados se enmarcan en narrativas sociales e históricas que dan coherencia a las vidas individuales. También es coherente forjar instituciones sociales.
La Identidad de la Ciudadanía
La ciudadanía puede considerarse una forma de identidad o un aspecto de nuestras múltiples identidades. La identidad de la ciudadanía debe mantener la diversidad de valores y mundos vitales dentro de un marco democrático. Puede ser lo único que tengamos en común, pero el compromiso de los distintos grupos con la democracia y los derechos y obligaciones de la ciudadanía es fundamental. El concepto de ciudadanía vincula la micropolítica de las identidades culturales con la macropolítica de los derechos. Opera en la bisagra que articula sociedad civil y Estado en una relación abierta e indeterminada.
La Esfera Pública
La esfera pública emergió en la sociedad burguesa. Es un espacio que media entre la sociedad civil y el Estado, donde se organiza el público y se forma la opinión pública. Los individuos se sienten capaces de desarrollarse y debatir sobre el rumbo de la sociedad. La esfera pública se concibe como una situación de lenguaje ideal donde las pretensiones de verdad se someten a un debate racional, basado en la igualdad conversacional. Una concepción posmoderna de la esfera pública debe aceptar la deseabilidad de múltiples públicos y esferas públicas, a la vez que se esfuerza por reducir la desigualdad social. Podría entenderse como una sociedad donde todos, independientemente de su sexo, raza o situación económica, se encuentren en una posición real de igualdad y participación.
Diversidad y Solidaridad
El concepto de diversidad implica que los medios de comunicación pluralistas deben representar toda la gama de la opinión pública, así como las distintas prácticas culturales y condiciones sociales. La solidaridad implica formas genuinas de compartir y colaborar, la práctica de la tolerancia en vez del control. La televisión podría ser un intérprete cultural y social, propiciando un escenario de solidaridad donde se presenten valores diversos.
La Política Cultural de la Televisión
La televisión puede contribuir a la política cultural de la identidad ampliando la gama de voces e identidades en la esfera pública. Deberíamos buscar una diversidad de representaciones, lo que sugiere la necesidad de producir programas transgresores, que produzcan y diseminen redescripciones del orden social. La política cultural de la televisión implica presionar contra las limitaciones de las representaciones reguladas que suele ofrecer y ayudar al desarrollo de recursos discursivos capaces de desestabilizar la hegemonía cultural. Existen varias formas de política cultural televisiva:
- Análisis de programas: equipar a las audiencias para descodificar los programas y ser conscientes del control que ejerce la televisión.
- Cambio en la configuración organizativa: promover la televisión pública para producir programas que la televisión comercial no puede.
- Producción de programas transgresores fuera de las organizaciones establecidas: desarrollar producciones alternativas a pequeña escala.
- Producción de programas transgresores dentro de las organizaciones establecidas: producir programas alternativos para la televisión dominante.
Las Dimensiones Institucionales del Poder
Las estrategias para ampliar la representación pueden ser más o menos visibles según el contexto social, económico y político. Se debe tener presente el contexto institucional y financiero. La clave es asegurar los recursos materiales y el espacio institucional para que se escuchen nuevas voces.
La Política de las Organizaciones Televisivas
Las posibilidades de producir programas transgresores varían según el país y las disposiciones institucionales. La organización de la televisión se centra en su financiación y regulación.
La Financiación de la Televisión
La producción televisiva es cara. Ninguna organización, pública o comercial, puede permitirse programas que no generen beneficios, audiencia o prestigio. La búsqueda de beneficios puede ser una barrera contra la diversidad. La televisión pública puede producir programas para minorías, buscando un servicio universal con una programación equilibrada, imparcial, precisa, diversa y de calidad.
La Televisión Comercial
Una política cultural pragmática exige trabajar con las disposiciones de los sistemas comerciales. Existen dos posibilidades para las organizaciones comerciales:
- Sensibilidad a la opinión del mercado: la necesidad de atraer telespectadores obliga a las empresas a ser sensibles a la audiencia y a los grupos de presión.
- Desarrollo del mercado de nichos: el declive del universalismo permite a las audiencias evitar ciertos programas. La televisión por cable y el crecimiento del mercado de nichos han empujado a las cadenas a buscar programación de calidad que atraiga audiencias con altos ingresos.
Regulación y Censura
La capacidad para ampliar la diversidad de voces se enfrenta a la regulación y censura estatales. Ambas tienen normas que limitan lo que se puede decir y mostrar.
La BBC
La BBC tiene una larga tradición de independencia de la intervención estatal, pero está sujeta a presiones políticas que controlan los derechos de licencia. Su historia está marcada por controversias y conflictos con políticos que han moldeado su estilo, indicando lo que se puede y no se puede hacer. La BBC mantiene cierto grado de autonomía, pero la autocensura limita lo que se puede decir. Existe un sistema donde las decisiones sobre temas controvertidos las toman los altos cargos.
El Profesionalismo
El profesionalismo es una estrategia para controlar una ocupación mediante un sistema de autogobierno que opera en función de los intereses de sus miembros. Es una estrategia de mercado que opera mediante la restricción del acceso, el control de la información y la definición de pautas. Demanda reglas para juzgarse a sí mismo, basadas en el control de los conocimientos y competencias.
Ampliar los Límites de la Representación
Ampliar los límites de la representación se enfrenta a las limitaciones impuestas por las finanzas, los influjos estatales y los valores profesionales. Esto no significa que las representaciones televisivas no puedan cambiar, o que la televisión no pueda producir materiales críticos. Sugiere que el cambio en la televisión es lento, ligado a los valores generales de una formación social. La política de la identidad cultural tiene gran importancia en las representaciones que la televisión produce y circula.
El Problema del Realismo
El realismo impera en la televisión. ¿Es una limitación o una oportunidad para nuevos lenguajes? Algunos críticos argumentan que la televisión excluye la democracia radical al no deconstruir su funcionamiento, ofreciendo un relato autoritario. Otros sugieren que el realismo sigue siendo el modo de comunicación más eficaz para llegar a audiencias amplias. Abercrombie distingue tres tipos de realismo:
- Ventana al mundo: muestra las cosas tal como son en la realidad.
- Narrativa con relaciones racionalmente ordenadas: emplea una narrativa con relaciones lógicas entre acontecimientos y personajes.
- Ocultación de la autoría: disfraza el proceso de producción de un texto.
La televisión no ofrece una ventana al mundo, sino que utiliza convenciones realistas. Estas convenciones plantean dos problemas: pretenden mostrar la realidad tal como es y sus estructuras narrativas están organizadas por un metalenguaje.