Lacan y Descartes


4.1CRÍTICA DE LA CAUSALIDAD. ES lo más famoso de la filosofía de Hume.
¿Qué entienden por casualidad? La conexión necesaria entre 2 sucesos. Qué importancia tiene la causalidad? Es la base del conocimiento científico. También es importante por ser único, por ser lo único que nos permite ir más allá de la experiencia inmediata que estamos teniendo.  Vínculo causal 🡪 sin demostración de su existencia se encontramos la idea de impresión. Precisamos la idea de conexión necesaria, que es imprescindible. Buscamos la idea de impresión en la experiencia, al no haber idea, no hay causalidad, no existe.
¿De dónde surge entonces la idea de causalidad? Es un producto del hábito, es decir, puramente psicológico. Nuestra mente acostumbra a que después de A venga B. Por lo tanto, la gravedad tampoco existe, Ya que se convierte en un producto de soltar un cuerpo y caerse hacia abajo.Generalizar a no ser que se trate de una inducción total, nunca podemos demostrar nada totalmente. El prejuicio de creer que la naturaleza es regular, creer que mañana el universo se comportará igual que hoy. No tenemos experiencia del mañana. 

No podemos asegurar que mañana saldrá el sol

El conocimiento Se fundamenta en un conjunto de hábitos. Creer no es saber.

Pavo inductivista

4.2 CRÍTICA DE LAS IDEAS ABSURDAS  as ideas abstractas según Hume no existen ya que las ideas son copias exactas de la impresión, pues al ser una idea abstracta no es concreta. Pensar en un perro sin color, raza o posición es imposible, por lo que las ideas abstractas no son posibles, no es posible pensar en abstracto. ¿Cómo hemos llegado a pensar ideas abstractas? Por pura economía del lenguaje.

4.3 CRITICA DE LA IDEA DE ‘SUSTANCIA’ ¿Para Hume? La idea de sustancia es una ilusión y para ello utiliza nuevamente el principio de copia. ¿Qué cosas tengo ante mí? ¿Qué percibo? Terrón, de azúcar. Percibo blanco, dulce cúbico. Los accidentes, no la sustancia.

¿De qué impresión proviene? En Aristóteles sin sustancia no hay accidentes, es decir, un Empirismo estricto. 

La justificación de la idea de sustancia es la Uníón de dos accidentes dulce más blanco, igual azúcar.


4.4 LA IDEA DE ‘Dios’ Debemos buscar la impresión que ha dado lugar a la idea de Dios. Como no hay impresión, no puede haber idea, despacha rápidamente el argumento ontológico. (Únicamente se utiliza Dios como el ser perfecto al que no le puede faltar la existencia). Para Hume la lógica no es más que un juego de símbolos A es igual A, pero hay otros argumentos buscados en la experiencia, en el orden del mundo usado por Santo Tomás, (argumento utilizado por los darwinistas. El mundo tiene un orden muy perfecto para surgir la vida, posición perfecta de la tierra. Inclinación, capa de la tierra, etcétera.) Parece que debe haber existido algún tipo de diseño, lo que prueba que Dios existe. 

Este último argumento, el del orden del mundo. Yo puedo suponer que hay un diseñador, cuando me encuentro con un artilugio análogo, a lo que fabricamos los humanos, si puedo coincidir, que existe un ser que ordena todo. Pero cuando se trata del universo, no podemos hacer esa relación, no tenemos experiencia alguna de cómo se hace un universo. Por lo tanto, pretendemos comparar el universo con un artilugio humano. Es usar inadecuadamente una analogía. Despachado el argumento con más credibilidad para Hume, queda claro que no se puede demostrar la existencia de Dios.

En el caso de la existencia de Dios, nos encontramos con la idea/razón del porque ha hablado tanto de Dios, por miedo y por ignorancia.  Historia natural de la religión (e histórico del hecho religioso.) Hume vivíó una época en la que estaba de moda el deísmo, postura que defiende a Dios como el ingeniero del universo. Aunque los historiadores sitúan a Hume en el agnosticismo. Es la creencia de que es imposible conocer o probar la existencia de Dios.


4.5 LA IDEA DE ‘MUNDO’

 Con esta crítica ponemos en duda la existencia del mundo material. Descartes lo que hace es demostrar la existencia de Dios para demostrar la idea del mundo. No podemos demostrar la idea del mundo, ya que: 

tenemos acceso a nuestras impresiones, pero no a los supuestos objetos que los causan. ¿Está realmente el molino?

La constancia y coherencia de nuestras percepciones son nuestras claves para creer que hay un mundo. 

Las montañas son siempre iguales. En cambio, si cada día nos despertásemos con unas montañas distintas. No creeríamos en la existencia del mundo o de las propias montañas. Esto se aplica también a que, si llegas, hemos cada día al Instituto y tuviese un aspecto distinto.

Esto es lo que ocurre con los sueños, nada es real, pasamos de hablar con alguien a convertirse en otra persona y así constantemente, por lo tanto, creemos que no es real y por lo que si el mundo real. Pues así tampoco, porque diríamos que fuese real.

Pues la constancia del mundo nos hace creer en su existencia. A esto se le suma la coherencia, ya que los cambios suceden con una coherencia, no de cualquier manera. Ejemplos: 

Encender una vela y que se vaya haciendo cada vez más pequeña.

Plantar una semilla y que salga una planta.

Coherencia y constancia nos llevan a pensar que hay un mundo más allá de nuestras impresiones. Pero no lo podemos demostrar para saberlo. Deberíamos poder salir de nuestras impresiones. Por lo tanto, nadie puede demostrar la existencia del mundo.


4.6 LA IDEA DE ‘YO’

*El yo es la identidad, lo que permanece invariable a lo largo de toda nuestra vida; Además, el yo es aquello que consideramos propietario de todas nuestras experiencias mentales.

Yo:  siento frio, imagino una casa, pienso en un problema matemático.

Principio de copia🡪 ¿Dónde está la impresión del yo? Cuando tengamos una idea sospechosa pregúntate de qué impresión viene y cuando no lo encuentres, es una idea falsa.

Hume compara la mente con un escenario de teatro ya que siempre están renovando los actores de la escena. En definitiva, la mente es como un escenario en el que siempre están desfilando nuestros pensamientos. Nada es permanente y, por lo tanto, si no hay impresión, no hay idea.

Confundimos la idea de sucesión con la idea de identidad. 

En las máquinas tragaperras y la luz que en teoría sube, pero en realidad no se mueve, solo se enciende otra luz diferente. Es una impresión óptica.

La idea del yo es una ilusión de que hay un sujeto, pues la mente según Hume se reduce a haz o colección de percepciones diferentes. 

Esto conlleva a dejar de creer que hay un alma inmortal.

Hume cree que la creencia del yo juega un papel fundamental en la memoria.

Llega a una postura escéptica que considera escepticismo moderado 🡪 Cree haber razonado bien a la hora de concluir que no hay seguridad de que el mundo existe en cuanto a filosofía, pero luego a la hora de hacer cosas cotidianas como pasear o comer, no tiene duda de que el mundo existe.

Por lo tanto, este escepticismo moderado es lo que nos permite vivir de manera tranquila ajenos a la filosofía. Esta dimensión instintiva es la que nos domina la filosofía, el cerebro está para conseguir sobrevivir. Hume nos reduce a una máquina en la que tenemos como objetivo vivir. Si no forma parte de los conocimientos del tenedor de Hume solo es palabrería.

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