LA MUERTE EN LAS COPLAS DE Jorge Manrique
Durante toda la Baja Edad Media se
Manifiesta una auténtica obsesión por la muerte.
Este hecho coincide con el
Pesimismo universal entre cuyas causas hay que mencionar el desastre económico
Y demográfico que la peste negra había provocado.
La rígida organización estamental y la
Doctrina de la Iglesia fueron factores decisivos para la aparición de la
Manifestación literaria más ganuina es esta actitud: las Danzas de la muerte.
Este
Tipo de poemas surge en Europa a mediados del Siglo XIV. Su aparición se halla
Emparentada con representaciones gráficas- pinturas y grabados- cuyo motivo
Central es el esquelato que arrebata y
Se lleva consigo a los repreentantes de distintos estamentos sociales. En
Nuestra literatura conservamos la Dança general de la muerte (finales
Del XIV).
Los rasgos caracterizadores son:
1.- Su carácter ritual . En este rito la participación no voluntaria se Asocia a las consecuencias desagradables de la danza ( La muerte a menudo Despedaza a quienes se resisten a acompañarla).
2.- Su significación democrática . Ningún hombre es excluido de la danza, la Vida establece disntinciones pero la muerte todo lo iguala. El hombre humilde Asiste complacido al espectáculo macabro de la muerte, que no se soemete ante Papas o emperadores.
3.- La Posición del hombre ante la muerte . Para un cristiano medieval la muerte Es una forma de liberación, ya que propicia la vida eterna.
Evolución De la concepción de la muerte
Una muerte que promete tanto bien es Recibida con serenidad en plena Edad Media, de lo cual Berceo puede ser un Ejemplo. Sin embargo, ya en el Siglo XIV, el Arcipreste e Hita concibe la Muerte como agente destructor de la belleza y los placeres. En el Siglo XV la Muerte constituye una obsesión angustiosa. El hombre ha ido descubriendo nuevos Motivos para gozar de la vida y sustituye la antigua concepción ascética por Una concepción vitalista, más acorde con el cercano Renacimiento.
Concepción de la muerte en las Danzas
Lo que apreciamos en las danzas es lo Siguiente: salvo el ermitaño y el monje, los personajes reaccionan con temor y Disgusto ante la muerte, ya que sólo ven en ella la mera aniquilación de la Vida, tras de la cual quizás no haya nada excepto el infierno.
La muerte en las Coplas
Jorge Manrique parte de una muerte Individual, por lo que, en principio, no hay comparación posible- ni intención, Ni contenido ni estructura- con las danzas. De modo que analicemos en qué forma El poema de Manrique incorpora o rechaza los rasgos fundamentales de las Danzas.
En lo que respecta a la forma de aparición
De la muerte, también Manrique la personifica, se presenta ante su víctima y
Habla con ella. Pero hay una diferencia
Entre ambas personificaciones. En Las Coplas:
-La muerte carece de connotaciones terroríficas, presentes en las danzas.
-No se ve a la muerte, no se la oye, por lo que no se da una complacencia Macabra en su aspecto.
-En las palabras de la muerte no hay ningún tipo de amonestación o de Reproche. Por el contario, el tono de su exhortación es muy comedido y llega Incluso a animar con sus palabras al caballero para ayudarle en el trance.
Poder igualatorio .
Aparece como en las danzas (Coplas III-XIV), pero No hay resentimiento social- lo que sería absurdo dado que Manrique era noble-o La complacencia morbosa que aparece en las danzas.
Actitud Ante la muerte.
Manrique se aparta de su época en lo que Concierne a su actitd y la de su personaje, don rodrigo, ante la muerte. El Maestre no menifiesta temos sino una absoluta serenidad para acatar aquello que Es voluntas divina.
El poeta se mantiene dentro de la ortodoxia Religiosa, Manrique valora positivamente la muerte en la línea religiosa Medieval.
Las Tres muertes.
1.- A la vida considerada en su generalidad-
Copla
III- le corresponde la muerte en abstracto.
2.- A la experiencia dolorosa del paso del Tiempo, que realza el valor vital de lo evocado, le correspponde una muerte Impalpable, con la que no se tiene contacto, pero cuya presencia se percibe en Los efectos que produce- imagen de la flecha, copla XXIV.
3.- A la vida individual del caballero le Corresponde una muerte personificada como si fuera un caballero de su categoría Social.
EL Ubí SUNT?
Es un tema que procede de la literatura
Latina, concretamente de las Epístolas filosóficas y morales de Horacio
. Manrique lo desarrolla en la segunda
Parte de las Coplas, en la ejemplificación. Se trata de un tópico de origen
Bíblico: “Ubí sunt qui ante nos in hoc
Mundo fuere?”. Consiste en una serie de interrogaciones retóricas sobre el
Paradero de personajes históricos o famosos. La series solían ser muy extensas
Y se referían no sólo a los nombre de los desaparecidos, sino también a todo
Aquello que tenía carácter perecedero, los bienes materiales en general.
Su esquema estilístico basa su eficacia Expresiva en los siguientes mecanismos:
1. – Empleo de la anáfora que le confiere un realce Expresivo propio de la repetición paralelística
2.
– El empleo de un elemento fijo y de otros que varían; el
Primero viene dado por la pregunta ubí sunt?-¿qué se hizo?-; los elementos
Variables vienen dados por la serie de nombres.
Se logra así evocar lo transitorio mediante Uan sucesión de nombres que, en relación con el elemento invariable, sugieren El paso del tiempo.
3.
– La inexistencia de respuesta, pues el silencio sugiere
La muerte. No se pronuncia su nombre pero la muerte se halla latente en ese
Silencio: “tan callando”
Originalidad de Manrique
Presenta una original versión del tema cuyo Efecto inmediato es el acercamiento al lector. Manrique rechaza la mención de Héroes y figuras relevantes de la historia, distantes en el tiempo, para Centrarse en tan sólo siete personaje- los reyes y los nobles de Castilla y Aragón- perfectamente conocidos.
Reduce, pues, el ámbito de acción del ubí Sunt?. Al concentrar las perguntas en muy pocos personajes que están cercanos a La experiencia vital de sus contemporáneos. Respone al deseo de intensificar la Lección moral.
Al mismo tiempo, este tratamiento pecuair Del tema propicia los momentos eminentemente líiricos del poema. Al aludir a Reyes y nobles de su tiempo, Manrique apela a su propia experiencia personal, Se trata de una realidad tangible. Es, por tanto, la evocación vibrante de un Pasado inmediato, vivo aún en la memoria del poeta y en la memoria de sus Contemporáneos.
Análisis De la evocación. (Coplas XVI-XVII)
1.
– La inexistencia de respuesta nos sugiere la nada en que
Han venido a parar todo aquello por lo que pregunta. Este rasgo afecta a la
Expresividad de la moralización: no debemos confiar en lo perecedero.
2.-
La contraposición entre los elementos fijos de la
Pregunta- “¿qué se hizo?”, “¿qué se hicieron?”- y los elemtos variables- el rey
Don Juan, los infantes- crea connotaciones de movimiento expresivas del fluir
Del tiempo.
3. – La mención de nombres propios- don Juan- evoca todo un Ambiente después reproducido
4.- Los objetos evocados apelan a los sentidos:
* la vista: damas, tocados, Vestidos.
*el olfato: sus olores.
* el oído: aquel trovar.
Realiza así una actualización perfecta del Pasado haciendo revivir el ambiente en que vivieron los persoanjes.
5.
– Los infinitivos sustantivados- aquel trovar, danzar-
Actúan en el mismo sentido. Reproducen la acción verbal en toda su intensidad,
La acción se traslada al presente de la evocación.
6.
– La metáfora “verdura
De las eras” suscita un conmovedor
Sentimientode añoranza. Puede que
Manrique la utilizara como ejemplo de lo efímero por excelencia, pero en el
Contexto en que aparece suscita una reacción contraria: no provoca el desprecio
De lo perecedero, sino una profunda nostalgia hacia aquellos momentos vividos
Que fueron pasto del tiempo, igual que las verduras de las eras lo son del sol
En verano.
Sólo el primero de estos rasgos sirve a la Intención moralizadora que suponemos es el móvil de todas estas estrofas, los Rasgos restantes no sirven a la expresión de ideas o principios morales, sino De los sentimientos del poeta.
Contradicción de Manrique
Los personajes y los Valores asociados a ellos desfilan ante el lector para revelar dramáticamente La futilidad de los bienes del mundo. Y, sin embargo, en la evocación del Pasado, Manrique se traiciona a sí mismo, el propósito moral queda desdibujado Ante el atractivo del mundo revvivido por la memoria del poeta, por lo que nos Sentimos más inclinados a la nostalgia que a la reprobación