Las Meninas de Velázquez: Análisis Detallado de la Obra Maestra


Descripción de Las Meninas

Descripción. Las Meninas, una obra maestra de Diego Velázquez, se estructura en diferentes espacios. La mitad superior del cuadro está dominada por un espacio vacío. Además, hay un espacio virtual hacia donde mira el pintor, donde se supone que están los reyes o los espectadores. Otro espacio importante es el punto de fuga del fondo del cuadro, muy luminoso, que contribuye a dar profundidad. Un cuarto espacio es el pequeño espejo que refleja a los reyes; y finalmente, está el espacio delimitado por la luz dorada que se aprecia en las figuras del primer plano en torno a la infanta.

Velázquez es capaz de pintar la atmósfera, el aire que envuelve a los personajes. Usa también de modo magistral la luz, huyendo de los colores vivos y brillantes.

En cuanto a la luz: la escena tiene lugar en una estancia del Palacio, iluminada por la derecha y con cuadros que forran las paredes. Al fondo se abre la puerta por donde entra otro foco de luz muy intenso.

En cuanto a la perspectiva, el autor domina a la perfección tanto la perspectiva lineal como la perspectiva aérea. El punto de fuga del cuadro se coloca debajo del brazo del personaje que se encuentra en la puerta del fondo. Respecto al tamaño de las figuras, aunque los personajes están muy próximos entre sí, es posible observar la reducción del tamaño en los guardadamas y en José Nieto, así como la imagen de los reyes en el espejo, respecto a las figuras del primer plano. Igualmente los cuadros colgados en los pilares que hay entre las ventanas de la pared derecha y los propios vanos están en escorzo y van disminuyendo de tamaño hacia el fondo.

En cuanto a la perspectiva aérea, proporciona una mayor sensación de captación de la atmósfera y el ambiente. Esta pincelada abocetada acentúa la sensación de realidad y tendrá una gran influencia en la pintura impresionista del XIX.

En cuanto a la Composición: Aparece en el centro la infanta Margarita, hija de Felipe IV y Mariana, quienes están reflejados en el espejo del fondo. La infanta recibe la atención de sus dos Meninas, una de ellas comienza a hacer una reverencia a los reyes. En segundo plano se encuentra la encargada del servicio de las damas de la reina. Al fondo, el mayordomo del Palacio. La zona derecha la ocupa un enorme lienzo y, ante él, el propio pintor. Los personajes más próximos a nosotros son dos bufones de la corte y un mastín.

En esta obra Velázquez supera el propio tema del retrato de los personajes representados, para darnos una nueva interpretación de la pintura al presentar lo acontecido al otro lado del cuadro, ya que las figuras ocupan el lugar del pintor y observan a los reyes -reflejados en el espejo- que se encuentran junto al espectador, haciendo a éste partícipe de la escena desarrollada.

Lenguaje estilístico y autor

El siglo XVII es el Siglo de Oro de las artes en España. En el campo de la pintura, este siglo dará algunos de los artistas más importantes de todos los tiempos. La pintura barroca del Siglo de Oro en España tiene una serie de características más o menos comunes:

  • Predominan los temas religiosos porque es el momento de la Contrarreforma.
  • Los pintores españoles reciben la influencia del tenebrismo de Caravaggio en el tratamiento de la luz, aunque luego lo abandonan.
  • Existe una deliberada ausencia de sensualidad en la pintura como consecuencia del periodo histórico que se vive, muy influido por el miedo a la Inquisición.
  • El principal cliente de los pintores es la poderosa Iglesia de la época.

La pintura barroca española parte del naturalismo, pero evoluciona a un estudio detallado de tipos concretos. En la temática, cabe destacar la religiosa. El retrato fue también muy abundante en el ámbito real y nobiliario, y mucho menos el tema mitológico. También se practicó la pintura de género, el bodegón, el paisaje y la pintura de Historia.

Son muchos los pintores en este siglo. Entre todos los pintores: Ribera, Murillo, destacamos el caso excepcional de Velázquez.

Velázquez (1599-1660) nació en Sevilla, donde recibió formación en el taller de Francisco Pacheco. Convertido pronto en pintor del rey, Felipe IV. Su técnica, utilizando el óleo, experimenta una prodigiosa evolución desde la pincelada fina, de potentes volúmenes y calidades hiperrealistas, hacia otra deshecha, verificada con grandes manchas, impresionista. Su temática es abundantísima, pintando mitología, pintura de Historia… Su estilo varía rotundamente desde sus primeras obras sevillanas. La pintura de Velázquez resultó muy superior a la de sus contemporáneos, a quienes superó en técnica, composición, innovación…

Función y posible significado

Inicialmente este lienzo constaba en los inventarios de palacio como «El cuadro de la familia». Una vez finalizado fue colgado en el despacho de verano de Felipe IV.

Estamos ante un cuadro que ha sido de los más estudiados de la Historia de la Pintura, aunque podemos agruparlas en dos grandes tendencias:

  • La primera hace una lectura formal y técnica de la obra y ve en el cuadro un mero retrato de grupo con los recursos ilusionistas de la época.
  • Una segunda tendencia analiza el cuadro destacando la gran significación simbólica de sus elementos tanto en su disposición en el lienzo como por el contenido e importancia de los mismos.

Aunque el tema aparezca como un retrato de grupo no es un retrato convencional. El propio pintor está representado en el lienzo, lo que significa que el artista se autorretrata realizando su obra.

En cuanto a las significaciones simbólicas puede que sólo fueran comprensibles o conocidas por aquel a quien iba dirigido el cuadro, Felipe IV, patrono y amigo del pintor. En este sentido las interpretaciones son diversas.

Se han dado también distintas interpretaciones a la presencia de los Reyes sólo reflejados en el espejo, al significado de los cuadros que aparecen al fondo de la habitación, a la circunstancia de que Velázquez se autorretrate junto a miembros de la familiar real, entendido como la proclamación por parte de los Reyes de la pintura como un arte noble.

La cruz de Santiago que luce Velázquez en su pecho ha levantado también controversias sobre su significado e incluso sobre la propia datación del Cuadro. Durante años Velázquez intentó su reconocimiento como miembro de la nobleza, lo que logrará en 1659, tres años después de la elaboración del Cuadro.

Antecedentes y Consecuentes

En este cuadro, tanto la posición en primer plano del perro, como el recurso del espejo en el fondo, han sido comparados con el Matrimonio Arnolfini de Van Eyck.

Goya es uno de los pintores más influenciados por la pintura de Velázquez y su cuadro, La familia de Carlos IV, tiene claras influencias de Las Meninas. A partir del S. XIX la pintura de Velázquez se convirtió en fuente de inspiración para los impresionistas, especialmente Manet. En el Siglo XX su obra ha sido motivo de reflexión y reinterpretación por muchos grandes pintores, desde Dalí a Picasso o más recientemente el Equipo Crónica.

Localización y Contexto histórico

El barroco se considera como el arte de la Iglesia católica. Durante el siglo XVI, las tesis protestantes fueron extendiéndose por diversos lugares de Europa, Roma perdía su hegemonía, tanto política como religiosa, toda vez que se pone en entredicho su supremacía. Esta inestabilidad general y, en concreto, la propia división de la Iglesia requería una reafirmación del Catolicismo sobre la Reforma, entendida como la principal causa de la ruptura de la armonía renacentista.

Por todo ello, se puso en marcha un movimiento, la Contrarreforma, que pretendía dos objetivos: una remodelación desde dentro de la propia institución y una respuesta dogmática al nuevo pensamiento protestante. El procedimiento para alcanzar dichos fines se llevó a cabo fundamentalmente mediante la convocatoria de un Concilio en Trento y la creación de la Compañía de Jesús. Las conclusiones del Concilio de Trento, fueron determinantes en la formación del arte barroco, ya que, en gran medida, se constituirá éste en el medio propagandístico de la Iglesia católica.

Las recomendaciones dadas en el Concilio podrían resumirse en: claridad, sencillez y comprensibilidad; interpretación realista y estímulo sensible a la piedad. En el siglo XVII español, el predominio de la escultura y la pintura, como creaciones realmente originales, es patente sobre la arquitectura, anclada en antiguas formas o imitativa de estilos exteriores. La pobreza de medios, en un país en crisis, influyó notablemente sobre los materiales, dimensiones y programas, véase la utilización de la madera en escultura y el óleo en pintura. Esta situación de crisis, evidente en la nobleza y en la Iglesia, unida al escaso peso de la burguesía, hizo que las obras fueran encargadas por determinados conventos, iglesias locales o cofradías religiosas. Sólo la Corte, a través de sus pintores reales, ejerció un notable mecenazgo. No obstante y por lo que respecta a la pintura, se llegó a la creación de unos modos pictóricos sumamente originales, a la plasmación de una pintura que, con personalidad propia, rompe los moldes de lo español, para sobresalir en el panorama europeo.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *