Las Pirámides y Templos del Antiguo Egipto: Arquitectura, Religión y Poder


Las Pirámides y los Templos Funerarios

Las Grandes Pirámides

Las ideas religiosas de los faraones del Antiguo Imperio, junto con la voluntad de disponer de grandes monumentos como símbolos de poder, propiciaron la construcción de las grandes pirámides. A raíz de la crecida de los ríos durante tres meses al año, los campesinos egipcios se encontraban inactivos. Es por eso que se hacía muy necesaria una mano de obra para colaborar con los trabajos públicos estatales como los canales de riego o la construcción del sepulcro del rey-dios.

El Panteón Egipcio

El Panteón Egipcio es un templo dedicado a la fe, donde quedan registrados todos los dioses del Antiguo Egipto (ver Fig. 1). Los principales dioses representados en él son: Amón, Anubis, Hathor, Horus, Isis, Osiris, Seth y Ra, entre otros.

  • Hathor: Diosa del amor, de la alegría y la danza. Representada en forma de vaca.
  • Amón: Rey de los dioses, divinidad protectora de los faraones. Representado con cabeza de carnero.
  • Horus: Dios del cielo. Representado con cabeza de halcón.

El Complejo Funerario Real

Las pirámides son un complejo funerario real, delimitadas por un muro que rodeaba en el interior varios edificios y templos destinados al culto del rey-dios muerto, al almacenamiento y preparación de ofrendas funerarias y al mantenimiento y la administración de todo el complejo funerario. Con independencia de que la pirámide fuera la tumba del rey, era en sí misma una institución político-religiosa con todo el personal administrativo necesario. Además, tenía una identidad propia significada por un nombre. Ejemplo: a la pirámide de Keops se le llamaba «El horizonte es de Keops».

Junto a la pirámide había una capilla o templo funerario que se llamaba Templo Alto, donde se oficiaban las últimas ceremonias destinadas al faraón. Se embalsamaba el cuerpo del difunto y lo preparaban para purificarlo.

La Protección de los Tesoros

Por imperativos religiosos, al rey se le enterraba con las pertenencias de las que disfrutó en vida y con las pertenencias expresamente preparadas para su estancia en el más allá. Era necesario proteger estos tesoros de la codicia de los hombres contemporáneos y del futuro, por eso, las pirámides además de cumplir con su función de tumba, tenían que actuar como auténticas cajas de seguridad. Por este motivo, encontramos dentro de las pirámides un sinfín de galerías y pasadizos que dificultaban el acceso a la cámara real, que a su vez estaba debidamente sellada y disimulada. Generalmente, la forma de las pirámides simboliza los rayos del sol.

Las Pirámides como Símbolo de Poder

Las pirámides se empezaban a edificar en el momento del nombramiento del rey. Estos monumentos son un reflejo fiel de la duración de un reinado y también del poder económico de la institución monárquica en un tiempo determinado.

Pirámides de Giza

Imperio Antiguo IV dinastía. Entre los años 2613-2494 a.C.

Este conjunto de pirámides está construido de granito y piedra calcárea. Se compone de tres pirámides principales: Jufu (Keops), Jafra (Kefrén) y Menkaura (Micerino) y de seis pirámides más pequeñas, a las cuales llamamos satélites.

Keops, el segundo faraón de la IV dinastía, construyó la más alta y perfecta de las pirámides, que supera en dimensiones a las otras dos. Tiene 146 metros de altitud (actualmente le faltan nueve metros) y 231 metros del lado de la base. Está perfectamente orientada a los cuatro puntos cardinales. La obra más impresionante que nos ha legado el Antiguo Egipto. Es una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Se compone de tres cámaras construidas en diferentes alturas y una galería que conduce a la cámara mortuoria con una longitud de 47 metros en pendiente ascendente, una maravilla en la ejecución ya que mediante el sistema de falsa vuelta, los constructores egipcios solucionaron el problema de la presión de los bloques superiores. En la antecámara, unos bloques rectangulares ascendentes de granito gris, aseguraban el sellado de la cámara mortuoria.

Originariamente, la pirámide del sucesor de Keops, Kefrén, era sólo 10,50 metros más pequeña. En la actualidad, las dos pirámides son prácticamente de la misma altura. Por otro lado, la tumba que se hizo construir Menkaura, sucesor de Kefrén, es notablemente inferior ya que sus medidas son de 66 metros de altitud por 108 metros del lado de la base.

Pirámide Escalonada de Zoser

Saqqara. Imperio Antiguo III dinastía. Año 2680 a.C.

La región de Saqqara está en el límite del desierto occidental del Nilo, a unos 35 Km. del sur del Cairo. Forma parte de la amplia necrópolis, la capital del Antiguo Imperio, Menfis.

Imhotep (arquitecto y médico del faraón Dyeser de la III dinastía) construyó para este rey un recinto funerario alrededor de la que sería la primera tumba-pirámide escalonada más antigua del mundo.

Esta pirámide fue diseñada primero como una mastaba, después como una pirámide de cuatro escalones y finalmente de seis. Su base es rectangular y tiene una altitud de 60 metros. Su estructura subterránea consiste en un pozo principal de 28 metros de profundidad excavado sobre el nivel base, el cual contenía el sarcófago real en la cámara terminal. Esta cámara se comunica con una red de galerías que servían de almacén del ajuar funerario. Hay once pozos secundarios de 32 metros de profundidad que conducen también, a otras galerías destinadas al almacenamiento y a otras tumbas de la familia real.

Imhotep construyó un palacio ficticio para el Ka, parte anímica esencial del difunto rey Dyeser. El muro imita la fachada principal del palacio real. Los diferentes edificios interiores, excepto el templo funerario al norte de la pirámide, son una representación volumétrica de lo que eran los almacenes y las capillas reales construidas con piedra calcárea.

La principal aportación al arte de este conjunto de Saqqara es la creación (en piedra) de los elementos arquitectónicos que marcarían para siempre las pautas de los futuros templos del valle del Nilo.

Los Templos Egipcios

El Auge de los Templos

El resplandor de la dinastía XVIII del Nuevo Imperio se manifiesta con la construcción de grandes santuarios, como el de Amón en Karnak, centros económicos y culturales que plasmaban el poder de la casta sacerdotal. Esto supone un constante esfuerzo por parte de la realeza para mantener y construir los grandes templos que han llegado hasta nosotros.

El Templo como Síntesis del Mundo

Los templos representan la plenitud de la arquitectura religiosa egipcia. Se construían en la orilla derecha del Nilo, tierra por donde cada día sale el sol, considerada por ello el símbolo de la vida. En la orilla izquierda se alojaba la arquitectura funeraria porque era tierra de poniente y símbolo de la muerte. Para los egipcios, el templo era una síntesis del mundo.

En el santuario destaca el gran templo, residencia de la divinidad. Una única puerta de entrada, orientada al este, y los muros macizos sin ventanas con inclinación al exterior, hacen que parezca una fortaleza inexpugnable. Las salas gigantescas no impiden un elegante equilibrio entre los volúmenes. La altura de la cubierta arquitrabada va descendiendo a medida que nos adentramos en el templo mientras que el suelo se eleva. Esta diferencia de nivel permite que las medidas colosales de las primeras salas se transformen en unas dimensiones más intimistas cuando se llega a la celda.

Como cualquier religión, el templo egipcio representaba la casa de dios, pero más que una simple morada, el templo debía ser indestructible ya que era la residencia de los inmortales. Era el único edificio construido en piedra calcárea y granito porque si el dios era eterno también debía serlo su casa. El templo se construía, pues, para albergar la imagen de un dios y como lugar en el que los sacerdotes oficiaban sus ritos. A diferencia de religiones posteriores, no era en absoluto un lugar de culto público, sino una zona para albergar al dios y de hecho el pueblo sólo podía acceder a ciertas dependencias exteriores. La iluminación de los templos se basaba en la disminución de la luz según se iba accediendo al santuario, que era la zona más oscura. Los patios, abiertos, representaban la parte más iluminada, el contacto con el pueblo. Todo el recinto del templo estaba rodeado por un muro.

El acceso al templo estaba totalmente vedado al pueblo que sólo podía acceder al primer patio. Al santuario sólo podía entrar el faraón y el sacerdote delegado por éste para llevar a cabo los rituales.

Estructura Arquitectónica de un Templo Egipcio

Partes del Templo

  • Pilono: Pared monumental en forma de tronco de pirámide con una puerta central. Representaba los acantilados del valle del Nilo y contenía mástiles y banderas que simbolizaban la presencia del dios. Generalmente precedidos de obeliscos, grandes agujas monolíticas de granito coronadas por un piramidón (símbolo del rayo solar). Decorados con relieves de temas históricos o religiosos.
  • Avenida de las Esfinges (Dromo): Daba acceso al templo y estaba flanqueado por esfinges que protegían de cualquier adversidad. La esfinge, un ser fabuloso mitad humano y mitad animal, simboliza la unidad del cosmos.
  • Patio: Zona pública a cielo abierto donde el pueblo depositaba ofrendas. Decorado con relieves de las hazañas del rey o imágenes de adoración. Rodeado de columnas (sala hípetra) que solía contener colosos.
  • Sala Hipóstila: Recinto de columnas altas y gruesas que sostenían una cubierta arquitrabada. Simbolizaba un oasis inmenso o un bosque petrificado. Dividida en naves, la central más alta que las laterales, permitía la entrada de luz tenue. Decorada con relieves de ceremonias religiosas.
  • Sala de la Barca Sagrada: Contenía la barca empleada en las procesiones, cuando la imagen del dios salía del templo.
  • Santuario o Celda: Pequeña estancia oscura y casi hermética que alojaba la estatua del dios. Solo accedían el faraón y el sumo sacerdote.

Los Templos Funerarios

Hay otro tipo de templos, los templos funerarios, consagrados directamente al faraón. En éstos se realizaban todos los ritos funerarios del rey desde su muerte hasta el momento del entierro y era el lugar en el que se veneraba su memoria. El diseño arquitectónico jugaba un papel muy importante. Podemos hablar de arquitectura de autor. Los mejores ejemplos de estos templos son el Ramesseum (Ramsés II, dinastía XIX) y los templos de Medinet Habu.

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