Legado del Antiguo Egipto: Arquitectura, Escultura y su Significado


El Legado del Antiguo Egipto: Un Viaje a Través de su Arte y Civilización

La historia de Egipto se extiende desde el 3100 a.C., cuando se fundó la primera dinastía, hasta el 30 a.C., cuando Cleopatra fue derrotada por los romanos y el país conquistado. Surgió una civilización con ciudades, una organización social y política rígida y estamentada, una economía fuerte y el primer gran arte. En ningún otro sitio, excepto en Mesopotamia y ciertas zonas de Asia, se ve tan clara la importancia que tiene el medio físico en el desarrollo de una civilización. Egipto existió y existe gracias al Nilo. El clima es el responsable de la conservación de la mayoría de los restos gracias a la sequedad del desierto. El arte tenía una doble razón y objeto: servir al faraón, bien para perpetuar su fama o bien para lograr la salvación eterna, y servir a través de monumentos y representaciones al culto. El poder, los faraones y sacerdotes, marcarán la línea del arte. Es un arte continuado con escasas variaciones, símbolo de la permanencia del poder sobre el pueblo. El poder creará una iconografía a su gusto y es el que va a contratar a los artistas impidiéndoles cualquier innovación. El arte no era creado por gusto estético, pues la función sepulcral era la predominante, en concreto las tumbas llegan a ser verdaderos museos. Es un arte conservador y convencional.

Arquitectura Egipcia: Colosalismo y Simbolismo

Destaca el colosalismo. Como materiales usan la piedra como casi único elemento. Los templos y los palacios se van a poblar de bosques de columnas con un sentido especial según el lugar de colocación. Las hay campaniformes, lotiformes, papiriformes, hatóricas… El tipo de cerramiento de los edificios será arquitrabado, por la majestuosidad que proporciona y porque conserva la línea recta. Conocían el arco y la bóveda pero lo utilizan poco. En cuanto a la técnica de construcción era muy avanzada. Para el desplazamiento de los grandes bloques de piedra usaban rodillos y el plano inclinado. El transporte se hacía por el río.

Obras Funerarias: Mastabas y Pirámides

Entre las obras destacan las funerarias. Las primeras eran las MASTABAS, constituidas por un tronco de pirámide o cuadro con muros en talud. Las primeras serán de ladrillo para pasar a piedra en sillares perfectamente encuadrados. La momia del difunto se colocaba en un pozo excavado bajo la construcción donde se hallaba la cámara mortuoria. Otra estancia era el serdab, que contenía al doble del difunto. Al exterior se abría una capilla de las ofrendas para el culto al difunto. Las mastabas se agrupaban en conjuntos formando necrópolis.

La PIRÁMIDE será la antigua tumba del imperio antiguo. Están construidas con sillares perfectamente encajados, con un sistema aún desconocido. Es una evolución de la mastaba hacia arriba. Su disposición interna es la misma pero más compleja, con largos corredores y trampas para evitar el saqueo. Estaban precedidas de templos funerarios. La pirámide es la tumba del faraón y posee un simbolismo especial. Algunas están construidas bajo artificios numéricos, relacionados con medidas astronómicas, además las cuatro aristas simbolizan los rayos solares de RA. Su forma apuntada y su gran elevación la hacían visible desde lejos, conformando un símbolo de poder político.

Conjuntos Funerarios del Imperio Medio y Nuevo

En el Imperio Medio destaca el conjunto funerario de Mentuhotp. Su escultura se asentaba junto a la montaña en dos terrazas superpuestas que se remataban con una pirámide. En el interior de la montaña está la verdadera tumba.

En el Imperio Nuevo destacan los Speos o Hipogeos que eran tumbas excavadas en la roca.

Templos Egipcios: Centros de Culto y Poder

Los templos eran edificios devocionales para albergar la estatua del dios y practicar los ritos. La religión politeísta exigía la construcción de edificios que eran servidos por una casta sacerdotal rica y poderosa. El modelo típico estaba precedido por una avenida de esfinges a los lados enmarcando el camino. Los obeliscos o monolitos de piedra apuntados eran rematados en pico, y con decoración en relieve referida al dios o diosa al que está dedicado el templo. El edificio comienza ahora y es de planta rectangular, accediendo a él por una puerta colocada entre dos pilonos o torres con muros en talud, decorados con relieves y rematados con gola. Las partes fijas del templo eran cuatro: la sala o patio hípetro, que era un gran patio abierto, rodeado de columnas en los lados. Era el lugar público del templo. A continuación estaba la sala hipóstila, más baja de techo y alta de suelo, aquí solo entraban los privilegiados. A continuación las habitaciones del dios que empezaban en la sala de la barca, el santuario y la cámara de la estatua del dios. Estas partes también disminuyen de tamaño y son cada vez más oscuras. Aquí solo podía entrar el sumo sacerdote y el faraón.

Escultura Egipcia: Inmortalidad y Simbolismo

Tiene una función principalmente funeraria. Las imágenes eran necesarias para la inmortalidad del difunto, pues mientras el cuerpo se deformaba, la escultura permanecía inalterable. Así surge la ley de frontalidad, simetría y el predominio de las formas redondeadas. Lo primero conduce a un arte rígido, inmutable y lo último evita todo tipo de salientes para impedir posibles roturas. Lo máximo de esto lo encontramos en las estatuas cubo, persona y trono en un mismo bloque. El relieve presenta la misma característica, es rehundido para evitar desperfectos. El cuerpo aparece con partes de perfil y de frente para una mayor definición de la figura. Como material usan la piedra, desde blanda caliza a dura obsidiana o basalto. La madera era reservada a los personajes de menor categoría y solía pintarse para aumentar el realismo. La escultura tiene una función espiritual, ojos dirigidos al infinito, frente elevada, brazos adheridos al cuerpo, plantas de los pies pegadas al suelo, rostros de eterna juventud. Son de rigidez y seriedad absoluta, símbolos de un poder eterno y perfecto que había que respetar siempre. El realismo se reserva para el pueblo. Como periodo de excepción destaca el reinado de Akhenatón, que impuso un monoteísmo solar y se hizo representar con un naturalismo que llega a representar incluso rasgos físicos.

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