Surgíó a finales del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX sobre todo en Reino Unido y Alemania, fue un movimiento de carácter liberal y revolucionario, opuesto al Racionalismo ilustrado del neoclacisismo.
Se presentó en todas las artes (pintura, literatura, música) y reclamó el protagonismo del ser humano y sus emociones frente bn-yJial dominio de la razón.
Aporta una nueva visión del mundo. El artista ROMántico se subleva contra el orden establecido y la racionalidad neoclásica y busca nuevas formas expresivas en las que pueda manifestar su subjetividad y sus emociones.
Las carácterísticas del Romanticismo son:
La subjetividad. El arte se convierte en un medio para reflejar el mundo interior del artista (sentimientos, deseos, frustraciones…)
Deseo de libertad. El ROMántico es un defensor a ultranza de la libertad persona:l en, las ideas, en el arte, en la política…; por ello, se rebela contra las normas sociales y las costumbres de su época.
Angustia vital. El mundo para el ROMántico es injusto e imperfecto, alejado de sus grandes ideales y su sensibilidad artística. Esta confrontación entre la realidad y el ideal provoca una constante insatisfacción.
Nacionalismo. Los ROMánticos valoran la cultura propia y la perciben como algo auténtico y genuino. En España esta tendencia provoca el resurgimiento de la literatura en gallego euskera y catalán.
El modelo de expresión el Siglo XVIII se convierte para los ROMánticos es una prisión que les impide revelar sus pasiones y sus sueños y por ello buscan nuevas formas de expresión.
La lírica es un género literario en el que el autor transmite sentimientos, emociones o sensaciones subjetivas respecto a una persona u objeto de inspiración. Los ROMánticos encontraron en la poesía el cauce ideal para la expresión de los sentimientos. La lírica permite al poeta transmitir su mundo interior: deseos,temores,fantasías,emociones…
La poesía ROMántica se caracteriza por la ruptura con las formas neoclásicas y la búsqueda de la libertad creativa más allá de lo racional a continuación veremos cómo se materializó esta ruptura en los temas, el estilo y la métrica. Los temas más tratados en la lírica ROMántica son los de los sentimientos íntimos del poeta que son el amor, la existencia y la libertad.
EL AMOR
El amor es el gran tema de los ROMánticos y para ellos el fundamento de la existencia. Tiene una doble vertiente:
El amor idealizado: se concibe como un sentimiento supremo que provoca en el poeta un estado de máxima felicidad.
El amor trágico: se entiende como una fuerza apasionada que arrastra al poeta hacia la melancolía o a un destino fatal.
LA EXISTENCIA
La vida es una fuente de agonía existencial. El ROMántico está en conflicto con un mundo que no le satisface y que no acepta. Este enfrentamiento le produce una frustración que le lleva a la tristeza, la soledad o la angustia. Los variantes de este tema son:
La evasión: a veces el desengaño provoca la huida de la realidad, el poeta se refugia en ambientes o tiempos exóticos.
La naturaleza: se identifica el estado de ánimo con la naturaleza. Esta es desapacible para expresar angustia, o serena para transmitir felicidad.
LA LIBERTAD
Este es el gran deseo de los ROMánticos; por eso luchan contra las normas y la opresión. Una variante de este tema es el patriotismo, entendiendo la patria como territorio de la libertad.
EL Romanticismo
La poesía ROMántica tiene un estilo musical enfático y evocador. Estos rasgos se ven reflejados tanto en el vocabulario como los recursos retóricos y la métrica.
El vocabulario. Los ROMánticos utilizan un léxico sugerente y sonoro para reflejar el ímpetu de sus sentimientos. Los sustantivos y los adjetivos buscan el colorido y la expresividad y se emplean con una gran carga de significado como símbolos de la realidad espiritual: dulce, perfumado, frío, calor…
Los recursos retóricos. Los poetas emplean abundantes figuras como interrogaciones y exclamaciones retóricas (¡pero que aprisa en este mundo triste todas las cosas van!) e hiperbatos (audaz el loco pensamiento sueño) para crear un efecto enfático que exprese la intensidad de sus emociones.
Métrica. Los ROMánticos reclaman libertad en las formas. Se huye del refinamiento y la rigidez neoclásicos, pues lo importante es que el verso se adapte a la expresión de los sentimientos. Por ello emplean estrofas y versos de distinta medida, a veces en combinaciones novedosas e insólitas. Así para reforzar el efecto musical se tiene a la rima consonante. Es muy típica la rima aguda (afán-pasar) por su contundencia sonora.
Entre los autores de obras líricas del Romanticismo español destacan José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro
José de Espronceda: (1808-1842) Badajoz.
Encarna Los valores del Romanticismo tanto por su obra como por su estilo de vida rebelde e inconformista. Sus poemas líricos quedaron recogidos en el libro titulado Poesías que el propio autor público en 1840. Dos poemas narrativos fueron El estudiante de Salamanca y El diablo mundo. Sus temas preferidos se relacionan con su espiritú aventurero. Destacan sus composiciones de amor exaltado o dolido por la pérdida de la amada.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Sevilla.
La obra de Bécquer se caracteriza por el tono sencillo. Bécquer emplea numerosas figuras literarias y un lenguaje cuidado y elegante. Su obra poética y narrativa esencial se recopila bajo el título Rimas y leyendas. Las rimas se agrupan en cuatro temas: el amor jubiloso, el amor desesperanzado y la angustia, la desesperanza y la muerte, y el sentido de la poesía.
Rosalía de Castro (1837-1885)Santiago de Compostela.
Está considerada la gran poetisa del Romanticismo español. Escribe sus obras tanto en castellano como en gallego. Destaca por su estilo intimista y por defender un sentido grave. En su obra resaltan:
Los Cantares gallegos y Follas novas
En las orillas del Sar
EL TEATRO
El teatro ROMántico se caracteriza por una ruptura radical con el teatro neoclásico. Los cambios se hacen palpables en todos los elementos dramáticos: los personajes,el lenguaje empleado por estos, ambientación de las escenas,intención del autor… El drama es el subgénero teatral más cultivado. Para estudiar sus carácterísticas se toma como ejemplo la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.
Nos encontramos ante un poema, la “Rima XIV”, que forma parte de la compilación
Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los principales autores líricos y
narrativos del Romanticismo español.
El tema del texto es la obsesión por unos ojos “dañinos”. En efecto, en el poema se
nos explica cómo el sujeto poético conoce a alguien y su mirada, sus ojos, quedan de
tal modo grabados en su memoria, que no se puede desprender de ellos por mucho
que lo intente. De alguna manera, el poeta deja entrever que se va a dejar llevar por
esa pasión, aunque adivina que puede ser su perdición.
En cuanto a la estructura externa, se trata de un poema compuesto por cuatro
estrofas, que a su vez están conformadas por cuatro versos endecasílabos. La rima es
asonante en los pares. La elección de este tipo de versos es muy posible que venga
dada por la gravedad del tema que se está tratando.
Por otro lado, la estructura interna responde a una división en tres partes. En la
primera (planteamiento), que se corresponde con la primera estrofa, se nos explica
cómo el yo poético conoce a alguien y queda impresionado por sus ojos. En la
segunda (nudo), segunda y tercera estrofas, se describe la obsesión por dichos ojos
tanto cuando está despierto como cuando duerme. Finalmente, en la tercera parte
(conclusión), última estrofa, el sujeto poético da un paso hacia el futuro y plantea la
sospecha de que esos ojos le “arrastren” a un futuro incierto y posiblemente
turbulento.
Tal y como se ha señalado anteriormente, el tema del poema es la obsesión por los
ojos del ser amado, esto hace que sean ellos el eje del texto. Así, gran parte de los
recursos estilísticos empleados por el autor, están encaminados a describir el
magnetismo que esa mirada tiene para el protagonista de la historia. Se trata de unos
ojos tan poderosos que metafóricamente van “flotando” (v. 1) ante el impresionado
sujeto poético y lucen “desasidos” (v. 11) en su alcoba. La obsesión del chico queda
reflejada también con la hipérbole de los versos cinco y seis: “Adondequiera que la
vista fijo / torno a ver sus pupilas llamear;”.
Otra manera de mostrar el poder que estos ojos tienen en el enamorado es a través
de su personificación. Así, en el poema se nos dice que “se ciernen” (v. 11) y que
“arrastran” (v. 16); acciones ambas propias de los seres humanos, pero no de unos
ojos por sí solos. Por otro lado, ese “arrastrar” hace que el sujeto poético de alguna
manera se cosifique, frente a los ojos que se personifican. Tanta fuerza tiene este
verbo, que el poeta lo repite de manera derivada en los versos 15 y 16: “arrastrado”,
“arrastran”.
Son unos ojos que enamoran, por lo que la pasión desencadenada por la mirada,
aparece de manera constante en el poema a través de las metáforas relacionadas con
el sol y las llamas: “torno a ver sus pupilas llamear” (v. 6), “los miro / desasidos
fantásticos lucir” (v. 9 y 10). Y también por el símil del final de la primera estrofa: “como
la mancha oscura, orlada en fuego, / que flota y ciega si se mira al sol”. El fuego –el
sol– es, así, un símbolo de la pasión que la mirada ha desatado en el sujeto poético.
Finalmente, es interesante la repetición anafórica del pronombre “yo” al comienzo
de los versos 13 y 15. Repetición que resalta la importancia del sujeto poético y que
aporta al poema un tono de aparente sinceridad.
Nos encontramos, por tanto, tal y como se puede advertir en el análisis, ante un
poema plenamente ROMántico, no solo por el tema –la obsesión por un amor
inalcanzable que lleva a la perdición– sino también por el modo de tratarlo y la
oposición que se plantea entre sentimiento y razón. Los recursos encaminados a
describir la pasión y a ponderar la importancia del yo, son carácterísticos también de
este movimiento cultural. Asimismo, la forma métrica elegida –versos de arte mayor–
es adecuada para tratar un tema trascendente como el elegido.
Mi opinión personal es que este poema refleja de manera muy plástica los
sentimientos a veces desbocados de la pasión amorosa. A pesar de ser un poema
escrito hace tanto tiempo, el tema tiene actualidad, pues todos podemos empatizar
con ese sentimiento a veces tan fuerte que, aunque racionalmente no convenga,
“arrastra” de manera ineludible a la persona enamorada hacia caminos inciertos.