En este enorme lienzo de 310 x 276 centímetros podemos apreciar, dentro de una gran sala decorada por grandes cuadros, en primer plano a un enano que apoya el pie sobre un perro tumbado, una bufona, una dama que mira fijamente a una niña que es atendida por otra dama y, cerrando este plano, un pintor, que no es sino el mismísimo Velázquez, delante de un gran lienzo que mira hacia el exterior del cuadro. En un segundo plano dos personajes de los que uno, una monja, habla con el otro, mientras éste fija su mirada en la tela que se está pintando, y en un tercer plano, en el fondo de la escena, otro personaje observa el interior de la estancia a través de una puerta abierta. En un espejo colgado de la pared se difuminan otras dos figuras. Estas figuras son los monarcas a los que Velázquez está retratando en el lienzo que tiene delante de él y a los que parece mirar. Todas las figuras están hechas casi a tamaño natural. Observando a los reyes estaría la infanta Margarita acompañada de dos meninas, una, Agustina Sarmiento que le ofrece de beber mientras es observada por Isabel de Velasco. Junto a ellas, Maribárbola, la bufona y el enano Nicolasito Pertusato. Detrás Marcela de Ulloa conversa con Diego Ruiz de Azcona, mientras en el fondo el mayordomo José Nieto observa toda la escena. La composición de esta obra es enormemente compleja, que además sirve de disculpa al pintor para realizar un autorretrato.
Velázquez utiliza una serie de recursos para conseguir la perspectiva y profundidad de esta escena. Así, las figuras se suceden en tres planos distintos. Ilumina a través de una ventan el primer plano para ir progresivamente acentuando la penumbra a medida que se aleja hacia el fondo. De repente esta penumbra se rompe bruscamente por un nuevo foco de luz que, penetrando a través de la puerta amplía enormemente el espacio y aclara el fondo. También es la pincelada la que se va haciendo cada vez más difusa y menos compacta a medida que se aleja del ojo del espectador. La definición de los personajes del primer plano también contrasta con con el tratamiento puramente esbozado de los elementos que decoran el recinto. Como se ha dicho repetidamente, Velázquez ha sabido pintar la atmósfera, el aire, la luz que circula por el interior. En este cuadro podemos apreciar cómo ha evolucionado la técnica de Velázquez a lo largo de su carrera artística, cómo ha conseguido una iluminación enormemente natural, un aire casi respirable y una perspectiva increíble. Esa circulación atmosférica es lo que ha venido en llamarse persperctiva aérea, en la que Velázquez es un maestro único.
El dominio de la perspectiva en Las Meninas es magistral; de la lineal con esas ventanas, que ya Palomino nos dice «que se ven en disminución, que hacen parecer grande la distancia»; con el suelo de la habitación «con tal perspectiva que parece se puede caminar sobre él, y en el techo se descubre la misma cantidad»; y con la aérea, con el color y la luz, con «»a degradación de cantidad y luz», con esa alternancia de planos lumínicos entre el primer plano, el plano medio en penumbra y la puerta de atrás iluminada. El efecto de profundidad espacial, la gran conquista del Barroco, conseguida, no por medios racionales dibujísticos de una perspectiva lineal, sino a través de recursos sensoriales, en los que cuenta, particularmente, la gradación de tintas, la luz, el color y la concepción pictórica de la realidad vista como mancha, con brillos o fundidos, se expresan precisamente en Velázquez con una maestría y con una variedad de matices y efectos no alcanzados por ningún otro pintor de su época. Jugando con la luz, haciéndola incidir sobre los personajes en primer plano, sumergiendo en penumbra a los que se alejan, con una paleta que, clara, luminosa, rica de color y matices, también recrea lo que está más cerca del espectador. La nitidez de las figuras va relacionada con la distancia y con la luz que reciben.
conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal. La obra se encuentra en el museo del prado en Madrid.
Velázquez pintó este cuadro con el resultado de la
Paz de Westfalia
Fue en este año de 1657 cuando Inglaterra y Francia pactaron el reparto de las posesiones españolas en Flandes, comenzando un duro ataque contra la monarquía española, que terminó con la derrota de Dunkerque en la batalla de las Dunaspor parte de Felipe IV y la firma del
Tratado de los Pirineosen 1659.
Analizamos una escultura individual y exenta, de bulto redondo. Está esculpida en mármol de Carrara. La obra es estrecha y de considerable altura ya que sus dimensiones son de 4´34 metros, con un peso de 5´5 tonelada.
La escultura está concebida para ser observada desde múltiples puntos de vista, aunque domina el frontal, ya queel escultor recibe el encargo de tallar un bloque de mármol -ya devastado- alto y plano que llevaba cuarenta años abandonado en el patio de la catedral de Santa María de las Flores, para ser colocada en lo alto de la fachada de dicha catedral.
Observamos movimiento en la actitud del personaje que parece estar a la espera de que ocurra un acontecimiento. La composición es cerrada, tendente al movimiento centrípeto -hacia el centro- con líneas de fuerza que vuelven hacia el bloque de mármol, como se muestra en ambos brazos mantenidos cerca del cuerpo. Es una estatua colosal que representa al David como un joven desnudo, musculoso y atlético, con la mirada penetrante y fija en busca de su enemigo Goliat al que va a enfrentarse con sus armas sencillas
Podemos apreciar cierta sobredimensión en las proporciones de la cabeza y las manos robustas que las hacen más poderosas. El cuerpo desnudo se nos muestra en tensión, del que emana una fuerza contenida, la “terribilitá”. La figura es realista destacando su estudio anatómico que nos lleva a la búsqueda de la belleza del desnudo clásico. Destaca su cabello, musculatura, tendones y venas con exquisito detalle, sacándole el artista partido al estrecho bloque de mármol, que casi tiene tratamiento de relieve, huyendo de la visión frontal al mostrarnos al personaje con un giro de cabeza que nos invita a rodear la figura.
parte final A fines del Renacimiento, Alto Renacimiento, los ideales clásicos se hicieron insuficientes, hasta resultaban monótonos, se necesitaban nuevos retos artísticos y Miguel Ángel trató de romper dichos moldes de: armonía, equilibrio, belleza serena o edificios perfectos y simétricos.
La obra pertenece al arte del Renacimiento y más concretamente a su segundo período, el Cinquecento. Fue ejecutada en el siglo XVI, entre los años 1501 al 1504. Los escultores de este momento buscaban el clasicismo y la monumentalidad, el antropocentrismo estaba presente intentando mostrar la belleza del cuerpo humano a través del desnudo.
El Renacimiento considera que en la Antigüedad eran aspectos básicos: el ser humano y la búsqueda racional de la verdad. Por todo ello, el hombre se coloca como centro de la creación -antropocentrismo- sustituyendo al Dios medieval. Por lo que respecta a la anatomía, se experimenta un gran desarrollo que se refleja en las obras artísticas. Además, todos los conocimientos se difunden rápidamente, y a bajo costo, gracias a la invención de la imprenta. Las obras de arte dejan de ser patrimonio exclusivo de la monarquía o de la iglesia, ya que aparecen nobles y burgueses que actúan como mecenas, al igual que los Papas, promoviendo y patrocinando a los artistas y sus obras.
La función de la obra que estamos comentando es decorativa, aunque también se convierte en símbolo político de la ciudad de Florencia. La escultura representa al Rey David bíblico en el momento previo a enfrentarse con Goliat, y fue acogida como un símbolo de la República de Florencia, derrocados los Médici, y la amenaza de los Estados adyacentes, especialmente los Estados Pontificios. En cuanto al significado, diremos que nos encontramos ante el triunfo del Neoplatonismo, es decir, la fusión de lo cristiano (el tema) y lo pagano (la representación a la manera de la Antigüedad).
La obra se encuentra actualmente en la Galería de la Academia, de Florencia. Anteriormente estaba situada hasta 1901 en un espacio público y abierto, la Plaza de la Signoría, de dicha ciudad, como símbolo cívico-patriótico de la República Florentina, donde en la actualidad se emplaza una copia moderna de El David. Recordemos que estamos en el contexto histórico en que los Médicis (gobernantes, mecenas y banqueros) están, momentáneamente, exiliados de Florencia siendo sustituidos por el gobierno republicano de los ciudadanos.
Escultura barroca
Lenguaje estilístico: Características generales, autores y obras más importantes
La escultura barroca ahonda en la ruptura con el lenguaje clásico iniciada por Miguel Ángel (Manierismo). La escultura se caracteriza por la ruptura de la forma, de la siguiente manera:
Se impuso el realismo. Las esculturas adquirieron rasgos personales y movimientos naturales
Las esculturas representaban a personajes con sentimientos muy intensos, en su máxima expresión
Las figuras adquirieron gran movilidad (movimiento exagerado, escorzos), energía y vitalidad, conseguidos con diagonales, líneas abiertas, espirales….
Se crearon efectos luminosos de fuertes contrastes, con los pliegues de la ropa y los gestos de las figuras que formaban zonas de luz y sombra (claroscuro).
Las composiciones son complejas, escenográficas y teatrales, integrando en muchas ocasiones la escultura con la arquitectura y la pintura.
Autores y obras:-
En la escultura italiana destaca la figura de Gian Lorenzo BERNINI. Ha sido el primero que ha intentado unir la arquitectura con la escultura y la pintura de tal modo que resulte una bella síntesis de las artes, lo que hace a partir de suprimir las reglas fijas y experimentar con nuevas propuestas. Es el mejor ejemplo de las características nombradas. Entre su abundante producción escultórica destacan David, representado en el momento exacto en el que va a iniciar la acción de matar al gigante Goliat, con gran sentido del movimiento, tensión contenida y fuerza; El éxtasis de Santa Teresa, ejemplo de integración de las artes y de escenografía que representa el tema religioso del arrebato místico. En España, la escultura dependió casi enteramente de los encargos de la Iglesia, por lo que la mayoría de las obras fueron retablos para adornar altares de las iglesias e imágenes de santos para decorar templos y para las procesiones de Semana Santa.
Escultura castellana:
Valladolid: GREGORIO FERNÁNDEZ, es creador de prototipos (Cristos yacentes, Dolorosas, Inmaculadas) que sirven de referente para otros lugares. Su escultura se caracteriza por el detalle anatómico
Escultura andaluza:
Sevilla: Destacan Juan MARTÍNEZ MONTAÑÉS, con esculturas de temática religiosa, minucioso en la anatomía, captando la belleza real y serena sin dramatismos exagerados, como en Jesús Niño
La arquitectura, sin modificar los elementos tradicionales del Renacimiento, busca el movimiento, la monumentalidad y los efectos escénicos o teatrales.
Contexto histórico y aspectos cronológicos
Se conoce con el nombre de BARROCO a una etapa cultural de Europa Occidental que se desarrolló durante el siglo XVII y buena parte del siglo XVIII.
El Barroco representa la máxima exaltación del poder político y religioso en Europa
En el norte de Europa, el desarrollo del capitalismo da lugar a que las ciudades sean el ámbito de expresión de las novedades. La Reforma protestante y la Contrarreforma católica habían dividido Europa en dos partes, con sensibilidades diferentes: la Europa protestante del norte (Holanda, Alemania) rechaza las representaciones religiosas; mientras la Europa católica del sur (Italia, España, Flandes).
Pintura italiana del Renacimiento
2.- Características generales de la pintura renacentista italiana
El desarrollo de la pintura italiana tuvo dos etapas: el Quattrocento y el Cinquecento
La presencia de numerosos focos geográficos nos permite hablar de “escuelas pictóricas”. De las características de estas escuelas participan de manera desigual los diferentes artistas, quienes presentan a su vez, estilos individuales.
Destaca la complejidad técnica y temática de la pintura italiana
Desarrollo del fresco heredado del Gótico
Pintura sobre tabla
Uso del óleo: se introduce en Venecia a fines del siglo XV
La existencia de diferentes generaciones de pintores en el Quattrocento:
Estudiosos de la perspectiva: Paolo Ucello y Piero de la Francesca
Precedentes e influencias:
La pintura de los primitivos italianos (gótico):
– Duecento (s. XIII): Ducio y Simone Martini
– Trecento (s. XIV): Giotto
B) La pintura de los primitivos flamencos (gótico): Jan Van Eyck
3.- Evolución cronológica de la pintura italiana del Renacimiento
3.1.- La pintura del Quattrocento italiano:
Durante el s. XV se produjo una enorme evolución en el campo de la pintura. Las principales características de esta etapa son:
1) Naturalismo: se avanza enormemente en la representación del cuerpo humano y en la interpretación del paisaje, tanto natural como arquitectónico.Avances en el desarrollo de la anatomía, del movimiento y en la formación de nuevos cánones de belleza.
Los pintores se preocupan por la búsqueda de la representación de la perspectiva y la
Proporción
La perspectiva > o >: Método empleado para representar espacios tridimensionales. Está basada en el punto de vista fijo de un solo ojo y se obtiene matemáticamente. La ciencia de la perspectiva está estrechamente relacionada con la óptica (el estudio de las leyes de la visión). Esta disciplina floreció en la Antigua Grecia, en Roma y durante la Edad Media. Pero como método pictórico, no se empezó a desarrollar hasta el s. XV con Brunelleschi y Alberti.
Hay un predominio del dibujo sobre el color, por lo cual la apariciencia de las formas es todavía plana. Sin embargo en Venecia se descubre que el porvenir de la pintura está en el predominio del color sobre la línea.
La composición es complicada, con frecuencia introducen diversas escenas o varias figuras principales
Importancia de la luz que sirve para resaltar los planos y para dar sensación de volumen. A veces es la preocupación fundamental de algunos de los grandes maestros.
MASACCIO (1401-1428): su pintura tiene carácter escultórico (plasticidad). Sus figuras son macizas, muy corpóreas y monumentales, logradas a base de color (monocromas en las vestiduras y con pocos pliegues, acartonados y pesados). Sabe dibujar con el color, prescindiendo de la línea. Utilizó la perspectiva: coloca a las figuras teniendo en cuenta al espectador. Da importancia a la figura humana que expresa su reacción ante los acontecimientos que suceden a su alrededor.
Entre sus obras destacan: Los frescos para la capilla Brancacci en la iglesia de Santa María del Carmine (Florencia), de ellos destacamos las escenas de la “Expulsión del Paraíso” y “El tributo a la moneda”.
3.2.- La pintura del Cinquecento italiano
Los rasgos peculiares de la pintura italiana del siglo XVI se pueden resumir en:
Deseo de simplificación y de claridad. Se destaca el tema central y pierde importancia lo anecdótico y secundario, aunque tanto gustaba a los pintores del s. XV. Generalmente cada cuadro representa una sola escena.
Gusto por las composiciones piramidales. Son composiciones claras, en las que se perciben las líneas y los planos fundamentales a primera vista. Las figuras se relacionan unas con otras por medio de la mirada o los gestos.
Idealismo: se crean tipos humanos de una corrección suma
Las actitudes de los personajes son elegantes y, cada vez más, adquieren más movimiento, preocupación que desemboca en el MANIERISMO.
El volumen se consigue con los sombreados anteponiendo una parte del cuerpo a otra
Se utiliza la PERSPECTIVA ATMOSFÉRICA o AÉREA (Leonardo): pues para los exteriores la perspectiva lineal no funcionaba sin la ayuda del color, ya que, juegan un papel crucial en nuestra percepción de la distancia..
3.2.1.- Principales maestros del Cinquecento italiano: Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel Buonarroti
LEONARDO DA VINCI (1452-1519): desarrolló una gran actividad. Sus contemporáneos le consideraban un ingeniero. La técnica y la investigación le atraían profundamente, diseñó cañones, aparatos para volar, etc. Estudió el cuerpo humano: músculos, venas y huesos, además se interesa por los problemas de la expresión. Le gustaba representar los diferentes caracteres y estados de ánimo. Pero sobre todo, es un estudioso del movimiento y la luz. Concibe la luz como una lenta fusión del negro y blanco, del claroscuro. No emplea, por tanto, la tonalidad para dar volumen. Son colores neutrales. Con ello logra el sfumato, una superficie aterciopelada que funde figuras y ambientes, como si de una gasa se tratase. Este procedimiento le da una oleada de misterio al cuadro. Busca el equilibrio por medio de la composición triangular o piramidal. Esta era la considerada más perfecta.
Entre sus obras destacamos: “La Virgen de las Rocas” (Louvre y Nacional Gallery de Londres), “La Gioconda o Mona Lisa” (Louvre) y “La Última Cena” (Refectorio del convento dominico de Santa María de la Gracia en Milán).
3.2.2.- La pintura veneciana del siglo XVI
Venecia era una República próspera con una floreciente situación económica y con una rica burguesía que demandaba obras de arte.
Sus pintores asimilaron las innovaciones renacentistas y formaron una Escuela propia, cuyas características fueron: Es una escuela con predominio absoluto del color frente al dibujo de los florentinos.
El protagonista será el paisaje que se llena de luces y es tratado con minuciosidad. Los interiores se realizan con escenarios teatrales de gran profundidad.