Introducción
Leonardo Da Vinci, un artista integral del Renacimiento, dejó un legado indeleble en el mundo del arte. Sus obras maestras, como»La Mona Lis» y»La Última Cen», han cautivado e intrigado a generaciones.
Los Cánones de Belleza
En una época en que la estética requería condiciones básicas como la autonomía del arte y la definición del artista como creador de formas bellas, Da Vinci se inspiró en las palabras de Tomás de Aquino:»La belleza viene de Dio». Esta creencia se refleja en sus obras, que muestran una fusión de lo religioso y lo técnico.
Los cánones de belleza han evolucionado a lo largo de la historia, y Da Vinci no fue ajeno a esta tendencia. Sus obras muestran una preferencia por el icono de la mujer, como se evidencia en»La Mona Lis», cuya sonrisa asimétrica ha sido objeto de mucha especulación.
La Última Cena: Controversia y Simbolismo
Además, Da Vinci introduce elementos prohibidos en sus pinturas religiosas, como el icono de la mujer. Esta transgresión de las normas establecidas ha llevado a que la obra sea considerada una ofensa por la Iglesia.
El Poder del Pintor
”: “El pintor es dueño de todas las cosas que pueden pasar por la mente del hombre porque si tiene deseos de ver bellezas que lo enamoren es dueño de generarlas y si quiere ver cosas monstruosas que lo espanten o que sean bufonescas o risibles o realmente dignas de compasión, el es su dueño y creador.Y si quiere producir sitios desiertos, lugares umbrosos o frescos en los tiempos cálidos, los representa, y también lugares cálidos en los tiempos fríos. Si quiere valles, lo mismo, si quiere desde las altas cimas de los montes descubrir una gran expansión de campo, y si luego quiere ver el horizonte del mar él es dueño de hacerlo; y también si desde lo hondo del valle quiere ver los altos montes, o desde los altos montes los profundos valles y playas, y en efecto lo que hay en el universo por esencia, presencia o imaginación, primero lo tiene en la mente y luego en las manos, y son estas tan excelentes que en el mismo tiempo tanto generan una proporcionada armonía con una sola mirada como hacen las cosas.”Como pudimos ver Leonardo quiere resaltar la capacidad que tiene un pintor al plasmar todo lo que se le pase por la cabeza, sea lindo o feo, monstruoso o maravilloso, al convertir algo que no es tan real, en una obra de arte que tiene características novedosas al tener su esencia en pensamientos de alguien que simplemente decidió plasmarlos, llamando así la atención del público que tenga la oportunidad de ver esta pintura y poder identificarse o no con esta y así sentir repulsión o atracción. El fin es que el pintor tiene el poder de pasar todo lo que está en su mente, a sus manos.“Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte.”Esta frase nos muestra uno de los mitos de la estética “la oposición entre lo estético y lo intelectual” podemos observar como Da Vinci naufraga en estos dos mundos paralelos, si observamos sus obras nos lleva a la percepción objetiva del mundo exterior y el sentimiento como subjetivo que emite el alma frente a la realidad, como coinciden la imitación y la realidad, producida con precisión según el punto de vista subjetivo del observador que es el que añade la belleza del objeto.Estudiar cada detalle de la realidad para luego plasmarla no es tarea fácil, investigar en diferentes cuerpos y de manera constante es lo que le da el toque secreto a las obras, en ocasiones el receptor puede no tomar la posición que el artista quiere transmitir, para ello se requiere mucho esfuerzo y habilidad, ser creador de novedades e imitador de la naturaleza, siendo estas teorías de Leonardo, el sujeto es el que construye, por ende, es un personaje que tiene grandes cualidades como sujeto de construcción con cada detalle (objeto), cautiva al receptor, une el dualismo entre lo material y lo espiritual.