TEMA 15: PANORAMA GENERAL DEL REINADO DE Alfonso XIII. Intentos de modernización: el
regeneracionismo y crisis socio-económica (1902-1923).
INTRODUCCIÓN: Con la muerte de Alfonso XII se abre un nuevo período de Regencia en la figura de la reina Mª
Cristina, hasta que Alfonso XIII, adquiere la mayoría de edad en 1902. A pesar de las dificultades, se consolida el
régimen monárquico, se producen cambios sociales y aparecen los movimientos nacionalistas. En el ámbito
económico, se desarrolla el sistema capitalista, aparecen los movimientos obreros, el republicanismo, el socialismo y
el anarquismo. En el ámbito internacional, España, ha perdido ya todas sus colonias desde 1898, mientras que en el
panorama interior, sigue triunfando el sistema del turnismo que Cánovas del Castillo implantó en el anterior siglo.
En España siguió existiendo diferenciación social en el mundo rural, corrupción, favoritismo y caciquismo.
MONARQUÍA DE Alfonso XIII
Este período se inicia en 1902, con el ascenso al trono de Alfonso XIII, y concluye en 1923, con el establecimiento de
la dictadura de Primo de Rivera, caracterizada por la inestabilidad política, ya que desde 1902 a 1907, se formaron
once gobiernos inestables siguiendo el modelo del turno que ponían en evidencia la descomposición de los dos
partidos dinásticos. España, estaba bajo el deseo de regeneración tras el Desastre del 98. La aparición de la corriente
del regeneracionismo puso de manifiesto el atraso que vivía el país, y hacía responsables a los gobiernos de esta
situación. Aunque más activos fueron otros movimientos de protesta como fueron los nacionalismos,
republicanismo y el movimiento obrero. Diversos factores explican esta situación:
Intervencionismo político de Alfonso XIII sin respetar el papel de árbitro que teóricamente debía jugar. Su apoyo
a los sectores más conservadores del ejército culminó con el apoyo a la Dictadura de Primo de Rivera. Elemento
clave en el desprestigio de la monarquía.
División de los partidos del «turno” por la desaparición de los líderes históricos y las disensiones internas.
Debilitamiento del caciquismo, paralelo al desarrollo urbano del país.
Desarrollo de la oposición política y social al régimen de la Restauración: republicanos, nacionalistas, socialistas y
anarquistas.
En 1905 estalló una crisis en Cataluña. La victoria de Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba en las elecciones
locales de 1906 alarmó al ejército. Los comentarios en alguna publicación barcelonesa, llevaron a que trescientos
oficiales asaltaran e incendiaran las imprentas. La reacción del gobierno fue ceder ante el Ejército, aprobando en
1906 la Ley de Jurisdicciones que identificaba las críticas al Ejército como críticas a la Patria y pasaban a ser juzgadas
por la jurisdicción militar. La reacción pública fue inmediata. Una nueva coalición, Solidaritat Catalana, consiguió
una victoria electoral en 1907, reduciendo la representación de los conservadores y liberales en Cataluña. En este
contexto de inestabilidad política, el país tuvo que enfrentarse a graves problemas sociales:
Agudización de las luchas sociales.
La «cuestión religiosa»: aumentaron las protestas contra el poder de la Iglesia, especialmente en la enseñanza. El
anticlericalismo se extendíó por buena parte de la población urbana y las clases populares.
La «cuestión militar» volvíó a resurgir ante el desconcierto de un ejército humillado en 1898 que recibía críticas
crecientes de los sectores opositores (republicanos, socialistas, nacionalistas).
Consolidación del movimiento nacionalista en Cataluña y el País Vasco.
El «problema de Marruecos»: En la Conferencia de Algeciras (1906) se acordó el reparto entre Francia y España
del territorio marroquí, obteniendo España la franja norte. En 1909 se inició la guerra de Marruecos, muy
impopular en el país, que ensanchó el foso que separaba al Ejército y la opinión pública.
Gobierno de Maura (1907-1909). Partido conservador
Desde el gobierno, el partido conservador, dirigido por Maura, quiso realizar la llamada “revolución desde arriba”,
consistente en sanear la vida política, pero sin alterar las bases del sistema. La primera reforma llevada a cabo giró
en torno al catalanismo, concedíéndole cierta autonomía a Cataluña, aunque contrario a la corriente separatista.
Aprobó la llamada Ley de Reforma Electoral para evitar la corrupción, a través del voto obligatorio y la configuración
de mesas electorales y juntas del censo, aunque esta reforma no funciónó. La reforma de mayor envergadura fue la
llamada Ley de Administración Local, para poner fin al caciquismo, a través de comunidades locales y provinciales
considerando al alcalde como representante del municipio pero no del gobierno. Esta ley no se llegó a aprobar.
En Septiembre de 1908, los liberales, con motivo de la celebración de la revolución de 1868, se unieron junto con
republicanos y otras organizaciones de izquierdas, para realizar una manifestación contra Maura. Maura aguantó
hasta los sucesos acaecidos en Barcelona en la Semana Trágica.
Semana trágica de Barcelona (1909)
Barcelona había vivido desde principios de siglo un gran auge de las movilizaciones obreras que había culminado en
1907 con la creación de Solidaridad Obrera, organización anarquista que nacíó como respuesta a la burguesa y
nacionalista Solidaritat Catalana. Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical también se desarrollaron con
un programa demagógico y anticlerical. La Ley de Jurisdicciones de 1906 trajo un reforzamiento del anticlericalismo y
antimilitarismo en la ciudad. La política autoritaria del gobierno de Maura no ayudó a calmar los ánimos. La guerra
de Marruecos fue la que determinó el estallido de la Semana Trágica. Los sucesos ocurridos en el Rif contra los
obreros de una empresa minera llevaron a la movilización de reservistas. Las protestas obreras pronto aparecieron
en Barcelona y Madrid. Los primeros choques militares se saldaron con el Desastre del Barranco del Lobo con más
de mil doscientas bajas españolas. El día 26 de Julio estalló la huelga general en Barcelona, convocada por
Solidaridad Obrera y la UGT. Se iniciaron tres días de protestas, quemas de conventos, enfrentamientos con el
ejército. La Semana Trágica tuvo un brutal coste humano: un centenar de muertos, heridos, destrucciones… La
represión fue muy dura y culminó con el juicio sin garantías y la ejecución de Francisco Ferrer y Guardia, anarquista
fundador de la Escuela Moderna. La Semana Trágica se llevó por delante el programa reformista de Maura.
Gobierno de José Canalejas. Partido liberal (1909-1912)
Se formó un nuevo gobierno dirigido por Canalejas, el turno recayó al Partido Liberal, que intentó realizar reformas
democráticas más populares, insertando también a estratos sociales más populares.
Los mayores problemas para Canalejas provinieron de la agitación social y el terrorismo. La creación de la CNT y la
radicalización de las protestas obreras, unido a las malas condiciones laborales y salariales, provocó una oleada de
huelgas y actos terroristas (se atentó contra Maura). Las medidas que se llevaron a cabo fueron: jornadas de 9 horas
en las minas, regulación del trabajo de las mujeres y se quiso aprobar una ley sobre relaciones laborales en
ferrocarriles, pero no se pudo llevar a cabo, ya que asesinaron a Canalejas.
La obra de mayor repercusión fue la relacionada con las cuestiones eclesiásticas con referencia a la relación Iglesia-
Estado. Apuntaba la religión como opción personal del individuo, en lo relativo al Estado, la Iglesia debía estar
subordinada a este. La autorización a confesiones no católicas, suscitó la reacción de la jerarquía católica con
movilización popular en defensa de esta religión sobre todo a partir de la aprobación de la “ley del candado”, en la
que se denegaban los permisos para establecer órdenes religiosas y congregaciones si no se pedía autorización al
Ministerio de Gracia y Justicia. Las protestas al gobierno se generalizaron. Muchos proyectos y reformas quedaron
truncados, ya que en 1912, Canalejas, fue asesinado en la Puerta del Sol por el anarquista Pardinas.
Crisis del turnismo (1912-1916)
Con la muerte de Canalejas, Romanones le sucedíó en el gobierno. Al ver Maura que el rey no pensó en él para la
formación del nuevo ejecutivo, anunció su indisposición de mantener el turno. La crisis del turnismo era evidente. La
política desarrollada por Romanones no soluciónó nada y el rey por lo tanto encargó un nuevo gobierno a Eduardo
Dato. El estallido de la Primera Guerra Mundial alteró el rumbo político español, todos los partidos excepto el
Partido Radical de Lerroux, declararon su neutralidad ante el conflicto. La I Guerra Mundial dividíó al país entre
aliadófilos (liberales e izquierdas) y Germánófilos (derechas conservadoras), pero trajo un periodo de prosperidad
económica. España, neutral, pudo convertirse en abastecedora de muchos productos para los países contendientes.
A partir de 1915, el rey formará un nuevo gobierno bajo la figura del conde de Romanones, por la creciente
oposición al anterior gobierno por la posición de neutralidad de España en el conflicto mundial. A finales del 1916 la
conflictividad aumentó considerablemente, debido a las acciones de asociaciones obreras por la subida de precios de
productos de primera necesidad y el incremento de crisis de subsistencias. De nuevo Dato encabezaría el gobierno.
Así desde 1917 se sucedieron los gobiernos de coalición, sujetos a alianzas y cambios. Ni liberales ni conservadores
consiguieron mayorías suficientes para conformar gabinetes sólidos.
Crisis de 1917. Quiebra de la monarquía
El mal reparto social de los beneficios del boom económico fruto del conflicto mundial al desarrollarse una
economía de guerra llevó a una profunda y compleja crisis en 1917., en la que podemos distinguir varios aspectos:
Crisis militar: El descontento entre los oficiales «peninsulares» ante los rápidos y, a veces inmerecidos,
ascensos de los «africanistas» culminó con la creación de las Juntas de Defensa.
Crisis parlamentaria: Setenta diputados y senadores de la Lliga Regionalista, republicanos, socialistas e
incluso algún miembro del partido liberal constituyeron en Barcelona una Asamblea Nacional de
Parlamentarios que demandó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes.
Crisis social- la huelga general de 1917: Se basa más en aspectos ideológicos y políticos, derivados del
conflicto mundial. Convocada en Agosto por CNT y UGT tuvo un amplio seguimiento en las ciudades y se
saldó con un centenar de muertos y miles de detenidos, convirtiéndose en una revolución social. Pablo
Iglesias (fundador del PSOE) se mostró reacio al movimiento revolucionario, el cambio de régimen. El
aumento de la conflictividad laboral, produjo el enfrentamiento entre los ferroviarios de Valencia con la
Compañía del Norte y el gobierno.
La huelga general, sin embargo, trajo inmediatas consecuencias. Ante la amenaza de revolución obrera, las Juntas de
Defensa abandonaron sus peticiones y apoyaron la represión contra los huelguistas, declarando el estado de guerra.
Por otro lado, la dimisión de Eduardo Dato y la formación de un gobierno de coalición con la participación de la Lliga
Regionalista provocaron la desactivación de la Asamblea de Parlamentarios. La lucha de clases se había convertido
en el gran problema del país.
La crisis social y la lucha de clases en Barcelona.
El fin de la I Guerra Mundial trajo una profunda crisis económica y social que generó una gran conflictividad social en
Barcelona (1919-1921). Las huelgas y protestas alentadas por los anarquistas se encontraron con una dura represión
del nuevo gobierno de Maura, que contaba con el pleno apoyo de la burguésía catalana. El sector más duro de la
patronal creó el denominado Sindicato Libre, un grupo de pistoleros que actuó con el apoyo policial. La aplicación de
la Ley de Fugas, con la ejecución sin juicio de los detenidos acrecentó aún más el conflicto. La respuesta anarquista
llegó en 1921 con el asesinato de Eduardo Dato, presidente del gobierno. Dos años después, el líder anarquista
Salvador Seguí murió asesinado.
En las áreas rurales la conflictividad también se desarrolló debido a la existencia de una vieja oligarquía agraria y
rentistas, enriquecida cada vez más. Las condiciones del campesinado cada vez eran peores lo que produjo un
aumento de afiliados sindicales, sobre todo a la CNT, al igual que el despegue del socialismo y de sindicatos católicos.
QUIEBRA DE LA MONARQUÍA (1917-1923)
Crisis del turnismo y formación de gobiernos de concentración
Las tensiones políticas, sociales y militares pusieron de manifiesto la incapacidad de los partidos dinásticos para
solucionarlo, a esto había que sumar el aumento de la conflictividad obrera. Después de la huelga revolucionaria de
1917, las Juntas de Defensa, exigieron al gobierno convertirse en los árbitros de la situación política. A esto se sumó
la campaña de hostigamiento al gobierno por parte de ciertos partidos nacionalistas catalanes (Lliga Catalana).
Esta situación forzó la dimisión del ejecutivo y por lo tanto se habría una profunda crisis en el sistema del turno. Se
pretendía realizar una reforma del sistema de gobierno, a partir de la formación de los llamados gobiernos de
concentración, en los que también estarían integrados militares y nacionalistas catalanes.
El primer gobierno de concentración que se formó estuvo presidido por el liberal García Prieto, con victoria de los
viejos partidos, ahora más fraccionados que nunca, a los que se sumaba el crecimiento de nacionalistas, socialistas y
republicanos. Frente a la mayoría liberal del gobierno, este cayó enseguida, por la imposición de un decreto de
reforma militar, impulsado por Juan de la Cierva, buscaba aprobar un aumento de sueldo de los oficiales aunque no
fue llevada a votación por el Parlamento.
Esta situación sumíó aún más en una profunda crisis política a la monarquía. La respuesta del rey fue formar un
nuevo gobierno de concentración, que recaería de nuevo en la figura de Maura, gobierno que apenas duró medio
año. La formación de un nuevo gobierno, trajo consigo la afirmación de movimientos autonomistas, sobre todo en
Cataluña, lo que despertó una campaña anticatalanista en algunas regiones españolas. La Lliga Catalana poco a poco
dejaba de ser la fuerza política de Cataluña, ya que desde su derrota electoral en 1923, la nueva fuerza del
nacionalismo catalán lo representaría Esquerra. Cataluña y el País Vasco no fueron las únicas zonas en desarrollar un
movimiento autonomista, también conviene destacar el caso gallego, Valencia y Andalucía con Blas Infante.
Aumento de la conflictividad social.
Una de las consecuencias que supuso la huelga de La Canadiense en Barcelona, fue el aumento de la conflictividad
social tanto en áreas urbanas como rurales. La influencia de la Revolución Rusa, influyó en la mentalidad de los
obreros en organizarse sindicalmente. El aumento de la CNT en Cataluña fue imparable. Las acciones violentas
llevadas a cabo por el anarcosindicalismo derivaron en terrorismo. Los empresarios de la patronal catalana,
contrataron bandas de pistoleros, desarrollando igualmente un movimiento terrorista enfrentado al anteriormente
nombrado. Incluso las autoridades gubernamentales aprobaron la llamada Ley de Fugas, que puede considerarse
terrorismo de Estado.
Mientras tanto en el campo, sobre todo en Andalucía, también el espíritu ruso influyó en un campesinado que vivía
en situación de miseria (por ejemplo se quemaron cosechas, se invadieron propiedades, etc.). La respuesta
automática de las autoridades fue la represión y declarar el estado de guerra.
La influencia del anarquismo y de la revolución bolchevique influyó de forma decisiva en el socialismo español,
producíéndose una escisión en el PSOE, con la aparición del PCE.
La guerra colonial en Marruecos. El desastre de Annual
El desastre del 98 puso fin al imperialismo español en el momento en el que el moderno imperialismo de las
potencias capitalistas industriales estaba en su apogeo. Tras el reparto de la mayor parte de África, el territorio de lo
que hoy es Marruecos era una de las pocas regiones por repartir en el continente. Este hecho provocó importantes
tensiones internacionales que están en el origen del camino que llevó a la primera Guerra Mundial.
Las potencias se reunieron en la Conferencia de Algeciras en 1906 y allí se acordó el reparto de Marruecos entre
Francia, que se quedó la mayor parte del territorio, y España que se apoderó de la franja norte del país.
Muy pronto aparecieron los conflictos con los indígenas. Las cábilas del Rif se agruparon bajo el liderazgo de Abd-el-
Krim. El ejército español sufríó importantes reveses desde un principio. El desastre del Barranco del Lobo, cerca de
Melilla, fue un trágico ejemplo.
El general Berenguer estaba al frente de un ejército mal preparado y equipado, en el que destacaban: los Regulares,
tropas indígenas, y la Legión, fundada por Franco y Millán Astray a imagen de la Legión extranjera francesa.
En el verano de 1921, las tropas españolas se embarcaron en una acción mal planificada dirigida por el general
Fernández Silvestre. Los choques que las cábilas rifeñas concluyeron con una retirada desordenada y la masacre de
las tropas españolas. Se trataba del Desastre de Annual, que costó más de trece mil muertos, entre ellos el general
Fernández Silvestre. El desastre de Annual provocó una terrible impresión en una opinión pública contraria a la
guerra. Hubo grandes protestas en el país y los republicanos y socialistas se apresuraron a reclamar el abandono de
Marruecos. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar.
El Expediente Picasso fue un informe redactado por el General de División Juan Picasso. Pese a las trabas que le
pusieron las compañías mineras interesadas en el dominio de Marruecos y altos cargos del gobierno y el ejército, el
expediente ponía en evidencia enormes irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército español destinado en
África. El expediente no llegó a suponer responsabilidades políticas ni criminales. Antes de que la comisión del
Congreso encargada de su estudio fuera a emitir su dictamen el 1 de Octubre de 1923, el 13 de Septiembre el general
Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado y establecíó una dictadura militar.
Se abre el camino hacia la dictadura de Primo de Rivera
La imposibilidad de renovar el sistema político de la Restauración y de solucionar los problemas del país, el aumento
de la conflictividad social, el conflicto nacionalista y el problema en Marruecos, hizo unir a los militares en contra de
los políticos. Ciertos sectores veían con buenos ojos una salida autoritaria, e incluso el propio rey, que confió en la
figura de Miguel Primo de Rivera, abríéndose una nueva etapa hacia la dictadura.
CONCLUSIÓN
Del espíritu de regeneración de los primeros años del reinado del Alfonso XIII se pasó sobre todo a partir de 1917, a
una constante crisis del sistema e la Restauración. Los gobiernos dinásticos fueron incapaces de controlar y
solucionar los graves problemas políticos, sociales y económicos que surgieron, y que pusieron de manifiesto la
debilidad política del sistema, sumado al escaso desarrollo económico del país. Es a partir de 1923 cuando podemos
hablar de una quiebra de la monarquía liberal parlamentaria al optar por la Dictadura de Primo de Rivera como
solución.
regeneracionismo y crisis socio-económica (1902-1923).
INTRODUCCIÓN: Con la muerte de Alfonso XII se abre un nuevo período de Regencia en la figura de la reina Mª
Cristina, hasta que Alfonso XIII, adquiere la mayoría de edad en 1902. A pesar de las dificultades, se consolida el
régimen monárquico, se producen cambios sociales y aparecen los movimientos nacionalistas. En el ámbito
económico, se desarrolla el sistema capitalista, aparecen los movimientos obreros, el republicanismo, el socialismo y
el anarquismo. En el ámbito internacional, España, ha perdido ya todas sus colonias desde 1898, mientras que en el
panorama interior, sigue triunfando el sistema del turnismo que Cánovas del Castillo implantó en el anterior siglo.
En España siguió existiendo diferenciación social en el mundo rural, corrupción, favoritismo y caciquismo.
MONARQUÍA DE Alfonso XIII
Este período se inicia en 1902, con el ascenso al trono de Alfonso XIII, y concluye en 1923, con el establecimiento de
la dictadura de Primo de Rivera, caracterizada por la inestabilidad política, ya que desde 1902 a 1907, se formaron
once gobiernos inestables siguiendo el modelo del turno que ponían en evidencia la descomposición de los dos
partidos dinásticos. España, estaba bajo el deseo de regeneración tras el Desastre del 98. La aparición de la corriente
del regeneracionismo puso de manifiesto el atraso que vivía el país, y hacía responsables a los gobiernos de esta
situación. Aunque más activos fueron otros movimientos de protesta como fueron los nacionalismos,
republicanismo y el movimiento obrero. Diversos factores explican esta situación:
Intervencionismo político de Alfonso XIII sin respetar el papel de árbitro que teóricamente debía jugar. Su apoyo
a los sectores más conservadores del ejército culminó con el apoyo a la Dictadura de Primo de Rivera. Elemento
clave en el desprestigio de la monarquía.
División de los partidos del «turno” por la desaparición de los líderes históricos y las disensiones internas.
Debilitamiento del caciquismo, paralelo al desarrollo urbano del país.
Desarrollo de la oposición política y social al régimen de la Restauración: republicanos, nacionalistas, socialistas y
anarquistas.
En 1905 estalló una crisis en Cataluña. La victoria de Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba en las elecciones
locales de 1906 alarmó al ejército. Los comentarios en alguna publicación barcelonesa, llevaron a que trescientos
oficiales asaltaran e incendiaran las imprentas. La reacción del gobierno fue ceder ante el Ejército, aprobando en
1906 la Ley de Jurisdicciones que identificaba las críticas al Ejército como críticas a la Patria y pasaban a ser juzgadas
por la jurisdicción militar. La reacción pública fue inmediata. Una nueva coalición, Solidaritat Catalana, consiguió
una victoria electoral en 1907, reduciendo la representación de los conservadores y liberales en Cataluña. En este
contexto de inestabilidad política, el país tuvo que enfrentarse a graves problemas sociales:
Agudización de las luchas sociales.
La «cuestión religiosa»: aumentaron las protestas contra el poder de la Iglesia, especialmente en la enseñanza. El
anticlericalismo se extendíó por buena parte de la población urbana y las clases populares.
La «cuestión militar» volvíó a resurgir ante el desconcierto de un ejército humillado en 1898 que recibía críticas
crecientes de los sectores opositores (republicanos, socialistas, nacionalistas).
Consolidación del movimiento nacionalista en Cataluña y el País Vasco.
El «problema de Marruecos»: En la Conferencia de Algeciras (1906) se acordó el reparto entre Francia y España
del territorio marroquí, obteniendo España la franja norte. En 1909 se inició la guerra de Marruecos, muy
impopular en el país, que ensanchó el foso que separaba al Ejército y la opinión pública.
Gobierno de Maura (1907-1909). Partido conservador
Desde el gobierno, el partido conservador, dirigido por Maura, quiso realizar la llamada “revolución desde arriba”,
consistente en sanear la vida política, pero sin alterar las bases del sistema. La primera reforma llevada a cabo giró
en torno al catalanismo, concedíéndole cierta autonomía a Cataluña, aunque contrario a la corriente separatista.
Aprobó la llamada Ley de Reforma Electoral para evitar la corrupción, a través del voto obligatorio y la configuración
de mesas electorales y juntas del censo, aunque esta reforma no funciónó. La reforma de mayor envergadura fue la
llamada Ley de Administración Local, para poner fin al caciquismo, a través de comunidades locales y provinciales
considerando al alcalde como representante del municipio pero no del gobierno. Esta ley no se llegó a aprobar.
En Septiembre de 1908, los liberales, con motivo de la celebración de la revolución de 1868, se unieron junto con
republicanos y otras organizaciones de izquierdas, para realizar una manifestación contra Maura. Maura aguantó
hasta los sucesos acaecidos en Barcelona en la Semana Trágica.
Semana trágica de Barcelona (1909)
Barcelona había vivido desde principios de siglo un gran auge de las movilizaciones obreras que había culminado en
1907 con la creación de Solidaridad Obrera, organización anarquista que nacíó como respuesta a la burguesa y
nacionalista Solidaritat Catalana. Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical también se desarrollaron con
un programa demagógico y anticlerical. La Ley de Jurisdicciones de 1906 trajo un reforzamiento del anticlericalismo y
antimilitarismo en la ciudad. La política autoritaria del gobierno de Maura no ayudó a calmar los ánimos. La guerra
de Marruecos fue la que determinó el estallido de la Semana Trágica. Los sucesos ocurridos en el Rif contra los
obreros de una empresa minera llevaron a la movilización de reservistas. Las protestas obreras pronto aparecieron
en Barcelona y Madrid. Los primeros choques militares se saldaron con el Desastre del Barranco del Lobo con más
de mil doscientas bajas españolas. El día 26 de Julio estalló la huelga general en Barcelona, convocada por
Solidaridad Obrera y la UGT. Se iniciaron tres días de protestas, quemas de conventos, enfrentamientos con el
ejército. La Semana Trágica tuvo un brutal coste humano: un centenar de muertos, heridos, destrucciones… La
represión fue muy dura y culminó con el juicio sin garantías y la ejecución de Francisco Ferrer y Guardia, anarquista
fundador de la Escuela Moderna. La Semana Trágica se llevó por delante el programa reformista de Maura.
Gobierno de José Canalejas. Partido liberal (1909-1912)
Se formó un nuevo gobierno dirigido por Canalejas, el turno recayó al Partido Liberal, que intentó realizar reformas
democráticas más populares, insertando también a estratos sociales más populares.
Los mayores problemas para Canalejas provinieron de la agitación social y el terrorismo. La creación de la CNT y la
radicalización de las protestas obreras, unido a las malas condiciones laborales y salariales, provocó una oleada de
huelgas y actos terroristas (se atentó contra Maura). Las medidas que se llevaron a cabo fueron: jornadas de 9 horas
en las minas, regulación del trabajo de las mujeres y se quiso aprobar una ley sobre relaciones laborales en
ferrocarriles, pero no se pudo llevar a cabo, ya que asesinaron a Canalejas.
La obra de mayor repercusión fue la relacionada con las cuestiones eclesiásticas con referencia a la relación Iglesia-
Estado. Apuntaba la religión como opción personal del individuo, en lo relativo al Estado, la Iglesia debía estar
subordinada a este. La autorización a confesiones no católicas, suscitó la reacción de la jerarquía católica con
movilización popular en defensa de esta religión sobre todo a partir de la aprobación de la “ley del candado”, en la
que se denegaban los permisos para establecer órdenes religiosas y congregaciones si no se pedía autorización al
Ministerio de Gracia y Justicia. Las protestas al gobierno se generalizaron. Muchos proyectos y reformas quedaron
truncados, ya que en 1912, Canalejas, fue asesinado en la Puerta del Sol por el anarquista Pardinas.
Crisis del turnismo (1912-1916)
Con la muerte de Canalejas, Romanones le sucedíó en el gobierno. Al ver Maura que el rey no pensó en él para la
formación del nuevo ejecutivo, anunció su indisposición de mantener el turno. La crisis del turnismo era evidente. La
política desarrollada por Romanones no soluciónó nada y el rey por lo tanto encargó un nuevo gobierno a Eduardo
Dato. El estallido de la Primera Guerra Mundial alteró el rumbo político español, todos los partidos excepto el
Partido Radical de Lerroux, declararon su neutralidad ante el conflicto. La I Guerra Mundial dividíó al país entre
aliadófilos (liberales e izquierdas) y Germánófilos (derechas conservadoras), pero trajo un periodo de prosperidad
económica. España, neutral, pudo convertirse en abastecedora de muchos productos para los países contendientes.
A partir de 1915, el rey formará un nuevo gobierno bajo la figura del conde de Romanones, por la creciente
oposición al anterior gobierno por la posición de neutralidad de España en el conflicto mundial. A finales del 1916 la
conflictividad aumentó considerablemente, debido a las acciones de asociaciones obreras por la subida de precios de
productos de primera necesidad y el incremento de crisis de subsistencias. De nuevo Dato encabezaría el gobierno.
Así desde 1917 se sucedieron los gobiernos de coalición, sujetos a alianzas y cambios. Ni liberales ni conservadores
consiguieron mayorías suficientes para conformar gabinetes sólidos.
Crisis de 1917. Quiebra de la monarquía
El mal reparto social de los beneficios del boom económico fruto del conflicto mundial al desarrollarse una
economía de guerra llevó a una profunda y compleja crisis en 1917., en la que podemos distinguir varios aspectos:
Crisis militar: El descontento entre los oficiales «peninsulares» ante los rápidos y, a veces inmerecidos,
ascensos de los «africanistas» culminó con la creación de las Juntas de Defensa.
Crisis parlamentaria: Setenta diputados y senadores de la Lliga Regionalista, republicanos, socialistas e
incluso algún miembro del partido liberal constituyeron en Barcelona una Asamblea Nacional de
Parlamentarios que demandó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes.
Crisis social- la huelga general de 1917: Se basa más en aspectos ideológicos y políticos, derivados del
conflicto mundial. Convocada en Agosto por CNT y UGT tuvo un amplio seguimiento en las ciudades y se
saldó con un centenar de muertos y miles de detenidos, convirtiéndose en una revolución social. Pablo
Iglesias (fundador del PSOE) se mostró reacio al movimiento revolucionario, el cambio de régimen. El
aumento de la conflictividad laboral, produjo el enfrentamiento entre los ferroviarios de Valencia con la
Compañía del Norte y el gobierno.
La huelga general, sin embargo, trajo inmediatas consecuencias. Ante la amenaza de revolución obrera, las Juntas de
Defensa abandonaron sus peticiones y apoyaron la represión contra los huelguistas, declarando el estado de guerra.
Por otro lado, la dimisión de Eduardo Dato y la formación de un gobierno de coalición con la participación de la Lliga
Regionalista provocaron la desactivación de la Asamblea de Parlamentarios. La lucha de clases se había convertido
en el gran problema del país.
La crisis social y la lucha de clases en Barcelona.
El fin de la I Guerra Mundial trajo una profunda crisis económica y social que generó una gran conflictividad social en
Barcelona (1919-1921). Las huelgas y protestas alentadas por los anarquistas se encontraron con una dura represión
del nuevo gobierno de Maura, que contaba con el pleno apoyo de la burguésía catalana. El sector más duro de la
patronal creó el denominado Sindicato Libre, un grupo de pistoleros que actuó con el apoyo policial. La aplicación de
la Ley de Fugas, con la ejecución sin juicio de los detenidos acrecentó aún más el conflicto. La respuesta anarquista
llegó en 1921 con el asesinato de Eduardo Dato, presidente del gobierno. Dos años después, el líder anarquista
Salvador Seguí murió asesinado.
En las áreas rurales la conflictividad también se desarrolló debido a la existencia de una vieja oligarquía agraria y
rentistas, enriquecida cada vez más. Las condiciones del campesinado cada vez eran peores lo que produjo un
aumento de afiliados sindicales, sobre todo a la CNT, al igual que el despegue del socialismo y de sindicatos católicos.
QUIEBRA DE LA MONARQUÍA (1917-1923)
Crisis del turnismo y formación de gobiernos de concentración
Las tensiones políticas, sociales y militares pusieron de manifiesto la incapacidad de los partidos dinásticos para
solucionarlo, a esto había que sumar el aumento de la conflictividad obrera. Después de la huelga revolucionaria de
1917, las Juntas de Defensa, exigieron al gobierno convertirse en los árbitros de la situación política. A esto se sumó
la campaña de hostigamiento al gobierno por parte de ciertos partidos nacionalistas catalanes (Lliga Catalana).
Esta situación forzó la dimisión del ejecutivo y por lo tanto se habría una profunda crisis en el sistema del turno. Se
pretendía realizar una reforma del sistema de gobierno, a partir de la formación de los llamados gobiernos de
concentración, en los que también estarían integrados militares y nacionalistas catalanes.
El primer gobierno de concentración que se formó estuvo presidido por el liberal García Prieto, con victoria de los
viejos partidos, ahora más fraccionados que nunca, a los que se sumaba el crecimiento de nacionalistas, socialistas y
republicanos. Frente a la mayoría liberal del gobierno, este cayó enseguida, por la imposición de un decreto de
reforma militar, impulsado por Juan de la Cierva, buscaba aprobar un aumento de sueldo de los oficiales aunque no
fue llevada a votación por el Parlamento.
Esta situación sumíó aún más en una profunda crisis política a la monarquía. La respuesta del rey fue formar un
nuevo gobierno de concentración, que recaería de nuevo en la figura de Maura, gobierno que apenas duró medio
año. La formación de un nuevo gobierno, trajo consigo la afirmación de movimientos autonomistas, sobre todo en
Cataluña, lo que despertó una campaña anticatalanista en algunas regiones españolas. La Lliga Catalana poco a poco
dejaba de ser la fuerza política de Cataluña, ya que desde su derrota electoral en 1923, la nueva fuerza del
nacionalismo catalán lo representaría Esquerra. Cataluña y el País Vasco no fueron las únicas zonas en desarrollar un
movimiento autonomista, también conviene destacar el caso gallego, Valencia y Andalucía con Blas Infante.
Aumento de la conflictividad social.
Una de las consecuencias que supuso la huelga de La Canadiense en Barcelona, fue el aumento de la conflictividad
social tanto en áreas urbanas como rurales. La influencia de la Revolución Rusa, influyó en la mentalidad de los
obreros en organizarse sindicalmente. El aumento de la CNT en Cataluña fue imparable. Las acciones violentas
llevadas a cabo por el anarcosindicalismo derivaron en terrorismo. Los empresarios de la patronal catalana,
contrataron bandas de pistoleros, desarrollando igualmente un movimiento terrorista enfrentado al anteriormente
nombrado. Incluso las autoridades gubernamentales aprobaron la llamada Ley de Fugas, que puede considerarse
terrorismo de Estado.
Mientras tanto en el campo, sobre todo en Andalucía, también el espíritu ruso influyó en un campesinado que vivía
en situación de miseria (por ejemplo se quemaron cosechas, se invadieron propiedades, etc.). La respuesta
automática de las autoridades fue la represión y declarar el estado de guerra.
La influencia del anarquismo y de la revolución bolchevique influyó de forma decisiva en el socialismo español,
producíéndose una escisión en el PSOE, con la aparición del PCE.
La guerra colonial en Marruecos. El desastre de Annual
El desastre del 98 puso fin al imperialismo español en el momento en el que el moderno imperialismo de las
potencias capitalistas industriales estaba en su apogeo. Tras el reparto de la mayor parte de África, el territorio de lo
que hoy es Marruecos era una de las pocas regiones por repartir en el continente. Este hecho provocó importantes
tensiones internacionales que están en el origen del camino que llevó a la primera Guerra Mundial.
Las potencias se reunieron en la Conferencia de Algeciras en 1906 y allí se acordó el reparto de Marruecos entre
Francia, que se quedó la mayor parte del territorio, y España que se apoderó de la franja norte del país.
Muy pronto aparecieron los conflictos con los indígenas. Las cábilas del Rif se agruparon bajo el liderazgo de Abd-el-
Krim. El ejército español sufríó importantes reveses desde un principio. El desastre del Barranco del Lobo, cerca de
Melilla, fue un trágico ejemplo.
El general Berenguer estaba al frente de un ejército mal preparado y equipado, en el que destacaban: los Regulares,
tropas indígenas, y la Legión, fundada por Franco y Millán Astray a imagen de la Legión extranjera francesa.
En el verano de 1921, las tropas españolas se embarcaron en una acción mal planificada dirigida por el general
Fernández Silvestre. Los choques que las cábilas rifeñas concluyeron con una retirada desordenada y la masacre de
las tropas españolas. Se trataba del Desastre de Annual, que costó más de trece mil muertos, entre ellos el general
Fernández Silvestre. El desastre de Annual provocó una terrible impresión en una opinión pública contraria a la
guerra. Hubo grandes protestas en el país y los republicanos y socialistas se apresuraron a reclamar el abandono de
Marruecos. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar.
El Expediente Picasso fue un informe redactado por el General de División Juan Picasso. Pese a las trabas que le
pusieron las compañías mineras interesadas en el dominio de Marruecos y altos cargos del gobierno y el ejército, el
expediente ponía en evidencia enormes irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército español destinado en
África. El expediente no llegó a suponer responsabilidades políticas ni criminales. Antes de que la comisión del
Congreso encargada de su estudio fuera a emitir su dictamen el 1 de Octubre de 1923, el 13 de Septiembre el general
Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado y establecíó una dictadura militar.
Se abre el camino hacia la dictadura de Primo de Rivera
La imposibilidad de renovar el sistema político de la Restauración y de solucionar los problemas del país, el aumento
de la conflictividad social, el conflicto nacionalista y el problema en Marruecos, hizo unir a los militares en contra de
los políticos. Ciertos sectores veían con buenos ojos una salida autoritaria, e incluso el propio rey, que confió en la
figura de Miguel Primo de Rivera, abríéndose una nueva etapa hacia la dictadura.
CONCLUSIÓN
Del espíritu de regeneración de los primeros años del reinado del Alfonso XIII se pasó sobre todo a partir de 1917, a
una constante crisis del sistema e la Restauración. Los gobiernos dinásticos fueron incapaces de controlar y
solucionar los graves problemas políticos, sociales y económicos que surgieron, y que pusieron de manifiesto la
debilidad política del sistema, sumado al escaso desarrollo económico del país. Es a partir de 1923 cuando podemos
hablar de una quiebra de la monarquía liberal parlamentaria al optar por la Dictadura de Primo de Rivera como
solución.