La Lírica Medieval: Orígenes y Evolución en la Península Ibérica
En la Edad Media, la literatura se escribía en latín. En la Península Ibérica, los primeros testimonios literarios en una lengua románica son las jarchas, pequeños poemas escritos parcialmente en romandalusí, el dialecto del latín hablado en al-Ándalus. Estos poemillas aparecían al final de una composición poética culta, denominada moaxaja, escrita en árabe o en hebreo. En la lírica culta peninsular debemos considerar, ya en el siglo XII, la poesía de los trovadores, compuesta en provenzal, y en los dos siglos posteriores, las cantigas. Ya en el siglo XV se desarrolla una importante poesía culta en castellano, que brinda a nuestra literatura escritores de la talla de Juan de Mena, el Marqués de Santillana o Jorge Manrique.
La Lírica Primitiva Culta
Las primeras manifestaciones de la lírica culta peninsular se desarrollaron en Cataluña, en el reino de Galicia y en al-Ándalus.
Lírica Culta Catalana
En el siglo XII surgía en Provenza la poesía trovadoresca. Esta poesía se recoge en casi cien cancioneros: antologías musicales. La poesía trovadoresca fue obra de autores conocidos y se expresó en una lengua homogénea, por encima de las variantes dialectales de los poetas. Fue cultivada por trovadores de distintas condiciones sociales y sólida formación. Sus composiciones, destinadas al canto, fueron divulgadas por músicos-cantores. Los trovadores crearon un arte refinado, difícil, sometido a leyes rígidas. La rima debía ser rigurosamente consonante; la extensión más frecuente de las estrofas era de ocho versos con las mismas rimas en cada una.
Géneros de la Poesía Provenzal
Cultivaron básicamente dos géneros: el sirventés y la cansó:
- Cansó: Composición de carácter amoroso, siempre de hombre a mujer, que refleja la ideología feudal: las relaciones amorosas son equiparadas a las relaciones feudales entre señor y vasallo.
- Sirventés: Composición que se empleaba como forma de expresión de ira, ataque personal, polémica o discurso.
La Concepción del Amor Cortés
Los trovadores estaban íntimamente ligados a las cortes. La cortesía suponía la perfección moral y social, e incluía los conceptos de lealtad, valentía y generosidad. El amante cortés sufre de una enfermedad amorosa. Los sentimientos se describen como síntomas de lo que se conoce como mal de amores. Normalmente, la dama es esquiva y arisca. Lo máximo que puede alcanzar el amante de ella es la piedad, que se refleja cuando ella le da una prenda. Es un amor desde el principio no correspondido.
Lírica Culta Gallego-Portuguesa
En la lírica culta gallego-portuguesa sobresalen las cantigas de amor, siglos XII y XIV. Son herederas de la cansó provenzal. El yo poético es un hombre que se dirige a una dama, su señor, ante la que se queja de su indiferencia o actitud hostil. En las cantigas de amor el gozo amoroso se transforma en tristeza y tormento, y amar y morir se equiparan. No hay presencia de elementos de la naturaleza. Además de esta vertiente amorosa, la lírica culta gallego-portuguesa incluye también un cancionero de burlas y un cancionero religioso:
- Cancionero de burlas: Integrado por dos tipos de composiciones, las cantigas de escarnio y las cantigas de maldecir.
- Cancionero religioso: Constituido por las Cantigas de Santa María del rey Alfonso X el Sabio. La mayoría son narrativas y relatan sus milagros. Los versos varían entre las dos y las veinticuatro sílabas, y destaca el alejandrino.
Lírica Culta Árabe y Hebrea
En los siglos X y XI surgieron en al-Ándalus dos tipos de poemas estróficos: el zéjel y la moaxaja. El tema fundamental de ambas composiciones es el amor, frecuentemente de tipo homosexual. El escenario es urbano; se mencionan ciudades como Sevilla, Huesca o Guadalajara, pero también Bagdad. Entre la moaxaja y el zéjel existen diferencias relativas tanto a la lengua como a la estructura. La moaxaja se escribió en árabe clásico, pero pronto fue adoptada por poetas hispano-judíos, quienes emplearon el hebreo clásico. La última estrofa se remataba con unos versos, denominados jarcha. El zéjel se compuso en árabe dialectal y carecía de jarcha.
Lírica Primitiva Popular
Las manifestaciones peninsulares de la lírica primitiva popular son las jarchas andalusíes, las cantigas de amigo gallego-portuguesas y los villancicos castellanos.
Jarchas
Las jarchas son los versos que cerraban las moaxajas, compuestas en romance. Aunque pueden alcanzar hasta ocho versos, la mayoría de las jarchas constan de cuatro versos, sobre todo hexasílabos y octosílabos, con rima preferentemente consonante. El tema es casi siempre amoroso: el emisor, una joven enamorada, cuenta su sufrimiento a su madre, hermanas o amigas, en un entorno urbano. Un rasgo característico es la mención del amado por medio del sustantivo habib.
Cantigas de Amigo
En las cantigas de amigo gallego-portuguesas el emisor es también una muchacha enamorada que expresa sus sentimientos a su madre, hermana o amigas: dolor por la muerte o ausencia del amado, ansiedad, melancolía o alegría por su regreso. En ellas, la naturaleza cobra gran importancia. A diferencia de las cantigas de amor, las de amigo presentan un lenguaje popular y un léxico concreto. Su forma habitual es la estrofa monorrima seguida de un estribillo también monorrimo, pero con una rima distinta (estrofa monorrima: riman todos los versos con la misma rima). Tipos de cantigas:
- Cantigas de romería: El lugar de encuentro de los enamorados es una ermita, una romería o un santuario.
- Cantigas de mayo: El entorno es primaveral.
- Cantigas marineras: Se localizan a la orilla del mar.
La descripción femenina posibilita distintos tipos de villancicos: la mujer morena, la malcasada, la malmonjada, la niña enamorada.
Villancicos
En Castilla se componen poemas cultos cuyos primeros versos se denominan villancicos. El tema más común es el amoroso y coincide con el de las jarchas y las cantigas: una doncella enamorada se lamenta por su situación. El lugar del encuentro es un entorno rural. En los villancicos es frecuente la ausencia de adjetivos, las oraciones exhortativas y desiderativas y las repeticiones. Otros villancicos tratan sobre la llegada de la primavera o son canciones de trabajo, de vigía, etc.
La Poesía Cancioneril
La nobleza se reunía en los palacios y se dedicaba al cultivo de las ceremonias cortesanas y a la poesía. Así surgió la poesía cancioneril. Tiene su base en la poesía trovadoresca. El nombre se debe a que se encuentra recopilada en cancioneros. En estas colecciones se recogen dos tipos de composiciones:
- Cantigas: Poemas breves destinados al canto, normalmente de tema amoroso. Tenían una forma fija constituida por la cabeza (que expresaba el motivo de la composición), variación (serie de versos con rima diferente) y vuelta (versos finales que retoman la rima de la cabeza).
- Decires: Composiciones más largas, compuestas por un número indeterminado de estrofas y destinadas a la lectura. Desde mediados de siglo se denominaron coplas.
La poesía cancioneril prefiere el octosílabo acompañado a veces del pie quebrado: un verso que tiene la mitad de sílabas que el resto de versos del poema en que aparece.
Poesía Amorosa
Exceptuando casos como el Cancionero de Baena, que contiene en su mayor parte poesía moral o didáctica, el tema principal es el amor cortés. Se presenta como una fuerza sobrecogedora que se incrementa con la resistencia de la amada: se acepta el sufrimiento por amor, y hasta se halla placentero; incluso se prefiere la muerte por amor a su carencia. A veces, la mujer aparece como la bella dama sin piedad, a la que el enamorado suplica. El léxico expresa el sometimiento del caballero a la dama (servicio, servidumbre, cárcel, cautivo) y también se relaciona con la guerra y con la religión. No aparece descripción alguna de la mujer: solo se habla de sus ojos y del corazón.
Poesía Moral y Religiosa
La poesía cancioneril aborda también cuestiones relacionadas con la inestabilidad socioeconómica del siglo XV. La poesía religiosa critica la corrupción y relajación de las costumbres; su objetivo es provocar sentimientos de pena y piedad basándose en el amor desinteresado. Incluye gozos, pesares y loores de la Virgen, y en el último cuarto de siglo, se incorpora la figura de Cristo.