Lirica modernista


EL GÉNERO LÍRICO:

El género lírico está formado por obras en las que el autor expresa de forma subjetiva sus ideas y sentimientos. Los textos líricos se conocen como poemas.

CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO LÍRICO:

Empleo intensivo de la función poética: se emplean un elevado número de figuras estilísticas.

Presencia de la función expresiva: es un vehículo de transmisión de la intimidad, de las experiencias más personales y subjetivas.

Uso de palabras con valor connotativo: palabras con calor evocador y sugerente.

Concentración y brevedad: se intenta evitar la dispersión temática.

Escasa presencia de elementos narrativos: las alusiones al espacio y al tiempo poseen valores simbólicos.

Uso mayoritario del verso: normalmente se utiliza el verso por la sonoridad que otorga, el esfuerzo de condensación que exige y su capacidad para estilizar el mensaje.

Ritmo y musicalidad: se consigue mediante la repetición de sonidos, la distribución de sílabas, pausas y acentos, secuencias sonoras o sintácticas, etc.

Variedad de temas, formas y tonos.


PRINCIPALES SUBGÉNEROS LÍRICOS

Elegía: se expresa dolor por la muerte de un ser querido. Contiene críticas a la muerte y un elogio del difunto.

Égloga: el poeta expresa sus sentimientos amorosos en boca de pastores en un paisaje natural idealizado.

Oda: tono elevado que ensalza sentimientos, personas, hechos, etc.

Himno: poema que honra a una persona destacada, celebra un suceso memorable, o expresa entusiasmo.

Sátira: poema burlesco en el que se censuran o ridiculizan vicios o defectos.

Canciones: desde muy antiguo el género lírico ha estado asociado a la música. De este modo, podemos hablar del subgénero de la canción, que abarco muchos temas y tonos.

Haiku: breve composición de origen japonés acerca de un tema enraizado en la naturaleza.

Soneto: consta de dos estrofas de cuatros versos que presentan un tema o idea, seguidos de dos tercetos de carácter argumentativo que cierran el poema.

LA LÍRICA DEL SIGLO XX HASTA 1939

Inicios de siglo. El Modernismo:

A finales del siglo XIX se produjo un cambio de mentalidad artística. El movimiento literario correspondiente a este periodo es conocido como Modernismo.

El Modernismo se inspira en dos movimientos del siglo XIX: el Parnasianismo (tendencia formalista) y el Simbolismo (intimista).

Los temas básicos del Modernismo son la soledad, el escapismo, el cosmopolismo, el amor y el erotismo. La nueva estética se caracteriza por el afán de innovación, la originalidad, y la búsqueda de la perfección formal.

Rubén Darío y Manuel Machado son los principales representantes del Modernismo.

Antonio Machado será el principal poeta del Modernismo simbolista. Su primera obra,  Soledades, galerías y otros poemas reflexiona acerca del paso del tiempo y la muerte. En su segunda obra, Campos de Castilla, aparece el tema de España además de una serie de poemas dedicados a su mujer, Leonor, antes y después de su temprana muerte.

Juan Ramón Jiménez se inicia en la estética modernista (Sonetos espirituales), para ir fraguando a lo largo de su vida un estilo esencial y propio. Para el poeta moguereño, la escritura es una búsqueda constante de la belleza y de la perfección, de ahí que rescribe permanentemente su obra. Concibe la poesía como forma de conocimiento. El deseo de eternidad es uno de sus temas constantes. Sus obras fundamentales son: Diario de un poeta recién casado o Dios deseado y deseante.

En lo referente a la métrica modernista, esta se caracteriza por la experimentación y la renovación. Se usan versos alejandrinos, dodecasílabos y eneasílabos, escasos en la tradición poética anterior y se introducen novedades en las estrofas clásicas como, por ejemplo, la aparición del verso libre o sonetos de arte menor (sonetillos).

 

MODERNISMO Y 98

ANTONIO MACHADO:

Es el principal poeta del Modernismo simbolista. Nació en Sevilla. Se trasladó a Madrid, y en París conoció la obra de los simbolistas franceses. Fue catedrático de francés en Soria (donde se casó con Leonor) hasta la muerte de su mujer. Marchó a Segovia y más tarde tuvo que exiliar a Francia durante la Guerra Civil, y allí murió.

Su obra. Sus dos primeros libros fueron:

Soledades, Galerías y otros poemas. Esta obra pertenece al Modernismo simbolista. Trata los temas del paso del tiempo, la melancolía, Dios y, sobre todo, la muerte, una constante en su obra. Se vale de algunos símbolos como la tarde o la fuente, que encierran su concepto de tiempo.

Campos de Castilla. Se observan descripciones subjetivas de paisajes y una actitud crítica (denuncia de los problemas del país…). También apreciamos hermosas composiciones dedicadas a su mujer Leonor, en las que a través del paisaje se muestra el estado de ánimo del poeta.

Machado escribió también teatro y prosa.

Temas.

-El tiempo es la preocupación principal de Machado. Crea distintos símbolos: la fuente, el reloj, el agua, el camino… En sus poemas nos trasmite su angustia por el paso del tiempo.

-La soledad, compañera del poeta.

-El sueño como forma de conocimiento, de acercamiento a la realidad profunda de las cosas.

-El amor evocado.

Dios, desde una doble perspectiva, sufre una crisis de fe a la muerte de Leonor, por otro lado medita constantemente sobre la existencia y la noción de Dios.

Los sentimientos que el poeta refleja son consustanciales al ser humano. Su poesía refleja lo que el poeta denomino universales del sentimiento. Esos universales del sentimiento se refieren a tres grandes temas: el tiempo, la muerte y Dios.

Estilo. Se caracteriza por la presencia de símbolos. Los principales son la tarde, el reloj o el agua. La sencillez formal y métrica aporta la esencialidad y la sobriedad características del 98. Son habituales los poemas alejandrinos y la rima asonante en los versos pares.

JUAN RAMÓN JIMENEZ:

Nace en Huelva y marcha a Sevilla, Madrid y Burdeos tras la muerte de su padre, aunque regresa en 1905. Se casa con Zenobia Camprubí. Recibe el Premio Nobel y tres días más tarde muere Zenobia y después fallece Juan Ramón en Puerto Rico.

Obra. El propio Juan Ramón Jiménez propuso dos clasificaciones de su obra:

-En Eternidades divide su producción en cuatro etapas: poesía pura, etapa modernista, etapa de progresiva simplificación y poesía desnuda.

-Posteriormente, la clasifica en tres etapas:

– Etapa sensitiva. Hasta 1916, fecha de Diario de un poeta recién casado; se distinguen a su vez dos momentos:

-Primeros libros. Obras teñidas de tristeza muy influida por Bécquer y por los simbolistas franceses. Se incluyen en esta época títulos como Arias tristes, Jardines lejanos o Elegías.

-En un segundo momento, aparecen los temas típicos del Modernismo, pero tratados de forma personal: la belleza, el amor, los pájaros, las flores. Destaquemos La Soledad sonora. En prosa poética escribe Platero y yo.

– Etapa intelectual. Es una poesía más conceptual y compleja. Los títulos más significativos son Diario de un poeta recién casado, Eternidades y Piedra y cielo. Se trata de poemarios de raíz simbolista en los que el poeta siente deseos de renombrar las cosas para descubrir su pureza original. De ahí la llamada a la intelijencia para que le dé el nombre exacto de las cosas. Destaca la presentica del mar, símbolo del eterno tiempo presente, de la unidad del cosmos, del ansia de eternidad.

– Etapa suficiente. Nos presenta un poeta obsesionado por el tema de la vida poética, de la eternidad, del deseo de trascendencia en su obra. El escritor-poeta se vuelve poesía, es un dios porque crea, es creador (dios deseante); también es un dios a partir de lo que ha creado (dios deseado).

Estilo. Para él, la poesía es belleza, conocimiento y ansia de eternidad:

-Belleza. La búsqueda y la expresión de lo bello lo convierten en un poeta conscientemente minoritario.

-Conocimiento. Su poesía implica un intenso deseo de profundizar en el auténtico ser de las cosas. Emplea el símbolo.

-Ansia de eternidad. El poeta, eterno y perdurable bello, sobrevive a la muerte.

Poesía pura. Se caracteriza por la esencialidad, la abstracción y la eliminación de todo lo anecdótico. Es el resultado de un proceso selectivo, depurador y despersonalizador que trabaja constantemente la palabra.

VANGUARDISMO Y GENERACIÓN DEL 27:

Las vanguardias son los movimientos artísticos que se desarrollaron al principio del siglo XX con voluntad de rebeldía frente a la concepción del arte basada en la imitación de la realidad. Dejaron su huella en España y en toda Europa y  trajeron consigo formas transgresoras y rupturistas.

De una síntesis entre la innovación vanguardista y el amor por la tradición surge la Generación del 27. La forman: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, entre otros. Estos poetas conciben a la poesía como un arte capaz de interpretar y renovar la realidad. Buscan la perfección formal y conceptual; emplean formas métricas tradicionales e innovadoras (el verso libre); alternan lo culto y lo popular; evolucionan desde una poesía pura, vital e idealista, a una poesía social y comprometida. Durante la Guerra Civil fallece Lorca, el grupo se dispersa: la mayoría marcha al exilio.

Los autores andaluces del grupo del 27 son:

Vicente Aleixandre: nació en Sevilla y fue premio Nobel. Sus temas son: el amor como impulso erótico  que lleva a la destrucción; la naturaleza como fuente de vida. Su primera etapa es surrealista (“Sombra del paraíso” y “La destrucción o el amor”).  En su segunda etapa se centra en el hombre (“Poemas para la consumación”).

Federico García Lorca: fusión de lo tradicional con la vanguardia y la poesía pura. Destaca “Poemas del cante jondo” y “Romancero gitano”; piezas de tema andaluz con mezcla de tradición y surrealismo. Más tarde compone “Poeta en Nueva York” donde habla de personajes marginados en una estética vanguardista. ”Llantos por la muertede Ignacio Sánchez Mejías” y los “Sonetos del amor” son sus últimas obras donde trata temas como el amor, el erotismo, la angustia…

Rafael Alberti: se inicia en la estética neopopularista con métrica tradicional (“Marinero en tierra”). Le sigue una etapa gongorina y una etapa surrealista (“Sobre los ángeles”). Con la llegada de la Guerra hace una poesía más comprometida social y políticamente (“Un fantasma recorre Europa”). En el exilio compone “Entre el clavel y la espada” y “Roma, peligro para caminantes”.

Luis Cernuda: poeta del amor por excelencia. “Perfil del aire”, es su primer libro, con poesía pura. También escribe libros surrealistas “Los placeres prohibidos”. Sus grandes obras son: “La realidad y el deseo” y “Ocnos” (temas: soledad, angustia, deseo de belleza absoluta). En el exilio compone “Desolación de la quimera”. Por la característica de su poética (renuncia a la rima, a los ritmos marcados y al lenguaje ortodoxamente poético) es el que más ha influido en las generaciones posteriores.

FEDERICO GARCÍA LORCA

Poesía. Fue Lorca un poeta riguroso en el que se aúnan sabiamente inspiración. Confluyen en él la capacidad para conocer y asimilar todo tipo de poesía, y la facultad para personalizar y hacer suyos todos los influjos. Formalmente, aparecen unidas en su poesía la pasión y la perfección. En su obra de inspiración folclórica encontramos recuerdos de juegos, amores imposibles, evocación melancólica de la niñez. En sus composiciones de inspiración personal, será el sentimiento del destino trágico del hombre. Los principales poemarios de Lorca son:

Canciones. Lorca depura y esencializa la lirica popular, que ha podido sentir plenamente en forma de juegos y canciones durante su infancia.

Poema del Cante Jondo. Lorca expresa su dolor ante la vida a través de los cantes de nuestra tierra.

Romancero Gitano. Lorca se preocupa por los marginados. Aparece el tema del destino trágico del hombre.

Poeta en Nueva York. Es una obra surrealista, escrita en versos libres que refleja el impacto que esta gran ciudad le produjo. Se advierte el ahogo y la rebelión contra un mundo deshumanizado. Los temas son el materialismo, la esclavitud del hombre por la maquina, la injusticia social, los negros (marginados como gitanos).

Sonetos del amor oscuro. Desarrollo el tema del amor prohibido.

Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Es una gran elegía a la muerte de su amigo torero, donde se fusiona lo popular y lo culto.

RAFAEL ALBERTI:

Rafael Alberti (1902 – 1999). Nació y murió en Puerto de Santa María (Cádiz). Desde su Cadiz natal se trasladó a Madrid. Recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra Marinero en Tierra. Desempeña diversos cargos políticos. Su exilio trascurre entre París, Argentina y Roma. Regresa a España y recibe el Premio Cervantes.

Obra. En su obra podemos encontrar gran variedad de temas, tonos y estilos. Los temas recurrentes en su poesía son:

-La continua vuelta a sus raíces.

-La búsqueda ininterrumpida de la “arboleda perdida” (paraíso perdido).

-La irreprimible nostalgia por su tierra, por el mar, por España.

Las principales etapas de su obra son:                  

1.- Etapa neopopular. Desarrolla el motivo de la nostalgia, centrada en su tierra natal y en el mar, como símbolo de la pureza asociada a la infancia, al paraíso original.

Marinero en tierra.

La amante.

El alga de alhelí.

2.- Etapa de barroquismo y vanguardismo.

Cal y canto. Poemario gongorino y futurista en el que se observa un gran dominio de la técnica. Aborda el mundo de los mitos modernos. El título hace referencia al hermetismo de esta lírica.

Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos. Se trata de un libro futurista dedicado a las figuras del cine mudo.

3.- Etapa surrealista.Sobre los ángeles. Responde a una crisis religiosa y vital del poeta y es, quizá, su obra maestra. Está escrita en versos libres, cortos al principio, progresivamente mayores (versículos). El poeta se ve sin luz para siempre, expulsado del paraíso perdido, y va errando por un mundo caótico y sin sentido. Los ángeles simbolizan la crueldad, la tristeza, la muerte, etc.

Sermones y moradas.

Sobre los ángeles.

4.- Etapa cívica. Se trata de obras de temática social y política, de tono revolucionario. Es una poesía de urgencia, a veces de calidad, a veces panfletaria.

Elegía cívica.

El poeta en la calle.

De un momento a otro.

5.- Etapa de exilio. Se caracteriza por la mezcla de diversos estilos y temas; predominan las obras sobre el destierro y la añoranza de la patria perdida. También continúa escribiendo poesía política.

Retornos de lo vivo lejano.

Roma, peligro para caminantes.

Estilo. En la poesía de Alberti conviven la tendencia folclórica y de acercamiento a la poesía popular con el lenguaje vanguardista, complejo y rupturista. Ejemplos:

Marinero en tierra.

Sobre los ángeles.

Se trata de una poesía en permanente cambio, que bebe de las fuentes tradicionales para revitalizarlas y renovarlas, de ahí la constante evolución estilística de este poeta.

LA LÍRICA DESDE 1940 A LOS AÑOS 70

Los primeros años. La poesía de la primera posguerra está fuertemente condicionada por la situación histórica española. Ante el horror de la guerra recién concluida, los poetas buscan respuestas y realizan una poesía espiritualista que dirige a Dios sus quejas. Con posterioridad, surge la poesía social.

La actividad lírica se centra en revistas literarias:

Garcilaso agrupa, a los poetas más cercanos al régimen oficial, que cultivan una lírica de corte clásico, que ofrece una visión optimista del hombre y el mundo: Luis Rosales, Leopoldo Panero…

Espadaña es la revista de los poetas contrarios al régimen, que aportan una visión desarraigada de un mundo conflictivo e imperfecto: Blas de Otero…

Pablo García Baena y el grupo «Cántico». En la posguerra también hubo lugar para la poesía pura, gracias a un grupo de poetas cordobeses que fundan la revista Cántico. Su nombre procede de la obra del poeta puro por excelencia en nuestra poesía, Jorge Guillén. Se hallan muy influidos por el intimismo y el refinamiento de Luis Cernuda. Pablo García Baena es el principal representante del grupo «Cántico». El amor es el tema fundamental (trata de amores prohibidos).

El postismo. La revista Postismo se autodefine como el surrealismo ibérico. El gaditano Carlos Edmundo de Ory es su fundador. Se trata de un movimiento que reivindica la libertad creativa y el sentido lúdico del arte.

Poesía espiritual. Poesía social. La primera poesía de posguerra se caracteriza, frecuentemente, por un tono individualista. Los poetas alzan sus ojos a Dios para pedirle explicaciones acerca de lo que observan a su alrededor. Poco a poco, se irá modificando esta tendencia inicial, de manera que a finales de los cuarenta surge en España una poesía denominada social en la que asistimos a una evolución del yo (protagonista de la lírica espiritualista de los 40) al nosotros.

Los dos autores más representativos son Gabriel Celaya (Cantos iberos) y Blas de Otero (Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia, Pido la paz y la palabra). Comienza también a escribir José Hierro.

La poesía social evita los problemas individuales, para centrarse en lo colectivo. Asimismo, se rechaza el esteticismo y la poesía pura: el poeta debe dejar de lado sus problemas personales y comprometerse, tomar partido ante la situación del momento. Se pretende crear una poesía clara que emplea rasgos coloquiales en su afán de claridad.

La generación de los 50. A mediados del siglo XX irrumpe un nuevo grupo de poetas que se aparta de la poesía social. La poesía de estos autores vuelve a preocuparse por el Hombre; se trata de una poesía inconformista y escéptica (dudan de la capacidad de la poesía para transformar el mundo) que se centra en lo cotidiano y recupera el intimismo.

BLAS DE OTERO.

Nació en Bilbao. Su militancia en el Partido Comunista, marcan su carácter y su estética. Su poesía metafísica primera se va angustiando hasta desembocar en una poesía para la inmensa mayoría, social y concreta, aunque su compromiso social no le hizo perder lirismo.

Obra. Es el poeta más importante de la poesía desarraigada. Su obra se divide en dos etapas claramente diferenciadas:

1.- Etapa metafísica (espiritualista). Se trata de obras donde el poeta se rebela angustiosamente ante Dios, la religiosidad que surge del dolor y de la soledad que invaden al hombre. Suele usar estrofas clásicas como el soneto.

Ángel fieramente humano.

Redoble de conciencia.

2.- Etapa social (el hombre). La palabra alcanza valor estético y ético, y sirve para denunciar y comunicar los horrores del hombre, la estupidez de un presente que lo condena al dolor y al sufrimiento. El valor de la palabra le sirve como tabla de salvación. Las obras correspondientes a esta etapa fueron: Pido la paz y la palabra, Que trata de España y En castellano.

Estilo. Domina la lengua literaria y sus recursos. Su estilo impresiona por su alto grade de perfección; cuida desde la fonética hasta el léxico.

LA LÍRICA DESDE LOS AÑOS 70 A NUESTROS DÍAS

Los novísimos. Tras la revolución cultural del «mayo del 68», surge un nuevo grupo de poetas conocido como Generación del 68 o novísimos. Plantean un amplio concepto de la cultura, que incluye manifestaciones marginales o no consideradas hasta entonces. Los novísimos sienten a Aleixandre o Cernuda como modelos y revitalizan al grupo «Cántico» y al Postismo. El grupo lo forman Leopoldo María Panero y Manuel Vázquez Montalbán, entre otros.

Últimas generaciones de poetas. Desde los años 70 se advierte una mayor variedad en la lírica española. La década se inicia bajo la influencia de los novísimos y aparecen nuevas tendencias:

Experimentalismo. Basado en la utilización de las antiguas técnicas vanguardista.

Culturalismo. El poeta manifiesta un vasto dominio cultural.

Surrealismo. Se trata de una poesía fuertemente erótica.

Poetas metalingüísticos. La también llamada poesía del silencio o minimalista entronca con la poesía pura y se orienta hacia la indagación sobre el lenguaje.

Poesía de la conciencia. La poesía se concibe como acción social y hasta política.

Poesía de la experiencia. Es la tendencia poética más característica de los últimos años. Tras el declive de la estética novísima, se produce una recuperación de la generación del medio siglo. Se observa una tendencia a la recuperación de ciertas formas métricas, combinada con el uso de un lenguaje cotidiano. El tono suavemente elegíaco. Tampoco faltan elementos irónicos y humorísticos. En cuanto a los temas, destacan los urbanos, extraídos de la experiencia vivida por los propios poetas. Se aprecia un lenguaje muy elaborado y elegante.

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