Literatura del siglo XIX: Romanticismo, Realismo y Naturalismo


Literatura del s.XIX

El siglo XIX: Romanticismo, Realismo y Naturalismo. Durante la 1º mitad del siglo XIX se desarrolló el Romanticismo. Esta corriente, nacida a finales del XVIII en Alemania e Inglaterra, se extendió por Europa y América. El Romanticismo no es solo una corriente artística, sino un amplio movimiento que exalta los sentimientos y repercute en todos los órdenes de la vida: cultural, política, sociedad. Los románticos manifiestan ante los valores de la sociedad y, tanto en la vida social y política como en la artística, consideran que el mayor bien del individuo es la libertad. Por ella se lucha y se redactan nuevas leyes que reconocen el derecho de todos los pueblos y de las personas a expresarse y a ser ellos mismos. En la 2º mitad del siglo XIX apareció el Realismo, movimiento que sustituyó la imaginación romántica por la observación, pues pretendía reflejar la vida cotidiana y social tal como es. Si el romántico busca la información en su mundo interior, el realista muestra la realidad exterior de forma objetiva y despersonalizada. Hacia 1870 se inició el Naturalismo en Francia, tendencia que llevaría hasta sus últimas consecuencias los principios del realismo. En las últimas décadas del siglo XIX, coincidiendo con el Naturalismo, se desarrollaron unas corrientes antirrealistas: el parnasianismo y el simbolismo.

Sociedad y cultura en el siglo XIX

La sociedad europea del siglo XIX está marcada por 2 circunstancias: la herencia de la Revolución Francesa y la industrialización. Ambos factores condicionan el pensamiento político y la configuración social. La 1º mitad del siglo XIX, época del Romanticismo, se caracteriza por los enfrentamientos entre el absolutismo y el liberalismo. Éste se va abriendo paso en muchos países por diferentes causas: a) la burguesía aumenta su poder económico y político e intenta modificar las estructuras sociopolíticas dominadas por la nobleza. Con el acceso de la burguesía al poder, se expanden las ideas de libertad, igualdad y fraternidad postuladas por la Revolución Francesa. Esos principios son la base del liberalismo. b) La política expansiva de Napoleón sume a Europa en una guerra durante los primeros años del siglo XIX, lo cual produce una doble reacción. Por una parte, provoca la oposición de las monarquías, que acabarán derrotando a los ejércitos napoleónicos en 1815 e intentarán imponer los ideales del Antiguo Régimen. Por otra parte, favorece una reacción nacionalista, pues los pueblos invadidos reafirman su identidad histórica y cultural frente al invasor. Ante una sociedad que comienza a industrializarse y que presenta graves problemas sociales, políticos e ideológicos, el Romanticismo expresa la insatisfacción desde actitudes tradicionalistas o revolucionarias. Ambas posturas coinciden en rechazar una sociedad materialista y en la búsqueda de un mundo ideal. El Romanticismo tradicional manifiesta el inconformismo de quienes desean volver a los valores religiosos, patrióticos, aristocráticos y tradicionales del Antiguo Régimen. El Romanticismo liberal defiende los principios de igualdad, fraternidad y libertad, que considera que han sido traicionados. También exalta el progreso, el liberalismo, la libertad del individuo y los derechos humanos.

La 2º mitad del siglo XIX

, etapa del Realismo y del Naturalismo, se caracteriza por el crecimiento de la industrialización. De esta situación se derivan otros elementos que definen la época. a) Se inician los movimientos obreros revolucionarios, que adquieren importancia a partir de la revolución de 1848. Ese año aparece El manifiesto de Marx y Engels, que sintetiza los principios socialistas y que encuentra eco en sectores obreros e intelectuales. b) La burguesía consolida su poder y deriva hacia posiciones y gobiernos cada vez más conservadores, como el de Luis Bonaparte en Francia. c) En el terreno de las ideas se desarrolla el pensamiento positivista, que defiende que el saber se basa en la experiencia y hechos comprobables. El positivismo provoca el auge de las ciencias, que alcanzan un gran prestigio: El método experimental de Claude Bernard, el evolucionismo de las especies de Darwin, y las leyes sobre la herencia de Mendel. En la estética, el arte realista y naturalista se hace eco de las transformaciones y los conflictos sociales, y a menudo defiende ideas políticas.

La estética del siglo XIX: El Romanticismo, Realismo y Naturalismo.

El Romanticismo presenta las siguientes características: a) Individualismo. El Romanticismo se rebela contra todo lo que se opone a su yo personal, contra aquello que limita sus aspiraciones amorosas, sociales o políticas, de ahí que las obras expresen la intimidad del artista y den una visión subjetiva de la realidad. b) Rechazo de la realidad. Los límites que el mundo impone al romántico le producen un sentimiento de frustración y reacciona mediante la evasión o la rebeldía. La evasión le permite refugiarse en la imaginación de mundos fantásticos, de países exóticos o de épocas pasadas. La rebeldía contra el orden establecido y las costumbres convencionales está presente en muchos temas románticos: la rebeldía política, la defensa de marginados, etc. c) Defensa de la libertad. La libertad constituye la base del pensamiento romántico, pues se considera fundamental en todos los órdenes de la vida: en lo social, político o artístico. En el arte, los románticos aspiran a expresar el sentimiento, la pasión o lo irracional sin ataduras ni convenciones. Por ello rechazan las reglas neoclásicas. d) La naturaleza. El mundo natural adquiere importancia en el arte y el paisaje se adapta al estado de ánimo del autor. Son frecuentes los paisajes intrincados, ásperos o desolados. Estos paisajes intensifican los sentimientos de melancolía, tristeza, soledad, exaltación y angustia por la muerte. e) El nacionalismo. Esta doctrina se revitaliza durante el Romanticismo. Frente al uniformismo universalista neoclásico, los románticos valoran los rasgos peculiares de su país, como la historia, costumbres, lengua, etc. El Realismo sustituye el idealismo romántico por el racionalismo. Sus principales características son las siguientes: a) El deseo de reflejar la realidad social con exactitud y objetividad, partiendo de la observación. b) El interés por el mundo exterior, que sustituye al intimismo romántico. El Realismo aspira a que el arte sea una crónica social y humana. Recoge temas, ambientes y personajes verosímiles que se sitúan cercanos al autor y al público. Tema por excelencia: la sociedad burguesa. El Naturalismo intensifica los principios del Realismo e incorpora la visión determinista del evolucionismo y de las leyes sobre la herencia. El Naturalismo está caracterizado por los siguientes aspectos: a) Para realizar un documento detallado de la realidad, el artista emplea los métodos de las ciencias experimentales y aplica el determinismo. b) Reproduce ambientes sórdidos o desagradables, y presenta personajes marcados por la herencia y por el medio. El Naturalismo representa una corriente crítica que denuncia carencias e injusticias sociales.

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