LA LITERATURA DESDE LA GUERRA CIVIL
La Guerra Civil de 1936 fue un hecho histórico que tuvo amplia repercusión en la producción literaria española y latinoamericana.El arte en general y la literatura en particular siempre han estado, de diversos modos, vinculados con la realidad histórica y social de una determinada nación o grupo cultural.El autor, obedeciendo a múltiples condicionamientos, aborda la realidad y la trabaja con una retórica particular que permite ver el texto no como la realidad misma, sino como una imagen de ella. Es por ello que podemos encontrar varias versiones sobre lo acaecido en ella. Las diversas concepciones de un mismo hecho histórico están justificadas por las diferencias ideológicas de quienes participaron, directa o indirectamente. La Guerra Civil supuso un corte radical con los planteamientos literarios que se habían desarrollado en el primer tercio del siglo XIX. En ella predominó una literatura de propaganda ideológica – republicana o nacional – en la que no primó, en general, la calidad literaria. Los escritores españoles, especialmente los poetas, se propusieron crear una poesía que encarnara su sentir, ya fuera en contra o a favor del proceso revolucionario. Unos alababan el sistema político que regía los destinos de España y otros adaptaron una actitud más comprometida con el pueblo y con la realidad que éste estaba viviendo.
La poesía de estos últimos busca transformar la sociedad, además de su riqueza estética y es transmisora de las ideas revolucionarias y humanizantes
Por ello, los poetas asumen un papel de auténtico compromiso con la causa que defienden y producen una poesía social. El propio García Lorca había expresado su insatisfacción y su rechazo ante el estéril esteticismo que predominó en las primeras décadas del siglo XX y con ello abraza la idea de un arte cercano a la realidad que vivía el pueblo español.Los poetas que trabajaron durante la guerra también fueron llamados Generación del 36.En ella encontramos autores como Miguel Hernández, Luis Rosales, Carmen Conde, Luis Felipe Vivanco, José Antonio Muñoz, etc. Es una generación que también recibió otros nombres como Generación del 31 y Generación del 35-40.
Quienes formaban parte de ella tuvieron el antecedente histórico de la Segunda República. Estos autores se sintieron apartados del brillante juego poético y se aproximaron más al hombre. La poesía de esta generación vale no solo por su materialidad lingüística y estética, sino especialmente por su trascendencia y su capacidad para informar sobre lo que estaba ocurriendo en el contexto. Los poetas republicanos criticaban una España tradicionalista, anquilosada y estancada, que no encontraba el camino adecuado para superar un orden social que contribuía a fomentar las injusticias contra los marginados y desposeídos.Los poetas nacionalistas querían una España libre de todas las influencias negativas de la doctrina marxista, que según ellos conducía al desastre material y moral. Abogaban por una España trabajadora, fecunda, armoniosa y disciplinada. La Guerra Civil Española generó una actividad política, intelectual y cultural muy importante que propicia un cuestionamiento de la nacionalidad española y a la vez reafirmación de sus valores. También puso en evidencia la inestabilidad mundial y las luchas que se estaban gestando en los países europeos por alcanzar la hegemonía mundial. Representa, en términos muy esquemáticos, el enfrentamiento entre el totalitarismo y la libre autodeterminación de los pueblos. Finalizado el conflicto, la transmisión del mundo cultural anterior se vio entorpecida con la muerte de algunos pensadores, artistas y escritores (Lorca fue el primero) y el exilio de muchos otros (del grupo del 27). Con la dictadura de Franco se implantó una censura que controló la divulgación de obras españolas contrarias a la ideología dominante e impidió la difusión de obras extranjeras. Desde entonces, la evolución de la literatura española ha estado ligada a las sucesivas transformaciones políticas y sociales vividas en el país. Como conclusión podemos decir que la Guerra Civil española trascendió más allá de España y de sus intelectuales y poetas. Hubo otros hombres provenientes de otros países que se solidarizaron con aquellos que luchaban contra el régimen que gobernaba, como el norteamericano Ernest Hemingway, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Octavio Paz, César Vallejo, etc. Destaca especialmente Pablo Neruda quien adoptó una actitud beligerante y una posición firme y radical frente a los grandes crímenes y brutalidades que se estaban suscitando. Según confiesa Neruda, La Guerra Civil cambió su poesía, especialmente con el primer y gran doloroso suceso: la muerte de Federico García Lorca, con quien compartía muchas de sus inquietudes y a quien apreciaba.