El Mester de Clerecía: Características y Obras Principales
El mester de clerecía (oficio de clérigos) se refiere a los poemas narrativos compuestos en los siglos XIII y XIV por autores cultos, denominados clérigos. Estos autores eran hombres de letras, divulgadores de la cultura escrita, formados en las primeras universidades que gradualmente reemplazaron a los monasterios. Aunque muchas obras del mester de clerecía son anónimas, destacan figuras como Gonzalo de Berceo (siglo XIII) y el Arcipreste de Hita, autor del Libro de Buen Amor (siglo XIV).
Contenido y Temática
El contenido del mester de clerecía se basa en textos latinos como la Biblia, vidas de santos, colecciones de milagros y textos escolares. Se citaban las fuentes, ya que en la Edad Media se consideraba verdadero todo lo que estaba escrito. Los temas predominantes son religiosos: vidas de santos, milagros y obras sobre la Virgen María. También existen temas históricos o novelescos, centrados en figuras como Alejandro Magno. La finalidad principal es didáctica: enseñar y entretener.
Características Formales
Las obras del mester de clerecía son narraciones en verso, diseñadas para ser leídas en voz alta ante un público poco instruido. El lenguaje es sencillo, incorporando fórmulas juglarescas como paralelismos y llamadas de atención al auditorio. Los clérigos se diferenciaban de los juglares, a quienes consideraban incultos, y empleaban la cuaderna vía: una estrofa monorrima de cuatro versos de catorce sílabas cada uno (versos alejandrinos, llamados así por su uso en el Libro de Alexandre).
Obras Representativas
- Libro de Alexandre: Anónimo, es una versión en romance de una obra latina del siglo XII que introduce la figura de Alejandro Magno en la literatura castellana. Representa el prototipo de soberano que combina sabiduría y fortaleza, pero que termina provocando la ira de Dios.
- Libro de Apolonio: Anónimo, narra las aventuras del rey Apolonio de Tiro. Su estructura sigue el modelo de la novela bizantina, con una historia de amor y aventuras con final feliz, donde los protagonistas son recompensados por su confianza en Dios.
- Rimado de Palacio: Obra del canciller López de Ayala, escrita a modo de confesión. Repasa los mandamientos cristianos y los pecados, describiendo la época del siglo XIV y los vicios que corrompen la sociedad, ofreciendo una visión pesimista de la naturaleza humana.
Otras obras consideradas parte del mester de Clerecía, aunque no utilizan la cuaderna vía, incluyen los Proverbios morales de Sem Tob y Elena y María.
La Poesía Cortesana del Siglo XV
Durante los siglos XV y XVI, en las cortes de reyes y nobles, surgió la moda de los cancioneros: colecciones de poemas reunidas bajo la protección de monarcas y aristócratas. Estos cancioneros incluían imitaciones de poesía tradicional y composiciones cultas.
Heredada de la poesía trovadoresca y de poetas italianos como Dante y Petrarca, el tema más frecuente es el amor cortés. La mujer era considerada un ser superior al que el enamorado rendía culto y vasallaje; el poeta se convertía en siervo de la dama. Francesco Petrarca fue el modelo más directo. Además de los cancioneros colectivos, destacan tres autores principales: el Marqués de Santillana, Juan de Mena y, sobre todo, Jorge Manrique.
Cancioneros Colectivos
- Cancionero de Baena: Recopilado por Juan Alfonso de Baena para el rey Juan II de Castilla, presenta una gran diversidad de tendencias poéticas.
- Cancionero de Estúñiga: Compilado en la corte aragonesa de Alfonso V, muestra una menor influencia de la poesía italiana.
- Cancionero general: Reunido por Hernando del Castillo, recoge la obra de poetas de la época de Enrique IV y los Reyes Católicos.
Estos cancioneros se caracterizan por su artificiosidad, complejidad conceptual y virtuosismo técnico.
Poesía Crítica y Satírica
En el siglo XV, junto a la poesía culta cortesana, coexistieron obras de contenido satírico como las Coplas de la panadera y las Coplas de Mingo Revulgo. Destaca la Danza de la muerte, donde la Muerte invita a personajes de distintas clases sociales a su macabro baile.
La Prosa Medieval: Evolución y Géneros
Las muestras más antiguas de prosa medieval son breves crónicas históricas de finales del siglo XII. En el siglo XIII aparecen obras de mayor elaboración literaria, como las de Alfonso X el Sabio y las colecciones de cuentos. En el siglo XIV, Don Juan Manuel escribe la obra medieval en prosa más significativa, El Conde Lucanor. También surgen los libros de caballerías. El siglo XV ve el nacimiento de nuevos géneros en prosa, como la novela sentimental.
Las Colecciones de Cuentos o «Exemplos»
El «exemplo» es un breve relato que transmite una enseñanza de forma agradable y amena. Las primeras recopilaciones de estos relatos, los ejemplarios, estaban dirigidas a reyes y nobles como guía de conducta. El origen de estos cuentos es remoto; algunos proceden de la India. Los relatos sufrieron transformaciones a lo largo del tiempo y el espacio. Las primeras colecciones traducidas al castellano datan del siglo XIII. Las principales son Calila e Dimna y Sendebar (o Libro de los engaños de las mujeres). Suelen utilizar un marco narrativo para insertar los cuentos dentro de una narración general.
La Prosa de Ficción
Su principal objetivo es el entretenimiento. Se desarrolla en dos géneros principales:
Libros de Caballerías
El primer autor destacado es el francés Chrétien de Troyes, quien se basa en leyendas sobre el rey Arturo y sus caballeros. El protagonista es un caballero de origen noble, con virtudes cristianas y fiel enamorado, que se enfrenta a enemigos y obstáculos. La estructura suele girar en torno a un viaje lleno de aventuras, donde el caballero se prueba a sí mismo, adquiere fama y recupera a su dama. Son frecuentes los elementos sobrenaturales (dragones, hechizos, pócimas, etc.). El libro del Caballero Zifar se considera el primer libro de caballerías en castellano, con contenido didáctico-moral y técnicas de las colecciones de cuentos. A principios del siglo XVI, Rodríguez de Montalvo publicó Amadís de Gaula.
Novela Sentimental
Subgénero popular en el siglo XV. Escritas en forma epistolar, narran el proceso amoroso, con final triste, de dos protagonistas nobles según los cánones del amor cortés. Cárcel de amor, de Diego de San Pedro, fue la más leída.