T13.3 La alternancia en el poder
A partir de las primeras elecciones libres del posfranquismo, España ha vivido el ciclo político democrático más largo de su historia. Esta etapa se ha caracterizado por la alternancia en el gobierno de los dos partidos mayoritarios, el Partido Socialista y el Partido Popular. 3.1. La etapa socialista (1982-1996) Los socialistas del PSOE, dirigidos por Felipe González, gobernaron España durante cuatro legislaturas (1982, 1986, 1989 y 1993). El cambio socialista se concretó en un programa de reformas, que tenía como prioridad la recuperación de la economía, la extensión de los servicios sociales y el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, que se llevó a cabo en 1985. Durante los primeros años, predominó la lucha contra la inflación y se llevó a cabo una profunda reestructuración industrial. Para reducir los efectos sociales de esta política, que llegó a provocar varias huelgas generales, se incrementaron los servicios públicos y las prestaciones sociales, y se dio un gran impulso a las obras públicas (plan de autovías, AVE, etc.). En política interior se aprobó una nueva ley de la enseñanza, que ampliaba la obligatoriedad hasta los 16 años, se realizó una profunda reforma del ejército y se tomaron medidas contra el terrorismo, sobre todo de ETA, que se reflejó en la actuación policial y en la colaboración con Francia. En los últimos años, el gobierno mostró síntomas de desgaste debido al empeoramiento de la situación económica y de la contestación de los sindicatos. Además, la credibilidad de los socialistas se vio muy mermada a consecuencia del estallido de escándalos políticos, como el de los GAL (grupo armado destinado a combatir a ETA al margen de la ley) y el de corrupción, que afectaban a miembros del PSOE. Ante la debilidad del gobierno, se convocaron elecciones anticipadas en 1996, que fueron ganadas por el Partido Popular. 3.2. Los gobiernos del Partido Popular (1996-2004) Cartel de propaganda electoral del PP para las elecciones de 2000..
José María Aznar, dirigente máximo de Partido Popular, gobernó durante dos legislaturas, tras ganar las elecciones en 1996 y en 2000. Los principales esfuerzos de su primera etapa de gobierno se orientaron a la reducción del déficit del Estado, mediante una política de privatización de empresas públicas, y a la disminución del paro, a partir de la firma de acuerdos con los sindicatos. La mejora de la situación económica permitió a España cumplir los requisitos para la entrada en el euro en el año 2002. En la segunda legislatura, con mayoría absoluta en el Congreso, se reformaron sensiblemente algunas leyes del período socialista, relacionadas con la enseñanza, el mundo laboral, la llegada de inmigrantes y la lucha antiterrorista.
En política exterior, se propició el acercamiento a Estados Unidos, que comportó el apoyo a la intervención militar en Irak, realizada en marzo de 2003 sin el respaldo de la ONU. Este hecho provocó una gran oleada de movilizaciones en contra de la decisión del gobierno. Tres días antes de las elecciones generales, convocadas para el 14 de marzo de 2004, se produjo un terrible atentado terrorista en Madrid, realizado por un grupo islamista radical, que dejó un saldo cercano a los 200 muertos y provocó una gran conmoción ciudadana. Este suceso influyó en la victoria del PSOE en las elecciones. 3.3. El retorno de los socialistas (2004-2011) Una de las primeras decisiones de José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo presidente del gobierno, fue la retirada de las tropas españolas de Irak. Posteriormente impulsó una serie de normas legales de carácter social, como la del matrimonio entre personas del mismo sexo, la de la igualdad entre hombres y mujeres, la de ampliación de las ayudas a las personas dependientes y la ley de extranjería para la regularización de los inmigrantes. En esa legislatura se inició un proceso de revisión de varios estatutos de autonomía. Sin embargo, el rechazo del proyecto vasco (2005) y la revisión del nuevo estatuto catalán (2006) incrementaron las tensiones con los nacionalistas vascos y catalanes. La segunda legislatura socialista se vio fuertemente afectada por la crisis económica mundial, que en España se tradujo en un espectacular incremento del paro, un estancamiento general de la producción industrial y de la construcción, y una crisis generalizada del sector financiero y de la deuda pública. La necesidad de corregir el déficit de las administraciones públicas llevó a una política de recortes en los gastos del Estado, que afectó a los servicios sociales (educación, sanidad…), y que fue criticada por poner en peligro el Estado del bienestar. En este ambiente de crisis, en octubre de 2011, ETA anunció un alto el fuego permanente, hecho que abre un camino esperanzador para el fin de la violencia terrorista en España. Rodríguez Zapatero, fuertemente censurado por su actuación frente a la crisis económica, se vio obligado a convocar anticipadamente elecciones generales el 20 de noviembre de 2011. Los comicios dieron la mayoría absoluta al Partido Popular y su nuevo líder, Mariano Rajoy, se convirtió en el sexto presidente de gobierno de la España democrática.
José María Aznar, dirigente máximo de Partido Popular, gobernó durante dos legislaturas, tras ganar las elecciones en 1996 y en 2000. Los principales esfuerzos de su primera etapa de gobierno se orientaron a la reducción del déficit del Estado, mediante una política de privatización de empresas públicas, y a la disminución del paro, a partir de la firma de acuerdos con los sindicatos. La mejora de la situación económica permitió a España cumplir los requisitos para la entrada en el euro en el año 2002. En la segunda legislatura, con mayoría absoluta en el Congreso, se reformaron sensiblemente algunas leyes del período socialista, relacionadas con la enseñanza, el mundo laboral, la llegada de inmigrantes y la lucha antiterrorista.
En política exterior, se propició el acercamiento a Estados Unidos, que comportó el apoyo a la intervención militar en Irak, realizada en marzo de 2003 sin el respaldo de la ONU. Este hecho provocó una gran oleada de movilizaciones en contra de la decisión del gobierno. Tres días antes de las elecciones generales, convocadas para el 14 de marzo de 2004, se produjo un terrible atentado terrorista en Madrid, realizado por un grupo islamista radical, que dejó un saldo cercano a los 200 muertos y provocó una gran conmoción ciudadana. Este suceso influyó en la victoria del PSOE en las elecciones. 3.3. El retorno de los socialistas (2004-2011) Una de las primeras decisiones de José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo presidente del gobierno, fue la retirada de las tropas españolas de Irak. Posteriormente impulsó una serie de normas legales de carácter social, como la del matrimonio entre personas del mismo sexo, la de la igualdad entre hombres y mujeres, la de ampliación de las ayudas a las personas dependientes y la ley de extranjería para la regularización de los inmigrantes. En esa legislatura se inició un proceso de revisión de varios estatutos de autonomía. Sin embargo, el rechazo del proyecto vasco (2005) y la revisión del nuevo estatuto catalán (2006) incrementaron las tensiones con los nacionalistas vascos y catalanes. La segunda legislatura socialista se vio fuertemente afectada por la crisis económica mundial, que en España se tradujo en un espectacular incremento del paro, un estancamiento general de la producción industrial y de la construcción, y una crisis generalizada del sector financiero y de la deuda pública. La necesidad de corregir el déficit de las administraciones públicas llevó a una política de recortes en los gastos del Estado, que afectó a los servicios sociales (educación, sanidad…), y que fue criticada por poner en peligro el Estado del bienestar. En este ambiente de crisis, en octubre de 2011, ETA anunció un alto el fuego permanente, hecho que abre un camino esperanzador para el fin de la violencia terrorista en España. Rodríguez Zapatero, fuertemente censurado por su actuación frente a la crisis económica, se vio obligado a convocar anticipadamente elecciones generales el 20 de noviembre de 2011. Los comicios dieron la mayoría absoluta al Partido Popular y su nuevo líder, Mariano Rajoy, se convirtió en el sexto presidente de gobierno de la España democrática.