Los poetas europeos que influyeron en la obra de becquer


TEMA VII EL MODERNISMO. CARACTERÍSTICAS GENERALES
A finales del siglo XIX, surge en España un movimiento renovador que trasciende el ámbito literario y
busca un cambio ideológico, político, social y religioso que regenere el país, sumido en el atraso y
conmocionado por el “Desastre del 98”. Tuvo sus orígenes en Hispanoamérica y llega a España gracias a
Rubén Darío, su principal representante.
Los modernistas buscan la expresión de una nueva sensibilidad con un nuevo lenguaje que reacciona
contra el Realismo de la época anterior: buscan un arte refinado en todos los sentidos. La estética modernista
se caracteriza por la repulsa hacia todo lo cotidiano, la búsqueda de la belleza y de la perfección de las
formas. Sus principales rasgos son:
 Atracción por lo raro, lo singular o todo aquello que pueda alejarlos de lo cotidiano y aburrido.
 Amor a la elegancia, que explica la reiterada presencia de materiales como el oro y las gemas. El
lenguaje se selecciona por su rareza y capacidad de sugerencia: mitología, personajes históricos,
términos musicales…
 Preferencia por el simbolismo para condensar en una figura o palabra lo inexplicable. Entre los
símbolos preferidos están el color azul que representa lo celeste y el ensueño; y el cisne que
simboliza al poeta, la elegancia, la gracia y el misterio.
 Universalismo y exotismo. Los modernistas trascienden los localismos aunque sin perder el
contacto con lo propio. El exotismo toma una doble dirección: hacia fuera en el espacio (Versalles,
Roma, Japón, China…) y hacia atrás en el tiempo (especialmente la Francia del XVIII, o la Grecia
clásica).
 Cosmopolitismo. El cosmopolita es de todas partes y de ninguna. La ciudad más cosmopolita es
París, la tierra prometida y patria universal.
 Influencia del parnasianismo (el arte por el arte) y del simbolismo franceses (poesía para sugerir),
 Lenguaje y estilo propios: La lengua se caracteriza por la abundancia de metáforas, imágenes,
sinestesias. Abundan los epítetos y se recurre a neologismos, cultismos y arcaísmos. Se simplifica
la sintaxis.
 Aparecen nuevos metros y estrofas, algunos de procedencia francesa y otros recuperados del
formas caídas en desuso (de diez, doce y dieciséis sílabas, alejandrino…).
 Bohemia, anarquismo. No se ajustan a las convenciones sociales.
El precursor del Modernismo en Hispanoamérica fue José Martí, aunque es Rubén Darío quien lo dará
a conocer en España. Entre los jóvenes poetas que integraban el núcleo modernista madrileño destacan
los hermanos Machado (Antonio y Manuel) y Juan Ramón Jiménez. Su órgano de difusión fue la
revista Helios, la más importante de esta tendencia. Dentro de la prosa hay que destacar a Valle-Inclán.
Este movimiento poco a poco irá evolucionando en España hacia una nueva concepción de la literatura
más comprometida que dará lugar a la Generación del 98.
El autor más importante en este período fue Rubén Darío, nicaragüense de familia criolla que nació
en 1867. En 1888, viaja a Chile y publica Azul… a partir del cual se conoce como el iniciador del
modernismo. Tuvo dos hijos con tres mujeres y a partir de un segundo viaje a España vive en los principales
núcleos europeos, aunque su obra se verá mayoritariamente influenciada por sus orígenes centroamericanos.
Su primera obra, Azul… marcó el comienzo de la nueva escuela poética modernista. Presenta una raíz
temática romántica imaginativa y fantástica, bien representado en el mismo título, puesto que evoca el
misterio, el ideal y la pureza: alude al simbolismo que se encuentra dentro. Otra obra, Prosas profanas,
publicada en 1896, muestra el aristocratismo que propugnaba el arte modernista. Está lleno de artificiosidad,
un mundo precioso y galante, simbolismos como el cisne, elementos eróticos y la experimentación con el
verso. Cantos de vida y esperanza, de 1905, es su obra más conocida y mejor valorada. Hay un cambio en la
temática y lo formal, puesto que hay más peso en las palabras y no recalca tanto en lo decorativo de ésta. El
pesimismo sustituye al entusiasmo anterior y esta angustia lo acerca a lo religioso.La poesía de Rubén Darío expresa lo inefable mediante símbolos y metáforas, rescatando lo mágico
del movimiento romántico. Su obra representa la fusión más significativa de la expresión americana e
hispánica, la universalidad de la poesía contemporánea, el destino del intelectual en la sociedad preindustrial
y el papel del público como árbitro del gusto.
En España destacan dos autores: Salvador Rueda y Francisco Villaespesa.
Salvador Rueda creó una estética literaria de tipo parnasiano denominada “Colorismo” que le hizo
predecesor español del Modernismo hispanoamericano. Ejerció algún influjo renovador sobre poetas más
jóvenes, como Juan Ramón Jiménez. Posteriormente Rueda asumió la estética modernista traída a España
por Rubén Darío. En sus composiciones buscó la armonía, basada en la melodía y el ritmo. Su obra se
convirtió en un repertorio variado de formas y combinaciones estróficas renovadoras que luego utilizarían
casi todos los vates modernistas (la modificación del soneto, la profusa utilización del dodecasílabo…).
Las principales características de su poesía son la intensidad pictórica de su colorido y la musicalidad
conseguida por medio de nuevos ritmos y originales combinaciones de inusitadas estrofas. Los temas son
muy variados, pero entre ellos destacan los que se refieren al mundo de la naturaleza y la geografía
andaluza.
Francisco Villaespesa. Autor de una obra extensísima, residió durante diez años en Caracas, donde
tuvo la oportunidad de conocer a todos los poetas modernistas americanos, entre los que se contaba Rubén
Darío de quien se consideraba discípulo. Sus primeros poemarios (Intimidades y Luchas) presentan fuertes
reminiscencias del Romanticismo tardío de José Zorrilla (musicalidad, temas orientales) y del Colorismo de
Salvador Rueda. Con La copa del rey de Thule (1900) se inserta decididamente en el Modernismo, de cuya
renovación poética fue el más temprano portavoz y principal artífice. No obstante, a pesar de la importancia
capital que logró adquirir en el contexto literario del novecientos, la obra del poeta, dramaturgo y novelista
almeriense ha llegado hasta nuestros días difuminada por el olvido de los lectores y la escasa atención
editorial y académica. Sus libros más importantes coinciden con los primeros años de siglo. A partir,
aproximadamente, de 1906 surge en sus versos una nota orientalista que explotará hasta la exageración.
Entre sus libros poéticos destacan Bajo la lluvia, Los remansos del crepúsculo y Andalucía.

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