5 Con el tiempo la certeza adquiere profundidad.-
Jesús, tras los encuentros antes descriptos, continúo viviendo como todos, como siempre con aquellos 3 o 4 a quienes había impresionado como amigos, iban a visitarlo y él iba a pescar con ellos.La trayectoria que se describe se sitúa en el espacio y tiempo que media entre lo que se podía captar en apariencia y lo que se podía entrever de cuanto hay tras la apariencia en realidad.
Donde todo tipo de suceso es revelador.
Juan 2, 1-2) milagro de la boda de Caná, agua x vino (en este versículo los discípulos dudaban de Jesús, pese a que creían en el, una convicción se va produciendo en un sucesivo repetirse de reconocimiento, a los que hay que dar espacio y tiempo para que tenga lugar).-El descubrimiento de un hombre incomparableà los primeros amigos, y los se les sumaron después, asistieron cada vez más cotidianamente a la excepcionalidad y la exorbitancia de aquella personalidad. Las cosas, el tiempo y el espacio le obedecían sin ningún aparato mágico. El obtenía lo que quería con una manipulación de la realidad totalmente natural, como quien dueño de la realidad misma. El evangelio señala que llegaba a la noche cansado de curar, es decir, habiendo ejercido sin interrupción su poder sobre la realidad física.
Marcos (2,1-12) Lucas 5, 17-26) historia del paralítico.-Mateo (22, 15-22) Marcos (12, 13-17) Lucas (20, 20-26) Tributo a Cesar (A Cesar lo que es de Casar, a Dios la que es de Dios).-
Ahora ya los fariseos le involucraban en continuas diatribas, le desafiaban y le ponían a prueba de todas las maneras posibles.-
Juan (8, 1-11) es que esté libre de pecado que lance la primera priedra
El mayor milagro, el que sorprendía cada día a los discípulos, no era el de las piernas enderezadas, la piel restaurada o la vista recuperada. El mayor milagro era el ya mencionado:
Una mirada reveladora de lo humano a la que nadie podía sustraerse
Jesús veía dentro del hombre, nadie podía esconderse ante él: en su presencia la profundidad de la conciencia no tenía secretos. No los tuvo en el caso:
Juan (4,1-42) mujer Samaritana; en el Lucas (19,1-10) jefe de todos los recaudadores, el hombre más odiado de toda Jericó, Zaqueo; en Mateo (9,9-13) Marcos (2,13-17) Lucas (5,27-32) el recaudador de impuestos.-
La capacidad de cautivar el corazón del hombre es el mayor milagro, el más persuasivo, Jesús se impone a las conciencias. El se siente como en su casa en el interior de los demás.-El poder y la bondadà es difícil que una persona poderosa sea realmente buena. En Jesús, en cambio, sus testigos pudieron ver esa mirada no sólo poderosa, prodigiosa, no sólo inteligente, no sólo cautivadora, sino buena (parece imposible que un poder tan grande esté dentro de un horizonte de profunda bondad).Lo demuestra Lucas (7,11-17) muerte del único hijo de una madre viuda; Lucas (13,10-17) de la mujer encorvada.
Diversos relatos evangélicos reseñan su atención a los niños, su capacidad de relacionarse con ellos Mateo (19,13-15) Marcos (10,13-16) Lucas (18,15-17) Mateo (18,1-11) Jesús llama a su lado a un niño. Mateo (12,9-21).-
Jesús acepta con agrado del hombre lo que éste le pueda dar, y no pone reparos de ninguna naturaleza, ni política, ni social, ni cultural para esta acogida. Ej.
Lucas (7,36-50) historia de la prostituta.-
También conviene recordar la emoción que embargo a Jesús hasta las lágrimas en ocación de la muerte de su amigo Lázaro Juan (11,1-46).
Jesús solloza aquel atardecer en el monte de los olivos ante el esplendor del templo a la puesta del sol, presagiando la destrucción de la ciudad Lucas (19,41-46).-
El surgimiento de la pregunta y la irrupción de la certezaà hay algo en Jesús, cierto misterio, porque nunca se había visto tal sabiduría, tal ascendiente, tal poder y una bondad así. Esta impresión, como ya hemos dicho, se va haciendo poco a poco cada vez más precisa sólo en aquellos que se comprometen en una convivencia sistemática con él: los discípulos.Así nació espontáneamente una pregunta: ¿Quién es? Paradójica porque se conocía perfectamente el origen de Jesús. Esta pregunta demuestra que lo que El es, en realidad no lo podríamos decir por nosotros mismos. Sólo podemos constatar que es diferente de cualquier otro, que merece la más completa confianza, y siguiéndolo se experimenta una plenitud de vida incomparable. De modo que se le pregunta a él quién es. Sólo que, cuando él dio la respuesta, sus amigos creyeron en su palabra, no porque fuera evidente en sí misma, sino por las señales indiscutibles que imponían confianza; y sus enemigos, en cambio no aceptan esa respuesta y deciden eliminarlo.
Juan (6,22-59) yo les daré mi carne para comer y mi sangre para beber.-
En ese versículo Pedro dijo una frase que resume por entero la experiencia de certeza de todos ellos: Señor, tampoco nosotros comprendemos lo que dices: pero si nos separamos de ti ¿Con quién vamos a ir? Sólo tú tienes palabras que explican y dan sentido a la vida.Esta frase es una aplicación de la observación, ya mencionada de certeza existencial o moral. Su actitud es, en efecto, profundamente razonable (si no puedo creer en este hombre, no puedo creer en nada).Con el tiempo ellos adquirieron respecto a aquel hombre una certeza sin comparación posible. Una pantalla colocada frente a la realidad hace al objeto real incognoscible, mientras que la certeza moral, que nace de una disponibilidad totalmente abierta y fiel en el tiempo, es la cuna de una existencia razonable.¿Quién eres?
Marcos (4,35-41) para los amigos; Juan (10,24) para los enemigos
Esperó a que el tiempo afianzara a sus discípulos en la certeza de su adhesión y a los enemigos en su pertinaz hostilidad.