Marginados y la Peste Negra en la Edad Media


MARGINADOS

En el siglo XIII se reexaminaron las condiciones que debían tener los fieles para ser admitidos en la comunidad, expulsando a los que no cumpliesen lo establecido. El excluido comparte rasgos del desterrado de siglos anteriores. En la Alta Edad Media, en Alemania, el desterrado era el que estaba fuera de la ley, y rompía lazos de unión con familia, vecinos, etc., que no podían ni acogerlo, ni alimentarlo, incluso se les destruía su casa. No existía para la justicia, estaba expuesto a la muerte, pues no se castigaría a su asesino. No tenía derecho a sepultura. A su esposa se le consideraba viuda, y a sus hijos huérfanos. Estaba condenado a llevar una vida errante, su único refugio era el bosque.

La Iglesia también definió las reglas de exclusión de los leprosos, pues se consideraba a la lepra como un castigo. Al principio eran expulsados de sus casas, y a partir del III Concilio de Letrán (1179), los enfermos eran aislados en capillas o cementerios específicos para no mezclarse con los sanos. Los leprosos fueron muy abundantes en los s XII-XIII, y eran recluidos y atendidos en lazaretos, cada vez más numerosos. A partir del s XIII tuvieron que llevar señales distintivas, cuando abandonaban la leprosería. Los locos también eran excluidos de la sociedad, aunque a veces eran considerados iluminados, pero en general eran endemoniados, necesitados de exorcismos. La Iglesia persiguió la homosexualidad, considerada como una desviación, siendo objeto de una represión muy dura. A los pobres se les consideraba sospechosos, aunque representan un peligro para la sociedad pues no tienen nada que perder. Se admitía a los que no podían alimentarse por sí mismos y se veían obligados a la mendicidad. Hasta el siglo XII era como una prueba enviada por Dios, y como medio que se ofrecía a los hombres para ejercer la caridad. Con el desarrollo urbano y económico, se fundaron hospitales y limosnerías para atenderlos.

Algunos oficios eran condenados o mirados con recelo, y su ejercicio estaba prohibido al clero, y algunos de ellos, también a los laicos: usura, prostitución, juglaría. El verdugo además suscitaba miedo.

Los judíos, fueron incluso considerados miembros de la familia del diablo. Se orientaron a actividades marginales, como la usura, que les permitió hacerse con grandes fortunas, y suscitaron la animadversión de los cristianos. Había escritos antijudíos, que consideraban la dispersión de los judíos como un castigo divino, y cuando la cristiandad se movilizó contra el Islam, también lanzaron una ofensiva contra los judíos, que se excluían de la comunidad cristiana. Fueron perseguidos y a partir del IV Concilio de Letrán (1215) fueron obligados a llevar un distintivo, para distinguirse de los cristianos, y evitar las relaciones sexuales entre ambos. Vivían en barrios especiales. Los herejes también debían llevar señales distintas (los cátaros, una cruz en su ropa). Los extranjeros también eran elementos de marginalidad social, y sólo se era ciudadano local, después de un tiempo de vida residiendo en el lugar, que solía ser un año y un día. Mientras tanto no tenía derechos civiles como contraer matrimonio o heredar, aunque a veces se beneficiaban de una declaración señorial regia de amparo y seguro. Esta protección se podía extender a judíos, a peregrinos, o a grupos de mercaderes. Las normas de llevar señales distintivas, fomentaban el miedo y la inseguridad. Además se fueron poniendo normas como prohibir a cristianos y judíos sentarse a la misma mesa, que nodrizas judías amamantaran a niños cristianos, por lo que la convivencia era difícil.

LA PESTE NEGRA

Asoló Europa a mediados del siglo XIV, en una sociedad que ya estaba en una fase regresiva. La peste ya había provocado epidemias en la Edad Media, pero en este caso influyó además su rápido avance y sus efectos letales.

Llegó a Europa desde Asia, posiblemente desde un foco endémico chino, donde o cogieron los mongoles, y desde donde lo propagaron hacia Asia Central (1138-1339). Los europeos se contagiaron en la colonia genovesa de Caffa (Crimea), en un ataque que les hicieron los mongoles, entre los que había soldados enfermos. Después se difundió a Occidente por marinos genoveses que viajaron a través del Mediterráneo. Empezó por Sicilia, luego Cerdeña y Córcega, y en el 1348 el mal estaba en casi toda Italia, gran parte de Francia, y los territorios de la Corona de Aragón, y acabó por extenderse al resto de Europa.

La peste se presentaba bajo diferentes formas:
• Bubónica, aparición de bubones (inflamación de los ganglios linfáticos) en ingle, axilas o cuello.

• Pulmonar, que afectaba al aparato respiratorio.

• Septicémica, con hemorragias superficiales con placas de color negro azulado, que le da el nombre a la epidemia.

Afectó de forma irregular a las distintas regiones de Europa, pero se calcula que se perdió 1/3 de la población. Las epidemias renacieron en distintos momentos de la segunda mitad del siglo XIV, pero de forma menos fuerte, aunque los rebrotes epidémicos, junto con otros factores como las guerras en suelo francés, hizo que en estos años se continuara el descenso poblacional.

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