Medicina y Terapéutica en las Culturas Arcaicas


Culturas Arcaicas y el Creciente Fértil

Las culturas arcaicas son etapas del pasado reconstruidas a través de documentos escritos. El periodo arcaico, llamado Holoceno, coincide con el final de la Edad del Hielo y un progresivo calentamiento climático.

El Creciente Fértil, una región histórica que abarca partes del Levante Mediterráneo, Mesopotamia y Persia, se considera la cuna de la revolución neolítica en Occidente. Esta revolución (VIII milenio a.C.) marcó la transición de la humanidad de un estilo de vida nómada a uno sedentario, impulsada por la crisis climática post-glacial. Cambios similares ocurrieron posteriormente en la India (ríos Indo y Ganges) y el Extremo Oriente (ríos Huang He y Yangtze).

El Creciente Fértil, bañado por los ríos Nilo, Jordán, Tigris y Éufrates, ocupaba 500.000 kilómetros cuadrados, desde el valle del Nilo hasta el Golfo Pérsico. Con una población estimada de 40 a 50 millones de personas, esta región alberga numerosos vestigios de actividad humana antigua, lo que le ha valido el nombre de «Cuna de la Civilización». La agricultura floreció gracias a la irrigación de los ríos y al clima propicio para el cultivo de plantas anuales y semillas comestibles. El Creciente Fértil vio el origen de plantas neolíticas como el trigo, la cebada, el lino, el garbanzo, el guisante y la lenteja, así como la domesticación de animales como la vaca, la cabra, la oveja, el cerdo y el caballo.

Mesopotamia: La Tierra Entre Ríos

Mesopotamia, la «tierra entre ríos», albergó civilizaciones importantes como la sumeria, acadia, asiria y babilónica. Alrededor del 4000 a.C., se establecieron las primeras ciudades sumerias. Durante más de tres mil años, estas culturas prosperaron, utilizando la escritura cuneiforme, conservada en tablillas y grabados. Esta capacidad de transmitir información permitió el desarrollo cultural y la reconstrucción histórica de estos pueblos.

Medicina y Terapéutica en Mesopotamia

El Código de Hammurabi, una recopilación de leyes babilónicas, detalla las responsabilidades de los médicos no religiosos y los castigos por mala praxis, constituyendo la primera reglamentación legal de profesiones sanitarias. Magos y sacerdotes estaban exentos de esta regulación, mientras que cirujanos, barberos y veterinarios estaban estrictamente regulados. El código también especifica los honorarios médicos y las sanciones por errores.

Gracias al Código de Hammurabi y a las 30,000 tablillas de la biblioteca de Nínive, se ha podido comprender la concepción de salud y enfermedad en Mesopotamia, así como las técnicas médicas empleadas. Alrededor de 800 tablillas se dedican a la medicina, incluyendo la primera receta conocida.

Concepto de Enfermedad

La enfermedad (‘shertu’: pecado, cólera de dios, castigo) se atribuía a:

  • Castigo divino al pecador.
  • Desasistencia divina, dejando al pecador vulnerable a demonios.
  • Magia negra, causando posesión demoníaca.

El diagnóstico lo realizaba un BARU (vidente) mediante interrogatorio y adivinación (empiromancia, lecanomancia, hepatoscopia, oniromancia, astrología).

La terapéutica incluía oración, sacrificios y magia, practicados por un ASHIPU (exorcista). En pronósticos favorables, se añadía un tratamiento empírico administrado por el ASU (¿farmacéutico?).

Remedios Curativos

Utilizaban principalmente:

  • Vegetales: coloquíntida, granado, manzano, rosas, uvas, higos, cereales, especias, resinas, gomas, mirra, palmera datilera, cedro, pino, tamarindos, laurel, casia, heléboro, mandrágora, opio y derivados del cáñamo.
  • Productos animales: miel, cera, leche, grasa animal, orina humana o animal, grasa humana.
  • Minerales: azufre, arsénico, antimonio, sales de hierro, piritas, polvo de cobre, cal, betún, piedras preciosas.

Las formas farmacéuticas incluían pociones, cataplasmas, lociones, baños, ungüentos, pomadas, píldoras, supositorios, fumigaciones, polvos e insuflaciones.

Egipto Antiguo

En el 3000 a.C., la unificación del Alto y Bajo Egipto dio origen al Egipto Faraónico. El faraón, considerado la encarnación de un dios, representaba el orden, la ley y la fertilidad. La «Casa de la Vida» albergaba a sabios y sacerdotes que estudiaban la medicina, la momificación, el arte y la escritura jeroglífica.

Sanidad y Sociedad

La sociedad egipcia, jerárquica y con el faraón en la cúspide, contaba con un sistema estatal que gestionaba la infraestructura, las instrucciones sociales y el sistema sanitario. Se utilizaban cuatro sistemas de escritura: jeroglífico, hierático, demótico y copto.

La infraestructura incluía suministro de agua, eliminación de desechos y control de la alimentación. Las instrucciones sociales abarcaban normas sanitarias, éticas y morales, incluyendo la higiene personal, como la depilación, el lavado y el uso de cosméticos. La circuncisión se practicaba por motivos religiosos o higiénicos.

El sistema sanitario estaba supervisado por las «Casas de la Vida» y las «Casas de los rollos de papiro», que controlaban la formación de los profesionales sanitarios y la aplicación de remedios.

Medicina y Terapéutica en Egipto

La medicina egipcia, documentada en papiros médicos y estudios paleodiagnósticos, estaba avanzada, aunque mezclada con magia. La salud se consideraba el estado natural del ser humano, con dioses como Isis, Thot y Sekmet asociados a la salud. Los médicos a menudo eran sacerdotes de Sekmet.

Papiros Médicos: Ebers y Edwin Smith

Los papiros médicos revelan el conocimiento de diversas enfermedades y la especialización de los médicos egipcios en áreas como ojos, dientes, cabeza y enfermedades internas. No hay evidencia de medicina general.

Medicina y Terapéutica

Las enfermedades se atribuían a causas evidentes (traumatismos), al viento portador de miasmas, a la alimentación, a gusanos o a causas divinas. El Papiro de Ebers describe el diagnóstico y clasifica las enfermedades en tratables, luchables e incurables. El diagnóstico incluía preguntas al paciente, investigación entre allegados, búsqueda de antecedentes familiares y evaluación del tratamiento en caso de recaídas.

La terapéutica empleaba:

  • Vegetales: cilantro, algarroba, ajo, cebolla, resina de acacia, cebada asada, anís, comino, mandrágora, beleño, adormidera, daturas.
  • Minerales: natrón, cobre, piedra de Menfis, ocre amarillo.
  • Productos animales: carne, miel, cera, telaraña, grasa de vaca, leche de burra, vísceras de cerdo.
  • Remedios mágicos: excrementos de animales y humanos.

También se usaban conjuros, amuletos y se visitaban santuarios de dioses sanadores.

El Legado de la Medicina Egipcia: Alejandría

Alejandría, fundada por Alejandro Magno en 332 a.C., se convirtió en un importante centro médico, cultural y científico. El Museo, con su biblioteca e instalaciones para disecciones, atrajo a estudiosos de todo el Mediterráneo, fusionando culturas e ideas.

Persia (Irán Antiguo)

Persia, una región histórica al este de Mesopotamia, fue el hogar de los medos y los persas, pueblos de origen indoeuropeo. La información sobre su medicina proviene principalmente de escritos religiosos, como el Avesta, libro sagrado del mazdeísmo, una de las primeras religiones monoteístas.

Medicina y Terapéutica en Persia

El mazdeísmo describe la lucha entre Ahura Mazda, dios creador, y Ahriman, dios de las tinieblas. La enfermedad se consideraba un triunfo del mal. Los sacerdotes, formados en escuelas sacerdotales, se encargaban de la curación, asistidos por cirujanos. También existían brujos, hechiceros y magos.

La higiene personal, la salud pública y la prevención de enfermedades contagiosas eran importantes. El Avesta menciona diversas plantas medicinales, incluyendo la albahaca, la achicoria, la violeta dulce, la menta y el haoma (soma védico).

El Legado de la Medicina Persa: Escuela Médica de Gundishapur

Gundishapur, capital del Imperio Sassanida, albergó un importante centro médico, una universidad y una biblioteca. El hospital de Gundishapur se convirtió en un centro médico de renombre en los siglos VI y VII, atrayendo a científicos de Grecia, Egipto, India y Roma, y sentando las bases para las prácticas médicas europeas posteriores. Su medicina combinaba tradiciones médicas milenarias.

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