Contexto Histórico y Literario en España a Inicios del Siglo XX
A finales del siglo XIX, España atravesaba una profunda crisis. En este contexto, surgieron dos corrientes literarias clave: el Modernismo, caracterizado por la preocupación estética y el refinamiento artístico, y la Generación del 98, marcada por la intelectualidad y la filosofía existencialista. Ambas corrientes convivieron y alcanzaron su apogeo durante las dos primeras décadas del siglo XX.
El Modernismo
Este movimiento cultural, que buscaba la renovación artística y estética, fue influenciado por corrientes como el parnasianismo y el simbolismo francés. Introducido en España por Rubén Darío con su obra Azul, el Modernismo tenía como objetivo evadirse de la realidad y crear mundos exóticos. Este desencanto y dolor por la propia existencia se reflejan en la lírica. En la poesía, se manifiesta una lengua llena de expresividad, un léxico renovador y sonoro, cargado de musicalidad.
Autores Destacados del Modernismo
- Antonio Machado: En su obra se observa una transición desde un estilo intimista y sencillo hacia un carácter más reflexivo.
- Juan Ramón Jiménez: Su poesía busca la perfección, alcanzando lo que él llama «poesía pura». Su obra se clasifica en tres etapas: la sensitiva, la intelectual y la verdadera o del exilio. Entre sus obras más conocidas se encuentra Platero y yo.
- Valle-Inclán: Destacan Las Sonatas, que presentan una prosa estética y sensual, creando un mundo de lujo y decadencia. Por otro lado, Valle-Inclán se aleja del modernismo al desarrollar el esperpento, una estética literaria que distorsiona la realidad sociopolítica de España.
La Generación del 98
Surgió en paralelo al Modernismo y estaba compuesta por el Grupo de los Tres: Baroja, Maeztu y Azorín, a quienes se sumaron más tarde Valle-Inclán, Unamuno y los hermanos Álvarez Quintero. Este grupo se centra en la prosa. Sus temas recurrentes incluyen la preocupación por España, la búsqueda de raíces personales y la descripción del paisaje castellano, utilizando un estilo sobrio.
Autores Destacados de la Generación del 98
- Pío Baroja: Reconocido por su habilidad narrativa y por crear personajes de gran fuerza. Organiza sus novelas en trilogías, siendo El árbol de la ciencia su obra más notable.
- Azorín: Se enfoca en el ensayo y la novela, tratando temas de preocupación. La voluntad (1902) es una de sus obras más reconocidas.
- Miguel de Unamuno: Abarca todos los géneros literarios y es famoso por sus «nivolas», como Niebla (1914) y San Manuel Bueno.
El Teatro Español a Principios del Siglo XX
El teatro español se caracteriza por la permanencia de fórmulas dramáticas tradicionales. La sociedad burguesa, ante la inestabilidad del país, prefiere obras sencillas y poco innovadoras. No es hasta los años 20 cuando surgen intentos de renovación teatral, liderados por autores como Valle-Inclán y Miguel Mihura, cuyas propuestas innovadoras son inicialmente rechazadas. En esta década se distinguen dos corrientes: el teatro comercial y el teatro innovador.
Teatro Comercial
El teatro comercial incluye comedias burguesas, teatro cómico popular y teatro poético, orientándose a satisfacer las demandas del público que busca evadirse de su vida cotidiana.
- Comedias burguesas: Jacinto Benavente
- Teatro cómico popular: Carlos Arniches
- Teatro poético: Eduardo Marquina
Teatro Innovador
El teatro innovador en España, representado principalmente por autores de la Generación del 98 y del grupo del 27, fracasó en su intento de atraer al público.
- El teatro de la Generación del 98, con Valle-Inclán como figura destacada, culminando en la creación del esperpento.
- Los autores del 27, especialmente Federico García Lorca, intentan conectar con un nuevo público mediante un enfoque más accesible. Lorca, influenciado por su experiencia en La Barraca, aborda temas como la lucha entre el deseo de libertad y la autoridad.
Teatro del Absurdo
El teatro cómico de lo absurdo se distingue por sus tramas sin significado, diálogos repetitivos y desordenados, y presenta rasgos existencialistas que cuestionan la sociedad y la condición humana. Miguel Mihura es su figura más destacada.
El Novecentismo y la Generación del 14
En la segunda década del siglo XX, el contexto político y social en Europa y España estaba marcado por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Soviética, la dictadura de Primo de Rivera y la posterior proclamación de la Segunda República en 1931.
La palabra «novecentismo» fue utilizada por primera vez por Eugenio D’Ors en 1906 para designar aquellas tendencias que se despegaban rotundamente de las formas literarias o artísticas heredadas del siglo anterior. Los autores se oponen al arte del ochocientos y nace así un grupo de intelectuales liderados por Ortega y Gasset, también conocido como Generación del 14. Estos encabezaban una reforma literaria extremando el intelectualismo, es decir, pretendían llegar con su literatura únicamente a la élite. Los temas que trata el novecentismo tienen como base la búsqueda del arte puro, es decir, el arte como entidad que debe proporcionar placer estético únicamente y no como un vehículo de preocupaciones religiosas o políticas. Se alejan de la preocupación de España para extender dicha preocupación a un mayor universalismo. Además, muestran temáticas optimistas y que proyectan el siglo XX haciendo uso de temas tecnológicos o el desarrollo de la vida urbana utilizando vocabulario ampliado y renovado, haciendo uso de neologismos o cultismos.
El Ensayo
El ensayo fue el género predilecto de este movimiento, donde destacaron autores como Ortega y Gasset. En La deshumanización del arte (1925), Ortega aboga por un arte original y distante del sentimentalismo. Otros ensayistas importantes fueron Eugenio D’Ors, autor de Tres horas en el Museo del Prado, y Manuel Azaña, cuyas obras, como Plumas y palabras o La invención del Quijote y otros ensayos, son notables.
La Novela Novecentista
En el ámbito de la novela, el novecentismo presenta dos tendencias: la novela lírica, que se enfoca en el estilo y la estética, y la novela intelectual, centrada en reflexiones filosóficas. En la primera, destaca Gabriel Miró con obras como Las cerezas del cementerio, donde los temas como la muerte y el erotismo se exploran desde una perspectiva sensorial. En la novela intelectual, Ramón Pérez de Ayala es una figura clave con obras como Tigre Juan (1926), que refleja una evolución de la mentalidad machista hacia una comprensión más humana.
Juan Ramón Jiménez
Su obra poética se divide en tres etapas:
- Poesía sensitiva: Influenciado por autores como Bécquer y poetas franceses, Jiménez explora temas como el amor y la muerte, como en La soledad sonora.
- Poesía intelectual: En esta fase, influido por poetas como Keats y Whitman, Jiménez se adentra en una poesía reflexiva, buscando un «yo» más profundo y maduro, como en Estío.
- Poesía verdadera: Aquí su obra toma un cariz místico y espiritual, como en Animal de fondo.
En resumen, el novecentismo fue un movimiento intelectual y artístico que buscaba elevar la literatura a un plano más racional y estético.