El Contexto Histórico y Literario: El Desastre del 98 y el Surgimiento del Modernismo
En 1898, España sufrió la pérdida de sus últimas colonias americanas y Filipinas, un evento conocido como el Desastre del 98. Este hecho marcó profundamente la conciencia nacional y propició un ambiente de crisis y renovación. Paralelamente, en Francia, a mediados del siglo XIX, surgieron corrientes como el Parnasianismo (que defendía el arte por el arte) y el Simbolismo, que influyeron notablemente en la literatura hispanoamericana y española.
El Modernismo: Un Movimiento de Renovación
El Modernismo es un movimiento artístico que se inicia en Hispanoamérica alrededor de 1885. Se caracteriza por ser un movimiento sincrético, que busca abarcar diversas influencias y se desarrolla en dos direcciones principales: la búsqueda de una nueva expresión y la evasión de la realidad a través de la literatura europea y la percepción de la deshumanización del mundo.
Rubén Darío es el autor más representativo de este movimiento. Algunas de sus obras más destacadas son «Epístolas y poemas», «Azul» y «Prosas profanas».
Características del Modernismo:
- Experimentación con el lenguaje y las formas literarias.
- Evasión y exotismo.
- Cosmopolitismo.
- Erotismo.
- Pesimismo vital.
- Idealización de la mitología grecolatina y medieval.
- Uso frecuente de adjetivos, sinestesia, metáfora y símbolo.
El Modernismo en España y la Generación del 98
El Modernismo llega a España con la primera visita de Rubén Darío en 1892. Hasta 1904, vive su época de esplendor, aunque posteriormente fue considerado por algunos como una moda pasajera. El Modernismo español se caracteriza por la influencia del Simbolismo y la literatura francesa, así como por el intimismo de Bécquer.
A partir de 1913, se empieza a utilizar el término Generación del 98 para referirse a un grupo de escritores que, aunque compartían la rebeldía social y política y el afán de renovación literaria de los modernistas, se diferenciaban en la manera de afrontar la realidad y plasmarla en sus obras. Es crucial entender que los miembros de la Generación del 98, en sus inicios, formaron parte del movimiento modernista.
La Poesía Modernista Española
La poesía modernista española se distingue por un mayor intimismo. Los poetas se centran en la sugerencia, el deseo de renovación y la musicalidad, lo que se traduce en una gran variedad métrica. Algunos autores y obras destacadas son:
- Manuel Machado: «Alma».
- Juan Ramón Jiménez: «Arias tristes» y «Jardines lejanos».
- Antonio Machado: «Soledades» y «Soledades, Galerías y otros poemas».
La poesía de Antonio Machado, inicialmente modernista y caracterizada por un lenguaje oscuro y simbólico, evoluciona en «Campos de Castilla» hacia una poesía más abierta y comunicativa, donde el «yo» poético se abre al «nosotros».
La Prosa de la Generación del 98
La prosa del 98 es consecuencia de la crisis del Realismo. El ensayo se convierte en el género predilecto para expresar las inquietudes sociales y existenciales de la época. Algunos ensayistas importantes son:
- Azorín: «Clásicos y modernos» y «Al margen de los clásicos».
- Ramiro de Maeztu: «Hacia otra España» y «En defensa de la Hispanidad».
- Miguel de Unamuno: «En torno al casticismo», «Del sentimiento trágico de la vida» y «La agonía del cristianismo».
La Novela del 98
La novela del 98 es impresionista, fragmentaria y subjetiva. Los temas giran en torno al voluntarismo frente a la abulia, la pasión frente a la inteligencia y las diferentes perspectivas sobre la política social.
El año 1902 es clave para la Generación del 98, con la publicación de obras fundamentales:
- «La voluntad» de Azorín.
- «Camino de perfección» de Pío Baroja.
- «Amor y pedagogía» de Miguel de Unamuno.
Unamuno, a partir de «Amor y pedagogía», desarrolla el concepto de «nivola», ejemplificado en obras como «Niebla», «Abel Sánchez» y «San Manuel Bueno, mártir».
Pío Baroja utiliza un lenguaje sencillo para lograr claridad y eficacia. Son importantes sus trilogías «La lucha por la vida» («La busca», «Mala hierba» y «Aurora roja») y la novela «El árbol de la ciencia».
Análisis de *Don Álvaro o la fuerza del sino*
Esta obra teatral, publicada en 1835, es considerada el mejor drama romántico español, ya que presenta todas las características paradigmáticas de este movimiento:
- Está dividida en cinco jornadas.
- No respeta las reglas aristotélicas de unidad de tiempo, lugar y acción.
- Mezcla verso y prosa.
- Combina tragedia y comedia (esta última, principalmente en personajes secundarios).
- Busca conmover al lector a través del misterio, la intriga y los enfrentamientos.
- Presenta anagnórisis (revelación de la verdadera identidad de los personajes).
- Utiliza un marco histórico como telón de fondo.
El tema principal es el amor imposible entre Don Álvaro, un caballero apasionado, y Doña Leonor, una dama sensible y desgraciada en el amor. Otros temas típicos del Romanticismo presentes son el honor familiar (reflejado en el deseo de venganza de los hermanos de Leonor) y el destino, que marca la vida de los personajes. La obra presenta tanto lenguaje coloquial como culto, y la intriga, aunque a veces inverosímil, mantiene el interés del lector.