Monetarismo y Economía de la Oferta: Críticas a las Políticas Keynesianas


Monetarismo y la Escuela de Chicago

Introducción al Monetarismo

El monetarismo, liderado por figuras como Milton Friedman, surge como una crítica directa a los aspectos keynesianos de la «síntesis neoclásica». Representa un ataque frontal a las políticas discrecionales de estabilización que buscaban, mediante actuaciones monetarias y fiscales ágiles y coordinadas, influir en la economía. Friedman cuestiona la utilidad de estas políticas de estabilización, argumentando a favor de la relativa estabilidad del sector privado y su capacidad para amortiguar los impactos a través de mecanismos automáticos. En su lugar, defiende la política monetaria como un instrumento más eficaz que la política fiscal. Propone que la política discrecional de estabilización sea reemplazada por normas que mantengan el equilibrio presupuestario en el ámbito fiscal y un crecimiento estable de la cantidad de dinero, compatible con una inflación aceptable en el campo monetario.

Aportaciones Clave del Monetarismo

Una de las principales aportaciones conceptuales del monetarismo es la tasa natural de paro, definida como el nivel de desempleo al que tiende la economía. Friedman busca revivir los supuestos fundamentales de la escuela neoclásica, opacados por el auge del keynesianismo, para reivindicar los principios de libertad económica e iniciativa personal propuestos por Adam Smith, en contraposición a la regulación. Sostiene que la inflación de costes no existe, ya que la inflación es, en esencia, un fenómeno monetario causado por las expectativas monetarias. Además, reinterpreta la teoría cuantitativa del dinero como una teoría de la demanda de dinero, sin diferenciar entre los motivos keynesianos ni entre dinero ocioso y dinero destinado a financiar la inversión. En cuanto a la política monetaria, Friedman aboga por el control de la cantidad de dinero y por tipos de cambio fluctuantes, lo que permitiría al banco central enfocarse en dicho control.

Principios del Monetarismo y Críticas

El monetarismo defiende el mercado como un mecanismo eficaz y equitativo para la asignación de recursos, atribuyendo a la intervención estatal el origen de las perturbaciones en el mercado y la inestabilidad del sistema económico. Se rechazan las principales relaciones del modelo keynesiano, se otorga un papel relevante a las variaciones de la cantidad de dinero en la evolución de la actividad económica y se subraya la inconveniencia de la política fiscal activa. Se argumenta que la pretensión keynesiana de mantener el desempleo por debajo de la tasa natural de paro mediante políticas de estabilización, guiadas por la curva de Phillips, solo conduce a mayores niveles de inflación.

Las propuestas monetaristas son, en gran medida, proposiciones normativas con un fuerte contenido político. Su modelo de política económica, limitado al control de la oferta monetaria, parte del supuesto de un mercado competitivo, libre de monopolios, oligopolios, intervenciones gubernamentales y sindicatos obreros poderosos.

El monetarismo ha recibido duras críticas. Mario Bunge lo ha calificado como un paradigma de política anticientífica, basado en hipótesis no comprobadas o falsas, cuyo objetivo es restaurar el mercado libre eliminando las regulaciones gubernamentales. Nicholas Kaldor y James Tobin acusan a esta corriente de ser causante de la crisis y de convertirse en una pieza fundamental de la ideología contraria a la intervención pública en la economía. Joan Robinson cuestiona la consistencia lógica de la hipótesis monetarista sobre la inflación como resultado de una creación excesiva de dinero, originada en la idea friedmaniana de «riada monetaria».

La Escuela de Chicago

La Escuela de Chicago se fundamenta en una concepción estricta del modelo racional de toma de decisiones, donde los precios equilibran los mercados y proporcionan la información necesaria para una actuación eficiente de los agentes económicos. Según George Stigler, no se debía aspirar al cumplimiento de todas las condiciones de la competencia perfecta en la actividad económica real, sino a la presencia de un número suficiente de empresas que aseguren el funcionamiento eficiente del mercado. La Escuela de Chicago ha realizado importantes aportaciones tanto en los campos tradicionales de la ciencia económica como en las nuevas fronteras de la disciplina. Gary Becker busca demostrar que la racionalidad económica puede extenderse y aplicarse a todos los ámbitos de la actividad humana, incluyendo el matrimonio, visto como un contrato con costes y beneficios, y la delincuencia, que responde a las mismas hipótesis de comportamiento, basadas en el coste de ser capturado y el beneficio de cometer el delito.

La Economía de la Oferta

Resurgimiento de las Ideas de Say

La economía de la oferta representa una resurrección ideológica de las ideas de Jean-Baptiste Say, surgiendo como respuesta a lo que se percibía como un fracaso de las políticas keynesianas de demanda. Bajo esta perspectiva, la oferta es la que determina la actividad económica, en contraste con el enfoque keynesiano centrado en la demanda. Esta corriente ganó prominencia en la práctica durante los años 80 en Estados Unidos, influyendo significativamente en los programas de ingresos y gastos, y transformando la concepción de la política monetaria y fiscal. Se reinstauran las leyes de Say, según las cuales «toda oferta crea su propia demanda», en un intento de justificar el desmantelamiento del Estado del Bienestar.

Impuestos y Distorsión Económica

Mientras que para Keynes los impuestos son un elemento clave para el papel del Estado y el principal instrumento de redistribución de la renta y la riqueza, la economía de la oferta analiza el impuesto desde la perspectiva de sus efectos distorsionadores sobre los precios relativos y las decisiones individuales en materia de ahorro, inversión y empleo. El enfoque se centra en si los impuestos distorsionan o no las decisiones individuales, buscando alcanzar una «imposición óptima»: aquel nivel de impuestos que no altera las decisiones de ahorro, inversión y trabajo. Este concepto es resultado de las teorizaciones de la economía de la oferta y de Arthur Laffer. Estas ideas condujeron a lo que se ha denominado el «Estado de Robin Hood a la inversa», que, según la crítica, redistribuía la riqueza de los pobres a los ricos.

Redistribución de la Renta y el Poder en Estados Unidos

En Estados Unidos, se observó una significativa redistribución de la renta, la riqueza y el poder, que James Tobin describe de la siguiente manera:

  • Del Estado a las grandes empresas.
  • De los asalariados a los capitalistas.
  • De los pobres a los ricos.

Propuestas de Política Económica

La economía de la oferta propone las siguientes medidas en materia de política económica:

  • Desregulación de la economía.
  • Reducción de los impuestos para estimular el ahorro.
  • Reducción del gasto público.
  • Control de la cantidad de dinero para frenar la inflación.

Lucas Beltrán resume la postura de la economía de la oferta afirmando que «la contrarrevolución monetarista defiende la hipótesis no verificada, pero no verificable, de que los mercados no fallan. La economía de la oferta contiene la no comprobada, ni comprobable, proposición de que los estados siempre fallan». Esta conclusión se deriva de una comparación entre las corrientes keynesiana, monetarista y de la oferta.

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