El Movimiento Antiglobalización
Orígenes y características
Este movimiento, si bien se opone a la globalización, se distancia de ideologías tradicionales como la socialdemocracia y el marxismo. Abarca un amplio espectro ideológico: desde el anticapitalismo, el ecologismo y el antimilitarismo, hasta movimientos antisistema violentos y grupos de extrema derecha nacionalista que rechazan la globalización.
Una de sus características principales es el uso de las nuevas tecnologías, especialmente internet. Esta herramienta ha sido clave para vertebrar el movimiento, difundir información entre sus miembros y la sociedad, y agilizar su capacidad de convocatoria.
Demandas del movimiento
El modelo de globalización que proponen incluye las siguientes demandas:
- Predominio de la política y la democracia sobre la economía, criticando la falta de transparencia y el déficit democrático de los organismos económicos internacionales.
- Aplicación de políticas favorables a los países subdesarrollados.
- Globalización de los derechos humanos a través de una justicia universal.
- Generalización de los derechos sociales y económicos.
- Respeto a los derechos de género en todo el planeta.
- Conservación del medio ambiente como valor prioritario sobre la economía y la búsqueda de un desarrollo sostenible.
Su crítica no se centra en la globalización en sí, sino en el modelo actual. Reconocen ciertos beneficios, principalmente para los países desarrollados y las multinacionales, pero señalan los perjuicios causados a otros.
El Foro Social Mundial
Para canalizar sus críticas y elaborar propuestas, algunos grupos crearon el Foro Social Mundial. Estos foros son reuniones anuales donde se coordinan estrategias y alternativas. El primero se celebró en Porto Alegre (Brasil) en 2001.
Críticas al movimiento
Las principales críticas al movimiento se basan en la heterogeneidad de sus miembros y en los comportamientos violentos de algunos grupos durante las protestas.
La Crisis Económica Mundial
La gestación de la crisis
Los orígenes de la crisis se remontan al cambio de modelo económico en Norteamérica durante la década de 1980. Las políticas keynesianas fueron reemplazadas por teorías liberales o neoliberales.
Margaret Thatcher en Reino Unido y los presidentes Carter y Reagan en Estados Unidos comenzaron a aplicar los nuevos postulados neoliberales. Esta nueva política se basó en:
- La privatización de empresas públicas y servicios estatales.
- La disminución de la capacidad de los gobiernos para regular e intervenir en la economía, lo que otorgó gran libertad al movimiento de capitales.
Las políticas económicas, especialmente en Estados Unidos, fomentaron el crédito a bajo interés como motor de crecimiento. Esto llevó a un aumento de la deuda privada, ya que muchos estadounidenses recurrieron a préstamos para mantener su nivel de vida ante la disminución del salario medio.
Durante la primera década del siglo XXI, el endeudamiento privado y público continuó creciendo, creando desequilibrios en las finanzas internacionales.
El estallido de la crisis
La crisis estalló en el verano de 2007 en Estados Unidos y se extendió globalmente en 2008. Varios factores contribuyeron a su estallido:
- La liberalización de los movimientos de capitales facilitó la especulación bursátil, especialmente en el sector inmobiliario.
- La alta demanda de crédito generó un elevado endeudamiento, difícil de controlar por las expectativas de beneficios fáciles y la disponibilidad de dinero barato.
- La expansión de productos financieros sofisticados y opacos, incluso tóxicos, favorecida por las telecomunicaciones e internet, creó inseguridad al dificultar la medición del riesgo.
- El aumento del interés del dinero en Estados Unidos entre 2005 y 2007, tras un período bajo desde 2001, afectó a quienes habían pedido préstamos a bajo interés.