Narración anterior


TEMA 16:Marco histórico y cultural

En este tiempo surgíó una novela que se alejaba de los modelos decimonónicos. En 1902 se publicaron cuatro obras significativas: “La voluntad” de Azorín, “Camino de perfección” de Baroja, “Amor y pedagogía” de Unamuno y “Sonata de otoño” de Valle. Se busca una expresión profunda de la realidad interior.

Carácterísticas generales de la nueva novela

  • La novela se centra en las emociones personales e íntimas de los personajes. Recibe el nombre de novela lírica por esta causa.
  • Pérdida de relieve de la historia. Lo que se cuenta pierde relevancia frente al discurso.
  • Centralización en los conflictos del protagonista. La novela se centra en el mundo interior del protagonista, en su percepción de la realidad externa, por lo que se favorece al relato interior del personaje.
  • Carácterísticas del protagonista. Solía ser un artista bohemio, inadaptado y en un ambiente antiburgués y degradado. Busca unos valores auténticos en una sociedad envilecida. Esto provoca sus rebeldías, escándalo, amoralismo… El fracaso le puede llevar a la destrucción física o moral.
  • Monumentalidad y fragmentarismo. La narración suele fragmentarse en estampas, debido a las percepciones del protagonista. Existe una selección de momentos significativos para el protagonista. Serán frecuentes las escenas, las pausas descriptivas y narrativas y las elipsis, que usualmente provocan la indeterminación de los hechos narrados.
  • Importancia la novela dramatizada o dialogal en el primer tercio del XX (ya había sido practicada por Galdós). El narrador se diluye dando paso a los personajes.
  • La presencia y el pensamiento del protagonista son constantes mediante diálogos, discursos indirectos, monólogos.
  • En los novelistas de fin de siglo resulta significativo el pesimismo que se deriva de la influencia de Schopenhauer (renuncia a la voluntad de vivir, impasibilidad). Ellos muestran una nueva sensibilidad vital optimista y un afán de modernización. Inclinación a las vanguardias, progreso y hedonismo.

Narrativa de fin de siglo

Pío Baroja

Baroja defendíó una novela abierta a todas las posibilidades y proclamó la libertad absoluta para el escritor.

En la concepción barojiana, la novela es un género en el que cabe todo: filosfía, aventura, crítica, humor…

Existe una preferencia por los temas de aventuras. Sus protagonistas son seres inadaptados que suelen fracasar en la vida. Además de los protagonistas el autor introduce en la historia muchos personajes que desaparecen sin dejar rastro. Importancia de las conversaciones en su novela con un diálogo sencillo y verosímil. Baroja practica la novela dialogal y también destaca en la descripción.

  • Obras: “Camino de perfección”, “La busca” y “El árbol de la ciencia”.

Miguel de Unamuno

En su producción novelística Unamuno desarrolló los temas que le obsesionaban: la afirmación de la personalidad, la lucha contra el instinto, el afán de dominio y la muerte.

Las novelas unamunianas se centran en el conflicto íntimo de los personajes, generado por una estricta trabazón familiar. Le llamaba a sus creaciones nivolas.

Unamuno inició su narrativa de una manera realista y histórica, a la que consideraba “novela ovípara”, creadas por la técnica que refleja la vida. En “Amor y pedagogía” ya existe una fusión de lo sublime y ridículo lo que constituye una novela satírica inverosímil sobre el fracaso de las teorías positivas. También cultiva metanovela.

  • Obras: “Niebla” y “San Manuel Bueno, mártir”.

Azorín

En las novelas de Azorín se anulan el movimiento y el tiempo. La narración se fragmenta en instantáneas deshilvanadas, que dispersan la atención del lector.

En su obra Azorín realizó un profundo análisis de la percepción. En este análisis influyen la filosofía, la literatura, la pintura impresionista… que contribuyen a congelar el momento y a captar la impresión del instante.

En sus primeras obras se observa una violenta rebeldía contra lo establecido, una conciencia social vinculada al anarquismo y una crítica a toda preocupación espiritual subjetiva. Tras abandonar estas ideas revolucionarias el escritor se centra en lo social y subjetivo.

  • Obras: “La voluntad” y “Antonio Azorín”.

Valle-Inclán

Valle comenzó su trayectoria narrativa en el Modernismo, pero progresivamente introdujo innovaciones en su técnica novelística hasta culminar en el esperpento.

  • Obras: “Sonatas” y “Tirano Banderas”.

ESPERPENTO:


Se produce una deformación sistemática de la realidad en forma caricaturesca como crítica a la sociedad. Escoge lo grotesco:

  • Los seres humanos se degradan y adquieren carácterísticas propias de muñecos o animales.
  • En el mundo exterior se mezclan realidad y pesadilla.
  • La expresión lingüística incorpora el habla popular achulada, además de numerosas voces dialectales.

Novecentismo

El objetivo de los autores novecentistas fue el cambio moral del individuo, que presupónía una formación estética.

Ramón Pérez de Ayala

Pérez de Ayala creó una novela sentimental, preocupada sobre todo por el tema de la conciencia, en la que incluyó aspectos inconscientes y subconscientes.

  • Obra: “Belarmino y Apolonio”.

Gabriel Miró

Creó una novela de poderoso lirismo que suscitó tanto críticas por sus supuestos excesos como elogios por su maestría.

En las novelas de Miró, aunque no falta la acción, prima la emoción: los hechos se diluyen en impresiones que producen la fragmentación del texto.

  • Obra: “Nuestro Padre San Daniel”.

Novelistas de vanguardia

En los años 20 se desarrolló la narrativa vanguardista, donde influyen Gómez de la Serna, Proust, la metáfora lírica y el cine. Carácterísticas:

  • Las historias de desarrollan en la urbe cosmopolita y moderna; los héroes y heroínas son desenvueltos y deportistas. Los conflictos eróticos se constituyen en asuntos relevantes.
  • Culto al progreso así como inclinación por el hedonismo y lo lúdico.
  • Los personajes están interesados en el mundo interior y en su propia identidad y suelen ser habituales sus digresiones y las del narrador.

Ramón Gómez de la Serna:


Sus novelas conceden relevancia a los temas eróticos, en especial los relacionados con los imperativos carnales, y la obsesión por la muerte.

Con “La viuda blanca y negra”

Benjamín Jarnés:


sus novelas suelen girar en torno s un único personaje, central o testigo, y proclaman un ideario de libertad y de afirmación del goce de vivir.

Con “Lo rojo y lo azul”

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *