En este capitulo se nos presenta a Alonso Quijana como un hombre no excesivamente rico, incluso se podría decir que era mas bien pobre.
También no describe la edad de este peculiar personaje «50 años» y de su peculiar ama de llaves que pasaba de los 40.
Este buen hombre tenía era de complexión recia, madrugador y gran aficionado a la caza.
Este peculiar personaje era gran amante de las novelas de caballería y tenía como escritor favorito a Feliciano de Silva. Tal fue la obsesión por estos libros de caballería que decidió convertirse en caballero. Para llevar a cabo esta extraña aventura tubo que coger y limpiar las armas de sus bisabuelos, las cuales tubo que preparar para su uso.
Para poder convertirse en un buen caballero necesitaba las siguientes cosas:
?Un nombre para él mismo: pues todo caballero que se precie tenia un nombre apropiado para tal faena. Decidió ponerse como nombre Don Quijote de la Mancha, idea que sacó de Amadís de Gaula.
?Un nombre para su caballo: Al cual puso como nombre Rocinante, ya que el pobre caballo no se encontraba en su mejor momento.
?Una mujer a la cual dedicarle todos sus triunfos y glorias, ya que en aquellos tiempos un caballero no podía comportarse como tal si no tenía una mujer a la que dedicarle sus triunfos.
CAPITULO 7
Don Quijote se despertó dando voces, ya que estaba desvariando y se creí a que estaba luchando con muchos enemigos. Acto seguido comenzó a hablar de libros de caballerí a, el cura y el ama de llaves de Don Quijote le dieron de comer y le volvieron a acostar para que se relajara y descansara.
El cura, el barbero y la ama de Don Quijote decidieron poner un muro en la biblioteca de Don Quijote para que este no pudiera acceder a la biblioteca y así no se diese cuenta de que todos sus libros habí an desaparecido. En el caso de que Don Quijote se acordase de su biblioteca y preguntara por sus libros, sus amigos le dirí an que habí a sido un mago que la hizo desaparecer mientras Don Quijote dormí a. Y así fue, cuando Don Quijote se despertó y preguntó por su habitació n llena de libros de caballerí a sus amigos le dijeron que habí a sido un mago que la habí a hecho desaparecer.
Don Quijote pasó 15 dí as tranquilos ya que se habí a propuesto buscar un escudero y conseguir dinero. Para obtener este dinero fue necesario que empeñ ara ciertas pertenencias suyas. Durante este tiempo encontró a un pobre hombre llamado Sancho Panza al cual le ofreció varias islas si se iba con é l de aventuras.
Despué s de haber hecho este peculiar trato ambos aventureros se marcharon al anochecer. Durante el viaje Don Quijote y Sancho estuvieron hablando sobre la isla que le habí a prometido Don Quijote a Sancho.
CAPITULO 8
Por el camino Don Quijote y Sancho se encuentran con unos molinos de viento y Don Quijote creyéndose que son gigantes se dispone a atacarlos con su lanza. Sancho le dice que no son mas que molinos, pero Don Quijote se empeña en atacarlos ya que él piensa que son gigantes malvados, como consecuencia Don Quijote tropieza con su lanza y se cae al suele acabando así el problema de los molinos, o gigantes como seguía afirmando Don Quijote. Por el camino Don Quijote recuerda que una vez leyó como un caballero repuso su lanza con un tronco y así lo hizo Don Quijote.
Al día siguiente cuando se disponían a ir a Puerto Lápice en busca de aventuras vieron a dos monjes, vestidos con sus hábitos negros y a una mujer que iba detrás de ellos, se supone que iban todos en la misma dirección. Don Quijote se penso que estos hombres tenían secuestrada a la señora que iba detrás de ellos, y decidió atacar a los pobres monjes. Sancho le aviso que no eran mas que dos frailes pero Don Quijote no le hizo caso y ataco a los frailes. Los dos frailes salieron corriendo con la mala fortuna de que uno de ellos se calló al suelo, Sancho amablemente intento ayudar al fraile que se había caído pero dos mozos arremeten contra él y le dejan inconsciente. Don Quijote a su vez fue a presentarle sus respetos a la señora, pero el escudero de ella arremetió contra Don Quijote dejándole herido de un hombro.
CAPITULO 9
En este capítulo Cervantes nos cuenta como continuo la historia entre la lucha de Don Quijote y el vizcaino, ya que tenía pensado acabar el libro aquí.
Así pues estaban peleando ambos caballeros con las espadas levantadas y con rostros impasibles, el vizcaino ataca hierendole en una oreja y rompiéndole la armadura a la altura del hombro. Don Quijote enfurecido ataca tirándole del caballo e hiriendole la cara al vizcaino. Don Quijote se baja del caballo para rematarle a menos que fuera a dar sus honores a su amada Dulcinea del Toboso. El vizcaino acepta y Don Quijote le deja marchar para que valle a presentar sus respetos a la amada del buen Don Quijote.
CAPITULO 20
Después de haber puesto los restos de comida sobre los caballos comenzaron a caminar por el prado arriba guiados por el instinto, y que era muy de noche y la visibilidad era prácticamente nula.
Se oían grandes ruidos los cuales asuntaban a Sancho, y viendo esto Don Quijote le dijo a Sancho: yo soy quien ha de resucitar los de la tabla redonda, los 12 de Francia y los 9 de la fama; y mientras tanto los ruidos no cesaban.
Una vez dijo esto Don Quijote le dijo a Sancho que esperase ahí durante 3 días y que si en ese plazo no volvía que regresara a la aldea y le dijese a su amada Dulcinea que su amado caballero había muerto luchando en la oscuridad. Sancho al oír esto se puso a llorar y le dijo que no se marchara todavía y que esperase a mañana, pero al ver que Don Quijote no le hacia caso le ato las patas a Rocinante para que no pudiese cabalgar y Don Quijote al ver que su caballo no cabalgaba decidió esperar al día siguiente.
Durante esa noche Sancho comenzó a contar un cuento de un cabrero pero no lo pudo acabar debido al constante ruido que se oía.
Así paso la noche y ya al amanecer se ponen en camino de aquel enorme ruido, llegaron a unas peñas en donde encontraron unas casa mal hechas, Don Quijote se acercó y cuando se dio cuenta de lo que era ese ruido agacho la cabeza. Cuando Sancho lo vio se comenzó a reír.
Finalmente él capítulo termina con otra de las habituales discusiones entre Sancho y Don Quijote.
CAPITULO 21
En este capitulo se nos narra la aventura que tiene Don Quijote para recuperar el yelmo de Mambrino y las esperanzas o ilusiones que se hacen Don Quijote y Sancho de ser reyes y nobles gracias a su gran fama y valentía.
Al principio del capitulo se nos cuenta como Don Quijote cree estar viendo a lo lejos el famoso yelmo de Mambrino, el cual, según Don Quijote, lo lleva un caballero que va montada en un gran caballo. Al momento de manifestar Don Quijote su interés por este yelmo Sancho se apresura en decirle que no saque conclusiones precipitadas que puede armar una buena. Don Quijote sin hacerle caso se abalanza sobre este pobre hombre arrebatándole así el supuesto yelmo de Mambrino. Lo más interesante de esta pequeña aventura es que el «yelmo de Mambrino» no era mas que una simple bacía de azófar que solían utilizar los barberos.
Una vez hubo acabado este pequeño percance Don Quijote y Sancho comenzaron a fantasear sobre su futuro como caballeros. Don Quijote le contó a Sancho que si se hacían famosos Don Quijote acabaría casándose con la hija de un gran rey y a la muerte del rey este heredaría su reino y haría casar a Sancho con la mejor doncella que la hija del rey tuviese. Al acabar esta extraña conversación acordaron trabajar duramente para conseguir la fama suficiente como para poder ocupar los lugares deseados como rey y noble principal de ese imaginario reino.