I. Contexto Histórico
Las consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial, caldo de cultivo del ascenso de Hitler al poder; el triunfo del fascismo de Mussolini; la revolución rusa, que apadrinó gran parte de los movimientos obreros surgidos en Europa en las décadas anteriores; y el crack del 29 marcan el panorama mundial de inicios del siglo XX. En España, el general Primo de Rivera implantó en 1923, con el beneplácito de Alfonso XIII, una dictadura militar que acaba en 1930 como consecuencia de la crisis económica y la oposición de las clases medias y de los intelectuales. Un año después, se convocaron elecciones, que dieron lugar a la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, y a la salida del rey Alfonso XIII del país.
En el terreno artístico, se abren dos caminos diferentes: por un lado, un arte purista y deshumanizado, encabezado por Ortega y Gasset, que da lugar al novecentismo. Por otro, un arte revolucionario, que propone la ruptura con todo lo anterior y la convivencia de tendencias muy diferentes: las vanguardias.
II. Novecentismo o Generación del 14
Un grupo de filósofos, filólogos, historiadores y científicos que tratan la situación de España y proponen una renovación estética basada en el arte puro.
Características
- Intelectualismo: es una generación con una sólida formación académica, saben idiomas, participan en la vida cultural y política del país, fundan revistas, periódicos y editoriales. Cultivan una literatura culta y exquisita, cuidando mucho forma y estilo, destinada a un receptor formado y predispuesto a la reflexión.
- Separación de arte y realidad: defienden un arte puro y deshumanizado; la obra de arte tiene un fin estético. La obra que pone de manifiesto este anhelo es La deshumanización del arte, de Ortega y Gasset.
- Europeísmo: abogan por una España cuyos pilares básicos sean la educación laica, la cultura y la investigación científica. Ponen en marcha la Residencia de Estudiantes en Madrid, que formará más adelante a los jóvenes del 27. Creen en la necesidad de europeización frente a los valores tradicionales españoles, ya defendida por el grupo del 98, de una forma moderada, tolerante y dialogante.
Autores y Obras
- En ensayo, la figura más relevante es José Ortega y Gasset, máximo representante del movimiento. Entre sus obras destacan Meditaciones del Quijote, o La rebelión de las masas. Fundó y dirigió la Liga para la Educación Política y las revistas España y Revista de Occidente, que lo convirtieron en el pensador más influyente de su época.
Otros ensayistas destacados fueron Eugenio D’Ors, con su Glosario, casi cuatro mil ensayos breves de gran influencia; Gregorio Marañón, prestigioso médico que escribió sobre diversos personajes de la historia y de la literatura españolas; o Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, fundador de la revista La pluma y autor de El problema español. - En novela destacan Ramón Pérez de Ayala, por sus novelas (Troteras y danzaderas, Tigre Juan o El curandero de su honra) llenas de digresiones filosóficas escritas con innovaciones formales, referencias eruditas y un riquísimo léxico bien seleccionado; y Gabriel Miró, por sus novelas líricas con abundantes descripciones minuciosas y sugerentes, en las que los personajes viven inmersos en un ambiente opresor.
- En poesía, destaca la figura de Juan Ramón Jiménez, aunque su obra es difícil de enmarcar en un movimiento. Inicia su etapa intelectual, abandonando los preceptos modernistas.
III. Vanguardias
El término vanguardismo, del francés avant-garde, fue acuñado durante la Primera Guerra Mundial para referirse a las inquietudes de los artistas europeos más innovadores y revolucionarios, que denunciaban que el arte académico se estaba convirtiendo en algo retrógrado y sin valor de cambio social. Los movimientos de vanguardias, a menudo efímeros y minoritarios, se manifestaron en todas las artes.
Características y Movimientos
Los movimientos de vanguardias presentan las siguientes características comunes:
- Revisión y crítica de la creación literaria, afán de originalidad y rechazo de la tradición.
- Rechazo del sentimentalismo romántico, las obras deben ser fruto del intelecto y para una minoría.
- Ruptura de la división entre géneros y con las estructuras tradicionales: tanto en narrativa como en poesía, donde se prefiere el verso libre. Se da importancia a la tipografía y a la disposición del texto.
- Reivindicación del juego literario, el humor y el tono lúdico, que a menudo tiñen la obra de una aparente ingenuidad.
- Intención de provocar el escándalo y la indignación del público más culto para llamar su atención y posicionarlo en contra del imperante aburguesamiento de la literatura.
Los movimientos que tuvieron mayor repercusión en literatura fueron:
- Surrealismo: movimiento de mayor trascendencia en varias artes, iniciado por André Breton. Los surrealistas dejan fluir el pensamiento sin las trabas de la lógica o la razón, se transcribe el mundo de los sueños y del subconsciente.
- Dadaísmo: su nombre viene de la palabra dadá, que recuerda al balbuceo de un bebé. De la mano de Tristan Tzara, es una burla sarcástica del arte establecido, dando lugar en literatura a asociaciones absurdas.
- Futurismo: fundado por Marinetti, busca la belleza en el movimiento y en todo aquello que se relaciona con la modernidad (automóviles, aviones, máquinas, avances tecnológicos…).
- Cubismo: su precursor es Picasso, que en pintura propone la descomposición de la realidad en formas geométricas. En literatura se relaciona con los caligramas de Apollinaire.
- Expresionismo: pretendía, al contrario que el impresionismo, dar una visión de la realidad tal y como la ve el creador, mostrando su mundo interior con sus aspectos más sórdidos y oscuros. El escritor hace una crítica de la sociedad de forma directa y sin adornos retóricos.
Autores y Obras
En el ámbito de la literatura española, la influencia de las vanguardias generó dos movimientos literarios:
- Ultraísmo: movimiento poético que concibe el arte como un juego liberado de la lógica y la razón, rechazando la expresión de los sentimientos íntimos y las reflexiones filosóficas. Su mayor representante fue Guillermo de Torre, con el poemario Hélices.
- Creacionismo: propone al poeta como creador de un universo basado en la belleza y la poesía pura. Lo importante no es el contenido, sino la libre disposición de las palabras, la invención de términos o las metáforas ilógicas. Su máximo exponente es el poema El columpio, de Gerardo Diego.
- Cabe destacar la figura de Ramón Gómez de la Serna como el vanguardista español por excelencia, creador de las greguerías: textos ingeniosos y muy breves en los que se ofrecen asociaciones sorprendentes para definir elementos cotidianos a través de metáforas, personificaciones o paranomasias.
IV. Conclusión
El afán de renovación artística de principios de siglo XX cristaliza en España en dos corrientes diferentes: por un lado el arte puro e intelectual del novecentismo; y por otro, el arte revolucionario de los movimientos de vanguardia.