2. LA NOVELA SOCIAL DE LOS CINCUENTA
Los novelistas dieron testimonio y denunciaron la realidad social y política que se vivía en España durante la dictadura.
Estas novelas cumplieron una función informativa, reflejaban una situación social y económica que la presa ocultaba.
Se distinguen tres tipos de novela social.
NOVELA PRECURSORA: La colmena (1951),C.J. Cela. El autor se limita a dar testimonio de la sociedad. La crueldad con los débiles y la falta de valores éticos que se respiran en esta novela se agachan a la condición humana en general, sin que se denuncie. Lenguaje muy elaborado literario. Personaje colectivo. Narrador omnisciente (observador /subjetivo). Tiempo no lineal y reducido Espacio urbano.
NOVELA COMPROMETIDA: NEORREALISMO: El Jarama (1955),R. Francisco Ferlosio. El autor adopta un enfoque crítico ante las repercusiones negativas de la dictadura en la vida cotidiana. Esta crítica, que se inspira en los valores democráticos y éticos universales, la extrae el lector. El autor logra un equilibrio entre la forma y el fondo.
NOVELA COMPROMETIDA: Realismo SOCIAL: Dos días de Septiembre (1962),J. Caballero Bonald. Novela tendenciosa o política: denuncia del capitalismo y la dictadura desde la perspectiva marxista, según la cual la literatura es un arma para concienciar al lector en la lucha de clases y contra el franquismo. Predominan los elementos ideológicos. El lenguaje está menos elaborado. En estas novelas son tan importantes los
diálogos y el estilo coloquial. Personaje colectivo (la mina, la fábrica). Narrador observador con poca presencia en la obra. Tiempo lineal y reducido. Espacio urbano y ambientes obreros y rurales. Importancia de los diálogos. Descripciones minuciosas.
DEL Realismo SOCIAL AL Realismo MÁGICO
El Modernismo significó la renovación de la literatura hispanoamericana en el género de la lírica. La novela tardó en renovarse, aunque alcanzó una gran originalidad y difusión a partir de los años cuarenta del Siglo XX con el Realismo mágico.
En España se desarrollaban corrientes literarias muy diferentes: la novela existencial y el Realismo social. Este desajuste cronológico y literario entre España e Hispanoamérica se explica porque las circunstancias políticas durante el franquismo exigían que los escritores comprometidos con la libertad y la democracia dieran testimonio realista de lo que sucedía.
Realismo Mágico (1940 – 1960)
Es un movimiento literario de origen hispanoamericano que nos ofrece una forma irracional de percibir el mundo, ya que nos muestra que lo maravilloso está presente en la realidad cotidiana.
El Realismo Mágico surgíó como fusión entre el Surrealismo europeo y la mentalidad mágica de los pueblos indígenas y afroamericanos que viven en la América hispana. Los escritores nos muestran el mundo de los sueños y las alucinaciones, o inventan unas geografías mágicas, como el misterioso Cómala, de Juan
Ruflo, o el fantástico Macondo, de Gabriel García Márquez.
CarácterÍSTICAS Lo fantástico es percibido por los personajes como algo cotidiano. No hay una separación radical entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
La mezcla de realidad y fantasía no supone evadirse del mundo, sino profundizar en los aspectos negativos de la realidad. Se experimenta con nuevas técnicas narrativas (monólogos interiores, tiempo no lineal…)
Gabriel García Márquez
Nacíó en Aracataca, ciudad que le sirvió de inspiración para el territorio imaginario de varias de sus obras: El coronel no tiene quien le escriba // Cien años de soledad, entre otras. Popularizó en sus novelas mitos y leyendas campesinas que cargó de simbolismo.
El amor, la muerte, la soledad y la historia son algunos de sus temas. Su profesión de periodista se manifiesta en Relato de un náufrago. Sus obras más destacadas son Crónica de una muerte anunciada y El amor en los tiempos de cólera.
Mario Vargas Llosa
Ha cultivado la novela, el ensayo y la crítica literaria. La historia, gentes y costumbres de su país natal se funden en su obra con su experiencia europea. Libertad, justicia, violencia y censura son los temas constantes de sus novelas.
Le preocupa especialmente la composición y estructura de sus novelas.
LA NOVELA EXPERIMENTAL DE LOS 60 (1962 – 1975)
La superación del Realismo social
Los novelistas de los años sesenta abandonan la idea marxista de la literatura como un arma de lucha política.
Los nuevos narradores rechazan la estética realista y comienzan un periodo de renovación del lenguaje y de experimentación formal.
De la renovación a la experimentación
La novela que marca este nuevo periodo de renovación es Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos. Luego le siguieron novelas experimentales como Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.
NOVELA PUZLE Y LECTOR PARTICIPATIVO. | No hay narración lineal, sino fragmentos de la historia, de forma desordenada. Será el lector quien deberá encontrar la coherencia de lo narrado. |
ELEMENTOS NARRATIVOS TRATADOS DE FORMA IMPRECISA. | Personajes de psicología desdibujada, para expresar la falta de identidad personal del hombre moderno, diluido en la masa urbana. Acción escasa, y tiempo no lineal y apenas se describe el espacio. |
Técnicas LITERARIAS. | Uso del monólogo interior. Ritmo lento. Mezcla de registros lingüísticos: vocabulario culto y coloquial. Aparecen secuencias separadas por espacios en blanco. |
Intención DEL AUTOR. | Nos muestra una actitud crítica (periodo de desarrollo económico del franquismo). |
LA NOVELA DE HOY
Los antecedentes: 1962 – 1975
A partir de 1975 la mayoría de novelistas españoles abandonó la novela experimental. Los motivos fueron, fundamentalmente, la llegada de la democracia y el desinterés de muchos lectores hacia experimentos literarios que habían conducido a la destrucción de la novela.
El género narrativo había renunciado a los elementos que le son más carácterísticos, y en su lugar encontramos: pérdida de importancia del argumento, eliminación del estudio psicológico de los personajes, elaboración de estructuras muy complejas, a veces laberínticas, saltos en el tiempo e imprecisión del lugar donde se desarrollaba la acción, casi siempre mínima.
Hubo grandes novelas inspiradas por el afán de la renovación y experimentación (Tiempo de silencio, de Martín Santos); Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes; y Reivindicación del conde don Julián, de Juan Goytisolo).
Recuperación de la novela: 1975 – 2010
En 1975 Eduardo Mendoza publicó una novela emblemática, La verdad sobre el caso Savolta, obra que recupera el equilibrio entre experimentación y contenido. A pesar del desorden cronológico de esta narración, Mendoza recupera el interés por el argumento, los contenidos sociales y políticos, la psicología de los personajes, la descripción de ambientes y la intriga del relato = LA NOVELA Policíaca.
La tendencia iniciada por Eduardo Mendoza fue continuada por Vázquez Montalbán con una serie de novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.
Otros escritores, como Almudena Grandes, Juan José Millas… han desarrollado un tipo de novela en la que destaca la preocupación por temas existenciales, y por la reflexión íntima, la ironía, el humor y una esmeralda elaboración del lenguaje.
La novela histórica y de evasión está brillantemente representada por el periodista, académico y escritor Arturo Pérez – Reverté, con El capitán Alatriste.
EL CUENTO DE HOY: DEL Realismo SOCIAL AL Realismo MÁGICO
Al Realismo de los años cincuenta pertenece uno de los más importantes cuentistas españoles del Siglo XX: Ignacio Aldecoa. A partir de la década de los sesenta, los cuentos recuperaron la fantasía, que es uno de los ingredientes tradicionales de este género. Este cambio se debíó a la influencia de una corriente literaria denominada Realismo mágico (de los años 50), cuya novedad consiste en que sucesos fantásticos o
extraordinarios ocurren en la realidad más cotidiana, en un tiempo y un espacio que los personajes comparten con el lector. Entre los cuentistas hispanoamericanos sobresalen Borges y Cortázar.
Hoy el cuento se denomina habitualmente relato. Es un género abierto a muchas tendencias (fantástico, policíaco…) Desde comienzos del Siglo XX se publican en revistas y periódicos, y actualmente en la red. Han contribuido también a la difusión del cuento las antologías.
Cuentistas
José María Merino
Es un gran cultivador del género fantástico. Sus relatos se desarrollan en ambientes rurales o urbanos, donde lo extraordinario sucede en medio de la vida cotidiana.Juan José Millás
Es creador de un género personal, el <articuento>, relato breve en el que se produce una distorsión surrealista de la realidad, aparentemente absurda, que nos lleva a la reflexión sobre determinados aspectos de la realidad.Manuel Rivas
Autor del cuento La lengua de las mariposas.
El cuento infantil y juvenil
En la literatura contemporánea son frecuentes las versiones modernas y actualizaciones de cuentos tradicionales: El verdadero final de la Bella Durmiente, de Ana María Matute; o Caperucita en Manhattan, de ç
Carmen Martín Gaite.
Los relatos de ciencia – ficción cuentan también con el favor del público: El maestro y el robot, de José Antonio del Cañizo.
Abundan también los cuentos que reflejan de forma realista el mundo contemporáneo: temas relacionados con el modo de vida, intereses y preocupaciones de los niños de hoy: Yo, Robinsón Sánchez habiendo naufragado, de Eliacer.
LA LITERATURA DE EXILIO
Como consecuencia de la Guerra Civil y de la derrota de la República, más de medio millón de españoles huyeron al exilio. Junto a ellos, muchos intelectuales y escritores buscaron refugio en otros países, convirtiéndose también ellos en exiliados políticos.
Los intelectuales y escritores españoles exiliados contribuyeron en gran medida al desarrollo de la vida cultural de los países de acogida.
Exilio interior
Algunos autores del 27, como Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, permanecieron en España en lo que se denominó <el exilio interior>, que consistíó en ejercer una resistencia pasiva sin participar en los actos organizados por el régimen fascista.
Exilio exterior
Para la mayoría de los escritores afines a la República se exiliaron: Luis Cernuda, Pedro Salinas… algunos de ellos no regresaron nunca. Los temas recurrentes de los escritores exiliados son la nostalgia de España