Del viraje de la guerra a la derrota del Eje (1943-1945)
A finales de 1942 la guerra experimentó un giro decisivo. Hitler sufríó su primera y más importante derrota en Rusia. En el verano de 1942 la toma de Stalingrado era el objetivo básico del ejército alemán. Los alemanes lograron la ocupación de la mayor parte de la ciudad. Pero la contraofensiva rusa de Noviembre cercó a 22 divisiones alemanas. Hitler cometíó el error de dar la orden de resistir y romper el cerco. Los rusos impidieron la llegada de refuerzos, y el hambre y el frío obligaron a los alemanes a capitular en Febrero de 1943, decidíó la suerte de la guerra en el frente oriental.
En África la ofensiva del Afrika Korps de Rommel fue detenida por los británicos, que lograron la victoria de El Alamein en Noviembre de 1942. Ese mismo mes un cuerpo del ejército anglo-norteamericano desembarcó en los puertos de Marruecos y Argelia. En la primavera de 1943 los italianos y los alemanes tuvieron que evacuar Túnez.
En el verano de 1943 los aliados desembarcaron el Sicilia y emprendieron la conquista de Italia.
Víctor Manuel III destituyó a Mussolini y nombró primer ministro al general Badoglio. En Septiembre de 1943, Italia firmó el armisticio con los aliados. No obstante, los alemanes ocuparon el norte y el centro del país hasta Roma y liberaron a Mussolini, que organizó la llamada República de Saló bajo el control nazi.
Los estadounidenses contraatacaron el el Pacífico en el verano de 1942. Las batallas aeronavales del mar de Coral, Midway y Guadalcanal pusieron de manifiesto la superioridad de Estados Unidos.
El cambio en el curso de la guerra fue posible por la intervención de Estados Unidos y por un mayor acercamiento de Reino Unido y Estados Unidos con la URSS. En la Conferencia de Teherán (
1943) Stalin, Roosevelt y Churchill trataron aspectos relacionados con la guerra y la posguerra.
La definitiva derrota alemana comenzó en el oeste con la gran ofensiva a raíz del desembarco aliado de Normandía en Junio de 1944, que desbarató las defensas alemanas y permitíó el avance de las tropas aliadas. En Agosto París fue liberada y a finales de Octubre los territorios francés y belga fueron reconquistados. En el este los avances del Ejército Rojo fueron mayores. El asalto final se produjo entre finales de 1944 y principios de 1945. En Abril de 1945 el régimen nazi se descompuso. Berlín, la capital del Reich, fue cercada y bombardeada. Hitler se suicidó en su búnker y la ciudad capituló firmándose la rendición incondicional de Alemania.
La guerra continuó en el Pacífico, pese a que Japón estaba cercado y sin recursos defensivos. El nuevo presidente de Estados Unidos, Truman, decidíó lanzar la bomba atómica sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en Agosto de 1945. Sus efectos fueron terroríficos: solo en Hiroshima hubo más de 100.000 muertos e innumerables heridos y afectados por las radiaciones, de una población de 250.000 habitantes. El 2 de Septiembre de 1945 Japón capituló.
La guerra había acabado.
El > nazi en Europa
Hitler, después de sus conquistas y con el fin de asegurar el Gran Reich, consideró esencial construir un > en el que quedase claro el dominio de Alemania sobre Europa.
La explotación económica de los países conquistados
La estrategia alemana de al > presupónía una guerra corta, y su prolongación creó problemas. El ministro de Armamento y Municiones del Reich, Alber Speer, logró llevar al máximo la capacidad de producción bélica de la industria alemana. Pero desde 1942 Alemania no era capaz de mantener el esfuerzo de la guerra solo con sus recursos. Por eso se diseñó una política de explotación, saqueo y rapiña de los recursos humanos y económicos de los países ocupados.
Los países conquistados tuvieron que pagar los gastos militares de la ocupación y además fueron saqueados: requisa de materias primas, de productos industriales y alimenticios, expoliación de bienes judíos, etc.
El régimen de ocupación fue especialmente duro en Europa oriental, donde se establecieron miles de campos de trabajo, en los que las SS y los grandes conglomerados industriales alemanes explotaron sin límites a una mano de obra esclava. Unos ocho millones de civiles y prisioneros de guerra fueron deportados a Alemania y empleados en las fábricas de armamento o en ele sector agrario.
Así, mientras que la población alemana mantuvo un cierto grado de bienestar, la penuria, el racionamiento, el hambre y el > recayeron sobre las poblaciones de los países conquistados.