2. Las transformaciones en el mundo empresarial.-El tejido industrial entró en lenta y progresiva descomposición por: la desaparición de muchos negocios los procesos de integración y concentración empresarial promovidos por la irrupción en los negocios industriales del gran capital y especialmente del capital financiero.Los bancos empezaron a formar parte de los consejos de administración de las empresas. En Alemania, en 1913, los bancos alemanes estaban representados en los consejos de administración de 751 grandes compañías industriales, y sólo el Deutsche Bank estaba presente en 221 de ellos.Desde que interviene el capital financiero en las industrias intentarán estar muy atentos a las necesidades del mercado como al control de los mismos. Ensayaron tres formas de ejercer el control:Llegar a acuerdos con otras empresas para repartirse los mercados sin competir (Cárteles)Reducir el nº de empresas mediante fórmulas de fusión o absorción para alcanzar el control monopolístico de los mercados. Sobre todo desde que la Ley Sherman (1890) prohibía las colusiones empresariales para repartirse los mercados. Los sectores afectados fueron el eléctrico, químico-farmacéutico y el alimentario.La empresa multiunitaria o multifuncional: una empresa que diversifica sus actividades para obtener por sí misma los insumos que necesita. Internalización de los mercados.Estas tres maneras de entenderse con los mercados condujeron:- al gigantismo empresarial- a la concentración de capitales y mano de obra- a la socialización de las empresas en la medida en que el capital escapaba al control individual o familiar para hacerse más corporativo o anónimo- a la complejidad organizativa- a la dependencia de la “autoridad técnica” convertida –según CHANDLER- en el epicentro del capitalismo moderno.La nueva jerarquía entre naciones dependía de la capacidad que cada una tuviera de crear y consolidar empresas capaces de controlar mercados cada vez más amplios (de Gran Bretaña a EE.UU. tras la IGM).El éxito de los países inspirado en el “one best way” norteamericano se obtendría a partir de:producción masiva-empresa multiunitaria-gestión profesional-implantación de la OCT.En las primeras décadas del s. XX empezó a notarse la convergencia entre las economías industriales de los países.Empezó la movilidad del capital y de los ingenieros que se desplazaban por el mundo difundiendo las nuevas tecnologías y las ideas.EE.UU. y Alemania sobrepasaron los indicadores de crecimiento de Gran Bretaña. Ésta retrocedió mucho más al terminar la IIGM.
3. Los resultados. La ruptura industrial, 1895-1914.-La estructura de acumulación “neomercantilista” dio buenos resultados: -crecimiento de la producción.-beneficios de capital -renovación tecnológica para los países desarrollados: EE.UU., Reino Unido y Alemania reunían el 66% de la producción mundial (años 30). Japón también crecía entre el 3 y 4 % anual gracias a sus exportaciones.Las tecnologías en la agricultura permitieron su modernización por la mecanización de las faenas y la incorporación de nuevos fertilizantes inorgánicos. Eso permitió un nuevo trasvase de mano de obra a las fábricas y abaratamiento de los alimentos.Se desarrollaron enormemente los sectores mineros y energéticos. También la siderurgia, la metalurgia y las químicas.La producción y el consumo de masas se extendieron a:-Productos básicos como el calzado y vestido-En menor escala, a bienes duraderos como la bicicleta y la máquina de coser.-Y en los años 20 en los EE.UU. a los pequeños electrodomésticos y al automóvil. Estamos ante una nueva revolución industrial, una “ruptura industrial” sustentada en:-una nueva generación de tecnología capaz de producir de forma semiautomática en grandes fábricas.-empleando mucha mano de obra.-dirigida por especialistas en la gestión de los recursos humanos.
4. Hacia la burocratización de la mano de obra.-También aparecían con la “ruptura industrial” nuevas formas de gestionar la mano de obra.Las razones para este cambio en la gestión de la mano de obra dependían del punto de vista: Tecnocrático: las nuevas máquinas necesitaban una nueva forma de organizar el trabajo.Marxista: las máquinas y los nuevos métodos eran una respuesta patronal para neutralizar el control del proceso productivo que venían haciendo los obreros especialistas.Neoclásico: era la respuesta que los empresarios daban a las necesidades del mercado.Los mercados se ampliaron en los que conocemos como la belle epoque por:Aumento de la población urbana. salarización de mayor población.ampliación del comercio internacional.Los mercados también se hicieron más homogéneos y estandarizados, lo que facilitó la introducción de la maquinaria, ampliar las escalas de producción y mayor capitalización de las industrias por las nuevas formas de financiación. Todo esto trajo una depreciación del factor trabajo.En todos los sectores productivos se necesitó mucha mano de obra. Para gobernar plantillas de trabajadores tan numerosas las empresas debieron asumir la dirección centralizada → aumentó la burocratización de las empresas.Los costes adicionales de estos administrativos los asumían perfectamente estas empresas con mercados amplios y monopolísticos trasladando estos costes a los precios finales.Se crearon departamentos de personal para la gestión de los recursos humanos (EE.UU. las empresas que adoptaron departamentos de personal pasaron del 34 al 47% entre 1927 y 1937).Las funciones de estos departamentos de personal eran:Selección de personal-Planes de formación para tareas específicas de la empresa-Establecer criterios para el encuadramiento, la remuneración y promoción de los obreros-Planificar las relaciones con los sindicatos-Acabar con el absentismo-Optimizar los rendimientos,…etc.Los nuevos gestores formaban parte como otro departamento más del engranaje establecido por la dirección de la empresa.
5. La nueva organización científica del trabajo (OCT).-Había que conseguir que los trabajadores renunciaran a sus tradicionales culturas del trabajo y se adaptaran a los nuevos principios para conseguir abaratar los costes y mejorar el rendimiento. Los métodos fueron muchos pero se fue pasando de los modos “despóticos” a otros más sutiles y sofisticados que intentaban partir de decisiones racionales y contar con el consenso de los trabajadores: “métodos burocráticos”, entre ellos la OCT.El nuevo método se implantó, como todos, gracias al marco político y cultural favorable:la Religión: En Europa hasta los inicios del s. XX, el temor de Dios seguía siendo un fiel aliado de las empresas: En la Citröen se contrataban sólo trabajadores protestantes, recomendados por el pastor de la localidad; y en la Río Tinto eran los párrocos los que actuaban de intermediarios en la contratación.La Patria: Si a la prosperidad económica se unían las conquistas coloniales o el prestigio nacional, se reforzaba la unión entre patria, eficiencia nacional y cultura del trabajo.El principio de la “libertad de trabajo” y el temor a perder el empleo fue suficiente en otros muchos casos para imponer la disciplina. Los capataces seguían cobrando multas por no cumplir los reglamentos internos.La implantación de métodos despóticos generaba antídotos por parte de los trabajadores:Grupos informales de resistencia dentro de las fábricas.Sindicalismo como organización.Socialismo como ideologíaPor eso se recurría a los métodos racionales o burocráticos: hacer partícipes a los trabajadores de las ventajas que también para ellos tendría la nueva organización del trabajo.Un elemento decisivo sería la división del trabajo en sucesivas faenas cada vez más simples, aisladas y rutinarias que serían planificadas previamente estudiando los “tiempos y movimientos”. Es la base de la OCT.Con la medición nació el análisis y, tras él, los fundamentos para el estímulo, poder definir claramente los objetivos y la estrategia para alcanzarlos.Surgió una división esencial en las empresas: unos estudiaban, medían, analizaban, programaban y daban las órdenes.otros obedecían.Los capataces fueron perdiendo protagonismo y debían quedar bajo las órdenes de los departamentos de personal. En Japón los okayatas fueron sustituidos entre 1900 y 1905 dando paso a un sistema de gestión centralizada por los trabajadores de cuello blanco. Muchos capataces se resistían a perder sus competencias pero, a pesar de todo, los departamentos de gestión del trabajo se fueron imponiendo poco a poco.En las empresas se iba imponiendo el registro sistemático de operaciones, los libros y el análisis de costes, los controles de la producción y los inventarios… Todos estos datos que se iban recogiendo por los burócratas servían de base para elaborar una nueva ciencia que tenía por objeto:cimentar el poder del accionariado y de los gerentes dentro de la empresa-aumentar el rendimiento de los trabajadores-reducir costes-convencer a los obreros de que su obediencia redundaría en su propio beneficio.El más influyente de los nuevos organizadores de la producción fue Frederick Winslow Taylor propone una fórmula revolucionaria para mejorar el funcionamiento de las organizaciones en general y de la producción industrial en particular. Hizo pública su doctrina en 1911 como “Scientific Management”. En 1915, el historiador Hoxie define con la autorización de Taylor lo que sería su “Organización científica” como :Tras Taylor, Henry Ford en Detroit ponía en marcha el sistema de ensamblaje de su modelo T. Quería inundar los mercados de productos homogéneos, fiables y baratos. También aplicó salarios ventajosos para los trabajadores: 5 $ today, siempre y cuando cumplieran ciertos requisitos… Con estos salarios pretendía aumentar el consumo en la clase trabajadora. Estos salarios tenían una doble aplicación: También planteó la integración vertical de la empresa, al introducción de maquinaria precisa (cinta transportadora), la producción masiva, las economías de escala y difundir el American way of live.Los resultados fueron espectaculares: en 1913 se necesitaban más de 12 horas para ensamblar un coche y en 1914 sólo 1’5 horas. En 1910 produjo 32.000 unidades y en 1916 eran 718.000 unidades.
1. El incremento de la mano de obra.-En la 2ª 1/2 del s. XIX la población creció en las áreas industrializadas (Europa, Norteamérica y Japón) de 326 a 612 millones entre 1850 y 1914.La causa fue el proceso de transición demográfica que se estaba dando en esos países.La esperanza de vida aumentó de unos 40 → >50 años entre mediados del s. XIX y 1920. Lo que ocasionó un importante aumento potencial de la población activa.El crecimiento natural de la población repercutía en los mercados de trabajo. Aún más con la incorporación de las mujeres al trabajo asalariado.Las mujeres: Para toda Europa, en 1880, se estima en unos 30 millones de asalariadas pero, probablemente, se quede corta esta cifra. La contribución real de las mujeres a la oferta de mano de obra no se puede cuantificar porque no solía recogerse en los censos. Por ejemplo, en la Sevilla de 1900, con 150.000 habitantes, el censo de población cifraba el nº de obreras en 3.112, y sólo en la Fábrica de Tabacos estaban empleadas 4.317 obreras. ¿Causas?La eventualidad -Como no había una división nítida entre el trabajo doméstico y el productivo fuera del hogar es muy difícil conocer el nº aproximado de mujeres empleadas en un trabajo remunerado.De cualquier forma, podemos afirmar que aumentó la población femenina asalariada en Europa entre el 25 y el 30% de su potencial tasa de actividad. Causas que expliquen el aumento de la participación femenina en el mercado laboral:feminización de la población-disminución de la fertilidad-cambio de actitudes sociales ante el trabajo femenino-las guerras mundiales fue el factor más importante.Desde finales del s. XIX se promulgaron leyes para proteger a la mujer de la sobreexplotación. En EE.UU. (1874 y 1880) Massachussets y Rhode Island prohibieron bajo multa emplear a la mujer más de 10 horas diarias. Parece ser que estas leyes coincidían con momentos de crisis de trabajo por lo que se podría interpretar que este paternalismo hacia la mujer perseguía favorecer el mercado laboral a los hombres. En Francia donde la mujer trabajaba desde su casa (48,8% de las mujeres casadas) en una industria mixta donde se repartía el trabajo en el domicilio no hubo ningún tipo de legislación al respecto. Obteniendo ingresos o sin obtenerlos, la mujer casada debía quedarse en casa. Otros analistas consideran que estas leyes no perjudicaron al mercado laboral femenino porque muchos empleadores las incumplían para seguir teniendo acceso a la mano de obra barata. Otros piensan que las leyes favorecieron el mercado laboral femenino porque muchos empleadores tuvieron que contratar a más mujeres para compensar la reducción de la jornada legal de trabajo, lo que a su vez lo hizo más atractivo para ellas.La novedad: la mujer de clase media empieza a incorporarse a empleos tradicionalmente masculinos, en la administración (oficinistas, mecanógrafas,…) o el comercio (dependientas). Estos momentos coinciden con el movimiento sufragista femenino.Conclusiones: Todas las interpretaciones sobre esas leyes pueden admitirse porque el panorama era muy variado: alta concentración de mujeres en distritos esencialmente textiles; zonas de industria pesada o de bienes de equipo sin mujeres,… Desde luego, la causa fundamental del empleo femenino era la pobreza. Y desde que se concentró el trabajo productivo fuera del hogar la mujer casada solía permanecer en casa hasta mediados del siglo XX, dejando el trabajo fuera para las mujeres jóvenes y solteras.
3. Los movimientos migratorios hasta la Primera Guerra Mundial.-La crisis de finales del s. XIX y la demanda de trabajo de sectores emergentes ocasionó un incremento en la movilidad de los trabajadores de:un sector a otro-un lugar a otro.El flujo principal se produjo desde el campo a las ciudades:En Irlanda, 3 millones abandonaron el campo entre 1855 y 1914. En Francia, en 1886, había 1,1 millones de obreros extranjeros (7% de la población trabajadora) especialmente en las minas. Y en 1891 el % había subido al 12%. En Alemania el número de extranjeros se multiplicó por seis entre 1871 y 1910, hasta alcanzar los 1,3 millones de personas trabajando en las minas del Ruhr principalmente.La corriente migratoria más importante cuantitativamente hablando se produjo entre Europa y América. A medida que se acortó el tiempo del viaje y mejoró la seguridad del transporte aumentó el número de inmigrantes voluntarios. Entre 50 y 60 millones de personas dejaron Europa rumbo a América entre la era napoleónica y 1930.Países emisores:En las décadas centrales del s. XIX, una 300.000 personas/año emigraban a América desde las Islas Británicas, Alemania y los países escandinavos. Los europeos del sur y del este les sucedieron pero a partir de 1880: primero los italianos y súbditos del imperio austro-húngaro, y después, en los 90, polacos, rusos, españoles y portugueses.Entre 1882 y 1935 salieron de España 3,6 millones de personas.Países receptores:El principal país receptor de inmigrantes fue EE.UU. Entre 1840 y 1920 recibió 34 millones. A lo largo del s. XIX llegaban entre 300.000 y 570.000 anuales; y en la primera década del s. XX, alrededor de 870.000. A comienzos de la IGM el 60% de la mano de obra industrial norteamericana era extranjera.También fue importante la emigración a Argentina: En 1870 tenía 1,8 millones de habitantes y de ellos el 71% vivía en el medio rural. En 1914 había crecido hasta 7,5 millones. Cambio en la tendencia: La IGM cambió el curso de los acontecimientos, en EE.UU. ya empezaron a cerrar las fronteras para el tránsito de inmigrantes. En 1917, el presidente Wilson aceptó la restricción que proponían los sindicatos exigiendo a los inmigrantes superar el test de analfabetismo. La medida era dura porque un % alto de los que legaban de la Europa del Este o del Sur eran analfabetos.Tras la IGM la dureza aumentó: Leyes de Cuotas (1921)Leyes de Inmigración (1924).Leyes del Origen Nacional (1929)Todos los países del Nuevo Mundo cerraron sus fronteras a los inmigrantes en 1930 por las elevadas tasas de desempleo y los bajos salarios.La inmigración a EE.UU. no fue definitiva en muchos casos. Un 63 % de los españoles regresaron, especialmente con la depresión de los años treinta.El perfil personal y profesional del inmigrante europeo cambió a lo largo del s. XIX. Hasta mediados de siglo habían sido sobre todo granjeros y artesanos de zonas rurales que se movían con su familia en busca de tierras. A finales del s. XIX y principios del s. XX los emigrantes suelen proceder de los suburbios de las ciudades, aunque su anterior origen fuera el medio rural, habían hecho escala en las ciudades de sus respectivos países. Son obreros sin cualificar (el 35,8% de los nuevos emigrantes que entraron en EE.UU. en la primera década del s. XX eran analfabetos) en su mayoría eran jóvenes, varones y solteros. Es decir, era la población a quienes les salía el coste del viaje más barato porque iban solos y cumplían el perfil de la mano de obra que se necesitaba en la industria americana. Sólo en la emigración irlandesa las mujeres se movían tanto como los hombres (48% del total).
4. Causas y consecuencias de los movimientos migratorios.-La causa más sencilla es que el factor trabajo se mueve desde los lugares donde es más abundante que los factores tierra o capital hacia aquellos otros donde es relativamente más escaso.En el mismo sentido, los que emigran son aquellas personas que tienen mejores expectativas de futuro en el lugar de destino que en sus países de origen, deducidos los costes del viaje y la pérdida de los salarios hasta que encuentre un empleo.Pero debieron operar también otras razones. El más conocido es el mecanismo del “push and pull”, es decir los que empuja y los que atrae. Push: Entre las razones que empujan, sin duda, tendríamos la POBREZA, el DESEMPLEO, los BAJOS SALARIOS.La pobreza venía ocasionada por el exceso de población y los cambios en las estructuras económicas de los últimos tiempos.Pero tal vez, la pobreza no era tan determinante, hay mucha diferencia entre las tasas de emigrantes del Reino Unido o Suecia (70 º/00 en 1890) y Francia con sólo el 3 º/00. ¿No había pobres en Francia? Además, los pobres tampoco tendrían dinero para comprar el billete de barco. Pull: Por otra parte, el principal motivo de atracción eran los altos salarios en el lugar de destino. El mecanismo del “push and pull” no explica las razones últimas que llevaron a la emigración: ¿Era una decisión personal o estaba condicionada por la situación del conjunto de la familia? ¿Por qué se da mayor emigración en zonas no tan empobrecidas como otras? Los expertos dicen que emigran los que tienen información adecuada sobre las condiciones de vida en el país de destino, y sobre todo, los que cuentan con contactos adecuados, desinteresados y dispuestos a ayudar al recién llegado. Es decir, familiares, vecinos, amigos que habían partido con anterioridad. Ellos podían adelantarles el dinero del viaje, les ayudarían al comienzo con la manutención y la búsqueda de alojamiento y trabajo.En la Isla de Ellis el 58% de los judíos, el 36% de los alemanes y el 27% de los suecos que llegaban habían recibido el dinero para el viaje de familiares establecidos ya en Norteamérica. Es decir, que se ha podido valorar la importancia de cadenas migratorias en el origen y el desarrollo de los flujos migratorios. Así se explica porqué hay unas altas tasas de emigración en algunas poblaciones de un país y en otras no hay apenas (Évora o en las Azores de Portugal).Las sucesivas oleadas de inmigrantes de la 2ª ½ del s. XIX influyeron en el tamaño de la población, la estructura de edades y en el volumen de la fuerza de trabajo de los países emisores y receptores.La inmigración supuso un incremento de la población entre 1870 y 1913: En los países emisores se redujo la oferta de mano de obra. En Europa se redujo un 22% en los países no industrializados y un 2% en los países industrializados.Una consecuencia de las emigraciones fue la convergencia de los salarios reales. El ejemplo mejor estudiado es el de Irlanda, Gran Bretaña y EE.UU. Debido a la movilidad de la mano de obra, los salarios irlandeses, empezaron a mejorar.En aquellos lugares donde la mano de obra no supo moverse, como Andalucía occidental, los salarios siguieron bajos durante mucho tiempo.Los inmigrantes alteraron la estructura ocupacional de los países receptores: Desde 1987, 17 millones de personas hicieron la competencia a los nativos norteamericanos en el sector industrial (la agricultura siguió en manos de los nativos) y no se llegó a un conflicto abierto porque los inmigrantes ocupaban los trabajos que no querían los nativos.En 1910 porcentajes de trabajadores inmigrantes en diferentes sectores productivos norteamericanos:En las industrias intensivas en mano de obra cualificada los inmigrantes apenas tenían cabida.
5. La composición sectorial de la mano de obra.-La población se fue haciendo cada vez más urbana. El sector agrario redujo su participación en la población activa del 48,7% al 24,7% entre 1870 al 1950.En el conjunto de Europa occidental desde 1925 la mano de obra agraria dejó de ser la más importante. Aunque en Inglaterra desde 1840, pero otros como Suecia en 1940, Francia (1855), España e Italia (1960), etc. Fuera de Europa: en EE.UU hasta 1900, en Japón hasta 1960 y la URSS hasta 1970.El sector industrial empezó a aumentar. En el conjunto de los países desarrollados pasó del 26,9 al 36,6% en estas fechas. España seguía siendo diferente: en 1900 había 4,5 millones de obreros en la agricultura (68% de la población activa) por sólo un millón en la industria y otro millón en el sector servicios.Sólo en Europa fue donde la mano de obra industrial superó a la del sector servicios. En América del Norte a en Japón el sector servicios fue el más numeroso.Por qué en Europa abundó la mano de obra industrial y en países como EE.UU., Australia o Japón se pasó de la “campenización” a la “terciarización” sin pasar antes por un hegemónico sector secundario?1Europa había sido el taller del mundo desde el s. XVI y se dedicó a exportar porque tenía excedentes de producción. 2La industria europea era intensiva en mano de obra por su tradición gremial y manufacturera, mientras que en los nuevos países desarrollaron técnicas que sustituían la mano de obra escasa y cara.3Mayor densidad de población en Europa ahorró empleos en muchos servicios públicos y privados.4La tardía edad del matrimonio posibilitó que mayores contingentes de mujeres encontraran trabajo en la industria. La mano de obra femenina se redujo en los sectores tradicionales ( industria textil y minería) desde el último tercio del s. XIX. Pero empezaron a emplearse en los nuevos sectores como en la electricidad, las químicas,… y en sectores tradicionales que ahora se habían mecanizado como en la imprenta, el calzado, el cuero o el vidrio. Quedaron excluidas de los sectores de alta productividad y buenos salarios, como los que ofrecía la industria del automóvil. En la Renault las mujeres no superaban el 6% de los empleados en 1914.En líneas generales se produce un retroceso de la mano de obra femenina en la industria y se empieza a emplear más en el terciario, que se convirtió en el gran yacimiento de empleo de la mujer de clase media: secretarias, oficinistas, dependientas,… Al terminar la IIGM más de la mitad de los empleos administrativos británicos y franceses estaban ocupados por mujeres.
1. Generalización, integración y homogeneización de los mercados de trabajo.-Con la ruina de las economías agrarias familiares (por la caída de los precios de los alimentos) → muchos jornaleros y campesinos se empobrecieron → se aceleró el proceso de proletarización.Se producía el éxodo rural a finales del S. XIX cuando los campesinos no podían soportar los elevados costes de producción.Lo mismo les ocurrió a los artesanos que hasta ahora habían abastecido los mercados rurales.En otras partes del mundo en las que ya se había iniciado la proletarización, los mercados de trabajo ya institucionalizados tendieron hacia un mayor grado de:a) Integración geográfica b) Homogeneización profesional y normativa.a) Integración geográficaLos mercados de trabajo se fueron integrando del mismo modo que lo fueron haciendo los de mercancías y la modernización de las comunicaciones y transporte (telégrafo, ferrocarril y transporte por carretera). Es decir, compartiendo las mismas características de otras localidades en un ámbito regional o nacional. Se puede apreciar por la similitud de los salarios, por ejemplo.En la homogeneización de los salarios influyeron:Las informaciones que unos empresarios daban a otros para evitar la competencia por la mano de obra.La acción de los sindicatos por equiparar los salariosLas oleadas migratorias entre localidades, regiones y países emisores y receptores.En EE.UU., hacia 1880, los mercados de trabajo estaban ya integrados entre los estados del norte por su lado y los del sur por el suyo, pero no entre el norte y el sur, quizás por los efectos de la esclavitud…b) Homogeneización profesional y normativa.Las antiguas jerarquías profesionales de los obreros industriales también empezaban a converger. Las diferencias entre cualificados y no cualificados originarias del mundo gremial fueron desapareciendo.Los grandes motores que llevaron a la homogeneización de la fuerza de trabajo fueron los mismos que alimentaron la ruptura industrial:la ampliación y la colusión en los mercadosel aumento del tamaño de las empresas la aparición de las nuevas tecnologías los nuevos métodos de organización del trabajoLos grandes consumidores de la mano de obra semicualificada fueron los sectores industriales emergentes movidos por la energía eléctrica: industrias química, siderúrgica o alimentaria.Aparecen nuevas profesiones (para la fundición Bessemer, producción en serie de productos sanitarios, máquinas semiautomáticas en el vidrio,…) y se van extinguiendo las antiguas (pudeladores en la siderurgia, ajustadores y torneros en la metalurgia, carpinteros en la construcción,…)Los obreros cualificados, “artistas” van siendo sustituidos por los semicualificados que aprendían el oficio sobre la marcha (Ej. pág. 122).El proceso de homogeneización de la clase obrera se fue dando como resultado de una doble movilidad laboral y social:un movimiento descendente, de descualificación de los obreros manuales cuyas habilidades ya no eran requeridas.un movimiento ascendente, de recualificación para las nuevas necesidades tecnológicas y organizativas.¿Las nuevas tecnologías y rutinas provocaron una degradación cultural que acabó con el afán de superación que enorgullecía a los antiguos artesanos?Para algunos autores, dependía del tipo de actividad industrial. Mientras que para los sectores tradicionales sí pudo ocasionar una desmotivación, no fue así para sectores intensivos en capital y nuevas tecnologías que requerían mayores niveles de formación.(en este tipo de empresas había un mayor porcentaje de trabajadores con estudios de secundaria en los EE.UU.) El control del aprendizaje fue escapando a los obreros y a sus sindicatos y fue pasando a la empresa y a los gobiernos. El perfil del trabajador semicualificado era joven y formado en los conocimientos específicos de cada empresa.Los jóvenes empezaron a cobrar como los adultos tras breves períodos de formación en la empresa. No tenían que esperar largos periodos de formación. Empezaron a exigir modificaciones en las relaciones que mantenían con las sociedades obreras y con sus patronos. El aprendiz se convertía en un trabajador joven y barato que escapaba al control de los mayores… (los aprendices británicos fueron a la huelga en 1912 para que fueran incluidos en el sistema nacional de pensiones que se había creado un año antes). Estos cambios sólo se produjeron en aquellos países y regiones más tecnificados. Siguieron funcionando las viejas barreras profesionales, sectoriales, culturales que retrasaban la integración y otras nuevas barreras como el cierre de fronteras a la inmigración a partir de la IGM por:- el diferencial de productividad entre unas economías y otras – por el grado de protección comercial de los países – por la diversa fortaleza de los sindicatos.
2. El origen de los mercados internos de trabajo.-.Con la revolución industrial de finales del s.XIX aparece la tendencia al oligopolio, eliminando, en lo posible, la competencia en los mercados de mercancías pero también en los mercados de trabajo. Las grandes empresas retiraban del mercado de trabajo una parte de trabajadores a los que aseguraba estabilidad, certidumbre y posibilidades de promoción a cambio de fidelidad y eficiencia.Nacían así los mercados internos de trabajo. Se identifican con cuatro rasgos fundamentales:los contratos se firman con una duración ilimitadaLos nuevos empleos se adscriben por promoción de los trabajadores ya existentes en función de los programas de formación específica de las empresasLos salarios se fijan en función de la antigüedad dentro del escalafónLas relaciones laborales se rigen por normas internas de la empresa, al margen de cualquier interferencia exterior por parte de los sindicatos y, a ser posible, de los gobiernos.Explicación de la aparición de los mercados internos de trabajo:Teoría neoclásica:Como respuesta a los problemas de la gran empresa:problemas de certidumbre: necesita mano de obra estable para cumplir los compromisos.problemas de eficiencia: porque podían formar a sus trabajadores con programas específicos de formación. En Nueva Cork (1909) el 44% de las empresas industriales formaban a la mayor parte de sus obreros.problemas de reducción de costes: por la adecuación de los salarios a las cualificaciones específicas y no a cualificaciones generalistas impuestas por los oficios. Se esperaba que los obreros escogidos aceptaran cobrar menores salarios a cambio de la seguridad en el empleo y promoción en la empresa.Teoría marxista:Identifica los mercados internos de trabajo como un arma poderosa en manos de la empresa para tomar ventaja en la lucha de clases: alejando a los trabajadores de los sindicatos, dividiéndolos en virtud de una particularizada estructura salarial, y manteniéndolos bajo control mediante el fomento del paternalismo y la promoción de culturas corporativas.Las políticas de bienestar industrial (Welfare Capitalism) servían también como una estrategia para mantener alejado al Estado de las relaciones laborales en la empresa.Teoría institucionalista:Explican los mercados de trabajo como un consenso que interesa tanto a trabajadores como a empresarios.A comienzos del s.XX la movilidad, el absentismo y la rotación de mano de obra seguían siendo un problema para las empresas y más ahora que los mercados son más amplios (En Italia, en el período de entreguerras el 56,5% de los obreros de Alfa Romeo y el 83,1% de los de Montecatini no duraban un año trabajando).En Japón, por los mismos motivos el gobierno y las empresas aprobaron unos programas de formación para el segmento de trabajadores “claves” en los que se pudiera confiar. Tendrían contratos de trabajo de por vida hasta cumplir los 50 ó 55 años en que serían jubilados. Así se prolongó el tiempo de permanencia en la empresa más de cinco años en torno a 1930.En EE.UU. un estudio de Commons sobre una empresa mecánica en Pittsburg concluía que para mantener una plantilla de 10.000 trabajadores, la empresa tenía que contratar 21.000 personas al año. El problema de la rotación y el absentismo comportaba mayores costes en formación para las empresas y soportar un trabajo poco eficiente en los primeros momentos.Una forma de mantener la estabilidad era recompensar la fidelidad con mejores condiciones laborales. General Electric (1910) concedía:un plus salarial tras cinco años de permanencia.una semana de vacaciones pagadas tras 10 años.Una pensión de vejez tras 20 años.Ford recompensaba la fidelidad con un premio para aquellos obreros con más de 3 años de antigüedad, aunque al principio sólo se beneficiaron unos 640 de un total de 15.000 obreros. Hubo que recurrir a incrementar el salario a 5$ al día. Así bajó la rotación y el absentismo.Muchos trabajadores también lucharon para tener un empleo seguro y evitar la competencia de otros trabajadores. Fueron prácticas aisladas pero fueron el embrión de los mercados internos de trabajo.En la metalurgia norteamericana, en los años 80, los trabajadores no cualificados y sus sindicatos empezaron a reclamar mejoras en función de la antigüedad y de la formación específica recibida en la empresa.En otras empresas los mercados internos de trabajo fueron resultado del favoritismo entre los capataces… Impusieron su propio criterio a la hora de la selección del personal y en la promoción de los obreros (sobornos, familiares,…) En las minas de Riotinto, los naturales de la localidad se proclamaban “hijos del pueblo” para reclamar la estabilidad frente a los forasteros.De cualquier forma, los trabajadores con cualificación ocuparon puestos estables mientras que los que no la tenían padecieron la incertidumbre de los mercados externos.
1. Hacia la regulación de los mercados de trabajo. Las protestas obreras fueron contestadas con contundencia por parte de los gobiernos a fines del s. XIX (Comuna de París, 1871).Pero tras la represión, los gobiernos decidieron analizar las razones de sus protestas con la intención de aportar soluciones que trajeran la paz social. Se crearon comisiones y gabinetes de estudio: Labor Comisión on Labor o el Labor Department of the Board of Trade de 1892 y 1893 en Gran Bretaña, el Instituto de Reformas Sociales de España de 1903 o el Consejo Nacional del Trabajo en Francia, de 1900.Los gobiernos actuaron en torno a dos líneas:Políticas tendentes a armonizar las relaciones laborales por la vía del arbitraje y la negociación.Políticas que tenían como objetivo la asistencia social y la regulación de los mercados de trabajo El estado asistencial venía a culminar una cadena de derechos que los ciudadanos habían ido consiguiendo desde finales del s.XVIII con la adquisición de derechos civiles, en el s. XIX con los derechos políticos y culminaba en el s. XX con los derechos sociales. No todos los países las adoptaron al mismo tiempo. En Europa empezaron antes y fueron más amplias; en EEUU y Japón más tardías y livianas.Para armonizar las relaciones entre empresarios y trabajadores lo primero que hicieron los gobiernos fue legalizar las organizaciones sindicales y patronales (Francia: Ley de 1884 permitió a las sociedades obreras no sólo como mutualistas, sino que pudieran tener sus cajas de resistencia. También se legalizaban las huelgas por esta ley; en Italia los sindicatos fueron reconocidos en 1889; en Alemania, en 1891 Bismark autorizó la representación de los trabajadores en las empresas, aunque los sindicatos siguieron estando perseguidos; y en España los sindicatos los permitió Sagasta en 1887.Una vez legalizadas las organizaciones, los gobiernos se preocuparon por obtener la conciliación mediante mecanismos de arbitraje y de negociación colectiva (Dinamarca fue la primera en crear un sistema de arbitraje en conflictos laborales en 1899; España con la Ley de Tribunales Industriales de 1912, menos efectiva; en Francia, el Estado se personó como mediador en un 20% de las disputas obreras -entre 1895 y 1914- con un 70% de resultados favorables para los trabajadores).La culminación de las estrategias de conciliación fue el reconocimiento de la NEGOCIACIÓN COLECTIVA.En Gran Bretaña en 1894 y en Alemania en 1910.La IGM y la necesidad de asegurar servicios esenciales influyeron para que los gobiernos promovieran los mecanismos de negociación sectorial en aquellos sectores necesarios en época de guerra.Cuando terminó la IGM, el período 1918-1920 fue el más conflictivo del s. XX. Los gobiernos europeos para evitar el triunfo revolucionario de Rusia tuvieron que combinar medidas represivas con otras destinadas a integrar al conjunto de las organizaciones obreras en los valores liberales. Se emplearon dos fórmulas:-la ampliación de los derechos sindicalesla extensión de la negociación colectivaDespués, en los años 20 hubo un retroceso en las conquistas sociales y al llegar a los años de la Depresión los gobiernos de izquierdas o progresistas vuelven a ocuparse de las relaciones laborales: Los socialdemócratas de Suecia, el Frente Popular de Francia y de España o la National Recovery Act norteamericana de 1933 que reconocía la negociación colectiva entre patronos y sindicatos.Se implementaban fórmulas de arbitraje y negociación, protección social, y regulación normativa de las relaciones de trabajo. Se trataba de aprobar leyes para compensar a los accidentados, retirar a los ancianos, asegurar la subsistencia a los parados…La Alemania de Bismark fue la primera que creo un sistema de prestaciones sociales mediante contribuciones obligatorias de empleados y patronos. Entre 1833 y 1889 puso en marcha un sistema de seguros de enfermedad, accidentes y de pensiones de vejez y de invalidez. Entre 1908 y 1914 Gran Bretaña se convirtió en el primer país que proporcionaba un seguro a los parados.La IGM fue determinante para la adopción de medidas asistenciales.Francia: en 1915 aprobaba un salario mínimo para compensar a las familias de los combatientes y para conseguir una producción lo más eficiente posible.EEUU: a partir de 1914 se implicó más regulando el trabajo infantil o animando a los empresarios a negociar con el sindicato moderado American Federation Labour al que se hizo participar en la National War Labor Board. Por primera vez se consultaba a los sindicatos para solucionar los problemas del país.Tras la IGM se creaba la OIT (1919) declarando como objetivos:la jornada de 8 horas el control de trabajo de las mujeres y niñosderecho de asociaciónpolíticas de protección de los trabajadores agrícolas regulación de los turnos nocturnosterminar con la esclavitudseguros de enfermedadsalario mínimoHacia 1930, 27 países contaban con medidas públicas de protección. En EEUU, la Social Security Act de 1935 proponía un sistema de protección social con aportaciones de fondos públicos.
2. Legitimación política e intervención pública en materia de relaciones laboralesLos gobiernos emprendieron las reformas sociales y la regulación de los mercados laborales por varios motivos:Ante el avance de las nuevas ideas socialistas los gobiernos liberales que defendían un sistema capitalista tenían que legitimarse políticamente ante la sociedad, contar con el beneplácito de las masas, cada vez más numerosas y ya no podían encargar a la Iglesia o al paternalismo empresarial la ayuda para mantener el sistema.Era necesario:Ampliar los límites constitucionalesFacilitar la participación de los trabajadores en la vida política y en las decisiones de las empresasDesarrollar propuestas de consenso y negociación a todos los niveles.Además se estaba estableciendo el Corporativismo y se necesitaban grandes pactos interclasistas guiados por los gobiernos. Los gobiernos, desde perspectivas más o menos democráticas o fascistas, intentaron promover un modelo de acumulación nacional basado en:el proteccionismola tutela de los estadosla regulación de los mercados de trabajola instauración de la negociación colectiva.La respuesta de los partidos y sindicatos obreros fue variada. Las organizaciones socialdemócratas decidieron integrar el movimiento obrero dentro de los cauces legales del marco nacional como se demostró durante la IGM. No obstante, los obreros artesanos que conservaban sus viejas organizaciones no querían perder la protección social que les ofrecía sus viejas mutualidades y correr el riesgo de dejarla en manos de sus empleadores.También por la dura competencia internacional en todos los ámbitos: económico, cultural, militar,… La etapa de perjudicar al vecino de Maddison. Los gobiernos debían procurar que su economía fuera competitiva y desarrollar los sectores estratégicos: minería, construcción naval, ferrocarriles, siderurgia,… No tenía sentido que el sistema siguiera soportando el ineficiente trabajo de los niños, ancianos, mujeres, enfermos o accidentados. Para retirarlos del mercado laboral y compensarlos por los servicios prestados se fijan leyes de asistencia soc.Con respecto al subsidio de desempleo se empieza a legislar porque se comprende que el desempleo no se debe a la maldad de los trabajadores, sino que es consecuencia del propio sistema económico y también porque había que ofrecer seguridad a la clase trabajadora a la que se estaba pidiendo esfuerzos superiores.los sectores industriales emergentes apoyaban a los gobiernos en la toma de estas decisiones.El capital industrial no sólo buscaba el consenso social. Si se aplicaban las nuevas leyes: los salarios, derechos laborales, contribuciones sociales de las empresas,… se irían homogeneizando y esa homogeneización se convertía en una poderosa herramienta en manos de las grandes empresas para ocupar los mercados de las pequeñas. La Ley obligaría a todas las empresas, tendrían que contribuir como las grandes, aceptar los salarios y condiciones establecidos por la negociación colectiva, etc… y dispondrían de menor capacidad para adaptarse a la nueva reglamentación. Así, podríamos entender que la intervención de los gobiernos en materia laboral y social contribuyó a la expansión del gran capitalismo.Eran lógicas las protestas de los modestos industriales sevillanos contra la implantación de la Ley de las Ocho Horas de 1919 y el Retiro Obrero Obligatorio en 1921.