El léxico castellano: elementos constitutivos. Procedimientos de formación léxica y relaciones semánticas entre palabras
1.El lexico castellano
El castellano es una lengua derivada del latín hablado por los pueblos que vivieron bajo el Imperio Romano. Algunas palabras, aunque vengan del latín, proceden de otras lenguas: obispo, palabra, del griego; camisa, guerra, blanco y cerveza, de lenguas germanas; arroyo, gordo de lenguas prehispanas. Junto a éstas tenemos los semicultismos, son aquellos que han sufrido algunos cambios pero no toda su evolución fonética.
2.Procedimientos de la nueva creación del léxico:
El castellano, como toda lengua, ha ido adaptando su vocabulario a las necesidades expresivas de sus hablantes, que cambian constantemente como cambia el mundo en el que viven. Desaparecen o caen en desuso muchos términos –son los arcaísmos, como, por ejemplo hogaño, guisa, otrora-; pero aparecen sin cesar otros nuevos para designar realidades que no existían: los neologismos. Existen diferentes procedimientos de creación de nuevas palabras: morfológicos, léxico-semánticos y fónico-graficos.
2.1. Procedimientos morfológicos: la composición y la derivación
La composición consiste en la unión de al menos dos lexemas o morfemas que forman una palabra nueva a partir de otras existentes en la lengua: vanagloria, pelirrojo, porque, aunque, sacacorchos, aguardiente. A través de la derivación creamos palabras que incorporan morfemas derivativos (prefijos y sufijos) a un lexema o conjunto de lexemas: jardinero, belleza, incapaz, insobornable, despeinado, tradicionalista, hojalatero. Se pueden crear palabras derivadas a partir de palabras simples ( jardín > jardin-ero); a partir de palabras a su vez derivadas (tradición-al > tradicional-ista); o a partir de palabras compuestas: hoja-lat-ero. Se suele distinguir entre las palabras derivadas aquellas creadas por sufijación, esto es, añadiendo un sufijo (jardin-ero), de las formadas por prefijación, o sea, incorporando un prefijo (in –capaz). En algunos casos, y como curiosidad, la sufijación la practica el castellano a partir no del lexema de una palabra simple romance sino de la raíz culta, latina: lácteo, materno, portero, acuario, terrestre. En este caso hablamos de derivadas cultas. Existe la posibilidad de que en una palabra aparezcan un prefijo y un sufijo que se han añadido simultáneamente a la raíz del término. En este caso, el procedimiento se llama parasíntesis. Ha ocurrido, por ejemplo, en aparcar, embellecer, encestar o aterrizar. La prueba de que la formación ha sido diferente a la de una derivada está en que estas palabras parasintéticas no pueden prescindir del prefijo. Aparte de la prefijación y sufijación simultáneas, se considera también parasíntesis a la composición y sufijación simultáneas. Así, la palabra quinceañero ha sufrido a la vez la unión de los dos lexemas y la incorporación del prefijo, ya que no existen los términos *quinceaño ni *añero. En este sentido es necesario distinguir un término como sietemesino (parasíntesis de composición y sufijación simultáneas) de otro como hojalatero, derivado de hojalata, a su vez compuesta.
2.2.Los procedimientos léxico-semánticos
La invención léxica es rarísima, aunque pudiera parecer el más simple, es difícil que una aportación que procede de un solo individuo pase a formar parte del vocabulario de la lengua. Pero sin duda el mecanismo léxico-semántico más productivo en la creación de palabras nuevas es el préstamo, términos que se incorporan desde otra lengua. La introducción de préstamos se produce en muchos casos por necesidades internas de la lengua, que inevitablemente debe adaptarse a la constante aparición de nuevas realidades y nuevos referentes.Los préstamos aparecen empujados por el prestigio de una lengua en una época determinada. Se traducen literalmente del original, dando lugar a veces a que una palabra ya existente en la lengua adquiera nuevos significados: ratón.
2. 3.- Procedimientos fónicos y gráficos
Algunas palabras de la lengua se han formado por reducción de otras previamente existentes, una reducción que puede tener carácter fónico o gráfico. Una abreviatura es la
representación de la palabra en la escritura con sólo una o algunas de sus letras. Las siglas son palabras formadas con las iniciales de otras palabras que constituyen un sintagma. Aunque las siglas se emplean en la escritura, frecuentemente se acaban convirtiendo en acrónimos, palabras nuevas: Interpol (Internacional Police), Retevisión (Red Técnica Española de Televisión), Renfe, Sida, Láser… Los acortamientos son palabras formadas por la reducción de otras más largas.
3.- Relaciones de significado
Las palabras de una lengua no son elementos aislados, sino que mantienen relaciones semánticas de diverso tipo entre ellas:
3.1.- Sinonimia
Se produce cuando dos palabras tienen el mismo significado. En cualquier caso, existen palabras que presentan un alto grado de sinonimia, como acabar o terminar o avalancha y alud.
3. 2.- Antonimia
Como la oposición de significados puede presentarse de diferentes maneras, se distinguen las siguientes clases: Antónimos de grado: aquellas palabras cuyos significados opuestos admiten grados intermedios, por lo que pueden ser cuantificados, como caliente y frío, alto y bajo. Inversos: las palabras cuyos significados describen una misma relación desde puntos de vista alternativos, de modo que un significado implica el otro.
3. 3.- Hiponimia e hiperonimia
La hiponimia y la hiperonimia se producen cuando hay una relación de inclusión del significado de una palabra en el de otra. El hipónimo es la palabra cuyo significado está incluido en el de otra, la cual es el hiperónimo: por ejemplo, encina es hipónimo de árbol, y recíprocamente, árbol es hiperónimo de encina.
3.4.- Polisemia y homonimia
Basta abrir un diccionario para ver que casi todas las palabras poseen más de una acepción. Existen dos manifestaciones de la homonimia: la oral (homofonía) que consiste en la identidad fónica, no gráfica como en vaca/ baca; Desde el punto de vista histórico, homonimia y polisemia suelen seguir un proceso de formación distinto. La polisemia se origina en una sola palabra en cuyo significado se producen diversificaciones, generalmente metafóricas. Los diccionarios suelen asignar diferentes entradas a los casos de homonimia, por el contrario, los sentidos de un signo polisémico aparecen como distintas acepciones bajo un mismo término (genio/ banco). El lenguaje científico, que busca precisión en sus descripciones y definiciones, persigue eliminar la vaguedad y la polisemia de sus términos.