La crítica feminista de cine
Para las investigaciones feministas, el cine es un instrumento más de la cultura, y su investigación tiene como objeto dejar en evidencia los residuos dejados por la ideología patriarcal que, como tal ideología, autoriza ciertas representaciones mientras bloquea o invalida otras.
Lo que pretende la teoría y crítica fílmica feminista es arrojar luz sobre el espacio ensombrecido por la construcción social de los sujetos. Los estudios realizados bajo la “perspectiva feminista” deben cuestionar los valores otorgados al sujeto femenino, además de la relación establecida con el sujeto masculino.
En todo modelo de representación queda plasmado el proceso social que transforma la diferencia sexual del hombre y la mujer en desigualdad cultural entre el sujeto femenino y masculino. En definitiva, se están imprimiendo las relaciones de género.
Analizar, construir y reconstruir es el proceso teórico llevado a cabo por la teoría y crítica fílmica feminista. Una teoría que busca historizar y reconstruir los fundamentos que rigen las diversas tipologías de análisis y comentarios; una propuesta que busca subvertir la manera misma en que se ha construido históricamente la mirada cinematográfica.
Los análisis de los textos fílmicos realizados desde la “perspectiva feminista” se interrogan sobre el modo en que la institución cinematográfica perpetúa un modelo de representación del sistema sexo-género y de la mujer enmarcado dentro de los parámetros de la ideología patriarcal, y proponen la construcción de un nuevo marco de visión tanto a nivel práctico.
Etapas de la crítica feminista de cine
1ª Etapa: los años 70
Objetivos:
- Estudiar las imágenes de las mujeres en la representación: los estereotipos.
Las películas son ESPEJOS de la realidad. Los papeles otorgados a las mujeres tienen una analogía con la realidad. Como en ella, los papeles para las mujeres se dividen entre papeles positivos/papeles negativos: madre/prostituta, mujer fatal/chica buena. La representación anclada en el juego binario.
Como decía Lévi-Strauss, se aplica la división entre: mujeres negociables (madres, hijas, esposas…) y mujeres consumibles (prostitutas, vampiresas, golfas…), colocando a las primeras por encima de las segundas, estableciendo una jerarquía evidente de valores.
- Criticaban la dimensión unidimensional negativa de las mujeres, reclamando una imagen más positiva, algo difícil, ya que lo que hace el cine es reforzar “la gran mentira de la inferioridad de la mujer”.
- Nombrar a las mujeres que han intervenido en la producción cinematográfica y habían sido borradas de la historia del cine de Hollywood. Se hicieron durante esos años los primeros trabajos de rastreo de documentación, dando datos sobre el trabajo de las mujeres en cuanto a lo creativo y lo técnico desde 1895.
Se ha introducido desde entonces el concepto de “cine de mujeres”, focalizando el interés en los fenómenos de exclusión histórica de la creación de las mujeres: el género como diferencia sexual.
Los años 80
En los años 80, lo más característico sería la conciencia de que las mujeres tienen que crear su propio cine.
La imagen de la mujer y la feminidad es una construcción creada desde toda la variedad de discursos que podamos pensar: la música, la política, la literatura…
Objeto:
- Análisis de los mecanismos del texto fílmico para construir la feminidad como imagen.
- Análisis de la relación entre texto fílmico y espectadores/as.
Tiene que ver, como en el caso anterior, con todo el contexto teórico de la época. La idea principal: el cine reproduce a la mujer y lo femenino como categorías construidas por el sistema de representación patriarcal. La tarea crítica consiste en “desnaturalizar” dichas categorías que encierran a las mujeres en una subjetividad especial.
La crítica feminista se plantea si es necesario que las mujeres estén atadas a la lógica del deseo masculino. Por ello, se centrará la crítica en la figura de la ESPECTADORA, intentando entender qué hacen las mujeres con los textos que reciben y analizar qué tipo de placer obtienen. Para ello, se desarrollan dos definiciones de espectadora:
- Desde el punto de vista más “semiótico”, como un efecto construido del discurso.
Como mujer determinada por el texto, ¿es el goce masculino la construcción del punto de vista y del espectador masculino?
El espectador masculino es el que consigue una plena identificación con el personaje masculino, mientras que la audiencia femenina, o bien se identifica con el femenino, situándose en una posición pasiva de ser mirada, una posición masoquista.
La espectadora obtiene el placer a través de la identificación transexual con la representación, admirando al héroe, sufriendo un cierto proceso de masculinización.
- Como una mujer real que tiene una determinada identidad social.
Las espectadoras están más allá de la determinación textual: es una figura real, por eso el estudio de la recepción debe hacerse desde la etnografía y los análisis de tipo cultural, atendiendo a condicionantes como la clase social, la raza o la preferencia sexual.
Las mujeres no están fuera del sistema, colaboran de manera activa y, en muchos casos, son “cómplices” en el proceso de significación. Solo una mujer con conciencia feminista puede desarticular ese sistema de manera crítica.