El meteorólogo alemán Alfred Wegener fue el primero que reuníó pruebas para expilcar el parecido entre ambos continentes y demostrar que ambos estuvieron unidos en el pasado.
En 1912, Wegener presentó una revolucionaria hipótesis movilista: la deriva continental.
Según ella, hace unos 200 millones de años todos los contientes estuvieron unidos en uno solo, al que denominó Pangea, que significa «toda la tierra».
Pruebas geológicas. Wegener comprobó que el encaje entre las costas mejoraba cuando se uníaan por las plataformas continentales.
Pruebas paleontológicas. Se basan en ña presencia, en continentes actualmente alejados, de fósiles de organismos terrestres, como reptiles o plantas, que en ningún caso hubieran podido atravesar los océanos que hoy los separan.
Pruebas pelaoclimáticas: Rocas como el carbón y sedimentos como los depositados por glacieres nos informan sobre el clima del pasado. Cuando Wegener reuníó los continentes en Pangea, comprobó cómo las tierras situadas en torno al polo Sur poseían morrenas de la misma edad, mientras que en la zona ecuatorial existían grandes yacimientos de cárbon.
Sondeos y minas: aunque podría pensarse lo contrario, son un método poco eficaz.
Estudio de las rocas: si bie no podemos acceder al interior terrestre, existen fenómenos naturales que sacan a la superficie rocas que se han formado en él.
Meteoritos y asteroides: se trata de fragmentos primigenios del sistema solar que no llegaron a reunirse en un planeta.
Métodos sísmicos: son, sin duda, los más importantes y se basan en el análisis de las ondas sísmicas producidas en los terremotos o en explosiones controladas.
Capas concéntricas: su composición (modelo geoquímico) y su estado físico (modelo geodinámico).
Capas composicionales: se diferencian por su composición y están separadas por discontinuidades sísmicas.
La corteza y el manto, separadas por la discontinuidad de Mohorovicic o moho, están compuestas por rocas.
El núcleo, en cambio, es metálico y formado, básicamente, por hierro. Está separado del manto por la gran discontinuidad de Gutenberg.
Capas dinámicas: la litosfera es la capa rígida superficial y engloba toda la corteza más una porción del manto superior, también rígido.
Esta capa descansa sobre el resto del manto, la astenosfera y la mesosfera que, a diferencia de ella tienen un comportamiento más plástico y dúctil.
El núcleo o endosfera se encuentra fundido en su mayor parte, no así en el centro.
Hoy sabemos que la causa de estos movimientos radica en que la litosfera, la capa rígida superficial de la Tierra, descansa sobre la astenosfera que, aunque sólida, presenta un comportamiento plástico.
Se denomina isostasia al equilibrio de flotación entre la litosfera y el manto plástico: si su masa aumenta, la litosfera tiende a hundirse en el manto, si se reduce, tiende a ascender.
La litosfera es la capa rígida superficial de la Tierra y está formada por la corteza y la parte superior rígida del manto. Pero esta capa no es continua sino que está fragmentada en trozos, que se conocen con el nombre de placas.
Fosas. Trinchera alargadas y profundas.
Islas submarinas y guyots. Relieves volcánicos, a veces con cumbre aplanada.
Arcos de islas. Archipiélagos curvos situados junto a las fosas.
Fallas transformantes. Fracturas que atraviesan las dorsales.
Rift6. Surco central de la dorsal.
Fondo o llanura abisal. Fondos marinos profundos.
PLataforma continental. Áreas marinas poco profundas.
Talud continental. Zona de mayor pendiente entre la plataforma y las llanuras abisales.
Dorsales. Cordilleras muy largas, extensas, pero poco elevadas.
El sonar: Los mapas detallados de los fondos oceánicos, como el de la figura, se realizaron utilizando el sonar.
Los mapas de los fondos oceánicos reflejaron una geografía bastante variable, en contraposición con las planas llanuras cubiertas de sedimentos que se esperaba encontrar. Entre dichos relieves destacaban dos: las dorsales y las fosas oceánicas.
Dorsal medio-oceánica
Es una enorme cordillera, de más de 60000km de longitud y hasta 2000km de anchura, que suele recorrer la zona central de los océanos.
A menudo, presenta un surco central o rift y está atravesada por numerosas fracturas perpendiculares a este eje, las fallas transformantes, que le dan un aspecto parecido a una columna vertebral.
Fosas: son estre y profundas trincheras que suelen encontrarse adosadas a los bordes continentales o junto a arcos de islas volcánicas, especialmente en el Pacífico.
Otros relieves:
Llanura abisal: tiene una profunda media de 4km.
Arcos de islas: son archipiélagos surgidos junto a muchas fosas.
Islas submarinas y guyots: son antigups relieves volcánicos ya sumergidos o bien que no han llegado a emerger, los guyots presentan la cumbre aplanada.
Archipiélago de tipo Hawái: son archipiélagos alineados de islas volcánicas no asociadas a fosas como los arcos de islas, en los que solo la isla del extermo es volcánicamente activa, y van asociados a puntos calientes.
Según los fijistas, los océanos eran enormes cuencas receptoras de sedimentos y esperaban que dichos sedimentos alcazaran kilómetros de espesor.
Son de origen volcánico. Están constituidos por lavas submarinas y rocas magmáticas solidificadas a poca profundidad bajo el fondo marino.
Son muy jóvenes.
Los mapas resultantes de los sismógrafos mostraban una disposición sorprendente: los terremotos se distribuían en estrechas bandas, denominadas cinturones sísmicos, donde también se concentraban los volcanes.
Una placa litosférica es cada uno de los fragmentos en que se encuentra dividida la litosfera, separados por cinturones sísmicos y volcánicos.
Según su tamaño, se distingue entre las ocho grandes placas y una serie de pequeños fragmentos litosféricos o microplacas.
Según el tipo de litosfera, encontramos placas oceánicas, continentales o mixtas, es decir, según estén compuestas por litosfera oceánica, continental o por ambas, respectivamente.
Las placas, como se descubríó posteriormente, no están inmóviles ni son invariables. Pueden crecer y reducirse y además fragmentarse o reunirse entre sí. El estudio de su dinámica constituye la tectónica de placas.
Las campañas de perforación del fondo oceánio mostraron, además de su naturaleza volcánica, una curiosa distribución según su edad.
Gracias al uso de batiscafos pudo observarse la presencia de emisiones de gases y aguas a elevadas temperaturas en elsurco de la dorsal, lo que confirmó el origen volcánico de estas cordilleras submarinas.
Si el fondo oceánico se formaba continuamente en las dorsales y la Tierra no se hinchaba, cabías deducir que, al mismo tiempo, se destría y desaparecía en otros lugares.
Los lugares donde más se sospechaba que esto podía suceder eran, sin duda, las fosas, por varios indicios.
La subducción es el proceso por el que la litosfera oceánica se introduce en el manto.
Harry Hess comparó los fondos oceánicos con una cinta transportadora. Surgen por las dorsales, se desplazan a ambos lados y terminan hundíéndose en las fosas.
Subducción bajo litosfera continental. La fosa se halla junto al borde del continente y, como resultado de la compresión y del vulcanismo, se levanta una cordillera de borde continental o de tipo andino.
Subducción bajo litosfera oceánica. Da lugar a un arco de islas sobre la placa cabalgante. Dicho arco apunta hacia la placa que subduce.
Surgíó la teoría actual de la tectónica de placas.
La litosfera se encuentra dividida en grandes bloques llamados placas, que cubrem la superficie terrestre y encajan entre sí como las piezas de un rompecabezas.
La mayor parte de la actividad geológica interna se concentra en los límites entre las placas.
Los fondos oceánicos se generan continuamente en las dorsales, a partir de magmas procedentes del manto, y se destruyen, por subducción, en las fosas.
Las placas, con su movimiento, arrastran los continentes e interaccionan entre sí: donde dos placas se separan, se generan nuevos océanos. Donde se acercan y colisionan, se levantan cordilleras.
Para Wegener, los contienentes eran solo los que se desplazaban deslizándose sobre los fondos oceánicos.
Esta teoría explica una gran cantidad de fenómenos geológicos que aparentemente no tenían relación entre sí:
La distribución de la actividad sísmica y volcánica.
La distribución actual y pasada de continentes y oceánicos.
La formación de las cordilleras.
La génesis y destrucción de los fondos oceánicos.
La distribución de yacimientos minerales y de combustibles.
En un primer momento, tuvo gran aceptación la tesis de la litosfera descansaba pasivamente sobre la atnosfera.
En los lugares donde las corrientes calientes ascendían y se separaban, se formaban las dorsales, y donde las corrientes frías se hundían, las fosas.
Al ser la dorsal una zona elevada, la litosfera generada tiende a deslizarse a ambos lados por efecto de la gravedad, al tiempo que se enfría y aumenta su densidad.
Una vez iniciada la subducción de esta litosfera fría y densa, el peso de la placa arrastra tras sí al resto de la misma. Esta sería la fuerza más importante.
El calor interno, que mantiene la Tierra como un planeta geológcamente activo, tiene un doble origen. Por un lado, se trata del calor originaario procedente del impacto de los fragmentos que formaron el planeta y por otro es liberado con la desintegración de elementos radioactivos.
El geólogo candiense John Tuzo Wilson fue el primero en proponer la existencia, a lo largo de la historia de la Tierra, de procesos cíclicos de ruptura y reunide Wilson.
El este de África constituye un buen ejemplo para comprender el proceso de ruptura o de rifting continental.
Formación de un domo térmico.El calor acumulado debajo del contienente provoca la dilatación de los materiales y un abombamiento.
Etapa de rift contienetal. Aparecen grandes fracturas que adelgazan la litosfera, provocando la formación de un surco o rift contienetal.
Etapa de mar estrecho. La separación se completa y comienza a generarse entre ambos fragmentos nueva litosfera oceánica y una pequeña dorsal.
Etapa de océano tipo Atlántica. La separación prosigue y la extensión del nuevo fondo oceánico aumenta considerablemente.
Conforme se aleja de la dorsal, la litosfera oceánica se hace progresivamente más vieja, fría y densa.
Tras el choque, la velocidad de acercamiento de las placas se reduce hasta detenerse. Mientras tanto, estos sedimentos son plegados y deformados, y se elevan hasta formar una cordillera intercontinental o de tipo alpino.
Etapa de océanico tipo Pacífico. El océano comienza a cerrarse por la aparición de zonas de subducción en sus bordes.
Etapa de acercamiento. El cierre casi se ha completado: ambos continentes se acercan con sedimentos marinos en sus bordes.
Etapa de colisión continental. Los bordes de ambos continentes y los sedimentos atrapados en medio se deforman.
Etapa final. Las masas continentales se suturan y se forma la cordillera de colisión continental.
Bordes constructivos o divergentes. Son aquellos donde dos placas se separan y alejan, haciendo que se cree entre ellas nueva litosfera oceánica.
Bordes destructivos o convergentes. En estos bordes, dos placas se acercan y colisionan.
Bordes pasivos o censervativos. Son fracturas, conocidas como fallas transformantes, en las que dos placas se rozan lateralmente. En estas zonas no se crea ni se destruye litosfera oceánica.
Aparte de los arcos de islas formados en los bordes destructivos, existen otro tipo de archipiélagos, también volcánicos, que no están relacionados con límites entre placas.
Los segundos se forman cuando una placa oceánica va pasando sobre un punto caliente, originando un archipiélago en el que solo la isla situada sobre la fuente de mangma presenta vulcanismo activo. Este es menos violento, pues arroja lavas fluidas, y da a volcanes en escudo.
El relieve, como recordarás, se define como el conjunto de accidentes geográficos que podemos contemplar en la superficie contemplar en la superficie terrestre y que son consecuencias de la interacción entre los procesos geológicos internos y externos.
Al papel de los procesos internos y externos hay que unir el de la isostasia. Esta tiende a rejuvenecer las cordilleras conforme van perdiendo masa, debido a la erosión, y a hundir las cuencas sedimentarias a medida que su masa aumenta, por la sedimentación.
Las técnicas para representar el relieve se han ido perfeccionado con el tiempo desde la aparación de los primeros mapas.
Estos mapas se basan en el uso de curvas de nivel. Líneasque unen puntos de la superficie que se encuentran a la misma altura o cota. Las escalas más comunes son las 1:50000 y 1:25000, aunque si se necesita un mayor detalle se recurre a las escalas 1.10000 o menores.
La deformación, o el resultado de la actuación de esfuerzos sobre un material, depende del tipo de esfuerzo, pero también del comportamiento del material ante él, como puedes comprobar experimentalmente.
El comportamiento de los materiales puede verse modificado por condiciones tales como la preción, la temperatura o el tiempo.
También el comportamiento de las rocas puede cambiar. En general, cerca de la superficie, suelen ser frágiles y acaban fracturándose, por el contrario, en la corteza profunda o en el manto se pueden comportar plásticamente, sobre todo ante esfuerzos lentos.
Las fallas son fracturas de las rocas en las que los bloques separados se han desplazado. Cuando no existe tal desplazamiento, las fracturas se denominan diaclasas.
Los plieges son deformaciones de las rocas, en forma de dobladuras u ondulaciones, que se producen son sometidas a esfuerzos,generalmente de compresión.
Como puedes deducir, se trata de deformaciones que responden a un comportamiento plástico.
Las fallas suelen reconocerse en el relieve por la presencia de escalones o escarpes que rompen bruscamente la pendiente del terreno.
Los relieves plegados son frecuentes allí donde las rocas han sufrido compresión, como en las cordilleras.
Las rocas endógenas, magmáticas y metamórficas, constituyen la mayor parte de la corteza terrestre.
La Tierra es un planeta geológicamente activo debido al calor que alberga en su interior.
La mayoría de las rocas deberían estar fundidas a las temperaturas existentes en el manto. Sin embargo, las altas presiones a las que están sometidas elevan su punto de fusión y las mantienen sólidas.
Un aumento de la temperatura, producto de la fricción, la presencia de sustancias radiactivas o el contacto con una fuente de calor.
Un descenso de la presión, que reduce el punto de fusión de la roca.
La presencia de fluidos, como el agua, que disminuye la temperatura de fusión de las rocas.
El metamorfismo son las transformaciones que sufren las rocas, en el tipo o disposición de sus minerales, por efecto de la temperatura, la presión o ambas cosas.
Se trata de un proceso isoquímico, ya que la composición química global de la roca permanece invariable, aunque hayan cambiado su aspecto e, incluso, los minerales que la formaban.
Los ambientes metamórficos más comunes son las zonas de subducción y de colisión continental.
En las zonas de subducción se forman dos cinturones metamórficos: uno junto a la fosa y otro en la cadena volcánica.
En las zonas de colisión continental se originan zonas muy extensas de metamorfismo regional, ya que, a las enormes presiones causadas por el choque entre las masas continentales, se unen el calor generado por la fricción y el ascenso de magmas.
En la historia de la geología, el origen de las cordilleras u orógenos se ha intentado explicar mediante dos tipos de teorías, que platean, respectivamente, la existencia o ausencia de grandes desplazamientos de los continentes: las fijistas y las movilistas.
El contraccionismo, sin embargo, no era una teoría satisfactoria. Dejaba sin explicar, por ejemplo, la existencia en la superficie terrestre de amplias zonas, como los rifts continentales, donde la corteza, lejos de concentraerse, se estira y adelgaza.
A lo largo del Siglo XX y hasta que fue sustituida por la teoría de la tectónica de placas.
La teoría de la tectónica de placas explica de forma convincente la formación de las cordilleras. Estas se generarían en dos contextos distintos, pero relacionados con límites de placas convergentes: los orógenos asociados a la subducción y los orógenos de colisión continental.
Las zonas de subducción, con un elevado magmatismo, cuentan con algunas de las cordilleras de mayor longitud, como los Andes. Estos relieves se desarrolan sobre el borde de la placa continental cabalgante, por lo que también se denominan orógenos de borde continental.
En estos orógenos, la presencia de magmas es muy importante.
Un orógeno andino puede desarrolarse durante centenares de millones de años, siempre que el proceso de subducción continúe.
Los orógenos de colisión continental se producen como consecuencia de la colisión de dos continentes, es el caso de los Alpes, el Himalaya o los Pirineos.
A diferencia de lo que sucede en los orógenos de subducción, en los de colisión el magmatismo es menos importante.
Durante el choque de las masas continentales sucede que fragmentos de litosfera oceánica, llamados ofiolitas, son arrancados e incluidos en el límite o sutura entre ambos continentes. A este proceso se le denomina obducción.
Existen orógenos intermedios entre los alpinos y los los andinos. Se trata de cordilleras en las que, a la sunducción, se suma la colisión de pequeñas masas corticales llamadas terrenos o litosferoclastos
Cuando llegan a la fosa se produce una pequeña colisión, aunque, a diferencia de lo que ocurre en los orógenos alpinos, la subducción no se detiene y continúa, y el proceso puede repetirse. En el borde del continente se va formando un orógeno de acrecíón por la adición sucesiva de nuevos terrenos.
Se denomina orogenia a los periódos geológicos del pasado durante los cuales se han levantado cordilleras.