10.3. La España del Siglo XVIII: reformas en la organización del Estado. La monarquía centralista
Centralización del Estado y Ley Sálica: La llegada de los Borbones al trono de España supuso la reforma del Estado español, en la que se siguió el modelo francés. La primera de las reformas fue la centralización del Estado, para lo cual fue necesario acabar con las distintas situaciones jurídicas de los territorios de España. En los tratados de Nueva Planta, aplicando el derecho de conquista, Felipe V igualó jurídicamente las instituciones de los territorios de la Corona de Aragón a las de Castilla. Del mismo modo, las barreras comerciales del interior del país quedaron suprimidas. Por otra parte, en 1713, fue promulgada la Ley Sálica, por la que se concedía prioridad en la herencia del trono a la línea masculina sobre la femenina. Reformas administrativas: En cuanto a las reformas administrativas, el Consejo de Castilla asumíó los ámbitos de acción de los demás consejos territoriales, si bien perdíó poder a favor de las Secretarías de Estado. Estas fueron la gran innovación política desde 1705 y se ocuparon de distintos ámbitos de la administración del Estado. Su influencia crecíó a partir de 1726, con Patíño. Reforma territorial: Respecto a la reforma territorial, las capitánías sustituyeron a los virreyes, siendo el capitán general el representante del poder absoluto del rey en un territorio. Los corregidores perdieron competencias a favor de los intendentes, quienes se ocuparon fundamentalmente de la hacienda y la guerra. Hacienda Real: En lo que a la reforma de la Hacienda Real se refiere, esta se caracterizó por: un reparto igualitario de la contribución económica de todos los territorios; la centralización de la recaudación de impuestos, eliminando el arriendo del cobro a los particulares; y el aumento de los ingresos para el tesoro, modificándose los sistemas de recaudación.
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4. La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III
Panorama general y agricultura: Carlos III será rey de España desde 1759 hasta 1788, tras haber sido rey de Nápoles desde 1735. Su reinado se caracterizó por la aplicación de las prácticas propias del despotismo ilustrado. Para ello, se sirvió fundamentalmente de personalidades políticas como Aranda, Floridablanca, Campomanes o Jovellanos. La principal preocupación de estos hombres fue la reforma de la política agraria, ya que estaba atrasada y era la principal ocupación de la mayoría de la población española. Para ello, se elaboraron distintos estudios e informes, como el Informe sobre la Ley Agraria, de Jovellanos. Sin embargo, los resultados serían pocos (algunos repartos de tierras comunales), debido a lo arraigado de determinadas figuras jurídico-sociales, como el mayorazgo. Economía: En otros ámbitos de la economía, en 1772, se acabó con el monopolio manufacturero de los gremios; se mejoraron las vías de comunicación interna para el comercio; se liberalizó el comercio con América, desapareciendo la Casa de la Contratación; y se creó el Banco de San Carlos.Etapas: El reinado de Carlos III tuvo dos etapas. La primera hasta 1766, la cual finalizó con el motín de Esquilache, a cusa del descontento del pueblo ante el intento del ministro de reformar algunas costumbres. La siguiente etapa es la de los grandes políticos ilustrados ya mencionados.9.7. La Ilustración en España
Introducción y carácterísticas: La Ilustración es la corriente del pensamiento que se extendíó por Europa a lo largo del siglo XVIII y que supuso la base intelectual de las reformas de los primeros borbones en España, especialmente con Carlos III. Sus carácterísticas principales eran: empleo de la razón y la crítica como instrumentos de análisis y conocimiento; fomento de la economía nacional; desarrollo del conocimiento científico y de la educación; y existencia de una mentalidad utilitarista que tenía como fin la difusión del progreso entre el mayor número de personas posibles. Instituciones: En definitiva, se trataba de reformar el Antiguo Régimen, no sustituirlo. Para ello, aparecieron distintos canales de difusión de esta corriente. En primer lugar, las Academias, entre las que destacaron la Real Academia Española (1713-1714), la Academia de la Historia (1735-1738) y la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1744). En segundo lugar, las nuevas instituciones de enseñanza superior como alternativa a las universidades, con una finalidad de formación para determinadas posiciones y cargos: aristócratas, oficiales del Ejército… En tercer lugar, las Sociedades Económicas de Amigos del País, destinadas a la difusión y el progreso de las ciencias, especialmente las consideradas útiles, así como al progreso de la economía. En cuarto lugar, realizando una labor similar a las Sociedades, se desarrollaron los Consulados, especialmente en los lugares donde aquellas no existían, creando escuelas de formación profesional en el ámbito del comercio y la navegación.Intelectuales y artistas: Finalmente, cabe nombrar una serie de intelectuales y artistas cuyo peso fue destacado en la Ilustración Española. En el campo de las ciencias destacaron: Feijoo y Mayans, en un primer momento, y Mutis y Cavanilles (Biología), Ulloa y Jorge Juan (Astronomía y Cartografía) y Piquer (Medicina), en una etapa posterior. En el de la política y la economía sobresalieron: Campomanes, Jovellanos, Capmany y Cabarrús. En el desarrollo de la literatura didáctica y crítica, destacaron Feijoo, Jovellanos, Cadalso y Moratín, junto con el desarrollo de las revistas literarias y científicas.