TEMA 16. ESTILO INFORMATIVO RADIOFONICO
16.1. El libro de estilo radiofonico
La radio requiere que se contemple su proceso particular de trabajo, sus formas de comunicación, estilo sonoro y aspectos fonéticos, además de los idiomáticos condicionados por sus características como medio auditivo. El planteamiento de un Libro de estilo radiofónico debería girar en torno a los siguientes puntos.
1. Principios para el planteamiento general de la comunicación e información radiofónicas, así como el uso, tratamiento y contraste de fuentes, reelaboración, de notas oficiales y resúmenes informativos./2. Normas de elaboración informativa. Modo de citar nombres y cargos, normativa sobre el léxico, tecnicismos, tópicos …/3. Normas fonéticas concernientes a los principios generales de pronunciación de sonidos y entonación, pronunciación de las frases, nombres y apellidos de personalidades y denominaciones de lugares e instituciones./4. Normas de comunicación radiofónica en las que se recojan orientaciones sobre la armonización de los recursos sonoros, formas de comunicación y diálogo de los presentadores entre sí y con los oyentes en estudio o en las llamadas telefónicas, pautas para corregir los errores, uso y combinación de voces, sintonías de entrada y salida, saludos y despedidas./5. Normas específicas sobre los géneros informativos y tipos de programas en aquellos aspecos que marquen la diferencia y estilo de cada emisora./6. Normas de presentación de escritos, guiones, y grabaciones que haya que compartir para facilitar y agilizar el trabajo.
Es frecuente que los Libros de estilo incorporen también un diccionario en el que se fija la manera de utilizar cada término en concreto.
16.2 Orientaciones de comuniación radiofónica para la elaboración de la información
La técnica está aportando nuevos instrumentos para unas coberturas + ligeras y rápidas que le permiten competir con otros medios.Cada vez + se va perdiendo la concepción del locutor tradicional en aras del experto en materia: información, música, espectáculo, educación.Ls investigaciones efectuadas arrojan datos abrumadores sobre la falta de compresión de los mismos, de la excesiva velocidad de exposición, del empleo de un lenguaje altamente tecnificado, propio de expertos, por convertirse los informadores en portavoces de las jergas políticas, económicas y técnicas.Ls programas grabados permiten una mayor rigurosidad en el respeto al tiempo previsto en la programación. Los transmitidos en directo se ajustan también al tiempo, aunque admiten algunas excepciones.En la información radiofónica prevalece la autenticidad frente a la verosimilitud. Por la razón se rechaza la sustitución de sonidos captados de la realidad debido a su imperfección por otros reproducidos en estudio con mayor calidad.