Prevención y Tratamiento de la Influenza: Guía Completa


Tratamiento de la Influenza

Actualmente, el tratamiento de la influenza incluye el uso de drogas antivirales, ya que estas reducen la intensidad de los síntomas si se administran dentro de las primeras 48 horas de iniciada la infección. Se considera el empleo de fármacos en casos de influenza severa, ya que presentan algunos efectos secundarios indeseados. Para contrarrestar las molestias de la influenza, existen diversos medicamentos paliativos como el ibuprofeno para el dolor muscular, el acetaminofén para la fiebre y la aspirina, que mejora el estado general de los pacientes.

Prevención y Control de la Influenza

Existen dos medidas disponibles que pueden reducir el impacto de la influenza: la quimioprofilaxis, que depende de fármacos, y la inmunoprofilaxis, que emplea vacunas. Para la quimioprofilaxis de la influenza estacional se utilizan dos medicamentos: la amantadina y la rimantadina. Ambos interfieren con la replicación del virus de influenza tipo A con una eficacia del 70% al 90% y reducen la severidad y duración de los signos y síntomas de la influenza cuando se administran durante las primeras 48 horas de su inicio.

Quimioprofilaxis

  • La vacunación anual contra la influenza es la mejor manera de prevenir la influenza, porque la vacunación puede ser administrada antes de la exposición al virus y puede proporcionar inmunidad segura y efectiva durante toda la temporada de influenza.
  • Los medicamentos antivirales tienen una efectividad del 70% al 90% para prevenir la influenza y son complementos útiles de la vacuna contra la influenza.
  • El uso indiscriminado de la quimioprofilaxis podría promover la resistencia a los medicamentos antivirales o reducir las disponibilidades de estos medicamentos para el tratamiento de personas con mayor riesgo de complicaciones por la influenza o quienes están gravemente enfermos.

Situaciones en las que se Considera el Uso de Medicamentos Antivirales para Quimioprofilaxis

  • Prevención de la influenza en personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones a causa de esta infección durante las primeras dos semanas luego de la vacunación, luego de estar expuesto a una persona infectada.
  • Prevención para las personas que sufren de deficiencias en el sistema inmunitario u otras que podrían no responder a la vacuna contra la influenza (por ejemplo, personas que toman medicamentos inmunosupresores), luego de haber estado expuestas a una persona infectada.
  • Prevención para las personas con alto riesgo de complicaciones por la influenza que no pueden recibir la vacuna debido a una contraindicación, luego de estar expuestas a una persona infectada.
  • Prevención de la influenza entre residentes de instituciones, tales como establecimientos de cuidados a largo plazo, durante los brotes de influenza en la institución.
  • El énfasis en la vigilancia directa y el comienzo temprano del tratamiento antiviral en caso de fiebre o síntomas respiratorios es una alternativa para la quimioprofilaxis después de una posible exposición sospechosa para algunas personas.
Duración de la Quimioprofilaxis

Para ser efectivo como quimioprofilaxis, un medicamento antiviral debe ser tomado cada día durante el período de la exposición potencial a una persona con influenza y durante 7 días luego de la última exposición conocida. Para las personas que reciben quimioprofilaxis antiviral luego de la vacuna inactivada contra la influenza, la duración recomendada es hasta el desarrollo de la inmunidad después de la vacunación (el desarrollo de los anticuerpos luego de recibir la vacuna tarda aproximadamente dos semanas en adultos y puede tomar más tiempo en niños, según la edad y el historial de vacunación).

Por lo general, no se recomienda la quimioprofilaxis antiviral si han pasado más de 48 horas desde la primera exposición a una persona infectada.

Se debe alentar a los pacientes que reciben quimioprofilaxis a someterse a una evaluación médica tan pronto como desarrollen una enfermedad respiratoria febril que puede indicar la presencia de influenza.

Consideraciones Especiales para Entornos Institucionales
  • Se recomienda el uso de la quimioprofilaxis antiviral para controlar los brotes entre las personas de alto riesgo en los entornos institucionales.
  • Por ejemplo, cuando se identifica la influenza como causa de un brote respiratorio entre los residentes de asilos de ancianos, se recomienda el uso de quimioprofilaxis antiviral para todos los residentes expuestos o en riesgo, y para el personal de cuidado de salud no vacunado. El personal vacunado puede recibir la quimioprofilaxis antiviral hasta 2 semanas después de la vacunación contra la influenza. Para obtener más información sobre el control de brotes institucionales, consulte las guías correspondientes.

Medidas Generales de Prevención

  • Evitar el contacto directo con personas enfermas o que tengan fiebre y tos.
  • Lavarse las manos con agua tibia y jabón entre 10 y 20 segundos de manera frecuente.
  • Lavarse también entre los dedos y, por último, el pulso o la muñeca.
  • Se puede usar alcohol en gel o líquido para desinfectar.
  • Tratar de no tocarse la boca, la nariz y/o los ojos.
  • Dormir bien, comer alimentos nutritivos, tomar abundantes líquidos y mantenerse físicamente activo.
  • Ventilar las casas por un rato.
  • Taparse la boca y la nariz al estornudar o toser con un pañuelo desechable (o en el ángulo del codo).
  • Usar mascarillas o barbijos (recomendable), recordando que tienen un determinado tiempo de uso.

Profilaxis con Amantadina y Rimantadina

Ambos fármacos antivirales (amantadina y rimantadina) pueden administrarse a lo largo de la estación epidémica a las personas con alto riesgo de padecer infecciones complicadas por los virus gripales, siempre y cuando no hayan sido vacunadas o la vacuna no determine una suficiente protección inmunológica.

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