PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Causas:
Entre 1900 y 1914, la configuración de dos bloques antagónicos y el aumento de las tensiones internacionales (por la rivalidad entre imperios y el nacionalismo balcánico) propiciaron una política de rearme de las grandes potencias, que veían la guerra como algo inevitable. A esta etapa se la conoce como “Paz Armada”.
Formación de las alianzas internacionales:
Estas alianzas comenzaron a forjarse a instancias de Alemania, en la época del canciller Bismarck, entre 1870 y 1890. Tales alianzas buscaban: el predominio alemán en la política continental europea, la creación de un bloque de potencias con centro en Alemania, así como la contención de los enemigos de Alemania (aislamiento de Francia, para evitar un posible revanchismo por la pérdida de Alsacia y Lorena). Con estos objetivos Bismarck comenzó las negociaciones: – 1873 la Liga de los tres Emperadores (Austria, Rusia y Alemania).
– 1882 la Triple Alianza (Alemania, Austría-Hungria e Italia).
En esta última alianza Rusia quedaba al margen (estaba enfrentada a A-H por los Balcanes) y, para evitar el aislamiento, reorientó su política exterior hacia la alianza con Francia (quien también quien también deseaba este acuerdo para hacer frente a la Triple Alianza). Así:
– 1892 el Acuerdo francorruso de ayuda mutua en caso de amenaza alemana o austriaca.
– 1904 el Entente cordial (Francia y Gran Bretaña). Gran Bretaña desconfiaba del expansionismo alemán, rompió su tradicional aislamiento y buscó aliados. Con la firma de este pacto quedaban superadas, además, sus rivalidades coloniales.
– 1907 el Acuerdo angloruso, ponía fin a conflictos coloniales en Asia (Persia, Afganistan).
– 1907 la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia).
La vieja idea de Bismarck de aislar a Francia quedaba así desbaratada.
La carrera de armamentos:
Fue otro paso hacia la crisis. Los ejércitos de todas las potencias europeas doblaron sus efectivos militares e hicieron obligatorio el servicio militar. Es así que esta etapa que abarca desde 1900 a 1914 se denominó la “Paz Armada”. La carrera de armamentos causó inquietud en la opinión pública. Es por ello que los gobiernos y sus Estados Mayores se vieron forzados a insistir en el peligro inminente de una guerra para justificar sus políticas ante la población, iniciando campañas de propaganda bélica.Los enfrentamientos coloniales:
Los principales enfrentamientos coloniales de principios del siglo XX, tuvieron como escenario el norte de África. Ya desde 1885, la Conferencia de Berlín había intentado establecer medidas de acuerdo y arbitraje entre los imperios, pero cuando aparecieron nuevos países en la escena africana, los conflictos fueron inevitables.
Será Marruecos, uno de los últimos puntos africanos por repartir, donde se enfrentaron alemanes y franceses. Alemania no quería dejar perder la ocasión de aumentar su imperio, ya que había llegado relativamente tarde al reparto colonial y sus posesiones no podían compararse a las francesas o inglesas:
– La primera crisis marroquí (1905): el acuerdo entre Francia y Gran Bretaña de repartirse Marruecos entre España y Francia no gustó al gobierno alemán que ofreció su apoyo al sultán de Marruecos para que pudiese resistir la presión de Francia. Para resolver tal conflicto, se convocó la Conferencia de Algeciras (1906), que frustró las aspiraciones alemanas, al establecer un protectorado franco-español sobre Marruecos. Además provocó el acercamiento en Francia y Gran Bretaña.
– La segunda crisis marroquí (1911): Alemania seguía sin resignarse y, con motivo de una insurrección en el sur de Marruecos, Alemania envió barcos de guerra a Marruecos, bajo el pretexto de proteger a los súbditos alemanes que allí se encontraban. La presión alemana acabó consiguiendo la ampliación de su colonia de Camerún a cambio de abandonar Marruecos.
Las crisis balcánicas:
Otro punto de tensión se encontraba en los Balcanes. Tanto el Imperio astro-húngaro como el Imperio ruso, buscaban acrecentar su influencia en la región aprovechándose de la debilidad del Imperio turco.
El Imperio astro-húngaro se oponía a la voluntad serbia de unificar todos los eslavos del sur, puesto que perdería territorio de su imperio.
El Imperio ruso aspiraba a aumentar su papel internacional convirtiéndose en protector de los eslavos serbios, y controlando los estrechos. En este contexto, entre 1908 y 1913, estallaron tres crisis sucesivas en los Balcanes:
– 1908: Imperio astro-húngaro, con la excusa de reducir la agitación eslava, anexiona Bosnia-Hezergovina, lo que provocó la cólera de Rusia, temerosa de la expansión austriaca.
– 1912: Primera guerra balcánica. Se creó una Liga Balcánica (Serbia + Bulgaria + Grecia + Montenegro) apoyada por el Imperio ruso (frente A-H), que declaró la guerra al debilitado Imperio turco, quien se vio obligado a abandonar sus últimos territorios europeos (excepto Constantinopla), y reconocer Albania independiente.
– 1913: Segunda guerra balcánica. Tras la primera guerra los países vencedores no se pusieron de acuerdo sobre el reparto de los territorios turcos, estallando esta segunda guerra en la que se enfrentaron Serbia (apoyados por Grecia, Rumania y Rusia) con Bulgaria (apoyada por Austria-Hungría). La gran perdedora fue Bulgaria, pues tuvo que ceder territorios a otros países. La gran beneficiaria fue Serbia al obtener importantes compensaciones territoriales.
La rivalidad entre las grandes potencias:
Tanto las tensiones por el control de los territorios coloniales, como las sucesivas crisis en los Balcanes, estimularon los enfrentamientos entre las diferentes naciones europeas.
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Rivalidad Francia-Alemania:
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Enfrentamiento por los territorios de Alsacia y Lorena.
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Crisis marroquíes.
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Rivalidad Alemania – Gran Bretaña:
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Competencia naval.
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Enorme crecimiento económico de Alemania.
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Rivalidad Imperio ruso – Imperio Austro-húngaro:
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Control económico y político de los Balcanes.