Primeras expediciones españolas en el Río de la Plata
Veinticinco años después de la llegada de Colón a América, los españoles aparecen por primera vez en el Río de la Plata. A principios de 1516, una expedición al mando de Juan Díaz de Solís llega a sus costas, desembarca en la ribera oriental, donde los aborígenes del lugar lo matan y los demás tripulantes regresan a España sin seguir con la exploración.
Hernando de Magallanes: La búsqueda del estrecho
La corona española seguía obsesionada con hallar un paso que uniera ambos océanos. En 1519, envió a Hernando de Magallanes a encontrarlo. Bordeando la costa hacia el sur de América, llegó al lugar donde había muerto Solís, por eso siguió de largo y continuó viaje hacia la costa patagónica, en cuyo extremo descubriría por fin un estrecho que iba a conducirlo al Pacífico y que años después llevaría su nombre.
Sebastián Gaboto: La leyenda del Rey Blanco
Detrás de Magallanes, llegó al Río de la Plata una expedición al mando de Sebastián Gaboto. Pero este no siguió más hacia el sur, él estaba atraído por una leyenda del oro y la plata de las tierras del Rey Blanco. Navegó el Río Paraná aguas arriba. En la desembocadura del Río Carcarañá, fundó un pequeño fuerte al que llamó Sancti Spiritus, que fue la primera fundación española en suelo argentino.
La fundación de Buenos Aires: Un puerto estratégico
La búsqueda de un paso entre dos grandes océanos era una obsesión, era necesario un puerto donde se pudiera anclar y reponer las naves que iban y venían de la metrópoli.
En 1535, sale de España Don Pedro de Mendoza con la misión de establecer un puerto que asegurara las comunicaciones con la metrópoli. Comenzaba de este modo la búsqueda de una ruta que uniese las minas de oro y plata del Alto Perú con un puerto sobre el Atlántico.
Al llegar al Río de la Plata en 1536, Mendoza penetra en él y sobre la ribera sur funda el Puerto de Santa María del Buen Ayre, primer sitio de instalación de los españoles en el actual territorio de nuestro país. Que luego fue llamado Buenos Aires.
La fundación de Asunción: Un refugio seguro
Ya establecidos en el nuevo puerto, los lugartenientes de Mendoza se encaminaron hacia el norte por el Río Paraná, ya que habían escuchado a los aborígenes hablar de la existencia de una sierra de plata en estas regiones. En la búsqueda de estas minas, fundaron en 1537 la ciudad de Asunción.
En Buenos Aires, al principio, los querandíes ofrecieron alimentos a los recién llegados, pero después hubo desavenencias y las relaciones se tornaron difíciles hasta que acabaron en luchas y matanzas en las que salieron victoriosos los indígenas. Resistiendo los ataques y el hambre, por orden del gobernador Domingo Martínez de Irala, la ciudad fue despoblada y sus habitantes se trasladaron a la ciudad de Asunción en 1541.
Corrientes colonizadoras: La conquista del territorio argentino
Posteriormente, los conquistadores penetraron en el actual territorio argentino en tres corrientes:
Corriente colonizadora del Norte: Alto Perú
El primero en ingresar al norte de nuestro país fue Diego de Almagro en 1536, pero no realizó ninguna fundación, ya que ese no era su objetivo. Luego de algunos problemas políticos, fue encomendado en la región Juan Núñez de Prado, que fundó junto a ochenta hombres una ciudad denominada «Del Barco» (Tucumán). Nuevos conflictos entre los conquistadores españoles provocaron el desplazamiento de la aldea hasta las orillas del Río Dulce, fundándose Santiago del Estero en 1553, quedando bajo la jurisdicción de la audiencia de Charcas.
Posteriormente, Diego de Villarroel fundó la ciudad de San Miguel de Tucumán en 1565, emplazándose en forma definitiva en 1585.
El 20 de mayo de 1591, Juan Ramírez de Velazco, con la finalidad de establecer un asiento estratégico para combatir a los indígenas, funda Todos los Santos de la Nueva Rioja (actual La Rioja); dos años después, por orden suya, Francisco Argañarás erigió San Salvador de Jujuy el 19 de abril de 1593.
Corriente colonizadora del Oeste: Chile
La región de Cuyo fue explorada por Francisco Villagra. Sin embargo, años más tarde, el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de Mendoza, el 2 de marzo de 1561. Al año siguiente, Juan Jufré, el 13 de junio de 1562, fundó San Juan de la Frontera. A fines de este siglo, la llegada de Luis Jufré de Loaysa produce la fundación de San Luis de la Punta en 1596. Cabe señalar que las fundaciones mencionadas se realizaron en forma pacífica, constituyéndose la región en una zona próspera por su producción y actividad comercial.
Corriente colonizadora del Este: Asunción
Tras la ausencia de Mendoza, Juan de Ayolas continuó con las fundaciones de fuertes como Candelaria y Asunción, ambos en 1537. Ante este panorama, Buenos Aires había sido despoblada y destruida en 1541. El personaje central de la última parte del siglo XVI fue Juan de Garay, que fundó en 1573 la ciudad de Santa Fe de la Veracruz y en 1580 realizó la nueva fundación de la ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires en la actual Plaza de Mayo. Tres años después, fue sorprendido y muerto en las cercanías del Río Carcarañá. El gobernador de Asunción del Paraguay, Juan Torres de Vera y Aragón, fundó la ciudad de Vera, actual Corrientes, en 1588.