4. ANTIBIÓTICOS
El descubrimiento de la penicilina, el gran descubrimiento de Fleming. Más tarde, identificó el moho como una especie de Penicillium. Fleming dedujo que el moho exudaba una sustancia que mataba los estafilococos, y la llamó penicilina. El problema estaba en que el moho Penicillium notatum no produce mucha penicilina.
Florey encontró los medios adecuados para la producción de penicilina en grandes cantidades. También se hallo una rama hasta entonces desconocida de Penicillium que se daba en un tipo de melones al pudrirse, y que era más prolífica que el moho original de Fleming. Florey compartió con Fleming el premio Nobel.
a) Principales antibióticos: La palabra fue empleada por primera vez por Selman A. Waksman para designar las sustancias, como la penicilina, que destruían o inhibían de forma selectiva el crecimiento de microbios. La mayoría de los antibióticos se extraen de bacterias, y algunos se obtienen por síntesis química.
Penicilinas: La penicilina G es efectiva contra estafilococos, estreptococos, meningococos, gonococos y en infecciones causadas por hongos. No presentan gran toxicidad, pero pueden causar reacciones alérgicas.
Cefalosporinas: Efectivas contra numerosas bacterias. No suelen tener efectos secundarios.
Cloramfenicol: Se utiliza mucho en infecciones oculares.
b) Bacterias resistentes: El Staphyloccocus aureus, la bacteria que cultivaba Fleming y por la cual se descubrieron los antibióticos, ha sido la primera en demostrar su resistencia. La posibilidad de que las bacterias se hiciesen resistentes a los antibióticos se reveló ya al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando en los hospitales se administró penicilina de manera indiscriminada. La resistencia surge por mutaciones de ADN. Un antibiótico siempre dejará vivos algunos, cuyo mecanismo productor de proteínas es ligeramente diferente. De esa manera una dosis insuficiente de antibióticos puede hacer desaparecer los síntomas de una infección, aun cuando sobrevivan las bacterias más resistentes, que ante la falta de competencia de las pdesaparecidas terminan. Por ello los médicos insisten en que se termine la dosis de antibiótico aunque el enfermo se sienta curado. Cualquier uso innecesario de los antibióticos favorece la aparición de bacterias resistentes. De todos los usos inútiles el más frecuente es tomarlo si las enfermedades están causadas por virus. Cuando los recetan los médicos es porque existen infecciones bacterianas asociadas.
c) Lucha contra las infecciones: En siglo XX, todos los países se tomaron en serio las campañas de vacunación. En 1980 la OMS declaró erradicada la viruela. En el verano de 1981 el CDC publicaba los datos de un misterioso brote en San Francisco. A cinco varones homosexuales. La publicación del CDC hizo salir a la luz una oleada de casos similares. Todos eran homosexuales y presentaban un denominador común, una destrucción del sistema inmunitario necesario para que el cuerpo humano se pueda defender de los invasores dañinos. En pocos meses se encontraron casos de la enfermedad en drogodependientes que compartían jeringuillas, receptores de transfusiones de sangre y hemofílicos. Se trataba de personas de todas las edades, de ambos sexos y de cualquier orientación sexual. A la nueva enfermedad se la denominó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA. Los investigadores sospecharon que el sida estaba causado por un virus que se transmitía de una persona a otra por vía sexual y sanguínea. En 1984, un equipo francés, encabezado por Luc Montagnier, y otro norteamericano, liderado por Robert Gallo, identificaron de forma independiente el virus que anulaba el sistema inmunitario al destruir los glóbulos blancos de la sangre. Este virus recibió el nombre de VIH, o virus de la inmunodeficiencia humana.
El virus del sida o VIH es un retrovirus, esto es, un virus con ARN. La forma inicial del virus del sida surgió hace miles de años, cuando un virus de chimpancé se unió a un virus de otro primate. Sin embargo, parece que hasta 1930 no paso al ser humano. Esto sucedió en Africa Central, entre algunos habitantes que se alimentaban de carne de chimpancé. El virus del sida es letal porque destruye lentamente el sistema inmunitario que debía proteger al organismo contra él. Varias semanas después de la infección se experimentan síntomas parecidos a los de la gripe, y el virus se retira para esconderse en los tejidos linfáticos. La persona infectada por este virus permanece sana entre 5 y 15 años. Un buen día, el organismo es incapaz de defenderse y entonces sucumbe ante enfermedades oportunistas porque el sistema inmunológico esta debilitado. Los programas educativos aconsejan el uso del preservativo en las relaciones sexuales para protegerse contra la infección, reparten agujas entre drogodependientes para evitar la transmisión.
El VIH se encuentra en los líquidos corporales: sangre, semen, fluidos vaginales, leche materna. El virus del sida puede contagiarse en las relaciones sexuales con penetración o compartiendo jeringuillas y hojas de afeitar. Puede transmitirse también de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. No puede transmitirse por un beso, a través del tacto, al toser ni por la picadura de un mosquito. La vacuna contra el VIH aún puede tardar muchos años en llegar, debido, en parte, a que el virus muta con frecuencia. Pero, medicinas que mantienen a estas personas con vida y convierte n la enfermedad en crónica. La mayoría de estos fármacos evitan la replicación del virus. Entre ellos están el AZT y los inhibidores de la proteasa(bloquean la proteasa, una enzima esencial para el virus).
d) Pandemias: Los microbios no respetan fronteras. Una persona infectada puede viajar por distintos países durante el periodo de incubación, antes de que se manifieste algún síntoma de la enfermedad, y de esta manera el microbio se disemina. Cuando una enfermedad infecciosa se extiende por todo el planeta decimos que una epidemia ha pasado a ser pandemia. El sida es la peor pandemia de la historia de la humanidad. La OMS indica que para que una enfermedad infecciosa se convierta en pandemia es necesario que aparezca un virus nuevo; que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad y que tenga la capacidad de transmitirse entre personas de forma eficaz.
